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Tocó ahora a nosotros emprender su publicacion completa, dándole el carácter de centenaria i aun de monumental en cuanto nuestras modestas fuerzas lo permitieran.

Hemos señalado tambien por vez primera la importancia de los viajes de Menendez para la apreciacion del grave conflicto chileno-arjentino.


II

PARALELO
ENTRE LA ÉPOCA DE MENENDEZ
i la de su Centenario

La historia del lejano i oscuro Archipiélago, que acabamos de bosquejar parcialmente, siguiendo los pasos de nuestro ilustre viajero, cierra con los albores del nuevo siglo, es decir, del mismo cuyo ocaso estamos presenciando nosotros.

Los viajes de Menendez contribuyeron para dar lustre en aquella época al gobierno de España, porque tenemos que pagar nuestro tributo de admiracion a una administracion en que, fuera de aquellos, los trabajos de Lázaro de Ribera, José de Moraleda i Fr. Pedro de Agüeros daban mérito a la última provincia del Continente. Con razon el fallecimiento del esclarecido el Carlos III i el advenimiento de su sucesor habian sido celebrados por el gobernador Francisco Garos con efusivo entusiasmo i solemnidad nunca vista en estas latitudes. Estas tendencias de progreso no se quedaron empero aisladas: las vemos pronunciarse en la misma época por todas partes en el vasto recinto del imperio colonial de España, ligándose a las obras de hombres de mérito en esferas variadas. En el Atlántico i Rio de la Plata tenemos a nuestros conocidos Basilio Villarino i Antonio de Viedma, pudiendo asociar a ellos al eminente naturalista Félix de Azara. En Chile figura el gran gobernador Ambrosio de O'Higgins, en el Perú Fr. Manuel Sobreviela, Hipólito Unanue, autor principal del "Mercurio Peruano", los botánicos Ruiz i Pavon.

Merece tambien una mencion especial el aventajado cuanto infortunado navegante Alejandro Malaspina, a quien hemos tenido ocasion de conocer como uno de los favorecedores de Chiloé. Hubo sin duda mu-