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SIGUE NOTA (1) DE PÁJ 287, DIA 19 DE ENERO DE 1792

    i amarillento, segun parecia a consecuencia de una plaga de cuncunas (orugas de mariposa) que aun se hacian molestas a los viajeros.

    Las aguas de esta ensenada i de todo el lago son azules oscuras, lo mismo que las del Llanquihue, distinguiéndose de las del Todos los Santos que, segun vimos, son verdes; el lago Frio es de un verde blanquizco, color que indica que lleva bastante detrito en suspension i que el rio no ha alcanzado a purificarse del todo.

    "El rio que le entra por el Norte entre cerros" es el desagüe de la laguna del Cántaro, a que nos hemos referido arriba. Es notable la pared lisa i vertical con que su valle decae hácia el lago, precipitándose por ella el rio formando un salto mui alto pero de poco caudal; ella es un ejemplo de las paredes pulidas por los ventisqueros de que habla el Dr. Steffen. No sé si será admisible suponer que en la época glacial el término del ventisquero del rio Frio haya alcanzado hasta allí i rozado esta pendiente.

    En el otro "rio mui manso i bastante caudaloso" se reconoce fácilmente el rio Frio, cuya desembocadura forma una lijera salida que limita al Este el círculo que forma la ensenada del puerto. Antes de llegar a su boca se halla un barranco de poca altura con terreno llano arriba i formado de capas sedimentarias que sea tal vez una moraina antigua del mismo ventisquero. Hicimos un lijero reconocimiento del rio: luego arriba de su boca comienza un trecho en que su ribera es escarpada; en esa parte unas piedras junto con un árbol atravesado dejaban cerrado su cauce, pero parecia que esos obstáculos eran fáciles de remover; tiene en esta parte cinco a seis piés de hondura i veinte a treinta varas i aun mas de anchura; la corriente es comparativamente lenta; despues de haber pasado por un corto trecho de bosque tupido alcanzamos el terreno pantanoso que es propio de todo el valle i que se halla cubierto de pasto ralo i de alerces i cipreses dispersos de poca edad. Dejando a la derecha la quebrada por la que baja desde lo alto el desagüe del lago de los Cauquenes, volvimos a encontrar el rio con su agua lechosa i su mansa corriente; habia varios palos caidos al lecho del rio, pero un bote habria podido subir por el medio de ellos i, como no eran gruesos, no habria sido difícil cortarlos, dejando espedita la navegacion en la parte reconocida i probablemente hasta el lago Frio. La marcha por este ñadi es molesta, pero la espedicion del Dr. Steffen por la parte superior del mismo valle ha probado que se puede atravesar sin mayor inconveniente.

    Por el lado opuesto i al N. del alojamiento existe una pequeña laguna, que no alcanzamos a reconocer; tal vez sea la de que hizo recuerdo el práctico Olavarria en 1855. Menendez menciona su desembocadura al lago; parece que el rio es idéntico al desagüe de la lagunita del Guanaco. Los autores arjentinos mencionan en estas inmediaciones "el lago del Clavo".


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