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SIGUE NOTA (2) DE PÁJ 277, DIA 11 DE ENERO DE 1792

    El valle del rio Frio se halla, como todos los valles de la falda oriental, a considerable altura, es decir a mas de cuatrocientos metros sobre el Peulla. El rio tiene un declive mui suave, habiendo pocos ejemplos de una corriente tan lenta entre los rios nacidos en el centro de la Cordillera i de un ventisquero; anda serpenteando en largas i caprichosas curvas por el valle i forma, al entrar al lago Frio por su costado oriental, un delta bien desarrollado de abundantes sedimentos depositados. Tanto esta desembocadura lateral como el delta mismo son hartp escepcionales en los rios de la alta Cordillera. El suelo del valle es mui pantanoso i guarnecido por los típicos alerces.

    Es evidente que este valle formaba ántes una parto del lago Nahuelhuapi i que el acarreo de los abundantes materiales arrastrados i suspendidos en las aguas del rio ha cegado este brazo del lago, trasformándole en valle. No cabe duda que el suelo de este valle se esta elevando gradualmente. Esta elevacion se debe a la acumulacion de los sedimentos arrastrados por la fuerte erosion del ventisquero, los que en lugar de llevarse léjos por la corriente del rio, se depositan durante su curso por este terreno de tan poco declive. Como la Patagonia es una altiplanicie que desciende lentamente desde el pié oriental de la Cordillera hasta el mar, es probable que todos los rios, que bajan por ella, participen en mayor o menor grado de este carácter, sobre todo miéntras que corran por valles lonjitudinales como el rio Frio [n 1].

    Estamos acostumbrados a observar el efecto primario de la erosion por las aguas atmosféricas en las montañas como un ajente destructor i escavador, mientras su efecto secundario, la acumulacion i deposicion de las materias mostrarles se suele notar en las llanuras. En el rio Frio tenemos un ejemplo de esta última fase de la erosion en pleno centro de la Cordillera.

    No es este el único fenómeno orográfico que ofrezca esta parte de la Cordillera i que se me impusiera en la cima del Doce de Febrero.

    Para entrar al paso Perez Rosales por el lado del Oeste, remontamos el valle del Peulls hasta su fin al pié de la cadena central, dejando a un lado la última quebrada que baja de los flancos del Tronador, i seguimos las vertientes que descienden del paso hasta que se acaban. Habriamos de suponer que en la bajada al oriente encontrariamos la misma disposicion orográfica que en la subida i tal como se presenta en la gran mayoria de los casos, es decir que hallariamos las vertientes opuestas cerca del nacimiento del rio. Sin embargo sucede lo contrario: en lugar


  1. Esta acumulacion de materiales podria operar en el curso de épocas mui largas una desviacion de las aguas del rio Frio hácia el Pacífico i la consiguiente traslacion de la division de las aguas en direccion al Este. Por ahora prevalece la opinion que este cambio se efectuaria no por el rio Frio sino por el rio Peulla, cuya accion erosiva es mas fuerte (Steffen). Por mi parte creeria que el rio Frio, situado a considerable elevacion, acumularia en menos tiempo el material necesario para escalar la depresion del paso Perez Rosales, que el rio Peulla, que se halla a poca altura, necesitaria para perforarla.