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Histórica relación del Reyno de Chile/Libro II

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LIBRO SEGVNDO
Dela Segunda, y Tercera Parte del Reyno de CHILE.

CAPITVLO I.
Delas Islas del Reyno de Chile.

P

ARA mexor comprehenſion del Reyno de Chile, lo diuidimos en tres partes: hemos tratado dela primera, y mas principal, que esta que propriamente ſe llama Chile, en la qual quedan dichas muchas coſas, que ſon comunes a todas tres, y aſſi en eſtas dos, que ſe ſiguenm diremos ſolo lo particular de cada vna, por a horrar de tiẽpo, y no repetir dos veces la meſma coſa. Viniendo pues ala ſegunda parte, que ſon las Yslas, que eſtan ſembradas por toda la coſta del mar del Sur, haſta el eſtrecho de Magallanes digo que ſon muchas, y algunas de ellas muy grandes; como ſon la de ſanta Maria, la Mocha, las de Iuan Fernandez, y ſobre todas, la de Chiloe, en que eſta fundada la ciudad de Caſtro la qual la hazen vnos de cinquenta leguas de largo, otros, de ſetenta, y de cinco a ſiete de ancho: otras ay en ſu archipielago de diez, y otras maiores, y menores; y por todas, contando las que eſtan dentro del eſtrecho, ſon cerca de docientas, o mas las deſcubiertas.

Por que en frente de Coquimbo eſtan tres, que llaman del Totoral, de Muxillones, y delos Pararos en treinta grados: otras dos en treinta y tres, y quarenta y ocho minutos en frente de Valparaiſo, que ſon las que hemos dicho de Iuan Fernandez, el qual muriendo las dexo ala Compañia de Ieſus. luego ſe ſigue la Quiriquina, que eſta en la Baia dela Concepcion aſu viſta. a poco trecho en frente de Arauco, ſe ve la de sãta Maria en treinta y ocho grados, y en treinta y ocho la dela Mocha junto a Valdiuia; ſigueſe a eſta alos quarenta y tres, el archipielago de Chiloe, que cuenta quarenta Yslas; y alli cerca en la Prouincia de Calbuco, ay otras doce; otras tantas ſeran las delos Chonos, que eſtan a quarenta y cinco grados; y alos cinquenta ſe ven las ochenta Yslas que deſcubrio Pedro ſarmiento como ſe vera adelante.

De eſtas Yslas corren plaza de eſteriles las de Chiloe, pero verdaderamente no lo es ſu ſuelo, ſino que las demasſiadas lluuias ahogan la ſemilla, y no la dexan madurar, a eſta cauſa no ſe coje en ellas trigos ni vino, ni aceite, ni otras coſas, que han meneſter la fuerza del Sol para madurar, y es tal la calidad de eſte archipielago, que llueue caſi todo el año, con que ſolo pueden llegar a colmo la ceuada, el maiz y las avas por ſer generos, que para llegar aſaçon, no han meneſter tanto calor; el ſuſtento delos naturales, es de Papas (que ſon vnas raizes de mucha ſuſtantia, muy comunes en todas las Indias, y alli ſe dan con mas abundancia, y maiores, que en otras partes) y el Maiz, el peſcado, y mariſco del mar, que ay mucho, y muy bueno ay en eſte archipielago pocos carneros pero para en cuenta ay muchas, y muy buenas Gallinas, y tãbien ay Puercos, y Bacas, con lo qual, y con traer lodemas, que falta, de Santiago. y dela Concepcion, paſſan bien los Eſpañoles, aſſi delos preſidios como dela ciudad de Caſtro, que eſta fundada en la Ysla principal, en la qual, y en las demas ſe coge miel, y cera, y dize Herrera, y otros hiſtoriadores, que ay minas de oro en la playa, que es coſa que notan por muy ſingular, y nunca viſta.

Las granjerias mas grueſſas de eſtas yslas de Chiloe ſon los obrajes, donde ſe haze la ropa, que viſten los Indios, que ſon el Macuñ, a manera de almilla ſin mangas, porque vſan traer todo el braço deſcubierto, y el Choñi, que es lo que les ſirue de capa, y es ala manera dela que pintan alos Apoſtoles; La otra grangeria es de tablaçon, particularmente dela madera, que llaman alerce, de que ay boſques inmenſos, y ſon los arboles tan grueſſos, y crecidos, que admira. Fray Gregorio de Leon dela orden del Serafico P. ſan Franciſco en el mapa de Chile, que dedicò al Preſidente D. Luis Fernandez de Cordoua ſeñor del Carpio, dize que ay arbol de eſtos tan grueſſo, que a penas podran rodear ſu tronco dos ſogas, que llaman ſobre cargas, y cada vna tiene ſeis braças, y que de ſus ramas ſacan ſeiſcientas tablas, las quales ſon de veinte pies de largo, y media bara de ancho. Y lo que mas ay que ponderar en eſto, es, que eſtas tablas no ſe hazen con ſierras, ſino con hachas, y cuñas, con que ſe deſperdicia, y ſe va en aſtillas otro tanto de madera, es digno de credito eſte antor, aſſi por ſer perſona grave, y definidor de ſu religion, como por la experiencia de quarenta y dos años que dize vivio en Chile, y viene bien con eſto lo que yo oì contar a vn maeſſe decampo, que nacio, y ſe crio en eſta Prouincia, y es, que ſi dos hombres a cauallo ſe pon dela vna, y otra vanda de vno de eſtos arboles tendido, y atraueſado en el ſuelo no ſe alcançan a ver el vno al otro, porq̃ lo grueſſo de ſu gran cuerpo los ſobrepuja. eſtas tablas, y ropa nauegan alos puertos, y ciudades de Chile, y del Perù, de donde les traen en retorno lo que les falta para el ſuſtento dela vida humana, Las Ystas delos Chonos ſon aun mas pobres, que eſtas porque por eſtar mas al polo, debe de ſer mas corto ſu verano, y mas frequentes las aguas, que por ſer tan ſobradas eſterilizan la tierra.

Fuera de eſtas Yslas de Chiloe tenemos poca noticia generalmente de todas las de mas, porque como la tierra firme es tanta, y aun no eſta toda poblada, no ha hauido lugar de poblar, ſino vna, o otra, y aſſi ſe ſabe muy poco de ſus particulares propriedades, ſi bien ſupongo tendran las meſmas, con poca differencia delas tierras, aquien correſponden, por eſtar vezinas a ellas. Delas de Iuan Fernandez dire lo que hallo eſcrito en los ya citados Theodoro, y Iuan de Bly en la relacion, que hazen del viaje de Guillermo Sceuten, dizen pues, que eſtas dos Yslas, ſe ven en vn lugar, y ſitio bien alto. La menor, que es la Occidental, les parecio eſteril, ſegun la vieron cubierta de aſperos montes, y cerros, aunque como no ſaltaron en ella, no pudieron hazer juizio de ſus dentros. La mayor, que es la Oriental dizen que tambien es montuoſa, pero llena de varios generos de arboles, y feraciſſima de yeruas, con que ſuſtenta gran ſuma de Puercos, Cabras, y otros animales, que ſe han ido multiplicando de vnos pocos, q̃ quedaron alli del tiempo de dicho Iuan Fernandez ſu dueño, que començo a cultiuarlas, pero faltando eſte, como los Eſpañoles hallauan en la tierra firme con ventajas, y maior comodidad de comercio todo lo que en eſtas Yslas; las fueron deſamparando, y delos ganados, que hauian començado a criar, ſe ven oy cubiertos los campos con ſu multiplico.

Dizen mas que llegando a eſta, que llaman, bella Ysla, hallaron vn puerto muy acomodado para el ſeguro delas naues, cuyo fondo le hallaron de treinta, y quarenta braças, la playa arenoſa, y continuo con ella vn hemoſiſſimo valle, por donde cruçauan entre viſtoſas, y loçanas arboledas jabalies, y otros varios generos de fieras, q̃ no pudieron diſtinguir bien por la gran diſtancia, en que ſe vian. Sobre todo alaban vna fuẽte, que de vnos altros montes ſe deſpaña en el mar por varios canales, que cauſan muy agradable viſta, cuyas aguas ſon muy regaladas, y dulces; vieron aquií gran muchedumbre de Lobos, y maior de peçes, que peſcaron en grande abundancia, como apuntamos en ſu lugar. Finalmente quedaron tan enamorados dela Ysla, por las buenas calidades, que luego alas puertas vieron en ella, que dizen, que la dexaron de muy mala gana, porque los apretaua el tiempo no dudo que ſera muy apacible eſte eſtalaje, porque ſu temple, y propriedades ſeran muy ſemejantes alas de Valparaiſo, y Santiago, por eſtar caſi en la meſma altura al Occidente, y no dexaran de poblarſe eſtas Yslas con el tiempo, quando apretados los Eſpañoles, que han poblado en tierra firme cõ el mucho numero de gente, que cada dia ſe va aumentando en ella ſe hallen obligados a ſalir fuera a buſcar el deſahogo. Por aora ſolo van de quando en quando a peſcar para embiar al Perù abundancia de peſcado, que alli mas que en ninguna otra parte hallan.

