Página:Varenka Olesova (novela).pdf/76

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
72
 

jemos eso. Diga usted: concibiendo la vida como un mecanismo que lo elabora todo, incluso las ideas, no echa usted de menos ese mundo misterioso y bello que usted hace morir a manos de la química y reduce a una simple mutación de las partículas de la materia?

—No, no lo echo de menos, porque me doy clara cuenta del lugar que ocupo en el gran mecanismo de la vida, mucho más poético que todas las fantasías. En cuanto a las manifestaciones metafísicas del sentimiento y del espíritu, ¿qué quiere usted que le diga?... Es cuestión de gusto. No se sabe aún lo que sea la belleza. Desde luego, lo sensato es considerarla un fenómeno fisiológico.

Uno, al referirse al adversario y sus errores, hablaba con voz sorda, llena de tristeza, como lamentándose; el otro lo hacía con tono tranquilo, seguro de su superioridad intelectual, evitando las palabras molestas para el adversario, que se emplean tanto cuando dos hombres disputan por saber de qué lado se encuentra la verdad.

Isabel Sergueievna los contemplaba con una fina sonrisa, y comía tranquilamente, chupando con cuidado los huesos del ave. Desde la puerta, Macha miraba, curiosa, esforzándose en comprender lo que hablaban los señores, según se desprendía del trabajo mental pintado en su rostro y de la fijeza un poco estúpida de sus ojos, habitualmente acariciadores y algo picarescos.

—Usted habla de la realidad—continuó Ben-