Recuerdos de provincia/Los Sayavedras

De Wikisource, la biblioteca libre.


En el barrio de Puyuta había antes un antiguo pino, cuyo tronco sirve hoy de sostén del presbiterio en la iglesia de los Desamparados, el único edificio público construido en estos tiempos de barbarie, y un modelo de ignorancia de las reglas de la arquitectura, que un día será visitado con asombro por generaciones más ilustradas. Conocí a los dos últimos descendientes del soldado de este apellido; fue el uno sentenciado a muerte por asesinato. El otro, llamado el indio Sayavedra, de talla gigantesca, de alma torva, fue bandido de profesión en Mendoza y San Juan y llamado por su fama de desalmado al servicio de la federación en 1839, cuando el desembarque de Lavalle. Hubo de lancearme el 18 de noviembre de 1840 en la plaza, apellidándome salvaje y fue seis años después ajusticiado por crimen de asesinato. Así las cualidades guerreras de los abuelos degeneran en vandalismo, cuando las sociedades decaen y se degradan. ¡Ay de los hijos que se están educando en la escuela de los mueran y de la violencia!