De otra armada de Olandeſes cuyo General fue Iorge Spilbergio, refieren los meſmos Autores que llegaron ala Ysla dela Mocha, cuya coſta Septentrional hallaron llana, y baxa, y la Auſtral rodeada de eſcollos. ſaltaron en tierra, y el agaſajo, y regalo, que hallaron en ella delos Indios que la habitan, que ſon muy nobles, y de muy buenos naturales, es argumento dela fertilidad, y bondad de eſta Ysla, donde hauiendoſe refreſcado la armada muy a placer, ſe proueyò de grande abundancia de Carneros, que los ay alli muy grandes, y muy buenos, de Gallinas, hueuos, caza, y frutas dela tierra, cor eſto hauiendo feſtejado los Olãdeſes alos Indios, que lleuaron a ver ſus nauios, moſtrandoles ſu artilleria, y la ſoldadeſca pueſta en orden, dandoles delas coſas de Europa, ſombreros, hachas, veſtidos, y otras coſas de ſu eſtimacion, y hauiẽdolos buelto a tierra, haziendoles ſalua Real. Vltimamente les hizieron los Indios ſeñas con las manos, para que le voluieſſen a ſus nauios, y ſe fueſſen, como lo hizieron.

Differente fue la acogida, que hallaron en la Ysla de Sancta Maria, donde ſaltando en tierra el Vicealmirante, y combidado delos Indios a comer con otros delos ſuyos, eſtando ya para aſſentarſe ala meſa, vieron deſdelos Nauios, que venia ſobre ellos vn grande Exercito, auiſaronles, y tuuieron tiempo de retirarſe al puerto, y embarcarſe, como lo hizieron. hauiendoſe proueydo de haſta quinientos carneros, y otros regalos, porque la Ysla es muy fertil de pan, legumbres, Gallinas, hueuos, peces, y otros generos; de lindo, y agradable temple, eſtà dela Concepcion trece leguas al ſu dueſte quarta al Sur, en treinta y ſiete grados, y veinte minutos, y de Arauco eſtà ſolas tres leguas, por lo qual han dicho algunos, que antiguamẽte parece que eſtuuo eſta Ysla continuada con la tierra frme, y que con el tiempo ſe abrio aquella boca, que la diuide dela grande enſenada de Arauco.

Delas demas Yslas haſta el eſtrecho ay poco, que dezir en particular, mientras Nueſtro Señor no es ſeruido de q̃ las pueblen los Eſpañoles, y con ellos entre la fee para ſaluacion de tantas almas, como en ellas perecen; que con eſta ocaſſion le podra ſaber lo proprio de cada vna, y entre tantas no dexarà de hauer coſas muy notables. ſolo ſabemos haſta aora que en la nauegacion, que Pedro ſarmiento hizo del Perù a Eſpaña, embiado por el Virrey a caſtigar a Franciſco Draque por el atreuimiento que tuuo de entrar a infeſtar aquellas coſtas; y endo la buelta del eſtrecho de Magallanes, antes de llegar a el, toparon vn grande archipielago, donde contaron en cinquenta grados, ochenta Ystas, alas quales fue poniendo ſus nombres, y tomando poſſeſſion de ellas en nombre de ſu Rey, y luego en cinquentayuno, y medio toparon otras en que hizo lo meſmo. Tambien ſe ſabe que ay en el meſmo eſtrecho muchas Yslas como, parece por las nauegaciones, que por el ſe han hecho, en particular por la referida de Iorje Spilbergen, que haze mencion de algunas como ſe podra ver en los autores citados, y ſe hara mencion de algunas quando hablemos del meſmo eſtrecho.

CAPITVLO II.
Dela Tierra del Fuego.

L

A Tierra del fuego tan nombrada en los Mapas, relaciones, y noticias, que tenemos del eſtrecho de Magallanes, ha engañado a muchos con ſu nombre juzgando, que ſe le hauian pueſto por algunos bolcanes, o fuegos que de eſta brotaſſen; y no es aſſi, porque la etymologia de eſte nombre, no tuuo mas fundamento, que hauer viſto en ella los primeros, que paſſaron por eſte eſtrecho muchos humos, y fuegos dela gran gente, que la habita, y por eſſo començaron a llamarla tierra del fuego. Tambien ocaſfionò ſu gran mole y eſtendida largueza otro mayor engaño, que fue juzgarla por tierra firme; de que nos deſengaño deſpues el tiempo como veremos adelante. Eſta tierra pues llamada del fuego, es la que haziendo lado auſtral al eſtrecho de Magallanes coeſtendiendoſe con el deſde la vna haſta la otra boca, ſe va enſanchando en buena proporcion hacia el polo haſta la punta de el Saluador, que otros llaman cabo de Hoorn. tiene de Oriente a Poniente mas de ciento, y treinta leguas, y antiguamente primero que ſe deſcubrieſſe el eſtrecho de S. Vicente, que llaman del Maire no hallando la fin por la parte del Sur, ſe penſo, que ſe continnaua con alguna otra tierra auſtral que fueſſe continente con la nueua guinea, o con las Yslas de Salomon. aſſi lo ſupone Abrahan Ortelio en ſu Mapa. Pero deſpues que ſe deſcubrio el otro ſtrecho de S. Vicente, de que hablaremos deſpues, nos han ſacado de eſta duda los que han entrado por el al mar del Sur, entre otros hizieron demonſtracion de que la tierra del fuego no eſtà continuada con otra ninguna, las dos Carabelas, que el año de 1618. mando el Rey apreſtar para que fueſſen a reconocer el nueuo eſtrecho de S. Vicente, que dezian hauia deſcubierto Iacobo Lemaire, y fueron a cargo del capitan D. Iuan de More.

Partieron eſtas carabelas de Lisboa por el mes de Otubre, de 1618. y hauiendo llegado ala boca Oriental del eſtrecho de Magallanes, dexandole a vn lado, fueron corriendo toda aquella coſta ſin deſcubrir en toda ella ninguna boca haſta la que buſcauan del Maire, la qual paſſaron en menos de vn dia, y nauegando al Sur, y deſpues al Poniente, fueron bojeando toda la tierra del fuego haſta: que hauiendola rodeado, voluiendo al Norte, arribaron ala boca Occidental del eſtrecho de Magallanes, por donde entraron, y le paſſaron, con que hallandoſe en el mar del Norte ala boca Oriental del dicho eſtrecho, de donde hauian començado el circulo, hizieron manifeſta demontracionde que la tierra del fuego contenida dentro de el, era Ysla diuidida, y apartada de qual quiera otra, como ſe hauia pẽſado. Hizo evidencia de lo meſmo D. Ricardo Aquinas cauallero ingles hauiẽdo paſſado eſte meſmo eſtrecho, y diſcurrido quarentaycinco dias hacia el Sur, donde no hallo tierra alguna continuada con la del fuego, ſino muchas Yslas, como lo refiere Antonio de Herrera cap. 27. dela deſcripcion delas Indias Occidentales.

Otros tambien han hecho eſta meſma experiencia, quando derrotados de alguna tempeſtad, ſe han hallado obligados a correr fortuna al polo. Fue vno entre otros Franciſco Draque el qual hauiendo paſſado el eſtrecho de Magallanes a 6. de Setiembre del año de 1572, y hallandoſe a ſiete, vn grado de el eſtrecho, lo arrojo vna tempeſtad, docientasleguas de el hacias elSur, donde recogiendoſe en vn puerto de vna de aquellas Yslas, que hallo en aquel paraje, aduirtiò, que eſtando el ſol ocho grados del tropico de Capricorno, hazia el dia tan largo, que no quedauan para la noche, ſino ſolas dos horas, de donde concluia, que al tiempo que el Sol llegaſſe al meſmo tropico, ſeria vn dia perpetuo de veinteyquatro horas, ſin que huuieſſe, ni vna de noche; lo meſmo expermientò aora dos años ha armada del general Henrique Brum, porque hauiendo paſſado el eſtrecho por el mes de Abril, les obligo el rigor del tiempo a correr haſta ſetenta y dos grados de altura, donde ſe recogieron ala Ysla de S. Bernardo, que ellos llamaron Barnavelte, y como era ya ala entrada del hiuierno, no tenian mas de tres horas de dia, de manera que entrado mas el tiempo, ſerian menores los dias, haſta que por Iunio, que es quando mas apartado eſta el Sol de aquel emisferio, llegaria a cerrarſe la noche de modo, que fueſſe continuada ſin verſe el Sol en muchos dias, o por dezir mejor, noches. por eſto, y por los grandes rigores de frios, nieues, granizo, y tempeſtades, que començauan ya a experimentar, no ſe atreuieron a hiuernar en aquella Ysla, como deſſeauan; y aſſi hauiendo eſtado en ella catorce dias, alçaron ancoras, y haziendo vela fueron la buelta de Chile hacia el Norte; pero como el tiempo eſtaua tan adelante, y el viento lo tenian por la proa (porque como hemos dicho en ſu lugar, reinan en aquellas partes los Nortes en el hiuierno) tardaron vn mes ſolo en tramontar vna punta de tierra, y en el contraſte perdieron la vrca, en que traìan ſu mayor prouiſion.

