fábula i aun se apresurara a enviar luego despues de su advenimiento, una espedicion para descubrir esos pueblos imajinarios.
Benjamin Vicuña Mackenna opinaba que despues del fracaso de la espedicion del comisario Pinuer desde Valdivia (1777) i despues de la muerte, acaecida en 1788, del rei Carlos III, "el hijo de los Césares de España i el último que dejó de creer en los Césares de Chile", la mística fábula habia perdido todo crédito, de modo que las autoridades de la Colonia se habian negado a dar curso a las últimas órdenes de la Corte de continuar los reconocimientos.
¿Qué motivos pudieron haber influido con el virei a decretar otra espedicion en persecucion de este fantasma al parecer definitivamente extinguido?
Carecemos de datos positivas sobre este particular. Creemos, sin embargo, que pueda haber contribuido a esta resolucion el carácter del virei como miembro de una Orden relijiosa, siendo que el clero se mostró siempre mui afecto a fomentar la leyenda de los Césares.
Parece que Malaspina, quien se hallaba en Lima cuando Menendez arribó a esa capital, informó al nuevo virei de las datos, que recojiera en Chiloé sobre los Césares i Nahuelhuapi, i de las aptitudes especiales de Menendez para esplorador [n 1].
Finalmente es probable, que hayan hecho impresion en la mente del Virei nuevas insinuaciones que le hiciera el anciano José De Orejuela, despues de su fracaso en Chile i su vuelta a Lima en 1789 [n 2]. Como entre los comprobantes presentados a la Corte por Orejuela se hallaba un Diario en solicitud de los nuevos españoles de Osorno por el capitan Salvador Arapil[n 3], i como su proyectada espedicion, de que dimos cuenta arriba, debia ir en busca de los césares osorneses, es posible que el incansable aventurero hiciera nuevas jestiones ante el crédulo virei i que estas al fin hallaran eco.
Menendez fué el último viajero que recibiera la comision de descubrir a los Césares: desde entónces i en los albores del siglo actual su existencia quedó definitivamente reconocida como una ficcion i abandonada para siempre toda tentativa de buscarlos. Los Césares, despues de haber preocupado desde la misma conquista i durante un espacio de dos siglos i medio los ánimos de los colonos españoles, acabaron por ser despreciados i calificados como ridícula patraña de orijen i carácter incomprensible.
Por fin el ilustre Vicuña Mackenna los ha vuelto a rehabilitar, colocándolos en su justo lugar i sobre elevado pedestal como "héroes de poética leyenda, cayo argumento es apropiado para un drama de palpitante emocion mas que tema de laboriosa historia".
- ↑ Véase el capítulo "Fr. Fr. Menendez".
- ↑ Barros Arana, l. c. t. VI p. 437 nota.
- ↑ J. T. Medina, Literatura Colonial t. II p. 45.