Plegaria (Ignacio María de Acosta)
Ven manantial fecundo,
Inspiracion ardiente,
Y lléname la mente
De tu sublime ardor
Despierta el entusiasmo
Que el tibio pecho ansía;
Despierta el alma mia
Al canto y al amor.
Derrama en mi instrumento
Cansado y querelloso,
La calma y el reposo
Que en vano te imploró.
Que enferma el alma mia
Sumida en negra pena,
Amarga cantilena
Tan solo preludió.
En vano de Natura
El misterioso encanto,
Pretendo con mi canto
Al cielo levantar.
Que el corazón dormido,
No inspira ya la mente,
Que solo angustia siente,
Tormento y sinsabor.
Que de mis verdes años
La plácida alegría
Fatal melancolía
La vino á suceder;
Desde el aciago instante
Que vió mi desventara
La candida hermosura
De un rostro de mujer.
Desciende á mi, derrama,
Inspiracion ardiente,
Tu luz sobre la frente
Marchita de dolor.
Despierta el entusiasmo
Que el tibio pecho ansía;
Despierta el alma mia
Al canto y al amor.