Eſto en quanto alas Yslas, que van coſteando el Reyno de Chile haſta paſſado el eſtrecho, y tierra deel fuego, que ſon las que partenecen al hilo de eſta relacion. pero hauiendo apuntado algo delas de Salomon, y Nueua Guinea, con quien penſauan antiguamente los autores geograficos, que ſe continuaua la tierra de fuego, ſera bien dezir algo de ellas, para que aſſi quede mexor entendida, y declarada del todo eſta materia, y lo que hallo de ellas en los que han eſcrito Hiſtorias delas Indias particularmente en Antonio de Herrera, de donde lo tomaron Iuan, y Theodoro de Bry, es que las dela Nueua Guinea corren deſde poco mas de vn grado de altura ala parte Auſtral del polo Antartico trecientas leguas hazia el Oriente, enſanchandoſe haſta el grado quinto, o ſexto, donde ſe hallan las extremas, y vltimas, con que ala quenta vienen a caer al Occidentes de Paita.

Las Yslas de Salomon caen al occidente del Perú, ochocientas leguas de ſus coſtas, y ſe van eſtendiendo entre los grados ſiete y doce, y diſtan dela ciudad de los Reyes caſi mil y quinientas leguas. Son muchas en numero, y de buen tamaño, ſon los mas principales diez y ocho, cuyo ambito es de trecientas leguas, de docientas, de ciento, y otras de cinquenta, y de menos: entre las quales, y el Perù, inclinandoſe ala parte de Chile, ſe halla otra Ysla que llaman de S. Pablo en quince grados de altura, y diſtante de tierra firme ſetecientas leguas. La armada de Guillermo Sceuten hauiendo corrido la coſta de Chile el año de 1615. o 16. deſde el eſtrecho llegando al grado diez, y ocho tomo la derrota al Occidente, por ver ſi deſcubrian alguna Tierra, ò Yslas, y toparon con vna alos quince grados, la qual conforme a ſu computo diſtaua delas coſtas del Perù, a quien correſponde, noueciẽtas y veinteycinco leguas Germanicas. Deſpues de eſta, dizen, que deſcubrieron otras dos, que llamaron delos Cocos, por la grande abundancia que ay alli de ellos, y que los naturales de ellas beuian agua dulce, el tiempo que duraua, la que ſe cria dentro delos dichos Cocos, y en acabandoſe, apelauan al agua del mar; por no hauer otra en toda la tierra, y como deſde niños ſe acoſtumbrauan a beuerla, no les hazia mal. Dizen mas, que andan eſtos Ysleños, deſnudos, aunque no de el todo, y el modo de hazerſe corteſia los vnos a los otros, es, dandoſe golpes en las ſienes, lo qual correſpõde aloque vſamos aca de quitarnos los ſombreros, o vonetes. hazian al principio burla delas eſcopetas, haſta que vieron caer a vno malherido, con que ſe deſengañaron, que era mas, que ruido el que cauſauan, lo meſmo les acontecio a otros Indios en la America, los quales como nunca hauian experimentado eſte linaje de armas, quando llegaua la bala al braço, o otra parte del cuerpo, la ſoplauan, dandole con la mano como quien ſacude el poluo, porque no ſe perſuadian, que venia el mal del arcabuz, ni que era tanto, haſta que los deſengañò la experiencia, y los enſeñò a ponerſe encobro: diſtan eſtas Yslas del Perù 1510. leguas Germanicas, que ſon mayores, que las de Eſpaña, pero no que las delas Indias. otras Yslas ſe toparon a veinte y nueue grados, que fueron por ventura las que primero llamaron de Salomon y algunos dizen, que ay otras mas arriba al Occidente, y opueſto de Chile. quien tuuiere curioſidad de ſaber lo particular de todas eſtas Yslas, de ſus temples, habitadores, buenas, y malas qualidades, podra verlo en los autores ya citados, que lo tratan ala larga, que para mi intento baſta hauer apuntado lo referido.

CAPITVLO III.
Delos dos estrechos de Magallanes, y S. Vicente.

D

Io nombre al eſtrecho de Magallanes, el que eternizò el ſuyo por hauer ſido el primero, que le deſcubrio, y paſsò. Fue eſte el famoſo Capitan Portugues Hernando de Magallanes, cuyo valeroſo animo parece, que paſſando ſus proprios limites, y terminos llegò a roçarſe con los dela temeridad, y ſobrada oſadia, arrojandoſe al deſcubrimiento de vn canal no conocido, y tan peligroſo, no menos por ſu angoſta eſtrechura, que por la grande altura, en que eſta de cinquenta y quatro, como lo han experimẽtado los que aun deſpues de hecho el paſſo, le han ſeguido. paſsò en fin eſte animoſo Capitan començando a entrar por la boca del mar del Norte, a 7. de Nouiembre del año 1520, y en veinte Dias, que fue viaje feliciſſimo, dio conſigo en el mar del Sur, hauiendo primero hiuernado en el Rio de S. Iulian, donde hizo tiempo para poder ſeguir ſu vjaje, como lo veremos tratando del deſcubrimiento de Chile por el mar del Norte: y paſſando de alli a Philipinas lo mataron el año ſiguiente de veinte y vno en vna de aquellas Ylas llamada Matan, a donde hauia ido dela Dezebù a pelear con ſu Rey, porque no queria dar la obediencia a otro Rey, que ſe hauia hecho Chriſtiano, embiſtiole con mas animo, que fuerça, y aſſi perecio, porque los contrarios eran muchos, y hauiendole derribado la celada de vna pedrada, y heridole vna pierna de otra, derribandole en el ſuelo, le alancearon; con que el mundo dio a ſus fineças, y valentia el premio que a otros. hizo gran falta cõ ſu muerte en el deſcubrimiento, y conquiſta de aquel nueuo mundo, porque no ay duda, que ſi viuiera, huuiera deſcubierto mas tierra, y Yslas.

Para dezir lo mas cierto de eſte eſtrecho de Magallanes, me valdre delas noticias, que nos han dexado los que han paſſado por el; pues como teſtigos de viſta han tenido menos peligro de engañarſe, y en primer lugar refiero las relaciones juradas, que dieron al Rey en Caſtilla los, que hauiendo partido dela Coruña, por orden del Emperador Carlos V. en las ſeis naues, cuyo general fue don Fray Garcia Iofredeloa y ſa del, habito de S. Iuan, natural de ciudad Real. Voluieron a Caſtila a dar quenta de ſu viaje, los quales refirieron, que dicho eſtrecho tiene de largo cien leguas deſde el cabo delas oncemil virgines, que eſtà ala boca del mar del Norte haſta el cabo deſſeado, que eſtà ala delSur, y deſcribiendo el eſtrecho, dizen, que hallaron en el tres ancones, ò enſenadas, de ſiete leguas poco mas, o menos de diametro de tierra a tierra, cuyas bocas ſon poco mas de media legua de ancho: y de largo la primera, de vna legua, y la ſegunda, de dos, y la tercera, dizen que corre por entre vnos montes tan altos de la vna, y otra vanda, que parece compiten con las eſtrellas, y no dan entrada al Sol en todo el año, y aſſi padecieron alli grandiſſimo frio, porque neuaua ordinariamente, y como la nieue nunca ſe derrite al calor del Sol, porque no llega alla, la vieron, que azuleaua.

