Análisis del juego de ajedrez/Prólogo del traductor
El culto de la profunda y concienzuda investigacion ha reemplazado en nuestro siglo al antiguo de la ciega é imperecedera tradicion. Sin retroceder largos años veremos á nuestros padres obedecer en todo á las convicciones de los suyos, declararse acérrimos partidarios de la mas dolorosa rutina. A nuestra época por el contrario la caracteriza un espíritu insaciable de esploracion, al cual se deben los grandes progresos de las ciencias, artes é industria. En el día no se conooen límites en nada; nuestra marcha es infinita; mientras mas profundizamos, mas queremos profundizar. Y adviértase que jamás acatamos religiosamente las ideas añejas, todo pasa por el admirable crisol del análisis.
Al nivel, por fortuna, de nuestro tiempo, hemos desterrado, al traducir esta obra, importantísima si se atiende á su autor y á su objeto, esas espresiones altisonanles y estrañas, por no calificarlas de otro modo, que por espacio de muchos años han usado los grandes jugadores. ¿No es en efecto ridículo suponer que un peon puede comer á otro peon? Ante todo seamos lógicos, y puesto que nos representa el juego una batalla, y que las casillas son otros tantos fuertes sustituyamos la palabra tomar á la original de comer. Tambien hemos simplificado algunas esplicaciones, estendiéndonos en otras que no estaban bastante claras, afin de que la lectura de esta coleccion de reglas no carezca de las principales y mas preciosas dotes de toda obra. «La precision y la claridad.»
Esperamos merecerá benévola acojida el Tratado de estratajemas, tomadas de los mejores autores franceses, que con algunas reglas generales hemos unido á este precioso volumen.