Página:Voz del desierto (1907).djvu/24

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 20 —

pulmones como el de la pólvora agresiva de un combate.

La idea de movimiento era falsa; pues mientras los caballos parecían trotar retrocediendo, el corazón seguía galopando sin freno hacia la muerte. La lengua estorbaba entre la boca como un lingote de cobre encendido. En los labios insensibles al filo de los dientes, se retorcían miles de viboritas incendiadas, con ansia de beberse el sudor que chorreaba por el pescuezo de los caballos.

De repente estos levantaron el cuello, sondaron con la mirada un lado del horizonte, estornudaron con fuerza y aligeraron el trote.

Señal de aguada próxima.

Sobre las cortaderas y mallines ya no reverberaban con aspereza los brillos caniculares. Tan sólo ondeaba sobre los tallos salientes una diáfana polvareda de ámbar fino y movible.

La tropilla que galopaba delante, á trecho prudente de nuestra caravana, interponía entre el verde profundo del desierto y el azul azucarado de los cielos, nubecillas de arena