Dizen mas, que hallaron alli la noche de veinte horas, buenas aguas, arboledas de varias ſuertes mucha canela, y que las ojas, y ramas delos arboles, aunque verdes, y freſcas, ardian en el fuego, como ſi eſtuuieran ſecas. Que hallaron aſſi miſmo muchas, y buenas peſquerias, grande numero de Ballenas, algunas Serenas, muchas Toninas, Marrajos, Botes, Tiburones, Merluſas, Cabras, y muy grandes, mucha cantidad de Sardina, y anchoua, grandes Mexiliones, y hoſtias, y otras muchas, y muy diuerſas maneras de peſcado; muy buenos, y ſeguros puertos, con catorce y quince braças de fondo, y en la principal canal, mas de quinientas, y en ninguna parte, baxios: encontraron con muy alegres Rios, y arroyos, y vieron que las mareas del vno, y otro mar, ſuben cada vna cinquenta leguas, y mas, y ſe vana juntar ala mitad del eſtrecho, donde al encontrarſe, hazen grandiſſimo ruido y formidable eſtruendo; aunque vn Capitan Portugues, que paſsò eſte eſtrecho me dixo, no eran eſtas mareas, ſino vnas crecientes, que duran vn mes, y mas conforme los ayres, que predominan, y aſſi crece vnas veces el mar de manera, que ſube muy alto, y otra mengua dexando en ſeco muy eſtendidas, y dilatadas playas: y eſte menguar, debe de ſer tan aprieſſa, que talvez quedan los nauios en ſeco, como acontecio al de eſte Capitan, que quedò como en vn poço mas de ocho baras del agua, y fue meneſter romper la harena por todo aquel eſpacio para poder nauegar. Hallaron otras muchas gargantas en eſte eſtrechos pero por falta de tiempo,y baſtimentos, no pudieron reconocerlas; perdieron vna nao en el cabo de las Virgines, y aun no hauian bien entrado por la boca, quando vna tempeſtad los arrojò fuera al Rio de ſan Ilefonſo, y Puerto dela ſanta Cruz donde hallaron Aſpides de varios colores, y vnas piedras, que tenian virtud de reſtañar la ſangre. Lo referido ſe podra ver ala larga en Antonio de Herrera 2. tom. decada. 3. lib. 9. fol. 335. y no deſdize dela Relacion del viaje de Magallanes, aunque eſte, haze mas eſtrechas las angoſturas, porque las juzgò de poco mas de tiro de moſquete, o como vn tiro de pieça de artilleria pequeña, y de boca a boca, juzgò ſeria la diſtancia de cien leguas, ve las tierras dela vna, y otra parte, dixo que erza las mas hermoſas de el mundo.

Eſta es en ſuma la Relacion, que hizieron al Rey los de eſta armada; otros autores he viſto que ni dan tantas leguas de largo al eſtrecho de boca a boca, porque vnos le hazen de noventa leguas, otros de ochenta; ni hazen las angoſturas tan eſtrechas; pero a los que parece ſe ha de dar mas credito, ſon los primeros, por hauerlo tanteado todo con el cuydado, y puntualedad, que era neceſſario, para informar a ſu Rey dela verdad, como lo hizieron: en lo que todos generalmente conuienen es en las buenas qualidades, que cuentan, aſſi del mar, y Yslas de eſte eſtrecho, como des las coſtas y tierras dela vna y otra vanda, y delos abrigos, y buenos puertos, que en ellas ay, para el buen ſeguro delos Vajeles; de algunos en particular dizen que ſon tan buenos, que eſtauan los nauios en ellos ſin amarras defendidos, y guardados como en vna caxa.

Entre otros fue muy celebrado delos Olandeſes el puerto vigeſimoquinto, que llamaron inſigne, y lo es tanto por ſus buenas propriedades, que el General Iorge Spilbergn le dio ſu meſmo nombre por el buen refreſco que en el hallaron, y por hauer viſto la tierra apacibiliſima, toda ſembrada de varias frutas coloradas, y moradas, de muy buen ſabor: y para mayor alegria, y recreo, vian deſpeñarſe de vnos altos montes vn Rio de muy ſuaues y criſtalinas aguas, ques regaua la ribera de quel puerto, y valle. Fuera de eſtos veinte y cinco puertos, que contaron haſta eſte, no dexarà de hauer otros en lo reſtante del eſtrecho (que ſera vn buen tercio, haſta la boca, y cabo deſſeado) y en todos ellos, y en las coſtas intermedias, refieren hauer viſto coſas admirables.

Es tambien muy celebre el puerto, q̃ llaman dela Pimienta, por vnos arboles, que hallaron en el, los quales vieron tambien en otras partes de aquellas coſtas, cuyas corteças ſon de vn olor fragrantiſſimo, y tienen ſabor de Pimienta, aunque mas viuo, y picante que el dela India Oriental, quando los Nodales paſſaron por alli, cogieron alguna cantidad de eſtas corteças, y cuentan eſtos autores, que lleuando las a Seuilla, ¿ fueron alli de tanta eſtima, que ſe vendian a diez y ſeis Reales la libra.

Tambien refieren los meſmos Autores, que hallaron arboles de canela buena de comer en algunos de aquellos parajes, y en la ſegunda Angoſtura, otros, que lleuan vn cierto genero de fruta negra de ſuauiſſimo guſto, y ſabor. En otras partes vieron hermoſiſſimos boſques y arboledas; apacibles campos, agradables valles, y llanuras, y atrechos, viſtoſos, y altos montes, cubiertos vnos des nieue, de donde ſe deſcolgauan alegres fuentes, y arroyos, otros de verdura de varias ſuertes, cruzando a cada paſſo por los vnos, y los otros; varias ſuertes de animales, de Aueſtruzes, Guanacos, Venados, y otros; donde tambien hallaron muchos, y hermoſiſſimos Paxaros de varios colores: en otros, vieron vnos tan grandes, que midiendo vna de ſus alas hallaron que era de mas de vna braça de largo, y eran tan manſos, que ſe venian alas naues, y ſe dexauan tocar con las manos, y aſſi era muy facil el caçarlos, otras aues hallaron no menores, que llaman Ganços marinos, cada vno delos quales pelados, y ſin inteſtinos, peſſaua ocho libras Caſtellanas, y eran tantos, que cubrian el ſuelo, y como por ſer tan grandes no podian volar, mataron quantos quiſieron; no eran tan faciles de coger, otros Paxaros, que aſſi mimo vieron en eſtas coſtas, blancos, de figura de palomas con picos, y pies colorados, y otros de varias ſuertes, que eran alos nauegantes de grande recreo. Tambien es muy celebrado delos Olandeſes, el puerto que llamaron Pulquerrimo, donde eſtuuo fundada la Ciudad de San Phelipe, Vieron en el piſſadas de varios animales, que venian a beber delas criſtalinas fuentes, y arroyos, que por alli corren; paſſado la terzera angoſtura, ſe ve otro famoſo, muy regalado puerto, que llaman delas conchas, por la grande copia q̃ ay alli de hoſtiones, tan buenos, que dando fondo alli vna armada ſuya, ſe detuuieron algunas dias, regalandoſe con ellos, y dixeron que excedian mucho alos de ſu tierra, hizieron gran prouiſion para el viaje, y paſſando mas adelante, llegaron al puerto que dizen de las Zorras, por las muchas, que alli ay, y luego, vieron vn hermoſiſſimo Rio que ſalia a vn famoſo puerto, a quien dio nombre de Abrahàn, vn criado del almirante, que ſe llamaua aſſi, y murio, y lo dexaron enterrado en el.

No goçan de menos buenas calidades q̃ las referidas algunas delas Yslas, q̃ ſe vẽ dẽtro dela meſma canal del eſtrecho, enlos ſenos por dõde ſe enſancha a ſiete, y ocho leguas; entre otras ſon mas conocidas la de S. Lorenço, y S. Eſteuan, que por otro nombre llamaron de Barneſaldo los Olandeſes; y antes de eſtas, eſtan otras Yslas aquien dieron nombre las aves, que llaman pinguinas, por la mucha abundancia, que en ellas ſe crian. otra ſe llama delos ſantos Reyes, la qual ſe ve en vno de aquellos Rios que deſembocan en aquella coſta, y en ella muchos Leones marinos; otras ſe dizen de Seualdo, por llamarſe aſſi el que las deſcubrio, donde tambien ſe ve gran muchedumbre delos paxaros Pinguinas, y muchiſſimas Ballenas, otras tres Yslas ſe ven paſſada la ſegunda garganta, o angoſtura deel eſtrecho, la primera muy grande, que llaman delos Angeles, ay en ella muchos paxaros delos arriba referidos. la ſegunda delos Patagones, o Gigantes, porlos, que en ella vieron; y la tercera Teſtacea, no ſe de donde tomaron la etymologia de eſte nombre, ſino es que ſea, por hauer hallado alli la abundancia de conchas del mar, de que he viſto en otras partes empedradas las playas. mas adelante, ſe topan junto al puerto delas conchas, otras ocho Islas, y al deſembocar al mar del Sur, poco antes, ſe ven otras muchas Yslas, que deben deſer muy pequeñas, porque por aquellas partes es ya todo muy eſtrecho.

