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está entre Callvutue y Ralun distante mas de dos leguas: el tiempo amenazó a llober, enfermedad de todos los años, porque nunca se pasó este monte sin experimentar el aguacero....

Dia 19 del mismo

Amaneció lloviendo y continuó todo el dia. Los dos dias siguientes estubieron nublados, y el veinte y uno aun se vieron humos a la entrada del monte; seria que aun no se havia concluido la conducion a la otra parte del monte [1]. Siempre que llueve, no solo se pierde el dia de la lluvia sino tambien el siguiente por causa del agua que queda en las hojas de los arboles. En este dia llegó una pirahua mandada por el comandante de Callvuco, a saber si teníamos, alguna novedad. Con esta ocasion escrivimos al Señor Governador, dandole parte como estabamos sin novedad. El dia veinte y dos amaneció calma y estubo lloviendo todo el dia sin cesar. Desde el veinte y tres mejoraron los tiempos, y el veinte y cinco llegaron seis hombres a buscarnos para que nos fuésemos a todos Santos, en donde esta ya todo el bastimento, dos pirahuas compuestas, y la una de ellas cargada de bastimento para llevarlo al fin de la Laguna.

Dia 26 del mismo

Por la mañana hubo marea, y nos pasamos a la otra vanda. Nos molestó bastante una cienaga, y mucho mas el frio. Llegamos a todos Santos un poco antes de ponerse el sol. Ayer a medio


  1. Las humaredas mencionadas sirvieron sin duda para señales con el objeto de indicar a Menendez la marcha de las partidas de cargadores. Parece que este método no era usual en Chiloé, porque el clima lluvioso i las altas cordilleras no se prestaban a ello. En nuestro caso se harian los humos a imitacion de la práctica jeneral usada por los indios de la otra banda que se acababan de conocer.

    Vemos que el viaje se hizo en escelente órden i con método: estando los caminos abiertos i la jente habituada a las eventualidades de la navegacion i del paso de la Cordillera, todo marchaba perfectamente. Con las buenas disposiciones del capitan Lopez nuestro autor i sus ayudantes del Valle i Sanchez no tenian necesidad de intervenir en la marcha de la columna espedicionaria i disfrutaban ademas de cierta comodidad en comparacion con las penalidades de las espediciones primeras.