Página:Vida y escritos del Dr. José Rizal, por Wenceslao Retana.pdf/294

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
274
W. E. RETANA

aquí me hallo perfectamente y tan sólo echo de menos á mi familia.»

»—Dígame Vd., Rizal, ¿qué reformas le parecen á Vd. más convenientes, se llevasen á efecto en este país?

»Rizal.—Pues yo le diré á Vd.: en primer término, darle representación en las Cortes al país, con lo cual cesarían los abusos que por algunos se cometen.

»Secularizar á los frailes, haciendo cesar la tutela que con el Gobierno y el país ejercen estos señores, distribuyendo los curatos, á medida que fuesen vacando, entre los clérigos, que bien pudieran ser insulares ó peninsulares.

»Reformar la Administración en todos sus ramos.

»Fomentar la instrucción primaria, quitando toda intervención á los frailes, dotando á los maestros y maestras de mayor sueldo.

»Dar por mitad los destinos del país á peninsulares é insulares.

»Moralizar la Administración y

»Crear en las capitales de provincia de más de 16.000 almas Escuelas de Artes y Oficios.

»Estas son mis reformas. Una vez planteadas en el sentido expuesto, Filipinas sería el país más dichoso del mundo.»

»—Pero, amigo Rizal, sus reformas de Vd. no me parecen del todo malas; pero indudablemente Vd. se olvida de la muchísima influencia que tanto en Manila como en Madrid tienen los frailes, por cuya razón se hace casi imposible por ahora, que todas sus reformas pudieran ser un hecho.

»Rizal.—No crea Vd.; la influencia del fraile va perdiendo mucho terreno en todas las esferas, atreviéndome á asegurar á Vd. que cualquier Gobierno un poco avanzado donde se diese cabida á cinco ó seis hombres como Becerra, los frailes desaparecerían. En Madrid conocen perfectamente cuanto por aquí hacen los frailes, y tanto es así, que en las primeras conferencias que tuve con Pi y Linares Rivas, cuando éste pertenecía al partido liberal, me hicieron saber cosas que yo, nacido en este país, ignoraba. Como estos señores, podía citarle á Vd. muchos que igualmente tienen noticia exacta de la vida y milagros de los frailes en Filipinas; pero, como ellos me dijeron: «Los malos Gobiernos que en España se vienen sucediendo, son los culpables de tanto abuso por parte de las Corporaciones religiosas; el día que las cosas cambien, no nos olvidaremos de esos caballeros.» — En Filipinas, excuso decirle á Vd. que á los frailes no los quieren, y cada vez se hacen más antipáticos y odiosos por la intervención que tienen en todo. La deportación de mi familia, es debida al informe de un fraile.

»—¿Y de la expulsión de los frailes, es Vd. partidario?