Deſſearà ſaber alguno ſi fuera dela boca de eſte canal de Magallanes, ay otra por donde puedan paſſar las naues del mar del Norte al del Sur? a cerca de lo qual affirman los dela armada de Iorge Spilbergn diziendo, que la ay por el promontorio, que llamaron prouvvaert, y ſon del meſmo parecer algunos Ingleſes, que han nauegado aquel mar; y citan por eſta parte al padre Ioſeph de Acoſta de nueſtra Compañia, en la Hiſtoria dela India Oriental, traducida por Iuan Hugon lintſcotano c. 10. in ſine, como ſe podra ver en los citados Iuan, y Theodoro de Bry, los quales añaden, que convienen en eſta meſma opinion otros autores; y que los dela armada referida de Spilbergn, antes de llegar ala vltima eſtrechura, vieron eſte canal, que abria paſſo alas naues por la coſta ſeptentrional, pero que no entraton por el porque lleuauan orden expreſſo de paſſar por el de Magallanes; y tambien debio de ayudar a dexarle aun lado, y no hazer experiencia del fin, a donde remata, el temor, que tuuieron al grande impetu, con que ſe encontrauan en el vnas olas con otras de manera, que parecia herbir el mar.

Eſto es lo que he hallado en los antores acerca de eſta opinion, que dan por falſa todos los demas, y los meſmos Iuan, y Theodoro de Bry dizen, que no ay coſa mas cierta, que la contraria, porque ni los Eſpañoles, ni ſus Olandeſes han viſto jamas eſte ſegundo canal; antes han hecho experiencia, que toda la tierra del fuego, que haze lado al eſtrecho, y canal de Magallanes, es vna cootinuada Ysla, y lo prueban con la nauegacion delos Nodales, embiados del Rey Nueſtro Señor de propoſito para reconocer el eſtrecho de S. Vicente, los quales, como vimos arriba, rodearon toda eſta Ysla del fuego ſin hallar en toda ella mas bocas, ni mas entradas, ni ſalidas, que las dos de Magallanes, y S. Vicente. pero aun que ſea aſſi, y yo lo tengo por cierto; ſin embargo no des haze la opinion, y parecer de Spilbergn, porque eſte, no dize, que el canal que vio en el eſtrecho, fue dela vanda auſtral, ſino dela ſeptentrional, que mira a Chile, y aſſi aunque ſea claro, que la tierra del fuego, q̃ es la parte auſtral, ſea vna continuada Ysla, y por eſto no aya ſalida al mar por aquel lado, no por ello ſe quita, quela aya por el ſeprentrional. dexemos eſto al tiempo, que lo averigue, y digamos algo del eſtrecho de S. Vicente que esta ſegunda ſalida del mar del Norte al del Sur.

CAPITVLO IV.
Proſigue la meſma materia, trataſe dela vtilidad del comercio de Chile con Philipinas.

E

L año de 1619, embio el Rey nueſtro Señor por el mes de Otubre las dos carabelas, que dixe arriba, a reconocer eſte eſtrecho de S. Vicente, porque por eſte tiempo llego voz a Eſpaña, de que Iacobo le Maire le hauia descubierto, y hauiendo llegado ala enſenada de S. Gregotio, que es junto ala entrada Oriental del eſtrecho de Magallanes, hauiendo corrido toda aquella coſta, y viſto en ella hombres agigantados, que lleuauan por lo menos toda la cabeça alos Europeos, y hauiendo ſido receuidos de ellos con mueſtras de beneuolencia, y corteſia, y comerciado con ellos, y feriado por cuchillos, tixeras, y varias drogas de Europa, los frutos de aquella tierra, que es el oro; paſſaron coſteando al Oriente y ſudueſte la tierra del fuego, haſta q̃ llegaron ala boca del nueuo eſtrecho, que buſcauan, que llamaron de S. Vicente; y antes de entrar por ella, paſſaron de largo, coſteando aquella tierra nueuamente deſcubierta, lleuandola ſiempre a man derecha el rumbo al Oriente, y Nordeſte, por donde ella ſe eſtiendes.

Nauegaron haſta treinta leguas, y no hauiendo deſcubierto en todas ellas, ni en quanto alcançaua la viſta en adelante, otra abra, o ſalida al mar, ſe voluieron ala de San Vicente, y entrando por ella, la paſſaron en menos de vn dia, porque no tiene de largo mas de ſiete leguas. Pueſtos en el mar del Sur proſiguieron coſteando la meſma tierra al Oriente, y ſudueſte haſta otras treinta leguas, y viendo que era toda tierra continuada, cerrada de montes por aquella parte, no ſe atreuieron a paſſar adelante, porque les començauan a faltar los baſtimentos, y aſſi juzgando que eſta tierra ſe iua eſtendiendo al Oriente haſta mas alla del cabo de Buena eſperança, ſe voluieron: y nauegando haſta la boca Occidental del eſtrecho de Magallanes, entraron por ella, y ſalieron al mar del Norte, y voluieron a Eſpaña, a dar cuenta de lo que hauian viſto, hauiendo tenido muy feliz viaje, ſin muerte, ni enfermedad de ninguno, por que todo aquel pais es muy connatura alos Europeos, que ſe crian a tierras frias, por lo qual mandò el Rey que ſe apreſtaſſen luego ocho naues, que por eſta derrota, lleuaſſen a Philipinas ſocorro de ſoldados, artilleria, y jarcia, y le determinò ſe hizieſſe de alli adelãte eſte viaje, por ſer mas breue, mas facil, de menos coſta, y peligros. Aſſi ſe lo aſſeguraron al Rey Pedro Miguel de Cardoel, y los otros Pilotos, que ſe eligieron para eſte viaje, los quales ſe obligaron, ſino es que huuieſſe algun extraordinario ſucceſſo, o deſgracia, aponerſe en las Philipinas, y Malucas dentro de ocho, o nueue meſes, por que paſſado el eſtrecho de Magallanes, ſi los vientos, y corrientes les fauorecian, eſperauan de llegar de Chile alas dichas Yslas, dentro de dos meſes, porque ſaliendo delas coſtas de Chile, no ay neceſſidad, como acontece communmẽte en otras nauegaciones, de eſperar a hazerlas en tales, y tales tiempos de el año, porque como ſe puede hazer dentro de los Tropicos, donde no ay temor de hiuierno, ſe puede nauegar en qualquier tiempo del año.

Añaden los Autores Olandeſes arribas citados, llegando a eſte punto eſtas palabras. [Verdaderamente es eſta vna coſa de grandiſſima comodidad a genere humano, ponerſe en tan breue tiempo, deſde Europa en eſtas Yslas, con tan entera ſalud, y fuerças delos paſſajeros: ſiendo aſſi, que hauiendo de hazer eſte viaje por el cabo de Buena eſperanza, es meneſter ir obſeruando los vientos, y la variedad delos tiempos, porque no ſon todos a propoſito, ni fauorables, antes tan opueſtos algunos, que impiden el paſſaje, y aſſi ſuele durar catorce, quince, diez y ſeis, y mas meſes. Fuera de eſto, eſtan anexas a eſta nauegacion, vltra delas tempeſtades, tantas enfermedades, que de ellas ſe contraen, que tal vez no ſe acaba ſin hauer hechado almar la tercera parte, o la mitad delos paſſajeros, como le acontecio a Gerardo Reinſt, que gaſtò diez y ſeis meſes, haſta Batan, de donde aun diſtan tanto las Philipinas, hauiendo perecido mas de la quarta parte de ſu gente: Adriano Vveuteri gaſtò diez y nueue meſes haſta el meſmo Batan, en el qual camino murieron ſolo en la nao Vliſinga, ciento y ſetenta y tres, hauiendo ſacado docientos, y los pocos que quedaron, eſtauan tales que apenas podian ſeruir ala naue, y lo meſmo acõtecio alas otras tres naos de eſta Armada, y ala otra llamada Aquila, que partio de Zelanda; y ala Concordia, que ſalio de Amſtelodamo, y a otras, ſiendo tan facil eſta otra nauegacion, q̃ en cinco meſes, pueden llegar de Europa a Chile, y al Perù, y en ocho, a Malucas. Puede ſeruir de exemplo la naue Concordia, que haziendo eſte viaje, llegò alas Malucas, ſinque ſe le murieſſe ni vno.] haſta aquellos Autores Olandeſes. Los quales ſi han probado ſufficientemente ſu intento, con lo dicho, y hecho demõſtracion delo mexor que les eſtà ir a ſu Batabia porel esſtrecho de Magallanes; quanto con mas fuerça perſuadẽ lo meſmo alos Eſpañoles que comercian con el Perù, y Chile porque la diſtantia, es mucho menor, y para los que huuieran de paſſara Philipinas, ſe viavnatanconocida ventaja, como este nerentodala coſta de Chile (quando no quiſieſſen llegar al Perù) tantos puertos donde refreſcarſe los quales no tiene el Olandes, ni era poca comodidad, y ganancia, el poder trocar en eſtos puertos las mercadurias que lleuaſſen de Eſpaña, con los frutos dela tierra, de que tantas falta ay en Philipinas, ye n caſi todas a quellas partes del Oriente.

