Página:Vida y escritos del Dr. José Rizal, por Wenceslao Retana.pdf/169

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
149
VIDA Y ESCRITOS DEL DR. RIZAL

Rizal paró poco tiempo en Hong-Kong. Su breve estancia en aquel punto la aprovechó para adquirir algunos conocimientos de la dificilísima lengua china, que más tarde, en 1892, amplió; así como hubo de adquirirlos de otros asuntos que de un modo especial le interesaban. Óigasele; véase lo que escribía confidencialmente al más predilecto de sus amigos[1]:

«Londres, 27 Julio 1888. 

»Mi querido Naning: […] Voy á contarte, en breves palabras, cuanto me ha ocurrido desde mi salida de Manila. Salí enfermo aún, y á consecuencia de esto me mareé mucho. Pasamos por Emuy, donde no bajé, porque el día era muy lluvioso y porque me habían dicho que allí hacía muchísimo frío, y aquello estaba muy sucio. Fuimos á Hong-Kong, que me agradó. Allí conocí á varios españoles importantes, uno de ellos Baranda, que fué, en, secretario del general Terrero. Yo le traté muchos días, y sobre todo en un viaje que hicimos juntos Baranda, Basa[2] y yo á Macao, para visitar aquella colonia portuguesa y al Sr. Lecároz[3], en cuya casa vivimos. Lecároz, como Basa y demás filipinos de Hong-Kong, son partidarios y favorecedores del Noli [me tángere]. En Hong-Kong averigüé cosas importantes, por ejemplo, acerca de las riquezas de los dominicos [que en efecto han venido siendo los más fuertes accionistas del Arsenal que allí existe], de sus misiones, de las de los agustinos, etc., etc. Allí conocí á D. Balbino Mauricio, infeliz digno de mejor suerte, y cuyo conocimiento me fué útil, porque me prepara para un fin que puede ser mucho peor[4]. Iriarte[5] se ha mostrado también muy amigo mío allí, sirviéndome en todo y acompañándome en todas partes. Los jóvenes filipinos que allí se educan son también en su mayoría buenos


  1. Á D. Mariano Ponce (Naning). Éste dió una copia del original al Sr. Santos, el cual á su vez me remitió otra copia. Nótese que Rizal no alude ni por incidencia á proclamas de ninguna especie.
  2. D. José María Basa, filipino: uno de los complicados en los sucesos de 1872. Basa se estableció en Hong-Kong, y á partir de entonces dedicóse á hacer á los frailes cuanto daño pudo.
  3. Los Lecároz, de origen español, descienden de un eminente abogado criollo, que vino elegido diputado á Cortes por Filipinas, cuando el Archipiélago, en el primer tercio del siglo XIX, gozó de esa ventaja política, más tarde suprimida absurdamente.
  4. Nuevo presentimiento de morir por la Patria. Balbino Mauricio, víctima inocente de los sucesos de Cavite de 1872, purgó en presidio un delito en que no había incurrido. Rizal, propagandista al fin, reconocía que á él le esperaba otra cosa «mucho peor». ¡Y así fué!
  5. Hijo del célebre alcalde mayor de la Laguna D. Francisco de Iriarte, peninsular, el más espléndido y fastuoso de cuantos en Filipinas han ejercido cargo público. Para Iriarte, padre, hay algunas alusiones, no siempre piadosas, en el Noli me tángere.