Estudios araucanos/Introducción
INTRODUCCION
Tengo que esponer en pocas palabras las causas i los fines que me han inducido a dedicarme al estudio de la lengua araucana.
Empeñado en el estudio del desarrollo especial que el castellano ha sufrido en boca del pueblo bajo de Chile, tenia que procurarme conocimientos de la lengua indíjena para averiguar si acaso este desarrollo se debia en parte a influencias ejercidas por el idioma de los aboríjenes del pais. Principié por esto a fines de 1890 el estudio del araucano con la edicion santiaguina de la gramática de Febrés [1] i un año mas tarde fuí por primera vez a la frontera, a Collipulli, para oir hablar a los indios.
Despues de haber establecido la efectividad de la influencia fonética de los indios sobre los conquistadores españoles [2], habria podido abandonar el estudio del araucano. Pero lo poco que habia aprendido de esta lengua me pareció tan interesante i los datos de las gramáticas antiguas tan insuficientes, que resolví dedicar en adelante una parte del tiempo que me dejaban mis ocupaciones oficiales como profesor de idiomas del Instituto Pedagójico de Chile, al estudio del idioma indíjena, miéntras que por lo demas continuara mis trabajos de filolojía románica en el estrecho terreno de la filolojía castellana, puesto que todo trabajo científico en las demas lenguas neo-latinas me era imposible, a causa de la falta casi absoluta de publicaciones filolójicas en las bibliotecas de Santiago.
La lengua araucana por cierto no es una de las ménos conocidas entre las americanas. Pero nuestros conocimientos se fundan casi esclusivamente en obras de los padres misioneros de los siglos pasados. Faltan absolutamente investigaciones exactas modernas que estén en armonía con los adelantos actuales de la lingüística [3].
Lo primero debia ser, pues, recojer materiales fidedignos del lenguaje de los indios de hoi. Despues deberá elaborarse una gramática científica de los dialectos actuales, aprovechando los apuntes de los misioneros de los siglos pasados para averiguar el desarrollo del idioma desde principios del siglo XVII.
Para todos estos trabajos no tenia yo mas preparacion que la que dan los estudios de la filolojía comparada de las lenguas indo-europeas i especialmente la de las lenguas neo-latinas, que con razon se considera como la mas instructiva con respecto a los métodos científicos. Las investigaciones de los americanistas de nuestros dias me eran completamente desconocidas cuando principié mis trabajos propios, i desde entónces he podido adquirir o consultar en la Biblioteca Nacional i en la del Instituto Nacional, solamente una parte de las obras que desearia tener a la mano. En cuanto al método, tengo que confesar que hasta hoi no he encontrado ninguna gramática americana que me satisfaga por completo. Algunas de las mas modernas i mas completas, como las de Middendorf [4] están bajo la influencia de la gramática latina en el mismo grado que las «Artes» de los misioneros i aun la mejor de las pocas que conozco, la segunda gramática kechua de von Tschudi [5], se funda; a mi modo de ver, mas bien en las gramáticas poco científicas de autores anteriores que en el análisis de testos indudablemente lejítimos. Ademas echo de ménos una esposicion filosófica del modo de pensar de los indios.
Me parece que el análisis lójico i sicolójico de la sintáxis de idiomas que, en comparacion con el mecanismo inextricable de las lenguas indo-europeas, son relativamente diáfanos i sencillos ha de ayudarnos mucho para revelar los misterios del pensamiento i la jénisis del habla humana. Solo la comparacion con idiomas de índole completamente distinta nos puede enseñar claramente las particularidades de nuestra lengua materna. I si ya el estudio de una lengua semítica abre al indo-jermanista numerosas perspectivas nuevas, lo mismo es el caso en un grado mucho mayor cuando se trata de idiomas aglutinantes.
Ademas, si no me equivoco, el araucano es un idioma particularmente interesante i digno de estudios científicos, pues se distingue de los mas conocidos idiomas sudamericanos por algunos rasgos característicos. Tschudi, por ejemplo, dice con respecto al araucano, que no conoce ninguna otra lengua sud-americana que posea un sistema tan completo de la conjugacion objetiva personal como el chilidungu.[6]
Su estructura es de una sencillez i claridad no ménos sorprendente que su estabilidad. Pues parece que en los trescientos años en que podemos observar su desarrollo casi no ha sufrido ningun cambio esencial. Los dialectos mas distantes que hasta hoi conozco, el de Collipulli i el de Osorno, comparados con los apuntes que tenemos sobre el habla de los indios de Santiago (Luis de Valdivia) i de la Pampa arjentina (Barbará) se reducen con facilidad a un mismo tipo.
Por otra parte, existen muchas cuestiones lingüísticas tanto como etnolójicas en jeneral, que esperan la solucion de la ciencia.