A todos eſtaua bien eſte commercio, alos de Eſpaña, pues ſin tantos peligros dela vida, como paſſan en los puertos de Cartaxena, Panama y Puertobelo, tuuiera mas cierta, y maior ganancia de los generos; que ſe lleuan de Europa alas Indias; alos de Chile, y Perù, porque tendrian la ropa, y coſas de Eſpaña mas baratas q̃ lleuandoſelas por tierra firme; porque ſerian doblado y aun tres doblado menores los coſtos; y por otra parte podrian dar mexor ſalida alos frutos dela tierra, porque del Perù podrian cargar las naues, trigo, aceite, y vinoz; ſino quiſieran baxar tanto, podian lleuar todo eſto de Chile con mas abundancia, y mas barato, y mas la jarcia, cobre, cordobanes, almendra, y otras coſas proprias de Europa, que no ſe dan en otra parte ſino en Chile, con que ſe ve claro, quan bien le eſtaua eſto alas Philipinas, pues tan facilmente ſe ſocorrian de coſas, que tan importantes ſon para la vida humana, y de que tienen tan grande falta.

Ni por eſto recebia detrimento ninguno el commercio de Europa con la nueua Eſpaña, y las demas tierras, aquien provee de vino, azeite, y otros de ſus frutos; porque ſiendo aſſi, que dichas tierras no los tienen, ni pueden lleuarſelos de Chile, nid el Perù con la comodidad que de Eſpaña, es fuerça, que ſiempre ſe lleuen de alla; ſolamente ſe ſacaria menos lo que oy ſe lleua a Philipinas, pero eſto debe deſer poco, porque eſtando tan lexos, llegarà muy por alambi que, y con grandiſſima coſta lo que alla paſſare, porque aunque es mas facil lleuar eſtos generos haſta la Vera cruz, que es vno delos puertos de Nueua Eſpaña, pero paſſar los de alli a Philipinas, es muy coſtoſo, y trabajoſo, pues los han de lleuar por tierra alomo ciento y ſeſenta leguas, que ay deſ de la Vera Cruz haſta Acapulco, que es el puerto, que atraueſando por tierra ſe correſponde en el mar del Sur, por el qual los han de nauegar deſpues tres meſes, con lo qual, y con que no es puſſible, que aya ſiempre en Acapulco las enbarcaciones tan promptas, que no ſea neceſſario eſperar algun tiempo para a preſtarlas; primero, que lleguen a Philipinas, ſe viene a paſſar tanto, que es fuerça, que eſtos frutos ſe dañen, y aſſi ſe ve por experiencia quan poco de eſto llega de prouecho. No aſſi lleuando los de Chile, pues en dos, o tres meſes, como dizen los autores arriba citados y nauegando ſiempre por buen temple, y caſi apopa (porque los Sures, que reinan en aquel mar ſon perpetuos en el verano) pueden arribar a eſtas Yslas, y llegar los frutos ſin receuir niugun daño, y la jarcia mas entera, y demas dura, porque mientras menos tiempo eſta todo eſto en la mar, padece menos; y abſolutamente, aquien eſtà mexor, que a todos eſta comunicacion, y commercio, es al Reyno de Chile, porque por eſte camino ſe daria algun deſague a ſus coſechas, y ſe poblaria de mas gente, con que fuera de mas prouecho, y luciera mas ſu grande fertilidad.

Dos coſas ſe han atraueſado a eſtos intentos para que no ſe ayan lleuado adelante. La primera la diſticultad de paſſar el eſtrecho de Magallanes y porques como eſtà en tanta altura, no ſe puede paſſar ſino en ciertos meſes de el año. y no llegando a buen tiempo, ſe ponen a peligro de perderſe; como de hecho ſe an perdido algunas armadas, que referire en el capitulo ſiguiente, aunque otras han paſſado muy bien, y como ſe vaya, y paſſe en ſus tiempos, no eſtan conſiderable el peligro, particularmente hauiendo tantos, y tan buenos reparos y abrigos para las naues, como hemos viſto.

El ſegundo contraſte, que ha tenido eſte intento es el meſmo, que tantos años ha, tiene cerrado el Puerto de Buenos ayres (cuyo commercio era de tanta importancia ala hazienda Real para mexor auio y ahorro dela plata que ſe lleua del Perù a Eſpaña) y es el hauerſe comenzado a entablar la correſpondencia dela vna, y otra parte, por tierra firme, y eſtar ya tan ſeguida aquella carrera, ſin embargo de verſe delante delos otros los gaſtos, que ſe hazen para el porte, y conduccion de eſta plata, ſiendo neceſſario tener dos armadas tan poderoſas, vna en el mar del Sur, y otra en el del Norte, ſolo para eſte effecto, y ſiendo tan acoſta delas vidas delos Eſpañoles, como ſe ha experimentado, pues en ſolo vn hoſpital de Panama me dixeron paſſando por alli, que el año de treinta llegauan ya à catorce mil los que en el eſtauan enterrados, que ſera en los de mas, y en los de Puerto belo, que ha ſido ſepultura de Europeos, y en los de Cartaxena, que ſon los puertos, por donde ſe comercia de vn mar con el otro.

Sin embargo de todos eſtos tan manifieſtos daños, ſe continua eſta carrera por mantener las ciudades fundadas en eſtos puertos, y coſtas, ſiendo aſſi, que con vna ſola armada en mucho menos tiempo, y con menos gaſto, ſe pudiera conſeguir el meſmo efecto de lleuar las plata a Eſpaña, y aun con mas ſeguirdad del mar, porque por aquel rumbo lleuaran ſiempre los galeones buen fondo, ſin el temor, que lleuan por eſſotro del Cartaxena ala Hauana, donde en muchos dias no ſe puede dar paſſo ſin la ſonda en la mano, midiendo abraças el que demandan las naues para no barar en tos baxos como ay en aquel mar, y en la canal de Bahama, que eſta mas adelante, y ſobre todo no correrian tanto peligro las vidas delos ſoldados, y paſſajeros, porque en Buenos ayres prueban muy bien los Eſpañoles, por eſtar ya en la zona templatada, que correſponde ala de Europa.

Por eſta meſma cauſa no ſe practica la nauegacion a Philipinas por Chile, ſin embargo de eſtar tan bien a todos como diximos arriba, porque entablandoſe vna vez el curſo delas coſas por vn camino, difficultoſo dexarlo por otro, aunque ſea mexor. no proſigo con eſte discurſo porque toca ya en la raçon de eſtado, y gouierno, que no haze ami intento. podra ſer, que el tiempo lo acomode todo, y que los meſmos de Chile por dar ſalida a ſus frutos, ſe alienten a emprender eſtev viaje; que todo ſeria començar, porque los vtiles de la vna, y otra parte, ſon tales, que començados a probar allanaran el camino de manera, que haziendoſe mas familiar aquel comercio, creſca la riqueza de aquellos Reynos, haſta hazerſe muy poderoſos, porque lleuando de Chile los frutos que faltan en Philipinas, podran retornar en cambio a Mexico, al Perù, y al meſmo Chile, los dela China, y Iapon, con que ſin ſacar ninguna plata, ni oro de Chile, ni del Perù, ſino reſeruandola toda para Eſpaña, con los frutos de la vna, y otra parte, ſe peude tratar el comercio de manera, que en pocos años fe conoſca la mexora de aquel nueuo mundo, con que creciendo ſu riqueza, ſe aumentarà la del Rey, y ſeran maiores los embios de plata en los galeones, y acomodado, y las coſas del ſeruicio de Dios, y del diuino culto mas adelantadas.

CAPITVLO V.
Delas armadas, que ſe han perdido y otras que han paſſado por el estrecho de Magallanes.

