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El dia quince se pasó a la otra parte del estero una pirahua de bastimentos los que se pusieron en un rancho que se hizo el año pasado. El dia diez y seis se pasó el resto del bastimento, y la maior parte de la gente se fué por tierra, para conducirlo al mismo rancho, y despues hasta la Laguna de todos Santos. El padre Valle, el alferez de asamblea y yo nos quedamos en Ralun, quando se condujo el resto del bastimento por considerar, que en la conducion mas servimos de estorvo que de utilidad y provecho: y mas yendo al cargo de D.n Nicolas Lopez, quien ademas de la practica que tiene del camino, tiene don particular para mandar a estos Milicianos. El dia diez y ocho vimos tres humos al ponerse el sol, a la entrada del monte que


    cinco pesos. Como no corria dinero, sino que la tabla de alerce era de hecho la moneda circulante en el Archipiélago, el tributo se fijó en cuarenta tablas, recibiéndose cada una a un real, precio que era relativa mente alto i favorable para su cortador, puesto que en nuestro tiempo hemos visto venderla por la mitad. El humanitario virei Gil y Lemus staba tambien al cabo del pago de este tributo i recomendaba recibirle en especies para hacerle lo menos gravoso posible [n 1], lo que, segun se ve, efectivamente se hacia.

    Un hombre esperto podia hacer fácilmente la cantidad exijida de tablas en un dia; necesitaria ademas medio dia para instalarse en el alerzal i medio dia para bajarlas a hombro a la playa, siendo esa cantidad la carga cabal de un hombre. Lo que hacia mas gravoso para el chilote el pago de este tributo era la demora en el viaje de ida i vuelta que bien podia durar el plazo señalado por Menendez, si coincidia con los malos tiempos habituales. El autor se compadece con razon pues de estos infelices; por otra parte debemos tener presente que la lentitud i manera poco previsora con que procedian los indios en su navegacion (Martin), les hacia gastar un tiempo desmesurado en esos viajes.

    En época anterior se obligaba a los indios encomendados a trabajar en I corte de las tablas de alerce. {Rosales refiere que los indios se sublevaron por el apremio de esos trabajos en 1663 i que esta rebelion fué sofocada por el jeneral Cosme zisternas Carillo en su segundo gobierno [n 2]. Vimos arriba que el penoso trabajo de la corta del alerce produjo tambien la rebelion del año 1712, en tiempo del padre M. de Hoyo. Ella fué la última que tuvo lugar en Chiloé.


  1. Memorias de los Vireyes del Perú. Lima 1859 t. VI p. 192.
  2. Rosales l. c. t. II p. 154. Estos datos podrán servir para ampliar los apuntes dados én e. l. t. I p. 19 i t. II p. 206.