Ahí está en primer lugar la cuestion de las relaciones de parentesco entre los araucanos i sus vecinos, en seguida la de la estension anterior i de la actual, la de sus migraciones i de sus subdivisiones dialécticas. Lo que se sabe de las creencias relijiosas de los araucanos es mui poco i no todo seguro, i casi sin escepcion se debe a autores de los primeros tiempos de la conquista.
De las tradiciones nacionales, de sus canciones i cuentos no se sabe nada.
No existen ningunos documentos escritos en el idioma que puedan considerarse como lejítimo araucano. Pues las traducciones del catecismo i los «versos» compuestos por los padres están de todos modos fuera de cuestion; pero tambien las pláticas bastante estensas de Febrés i Havestadt casi todas versan sobre asuntos ajenos al idioma i pensamiento del indio; i, ademas, no sabemos absolutamente de qué manera los misioneros han obtenido estas composiciones araucanas. Lo mas probable es, desgraciadamente, que ellos mismos las hayan compuesto, en el mejor caso con la ayuda de un indíjena. Pero entre una relacion intelijible a un indio i la espresion idiomática araucana hai una gran distancia.
El «diálogo entre dos caciques» de Febrés (páj. 100 i sig. del orijinal) tambien parece mui poco fidedigno en cuanto al estilo; solo el «ejemplo de un coyaghtun» del mismo autor (páj. 146 sig.) quizas se debe mas o ménos directamente a un indíjena.
Ahora bien, para obtener una base segura he creido indispensable prescindir por un momento de todo lo que nos enseñan las obras de los misioneros i recojer materiales orijinales. Para esto hai por ahora un solo método practicable. Como apénas habrá indíjena alguno que sepa escribir su propio idioma, aunque no faltan quienes saben leer i escribir en español, hai que recurrir a la trascripción fonética de dictados hechos por indios intelijentes, Es verdad que no todos los individuos que saben espresarse en castellano (i éstos son preferibles miéntras el que apunta no maneja el araucano con toda soltura) son capaces de dictar bien cuentos continuos. Mas fácil es obtener traducciones de frases castellanas, las cuales tambien pueden servir para estudiar la fonética, morfolojía i en parte la sintáxis del idioma, pero no sirven para conocer el estilo. He principiado por este camino, como se ve en los diálogos en dialecto huilliche i picunche, (Estudios Araucanos II i III). Estas traducciones son indispensables cuando se trata de obtener la espresion araucana de ciertos jiros castellanos para completar los esquemas de conjugacion, los pronombres, etc., i en jeneral el vocabulario. Con individuos intelijentes, sin embargo, es mas provechoso el dictado libre. Este puede versar sobre recuerdos de la vida pasada del mismo individuo (cp. El Viaje al pais de los Manzaneros de Domingo Quintuprai Est. ar. I) o de sus antepasados (cp. el episodio histórico del abuelo de Quintuprai) o de sus amigos (cp. El combate de Calvucura contado por Calvun).
Mas interesantes aun son los cuentos (epeu) que corren entre los indios (cp. el cuento de los tres hermanos, i el del Cherruve dictados por Calvun). En seguida vienen descripciones de fiestas i ceremonias (cp. la trilla dictada por Juan Amasa, la llegada del forastero por Domingo Quintuprai). Tambien serian mui útiles las descripciones de su manera de cultivar el campo, de construir sus casas, de cazar, de tejer i en jeneral de sus usos i costumbres.
De importancia especial, i fáciles de apuntar, son los cantos que corren entre ellos de boca en boca, por estúpidos e insulsos que nos parezcan.
El material de esta especie que ya tengo recojido i el que me ha proporcionado mi único colaborador el señor don Víctor Manuel Chiappa, que vive en medio de indios en la frontera cerca de Victoria, ya es bastante considerable. Continuaré, sin embargo, aumentándolo cuanto me sea posible en las pocas semanas que cada año puedo pasar en la Araucanía. Pues, cuanto mas abundante es el material apuntado, tanto mas fácil será enmendar las faltas que no es posible evitar.
He principiado desde luego a dar a luz estos materiales ántes de publicar la gramática que voi a estractar de los mismos apuntes, por varias razones. En primer lugar para mi propio trabajo es mucho mas cómodo analizar i citar materiales impresos que manuscritos: en seguida, deseo que los interesados puedan desde el principio comprobar o rectificar mis estudios i, ademas, puesto que no puedo saber si jamas llevaré a cabo toda la vasta tarea que me he impuesto, quisiera que no quedaran perdidos para siempre mis trabajos inconcluidos, como ha sucedido tantas veces cuando una desgracia o una casualidad ha impedido a autores de poner el punto final a obras de largo aliento. Comparado con estas ventajas poco importa que a veces tenga que rectificar mas tarde errores de apuntes o interpretaciones anteriores. En la elaboracion de la gramática tendré cuidado de aprovechar solo los materiales mas seguros.