E

Ntre las armadas, que ſe han perdido en el eſtrecho de Magallanes fue vna de las quatro naues, que deſpachò el obiſpo de Placencia para las Malucas, las quales hauiendo llegado con buen tiempo al eſtrecho, hallandoſe dentro de el veinte leguas, ſe leuanto por la proa vn poniente ta fiero que no hallando modo de voluer atras, ni tener por donde corer, dieron las tres de ellas en tierra, y ſe perdieron. pero no la gente, que eſta se ſaluo. La quarta naue tuuo mexor ſuerte, porque corriendo fortuna pudo desẽbocar otra vez al mar de el Norte, y ſoſegada la tempeſtad, voluiendo ſegunda vez a embeſtir al eſtrecho, llegò al paraje, donde ſe hauian perdido las compañeras, y en aquellas riueras hallò la gente, que ſe hauia ſaluado, en tierra, los quales viendo la naue, començaron a hazer las ſeñas, y gritar alos que iuan dentro, pidiendoles que los reciuieſſen dentro, pero ellos atraueſados los coraçones de dolor, por no poder ſocorrer a ſus compañeros, y amigos, reſpondieron. Que quereis, que hagamos? que no es puſſible daros la mano ni ſocorreros, porque los baſtimentos, que nos han quedado, ſon tan pocos, que podemos temer, ne forte non ſufficiant nobis, & vobis, y aſſi pereſcamos todos; no pudieron añadirles la ſegundas palabras del evangelio, ite ad vendentes, por hallarſe en aquellos deſiertos, donde no los hauia, ni otro recurſo, que embiar ayes, y ſuſpiros al cielo, acompañados de inconſolables lagrimas, y clamores, que baſtaran a mouer las duras piedras, y ſin poder hazer otra coſa dexando los llenando los ayres de gritos, y lamentos diſcurriendo por aquellas playas de vna parte a otra, proſiguieron ſu viaje traſpaſſados de afliccion, y pena, de no poderlos ſocorrer ni hazer otra coſa. lances ſon eſtos, y fortunas de el mar, que ſe encuentran en el acada paſſo.

Que ſe ayan hecho eſtos hombres? no ſe ſabe haſta a ora con certidumbre: ſolamente ay noticias muy recebidas de que la tierra adentro de Chile hacia el eſtrecho, ay vna Nacion, que llaman los Ceſſares, a cuyo deſcubrimiento ſalio de Tucuman el Gouernador Don Geronimo Luis de Cabrera, aora veinte y ocho, o veinte y nueue años con vn buen Exercito, que juntò a ſu coſta, como lo apuntamos arriba, diziendo la cauſa de no hauer ſurtido efecto eſta diligencia. Eſtos Ceſſares, ſe viene por muy probable, que ſean originarios de eſtos Eſpañoles, que ſe ſaluaron de eſte naufragio, aſſi lo ſienten algunos, porque pudo ſer, que viendoſe perdidos, ſe entraſſen la tierra a dentro, y emparentando con alguna Nacion de Indios, de los que alli ay, ſe ayan ido multiplicando de manera, que ſe ayan hecho sẽtir delas Naciones mas vezinas, y de eſtas ayan paſſado a otras las noticias, que han corrido ſiempre muy viuas, de que ay en aquel paraje gente Europea a quien llaman Ceſſares.

Y aun añaden, que ſe han oydo campanas, y que tienen formadas ciudades, donde habitan; pero en fin no ſe ſabe coſa de cierto, y con claridad. Vn Cauallero nacido en Chiloe, que ha ſido Maeſſe de Campo en aquella Prouincia, me dio por eſcrito vna relacion de varias noticias que tiene, de que en la tierra adentro, ay muy numeroſos pueblos, y en ellos mucha riqueza de oro, y de hecho han entrado algunas veces a ſu deſcubrimiento, aunque con poca dicha, o por hauer les faltado los mantenimientos, o por otros accidentes, que ſe iran venciendo con el tiempo, quãdo Dios ſea ſeruido. aora, vltimamente tengo cartas, en que me auiſan, que el Padre Geronimo de Montemayor, Apoſtolico Miſſionero de aquel Archipielago de Chiloe, entro la tierra firme adentro con el Capiran Nauarro, que es muy valeroſo, y afamado en aquella tierra, y otros Eſpañoles, y deſcubrieron vnas Naciones, que ſe pienſan ſon eſtos Ceſſares, porque ſon gente muy blanca, y rubia, bien diſpueſta, y ageſtada, y que en ſu diſpoſicion, y gentiles talles mueſtran ſer hombres de gran valor; y que hauian traido conſigo algunos de ellos, para tomar lengua, delo que tanto ſe deſſea ſaber, no eſcribio mas eſte padre por entonces, por que no dio mas lugar el nauio, que eſtaua ya para partir, y como eſte no va mas de vez cada año a eſta Prouincia, ſe remitio al ſiguiente para auiſar por menor lo particular de eſta Nacion, ſu origen, y decendencia; y con eſto hemos apuntado lo que por aora ſe puede dezir de eſta generacion de los Ceſſares, que es probable deciendan de eſta jente, que hemos dicho ſe ſaluo del naufragio de eſta armada referida, ſino es, que ya vengan de alguna otra de Olandeſes, que ayan padecido por a quel paraje la meſma fortuna y el color blanco, y rubio de eſta gente, y hablar vna lengua, que ninguno delos que fueron a eſte deſcubrimiento la podo entender, parece, que hazen probable eſto ſegundo; y puedeſer tambien, que ſea lo vno, y lo otro; que eſta nacion ſea originaria de flamencos, que emparentaron con Indios, y aya otra de eſtos Eſpañoles que hemos dicho. preſto ſe ſabra ſiendo Dios ſeruido la claridad, y verdad de todo, y con eſto me bueluo a proſeguir mi narracion.

La ſegunda armada, que ſe ha perdido, y endo a paſſar el eſtrecho, es la que ſalio de Eſpaña aora veinte y vno, o veinte y dos años a cargo del general Don Yñigo de Ayala, cauallero de gran ſuerte, y valor; el qual hauiendo ido de Chile a Eſpaña, y negociado con ſu Mageſtad el ſocorro de gente, que le dio, paraque la paſſaſſe a aquel Reyno por el eſtrecho da Magallanes, ſin tomar puerto en otra parte; queriendo embocar por el, ſe perdio con toda la gente de manera, que haſta oy no ſe ha ſabido de ninguno delos que con el iban, ſolamente ſe eſcapò la al miranta, que iua a cargo de Franciſco de Mandujana, porque hauiendo perdido de viſta ala Capitana, y apartadoſe de ella con la fuerça dela tormenta, ſe dexò ir con el viento hazia tras, al puerto de Buenos ayres, donde deſembarcò ſu gente, y la paſsò a Chile por tierra; oì hablar a algunos de aquellos ſoldados, q̃ aportaron a eſte puerto, y culpauan mucho al General por hauerſe arrojado a embeſtir al eſtrecho, eſtando ya el tiempo tan adelante, y que le hauian acõſejado en el Braſil, donde hauia tomado puerto, que eſperaſſe alli, a que paſſaſſe el hiuierno, y que no quiſo por no perder la gente en tierra en tanto tiempo como era fuerça eſperar, y aſſi perecio. Eſtos fracaſos parece que han hecho menos practicable eſte viaje, ſiendo aſſi, que para en contrapeſo, ſabemos que han paſſado otros muchos con menos peligro, y algunos con mucha felicidad; de ocho armadas hazen mencion los citados Iuan, y Theodoro de Bry, que han paſſado eſte eſtrecho, entre Eſpañoles, y eſtrangeros, y aunque algunos han padecido algunas tormentas, otros no, y no ay duda, que continuandoſe eſta carrera, ſe haría cada dia mas facil, obſeruando los tiempos, y reparandoſe en los mas rigoroſos, con el abrigo de tantos, y tan buenos puertos como ay en eſte canal.

CAPITVLO VI.
Dela Prouincia de Cuyo.

