Elegía a las musas
ELEGÍA Á LAS MUSAS.
Esta corona, adorno de mi frente,
Esta sonante lira y flautas de oro
Y máscaras alegres, que algun dia
Me dísteis, sacras Musas, de mis manos
Trémulas recibid, y el canto acabe,
Que fuera osado intento repetirle.
He visto ya como la edad ligera,
Apresurando á no volver las horas,
Robó con ellas su vigor al numnen.
Sé que negais vuestro favor divino
Á la cansada senectud, y en vano
Fuera implorarle; pero en tanto, bellas
Ninfas, del verde Pindo habitadoras,
No me negueis que os agradezca humilde
Los bienes que os debí. Si pude un dia,
No indigno sucesor de nombre ilustre,
Dilatarle famoso, á vos fue dado
Llevar al fin mi atrevimiento. Solo
Pudo bastar vuestro amoroso anhelo
A prestarme constancia en los afanes
Que turbaron mi paz, cuando insolente,
Vano saber, enconos y venganzas,
Codicia y ambicion, la patria mia
Abandonaron á civil discordia.
Yo ví del polvo levantarse audaces
Á dominar y perccer, tiranos:
Atropellarse efímeras las leyes,
Y llamarse virtudes los delitos.
Vi las fraternas armas nuestros muros
Bañar en sangre nuestra, combatirse,
Vencido y vencedor, hijos de España,
Y el trono desplomándose al vendido
Ímpetu popular. De las arenas
Que el mar sacude en la fenicia Gades,
Á las que el Tajo lusitano envuelve
En oro y conchas, uno y otro imperio,
Iras, desorden esparciendo y luto,
Comunicarse el funeral estrago.
Asi cuando en Sicilia el Etua ronco
Revienta incendios, su bifronte cima
Cubre el Vesuvio en humo denso y llamas,
Turba el Averno sus calladas ondas;
Y allá del Tibre en la ribera etrusca
Se estremece la cúpula soberbia,
Que al Vicario de Cristo da sepulcro.
¿Quién pudo en tanto horror mover el plectro?
¿Quién dar al verso acordes armonías,
Oyendo resonar grito de muerte?
Tronó la tempestad: bramó iracundo
El huracan, y arrebató á los campos
Sus frutos, su matiz: la rica pompa
Destrozó de los árboles sombríos :
Todas huyeron timidas las aves
Del blando nido, en el espanto mudas;
No mas trinos de amor. Asi agitaron
Los tardos años mi existencia, y pudo
Solo en region extraña el oprimido
Ánimo hallar dulce descanso y vida.
Breve será, que ya la tumba aguarda
Y sus mármoles abre á recibirme;
Ya los voy á ocupar...... Si no es eterno
El rigor de los hados, y reservan
Á mi patria infeliz mayor ventura,
Dénsela presto, y mi postrer suspiro
Será por ella..... Prevenid en tanto
Flébiles tonos, enlazad coronas