Sospechas que en mi triste fantasía
Apariencia
Soneto XXX
Sospechas, que, en mi triste fantasía puestas, hacéis la guerra a mi sentido, volviendo y revolviendo el afligido pecho con dura mano, noche y día; ya se acabó la resistencia mía y la fuerza del alma; ya rendido, vencer de vos me dejo, arrepentido de haberos contrastado en tal porfía. Llevadme a aquel lugar tan espantable que, por no ver mi muerte allí esculpida, cerrados hasta aquí tuve los ojos. Las armas pongo ya, que concedida no es tan larga defensa al miserable; colgad en vuestro carro mis despojos.