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res de la naturaleza. No podemos menos de deplorar la duracion tan efímera de estos principios de cultura.

La obra de la mision no hacia mientras tanto progresos notables: no marchaban a lo ménos en proporcion con los grandes sacrificios de Guillelmo. Su bondad i afabilidad no lograban aplacar el odio sordo de los puelches contra los misioneros.

En 1712, mas o ménos, sobrevino un terrible accidente, que dejó la mision en ruina, casi completa: estalló una noche un incendio que redujo e cenizas todo lo edificado, quemándose la iglesia, la vivienda de los padres i los ranchos de los criadas. Siendo el material de los casas paja i madera, cundió el fuego con tanta rapidez, que el padre Guillelmo apenas despertó a tiempo para salvarse. La imájen de la Vírjen fue salvada, pero los ornamentos, libros que habian mui buenos, los manuscritos i apuntes de los padres sobre la marcha de la mision. "i cuanto tenia de bueno aquello mision, que se hallaba bien surtido por gozar de la predileccion de las fieles que la habian socorrido mas largamente que a ninguna otra como la mas trabajosa (Olivarez)".

No se supo el oríjen del fuego, los edificios ardieron, segun parece, a un mismo tiempo; no se notó ningun descuido en la cocina, que lo hubiera causado. Guillelmo estriba dispuesto a atribuir la catástrofe a una casualidad, mientras sus biógrafos están de acuerdo en que el incendio fué intencional, hecho por las pérfidas puelches con el fin de destruir la mision, aunque no tengan ningun indicio directo de su culpabilidad. No poseyendo mas datos, no podemos dirimir esta cuestion.

Guillelmo no se amedrentó con tamaño desgracia, que habia destruido el fruto de varios años de trabajo, sino que para luego manos a la obra para volver a levantar los edificios. Los indios, que se habian tenido siempre en reserva, sin favorecer en manera alguna la mision, ayudaron esta vez a Guillelmo en sus trabajos, aunque sin manifestar el menor entusiasmo.

Por este tiempo fué nombrado superior de la mision, en lugar de Guillelmo, el padre Manuel de Hoyo, persona amante de las misiones i erudita, que habia rejentado en Santiago una cátedra de teolojia. No se sabe, si lo autoridad superior hizo este cambio por haberse apercibido de la aversion de los indios contra Guillelmo, o por haber concluido este su trienio (Enrich). Hoyo habia ausiliado la mision desde Santiago i asistido a ella, algun tiempo como particular al lado de Guillelmo. Se hallaba en Chiloé, cuando sucedió el incendio, pero vino luego para hacerse cargo de lo direccion de la mision que ejerció durante dos años. Parece que Guillelmo se halló ausente de Nahuelhuapi durante este tiempo, pero los autores no especifican, donde haya pasado esta temporada.

El corto gobierno de Hoyo fué bastante feliz, no siendo marcado por ningun contratiempo. El nuevo superior se dedicó con esmero a la reedificacion de la iglesia i casas de la mision. Parece que estas construcciones