Ensayo de una historia de Orizaba: Tercera parte: Capítulo III

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III.


Prepara Cortés una expedicion contra Ahauializapan.— Elige por gefe de ella á Gonzalo de Sandoval.— Emigracion de estas poblaciones.




Hernan Cortés, al tener noticias de los sucesos de estos lugares, quiso sofocar su rebelion; pero las circunstancias en que le puso la derrota del 1.° de Julio del año anterior (1520) se lo impidieron, y por entonces se limitó á someter á los pueblos inmediatos al valle de México, y los que estaban rebelados cerca de las fronteras de su aliada la república de Tlaxala.

Luego que se hubo posesionado de México pudo ya disponer de mayores recursos, y pensó en castigar á Ahauializapan, Huatusco y Cotaxtla.

La posicion misma de estas provincias obligaron á Cortés, de preferencia, á someterlas, para dejar espeditas sus comunicaciones con la Villa Rica de Veracruz y México.

No solo entraba en sus miras ser obedecido por los que antes le hablan jurado fidelidad, sino que estaba en sus intereses políticos, no permitir que después de su triunfo hubiera, al alcance de su poder, quienes le desobedecieran, y además, como militar no debia dejar á sus espaldas á enemigo alguno, cuando intentaba penetrar mas en el país, donde imaginaba encontrar nuevos y mas dilatados imperios que conquistar.

De buena gana habria tomado Cortés el mando de la expedicion destinada á someter á Ahauializapan; pero asuntos de mayor cuantía demandaban su presencia en México. Entonces pensó en su amigo y fiel Gonzalo de Sandoval, joven de gallardo y apuesto continente, de nunca desmentido valor y accesible á los sentimientos mas generosos y magnánimos.— Sandoval, sin disputa, fué uno de los capitanes mas espertos de Cortés[1] y el que menos se manchára en los escesos que la posteridad ha reprochado á los otros que siguieron al conquistador en su ejército.

Hernando, luego que estuvo en posesion de la capital, despidió á sus aliados indígenas, pues dueño de la capital, ya no necesitaba de su auxilio.

Este hecho no deja duda del prestigio de que gozaba entre los que habian sido súbditos en un tiempo de los emperadores aztecas, así como del poder de la autoridad absoluta que éstos ejercian en sus pueblos. De ahí en adelante Cortés no temió ya por su seguridad; tenia de su mano la capital del imperio, centro de la civilizacion y en donde residia el que representaba la soberanía: los pueblos tributarios no podian ya ni oponer resistencia formal, ni obedecer otra autoridad que la del nuevo y advenedizo señor; prueba inequívoca del centralismo de la administracion política de Moteuczuma II, como ya dijimos mas arriba[2].

Cortés, comprendió que los pueblos sublevados de Aliauializapan, al saber el desenlace de los acontecimientos de México, no podían oponerle seria resistencia. Los ánimos estaban tristes y decaidos, y los antiguos súbditos de Moteuczuma solo pensaron ya en rendirse al poder absoluto del nuevo señor. Por eso acaso vino tan corto número de españoles en su contra, aunque sí apoyados por un número no escaso de indígenas[3].— La expedicion salió de Culiacan, donde se habia retirado Cortés, despues de la toma de México.

Gonzolo de Sandoval, con doscientos infantes españoles, treinta y cinco soldados de caballería, y un número respetable de aliados en que se contaban algunos nobles mexicanos, se dirijió á estos rumbos, en fines de octubre de 1521.

Las poblaciones sublevadas, al saber la suerte que habia corrido la capital, se desalentaron hondamente. La noticia de aquel desastre les llegó mucho antes que al conquistador, libre de las preocupaciones que le distraian en la campaña, pudiera dirijir contra ellos ataque alguno.

La fama habia esparcido los tristes pomenores del sitio de México: verdad es que los españoles un año antes estuvieron en estos lugares; pero vinieron de paz: ahora era distinto.

El hecho mismo que motivaba la expediion, decia á las claras cuan diferente eran las circunstancias, y lo mucho que los naturales debian temer, y con sobrada razon, las represalias de los españoles.

Nadie pensó en la defensa comun, sino en ponerse en salvo con la fuga. Las familias consternadas huian en tropel hacia la costa, llevando consigo todo cuanto les era mas querido, y guardaban en sus hogares.

Desde Maltrata hasta Chocaman todo estaba en movimiento: los menos timoratos se quedaron en ese último punto; pero otros mas recelosos, y acaso los que mayor culpabilidad tenian en la muerte de los españoles, se alejaron mas allá de Huatusco, intrincándose en las asperezas de aquellas montañas. Nadie quiso esperar en estas poblaciones al conquistador; así es que cuando éste llegó todo lo encontró deshabitado.

Las aflicciones y zozobras de aquellas familias fugitivas, eran ya un castigo por la muerte de los españoles; pero temian otro mas terrible.

Por fortuna suya Gonzalo de Sandoval era el gefe de la espedicion.






  1. Prescott, Historia de la Conquista, dice de Sandoval, “era el mas grande de sus capitanes.” Véase el capítulo IV de esta parte.
  2. Pág. 114.
  3. “Cortés envio allá (Ahauializapan) desde Ciulhuacan por fin de octubre del año de 1521, á Gonzalo de Sandoval con doscientos españoles a pié, y treinta cinco de a caballo y con razonable ejército de amigos en que iman algunos mexicanos.” Tomo 2.o pag. 80.
     .... “Determine de enviar á Gonzalo de Sandoval, alguacil mayor, con treinta y cinco de caballo, y doscientos Españoles, y gente de nuestos amigos, y con algunos principales y naturales de Temextitan, á aquellas provincias, que se dizen Tatacilco, y Tuxtequepeque, y Guatochco y Aulicaba (Orizaba) y dándole instruccionn de la órden que habia de tener en esta jornada, se comenzó á aderezar para la hacer ”Carta tercera Relacion à Cárlos V.— Ignoro por qué el Sr. Segura en sus Datos etadísticos de Orizaba, contrariando esto, dice, que Cortés “destacó à Gonzalo de Sandoval, con sesenta caballos y un cuerpo de aliado.,” solamente. Pág. 19.