En cuanto a mi manera de trascribir los diferentes dialectos, siento mucho que la absoluta falta de signos fonéticos en las imprentas del pais no me permita seguir uno de los cánones mas reconocidos como el Standard de Lepsius o, lo que mas me gustaria, el alfabeto del Maître Phonétique. Trato de hacer esto último i creo que ningun lingüista tendrá dificultad en entender mi trascripcion con las esplicaciones de los signos que preceden a los capítulos correspondientes.
Una fonética detallada formará la primera parte de la gramática, seguirán estudios fonolójicos sobre el desarrollo de algunos sonidos i los cambios relacionados con la morfolojía. En seguida tendré que esponer las partes de la oracion, las flexiones i la composicion de las palabras, especialmente la derivacion de verbos secundarios. La sintáxis deberia ser un análisis lójico del pensamiento de los indios. La estilística mostrará los medios retóricos del idioma i un capítulo especial tratará del estilo de la ceremonia i de la poesía. Al fin tendré que arreglar todo el material conocido del idioma en un diccionario etimolójico.
En todo quisiera tomar como guia la espléndida metodolojía lingüística dada por G. von der Gabelentz [7]; temo solamente que no alcancen mis fuerzas para una tarea de tanta magnitud como seria una gramática crítica completa.
En cada capítulo de la gramática principiaré por un estudio crítico de la materia correspondiente segun las indicaciones de los gramáticos antiguos.
Del número de dialectos que abarcarán mis estudios no puedo decir nada definitivo por ahora. Mis apuntes propios actuales se refieren a los dialectos de Collipulli i de Osorno, es decir, picunche i huilliche, los del señor Chiappa se han tomado con indios moluches i algunos con pehuenches. Espero que me será posible comprobar i completar sus anotaciones en el trascurso de este año.
Mas tarde desearia continuar con el estudio del lenguaje de los indios de Cholchol, Nueva Imperial, Pitrufquen, Villarica, Valdivia, Lebu i varios otros puntos de la costa. De mucha importancia será el dialecto de los indios que quedan en el sur de la isla de Chiloé i habrá que averiguar hasta donde alcanzan los araucanos mas o ménos sedentarios en el sur del continente i en las islas. Para completar estos estudios se necesitarian tambien indagaciones científicas con los restos de los indios en el sur de la República Arjentina.
Santiago de Chile, enero de 1896.
Reimprimo en las pájinas que siguen un discurso leido en la sesion de inauguracion del Congreso Científico Chileno el 2 de diciembre de 1894, en el cual, a mas de algunas consideraciones jenerales doi una reseña superficial de la gramática araucana. (Véase: Actas del Congreso Científico Chileno de 1894 páj. XVIII a XXVI).
Tambien reimprimo de las mismas Actas la nota bibliográfica sobre Havestadt i Febrés, presentada al Congreso Científico en la sesion del 5 de diciembre de 1894.
Notas
[editar]- ↑ Gramática de la lengua chilena, escrita por el reverendo padre misionero Andres Febres de la C. de J. adicionada i correjida por el R. P. Fr. Antonio Hernández Calzada, de la órden de la Regular Observancia de N. P. San Francisco. Edicion hecha para el servicio de las Misiones por órden del Supremo Gobierno i bajo la inspeccion del R. P. misionero Fr. Miguel Ánjel Astraldi. Santiago, Imprenta de los Tribunales. 1846. VI + 292 + 29 + II pájinas 8.°.
- ↑ Véase Rudolf Lenz, Chilenische Studien en la Revista Phonetische Studien ed. por W. Vietor, tomos V i VI passim i Beitráge zur Kenntnis des Amerikanospanischen en la Revista Zeitschrift für Romanische Philologie ed. por G. Gröber año 1892, capítulo 2: de la influencia del araucano sobre el desarrollo del español chileno; capítulo 3: fonética araucana; capítulo 4: de las palabras españolas aceptadas por los indios araucanos; capítulo 5: comparacion de la fonética chilena con la araucana.
- ↑ El análisis del idioma hecho por el Doctor L. Darapsky (La Lengua Araucana, Santiago de Chile 1888 35 pájinas, reimpresion de la «Revista de Artes i Letras») contiene algunas observaciones buenas, pero en jeneral es mui fantástico i no se funda en estudios orijinales.
Los apuntes gramaticales de Barbará (véase mas abajo páj. XVII) son mui incompletos i llenos de errores i erratas.
- ↑ Die einheimischen Sprachen: Perus, Band I, V, VI. Leipzig. 1890-92.
- ↑ Organismus der Khetshua-Sproche von J. J. Von Tschudi, Leipzig, Brockhaus 1884.
- ↑ Organismus, páj. 251.
- ↑ Die Sprachwissenschaft, ihre Aufgaben, Met(ilegible)en und bisherigen Ergebnisse. Leipzig 1891. Me refiero especialmente al capítulo VI del libro II. páj. 82 i siguientes.