Página:Visión de paz (1915).pdf/247

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

MB — sobre el aluvión de construcciones seculares. Existe un pavimento del palacio, resto, proba- blemente, de una sala de guardia, en que aun se dibuja un damero romano. El arco de la ca- lle, cruza en puente la altura, se interna en el templo y forma el ara de su altar mayor. La procesión se detiene. Allí estaba la tribuna don- de Jesús fué expuesto. La voz del fraile, que re- cuerda al San Antonio de Murillo, dice con lá- grimas en el acento: Ecce Homo.

El Rey de los Judíos acaba de ser azotado. El pretor creía calmar a la multitud. Los guar- dias, burdos auxiliares, no verdaderos legiona- rios de Roma, lo habían coronado de espinas. Vestido de irrisoria púrpura, confundiendo el rranto a la sangre, adelantó Cristo hacia la tur- ba : «He aquí el hombre.»

-La visión excitó al Sanedrín y al pueblo ; un solo grito escapóse de las gargantas : Crucifíca- le. Pilatos, que se volvió a Jesús, interrogándo- le, logró vencer su mutismo : «No tendrías po- der alguno sobre mí, sino te hubiera sido dado de arriba». Y después de una pausa, pensando en el Sanedrín que le acusaba y en la nación que le desconocía, añadió : «Por tanto, el que a ti me entregó, mayor pecado tiene.»