Página:Viajes de Fray Francisco Menéndez a Nahuelhuapi.pdf/257

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de las cañas y golpes que han llevado. El dia siguiente a medio dia llegamos a la playa [1], en donde encontré al comandante con los demas.

Dia 10 del mismo


A la tarde nos embarcamos y llegamos a dormir a Yate, de donde salimos en cuanto amaneció, para ver si podiamos salir del estero antes de que comenzase el viento; pero este nos encontró antes de llegar ala boca y nos fué preciso tomar puerto y estar en él todo el dia y noche.

E1 dia siguiente antes de amanecer nos levamos y a remo fuimos hasta la isla de Guar, en donde descansó la gente, y a las tres de la tarde llegamos al fuerte de Callvuco, en donde hallamos la novedad de haberse muerto mucha gente a causa de unas evacuaciones de sangre [2].

Aquí aseguraron varios de este partido que segun las noticias que ellos tenian, haviamos estado mui cerca de Nahuelguapi; que haviamos de subir el cerro que nos pareció torres de mogo-


    reproducir la caria, sustituyéndola por "huallcapa". No anda mui feliz en esta rectificacion, porque las dos palabras significan lo mismo "zurron, bolsa"; "huallca" es palabra araucana; "gurupa", palabra usada hasta hoi en Chiloé, designa cierta clases de bolsas para guardar víveres. Son hechas de pieles de oveja o cabra con el pelo por afuera; tienen una forma cilíndrica mui cómoda para el trasporte, i conservan bien su contenido.

  1. "La playa" es para el autor la espresion típica del puerto de desembarque i embarque, siendo en este caso el de Ralun, donde se hallan las piraguas al cargo de su cuidador.
    Seguimos en la relacion de la vuelta a San Carlos la version impresa, por ser mas circunstanciada que la del manuscrito i por traer una relacion rica en detalles pequeños i de lectura agradable por su estilo natural i sencillo.
  2. Esta enfermedad, la disenteria, no es frecuente en Chiloé. No recuerdo haberla visto epidémica en el departamento de Calbuco. Sin embargo se presentan epidemias perniciosas de ella a distancia de años, como la que ocurrió entre los puelches en tiempo del padre Laguna, la que Menendez menciona aquí, otra en 1842, de que me dió razón mi antiguo amigo D. Juan Alvarez, que siguió inmediatamente a una desastrosa epidemia de escarlatina i fué mui perniciosa en el campo, i finalmente la que observé en 1859 en los departamentos de Llanquihue