Terremoto de Arica de 1868 en Moquegua

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Moquegua, 14 de agosto de 1868

Mi señor General Prefecto de este departamento:

Con bastante sentimiento comunico a usted que a las cinco de la tarde de ayer, se sintió un fuerte terremoto que ha destruido la mayor parte de la población; los movimiento de la tierra fueron tan recios y repetidos que no ha habido casa que haya podido resistir sin ser gravemente averida, esto es, la que no sido derribada desde sus cimientos.

Lamentablemente en extremo es señor Prefecto el cuadro que presenta esta ciudad; los templos, hospital y colegio todo queda derribado, incluso el reloj público. Las bodegas de las haciendas han tenido igual suerte y los licores que contenían, han corrido por el campo. Las pérdidas que nos ha ocasionado la catástrofe de que doy parte a usted son de pronto incalculables, y muchos años pasarán sin poder recuperarse; nótanse igualmente en el comercio perjuicios de gran consideración, pues casi todas las tiendas en su desploma han cubierto y destrozado los artículos que contenían.

Respecto a las víctimas que se lamente, no es posible por ahora fijar el número de las que habrían perecido en las casas derribadas, pues no existiendo en la policía una fuerza competente, no se ha podido levantar los escombros, además de que los movimientos de la tierra hasta ahora mismo se repiten amenazándonos mayor ruina, y en lo poco que se han levantado los escombros, se han encontrado cuarenta y tantos cadáveres entre hombres, mujeres y niños, y de temor se halla toda la gente del campo. Con el fin de desenterrar los muertos, levantar escombros y demoler edificios que ofrecen peligro he oficiado al Comandante General Coronel Leyseca, para que me remita de Torata parte del batallón, y por el oficio que de dicho Coronel adjunto a usted, se impondrá de que en aquel pueblo ha ocurrido iguales desgracias. Dígnese pues usted si lo juzga conveniente poner esta comunicación en conocimiento del Supremo Gobierno para que sirva exonerar a esta Provincia del pago de la contribución predial del semestre de San Juan que lo juzgo imposible de realizar, pues hasta la fecha no se ha conseguido su realización.

Dios Guarde a usted.

P.O. Cores

INFORME DEL SUPREMO DE MOQUEGUA[1]


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  1. Retazos de la Historia de Moquegua, Edición de 1982, página 126-127, Luis E. Kuong Cabello