Enciclopedia Chilena/Partidos políticos/Comunista, Partido (2)/2
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Comunista, Partido
Artículo de la Enciclopedia Chilena
Este artículo es parte de la Enciclopedia Chilena, un proyecto realizado por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile entre 1948 y 1971.
Código identificatorio: ECH-2838/18
Título: Comunista, Partido
Categoría: Partidos políticos
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Simultáneamente con la acción política, se desarrolla también, la acción sindical, con el objeto de atraer a los obreros hacia organizaciones gremiales. Así, a impulsos del Partido Obrero Socialista, nacen las Mancomunales, la Federación Regional Obrera del Salitre, la Federación Marítima del Litoral; y, la más importante de ellas, que se llamó Federación Obrera (FOCH) Esta última institución eligió como presidente a Luis Emilio Recabarren y adopta la bandera roja como emblema, igual que el partido. En diciembre de 1921, en congreso celebrado en Rancagua, se acordó la adhesión de la Foch a la Internacional Roja de Sindicatos. Toda esta acción se desarrolló en medio de la mayor agitación y significó para Recabarren y para las suyos, prisiones y relegaciones, especialmente en las postrimerías de la administración Sanfuentes. Llega un momento en que el partido empieza a obtener representación parlamentaria. Los primeros elegidos son Luis Víctor Cruz, como diputado por Tarapacá y Pisagua, en 1921; y Luis Emilio Recabarren como diputado por Antofagasta en el mismo año. Ambos llegan al Congreso con la denominación de socialistas, pues aun el cambio de nombre no se ha operado. En el siguiente Congreso de 1924, ningún comunista llega al Congreso. En 1926 es elegido como senador Manuel Hidalgo Plaza, por Tarapacá y Antofagasta; Carlos Contreras Labarca, como diputado por Pisagua y Tarapacá; y Luis Víctor Cruz, como diputado por Santiago. El partido empieza también a tener actuación en los sucesos políticos de la época. Así, al producirse el movimiento revolucionario de 23 de enero de 1925, que repuso al presidente Arturo Alessandri Palma en el gobierno, el Partido Comunista y la FOCH, solidarizaron plenamente con él, lanzando, con fecha 24 del mismo mes, un manifiesto a la clase obrera en que decían: "El movimiento revolucionario que ayer derrumbó a la Junta de Gobierno en castigo de su traición al movimiento democratizador de setiembre, compromete todas nuestras simpatías por cuanto está destinado a reafirmar los principios en que se basó la revolución del 5 y persigue las finalidades que son aspiraciones hondamente sentidas por la masa obrera del país... Los trabajadores... declaramos nuestro apoyo a la Juventud Militar que ha enarbolado nuevamente la bandera de la depuración para limpiar el país de toda la gangrena que lo roía..." Firman por la FOCH, Luis Víctor Cruz, Elías Lafertte, Manuel Hidalgo y Pedro González; y por el Partido Comunista, Carlos Sepúlveda, Tomás Conelli, Luis Guzmán, Salvador Barra Wall, Galvarino Gil y Luis Paniagua. Dos días después, en con junto a la Foch y otras organizaciones gremiales, el Partido Comunista suscribió un telegrama enviado al presidente Alessandri, a la sazón en Italia, pidiéndole su pronto regreso al país. En enero de 1927 se realizó en Santiago el 8º Congreso del Partido Comunista chileno, en el cual se establecieron, reafirmando, posiciones anteriores, las bases doctrinarias del partido, en los siguientes términos: "El Partido irá acentuando el proceso de bolcheviquización. Los comunistas no acuden al Parlamento para consagrar el régimen capitalista, sino para destruirlo. La emancipación del proletariado no se conseguirá por vías democráticas, sino por la vía revolucionaria. Su liberación no está en el Parlamento, sino en el sovietismo." Este Congreso fue, tal vez, la última actuación pública del Partido Comunista en estos años. Designado pocos días después Ministro del Interior Carlos Ibáñez del Campo, quien después desempeñó las funciones de vice-presidente y presidente de la república, el comunismo fue perseguido implacablemente y sus dirigentes encarcelados o desterrados. El senador Hidalgo y otros dirigentes del partido fueron apresados en marzo de aquel año y obligados a salir del país. Esta actitud se mantuvo invariablemente durante todo el gobierno de Ibáñez y, naturalmente, en el Congreso designado en 1930, el partido no obtuvo representantes, conservando sólo teóricamente la senaturía de Manuel Hidalgo, cuyo período aun no expiraba. Al caer Ibáñez en julio de 1931, el Partido Comunista renació casi de inmediato. Su propaganda se hizo presente por doquier y sus filas empezaron a ordenarse. Sin embargo, siguiendo las sinuosidades de la política mundial, el comunismo chileno careció entonces de unidad y apareció fraccionado en dos sectores. En Rusia se había generado un movimiento de oposición a la política soviética y a la Tercera Internacional, encabezado porLeón Trotzky. Este movimiento propiciaba la revolución mundial, utilizando como base de operaciones a la Unión Soviética. Sostenía también que la política soviética sólo había logrado crear una nueva clase: la burocracia, cuyos intereses están en contradicción con la clase obrera. Luego, cuando las graves consecuencias económicas de la Guerra Mundial obligaron al Partido Comunista ruso a restaurar transitoriamente el capitalismo (Nueva Política Económica o NEP), Trotzky y su sector se opusieron tenazmente. Más tarde, los integrantes de este movimiento fueron expulsados del Partido Comunista soviético, y constituyeron en Suiza la "Cuarta Internacional". Estos dos sectores tuvieron su núcleo representativo en Chile en 1931, a la caída del gobierno de Ibáñez. El sector oficialista, reconocido por la Tercera Internacional de Moscú, fue encabezado por Elías Lafertte; y el sector trotzquista, simpatizante con la Cuarta Internacional, quedó dirigido por Manuel Hidalgo. En las elecciones presidenciales realizadas ese mismo año, y en las cuales resultó elegido presidente de la república Juan Esteban Montero, ambas fracciones presentaron como candidato a sus respectivos jefes. La votación obtenida por ellas fue muy pequeña: Lafferte obtuvo 2.442 votos; e Hidalgo, 1.343 votos. Más tarde, sólo se mantuvo la fracción oficialista de Lafferte, pasando la otra a formar parte del Partido Socialista. Durante la República Socialista instaurada en Chile después del breve gobierno de Juan Esteban Montero, el Partido Comunista mantuvo una actitud de reserva. Constituido en el local de la Universidad de Chile en Consejo de Obreros y Campesinos, planteó al nuevo gobierno los siguientes puntos: subsidio a los cesantes, aumento de salario; disminución de horas de trabajo y entrega de armas al proletariado. En las elecciones presidenciales que se realizaron en 1932, el Partido Comunista presentó nuevamente como candidato presidencial a Elías Lafferte, quien obtuvo ahora 4.128 votos. El sector trotskista ya no figuró. En las elecciones parlamentarlas de ese año, no figuró el Partido Comunista con parlamentarios elegidos. Solamente aparecen en él representantes del Partido Izquierda Comunista, nombre que tomó "a posteriori" una fracción; del Partido Socialista, que se presentó a las elecciones con el nombre dePartido Socialista Unificado. |