D

Eſpues de hauer hablado delas dos partes de eſte Reyno de Chile ſe ſigue aora que digamos breuemẽte dela tercera, que contiene las dilatadas Prouincias de Cuyo, que eſtan dela otra vanda dela Cordillera al Oriente, de cuyo ſitio, anchura, y largueza diximos ya al principio; aora de ſu naturaleza, y propriedades; y començando por las malas, es coſa que admira ver que eſtando tan cerca de Chile, que no ay de por medio mas dela Cordillera neuada, ſea tan opueſta en algunas de ſus calidades: ya diximos arriba las que partenecen ala differencia, que ay del hiuierno, y verano, dela vna, y otra parte; aora ſe ſigue añadir, queen quanto al temple, corren en todo tan opueſtos, que es totalmente lo contrario; porque lo primero ſus calores ſon exceſſiuos en eſtio, y aſſi por eſto, como por la maquina, que ay de Chinches, vnas pequeñas, como las que ay en Europa, y otras maiores, que Avejas; no ſe puede dormir de noche dentro delos apoſentos, a cuya cauſa ſe ſalen a dormir alas huertas, y patios: oyenſe aqui muchos truenos, y caen Rayos, y ay algunos animales ponçoñoſos, aunque no tantos, como en Tucuman, y Paraguay: ay tambien vn genero de Moſquitos tan pequeños como puntas de agujas, y ſon caſi imperceptibles, pero no ſu aguijon, que es tan viuo, que no ſe puede ſufrir, y como ſon tan pequeños, ſe entran por la barba y ſe pegan de manera, que ſino es matandolos, no ſe puede librar dela moleſtia, q̃ cauſan.

Eſto es lo malo dela tierra de Cuyo digamos aora lo bueno, que es tanto que en muchas coſas excede al memo Chile, aunque es eſte tan fertil como hemos viſto, porque las coſechas acuden a mas las frutas ſon maiores, y aun mas ſaçonadas, y es la cauſa el mucho calor, que las haze madurar mexor, y mas aprieſſa, es eſta Tierra abundantiſſima de pan, vino Carne, Legumbres, y todo genero de fintas de Europa, y muy a propoſito para Almendros, y Oliuos, con que no viene a differenciarſe de Chile, ſino ſolamente en la limpieça delos animales nociuos, y ponçañoſos, y en los truenos, y lluuias del verano, y en el temple; aunque para en quenta, ſi Chile excede a Cuyo en el del eſtio; Cuyo excede a Chile en el de hiuierno, porque aunque haze tambien mucho frio, no con los rigores de aguas, nieues, y nublados que en Chile, y Europa, mas antes goça de vnos dias ſerenos, y raro es en el que no ſe ve el Sol deſcombrado, y hermoſo en el hiuierno, por ſer ſus aguas en el verano, y aſſi viene a ſer abſolutamente templado.

No ay en eſta tierra peſcado del mar por eſtar muy lexos del vno, y otro, de el Sur, y del Oceano, pero proueyò naturaleza de vnas lagunas, que llaman de Guanacache, donde ſe peſcan en grandiſſima abundancia las truchas, que llaman de eſte nombre, que ſon muy grandes como ſabalos de Seuilla, pero mucho mas regaladas ſin comparacion, porque no tienen eſpinas, y ſon mas delicadas, y ſabroſas, y muy ſanas.

Fuera delas frutas de Europa tiene eſta tierra otras muy buenas; ſon las mas celebradas, la primera, que llaman chañales, y ſon a manera de auellanas, aunque ſe differencian, en que la comida no la tienen dentro del gueſo, ſino por de fuera: otra es la algarroba, de la qual hazen vn pan tan demaſiadamente dulce, que empalaga al que no eſta hecho a comer lo. Proueeſe de aqui a toda la gouernacion de Tucuman, a Buenos ayres, y al Paraguay de higos, paſſas, granadas, orejones; mançanas, aceituna, y vino, que lo tiene mucho, y muy bueno, y lo traginan por aquellas pampas (que ſon vnas grandes llanadas, donde en muchas leguas no ſe ſuele topar ni vn arbol, ni vna piedra) con carretas tan grandes, como las que ſe vſan aqui en Roma, de que ſe junta vn gran numero para paſſar con mas ſeguridad de algunos Indios enemigos, que ſalen al camino. De algunos años a eſta parte ſe han començado a deſcubrir ricas minas de plata, con cuya fama començaua ya a acudir gente de Potoſi, quando yo me parti de Chile, por que dezian, que eran mas ricas, y el metal rendia mas prouecho, con menos gaſto, y trabajo, por ſer la tierra abundante, y eſtar las minas en parte llana, donde ſe puede llegar con carretas; tambien ſe han hallado aora minas de oro, y me eſcriben, que la riqueza que mueſtran, es vna coſa monſtruoſa.

Bien es verdad, que en eſta materia de minas va mucho de hazer el enſayes por menor, o por mayor, y que el metal, que promete mucho, quando llegan a hazer la experiencia en grueſſo, no llega alo que ſe eſperaua. Eſto es coſa comun en pruebas, y experiencias de minas, y ſi eſtas de Cuyo no ſalen extraordinariamente ricas, de manera, que la ventaja en el prouecho a otras grangerias, ſea muy conocida, y conſiderable, no acudira gente de fuera aſu labor, particularmente de Chile, por tener como dizen delas puertas adentro tantas, y de tan conocido prouecho como lo ha moſtrado la experiencia, y con todo eſſo no las ſabran por ocupar la gente en granjerias demas ſegura, y aventajada ganancia, como ſon las que dexo apuntadas en ſu lugar.

Pondre aqui vn capitulo de vna carta, que receui aui en Roma eſte año del Padre Iuan del Poço de nueſtra Compañia, perſona de gran religion, y digna de todo credito, el qual ſe halla al preſente en el Collegio de Mendoça, que es cabeza delas Prouincias de Cuyo, de donde, dandome cuenta delas minas, que ſe van deſcubriendo, dize aſſi [lo que por aca ay de nueuo es grandes coſas delas minas, que ſe van deſcubriendo, que ſi es, como dizen, ſer ala primera coſa del mundo. Son de oro. que ſe ve entre las piedras, y otras de plata; y han venido grandes mineros de Potoſi, que lo entienden, los quales dizen, y no acaban, y de Santiago va viniendo gente aſu labrança, y el Capitan Lorenço Soarez eſta nombrado por Alcalde maior de minas] haſta aqui el capitulo de eſta carta, en cuya conformidad me eſcriben otros; y no ay duda ſino que ſi comiença a acudir gente de fuera aquella tierra, ſera vna delas mas ricas delas Indias, porque ſu grande fertilidad, y groſedad, no neceſſita de otra coſa, que de gente, que la labre, y gaſte la grande abundancia de ſus frutos, y coſechas. Con eſto creceran las tres ciudades, que eſtan fũdadas en aquella Prouincia, que ſon la de Mendoça, la de S. Iuan, y la de S. Luis de Loyola, y Punta delos venados, las quales deſde, ſu fundacion no han ido en aumento, porque la vezindad a Chile, no las ha dexado crecer, por hauerſe paſſado alla muchos de ſus vezinos lleuados del mexor temple, y otras ventajas, que en el ay, para paſſar la vida, y por la raçon general que vemos en otras partes, que mueuen alos de vn Reyno a acimentarſe en la principal ciudad, que es cabeza deel, como lo vemos en Napoles, y otras partes; pero multiplicandoſe los Eſpañoles al paſſo, que haſta aqui, habra gente para todo, y de hecho he viſto ya que algunos de Santiago ſe van acaſar a S. Iuan, y Mendoça, y comiençan a aſſentar alli ſus caſas, ni puede ſer menos, porque lo de Chile ſe va eſtrechando de manera, que no pueden tener todos en el la comodidad que deſſean, y aſſi es fuerça, que ſalgan a buſcarla fuera.

Y es cierto, que las de eſta Prouincia, ſon muy grandes, y que el no parecerlo, es ſolamente por eſtar tan ala viſta de Chile, en cuya comparacion parece deſierto, y aſſi lo reputan todos, ni ſe le puede dar a ninguno mas riguroſo en aquel Reyno, que hecharlo a Cuyo; porque verdaderamente conſideradas las propriedades dela vna, y otra parte, es grande la differencia delos extremos. pero ſi conſideramos la tierra de Cuyo por ſi ſola, ſin carearla con la de Chile, no ſolamente es buena, pero haze ventaja a muchas otras, donde eſtan muy bien hallados los que nacen, y viuen en ellas, aunque no lleuan de coſecha lo que eſta de Cuyo, donde la carne es muy ſuſtancial, y regalada, y fuera dela de caça, que ay mucha de liebres, Venados, Guanacos, Perdices, y Francolines, ay la de Carnero, y Bacam en tanta abundancia, y tan regalada como la mexor, que he viſto en otras partes de Europa, y delas Indias; las de Puerco, Gallinas, Pabos, y Patos ſon tambien muy buenas, y muy ſabroſas.

Los Vinos ſon muy generoſos, y de tanta fuerça que coi lleuarſe mas de trecientas, y quatro cientas leguas, por los calores immenſos delas pampas de Tucuman, y Buenos ayres, a paſſo de Buey, con que vienen adurar los viajes muchos meſes; llegan ſin receuir ningun daño, y durãn deſpues quanto quieren ſin corromperſe, y eſto con tanta abundancia, que dan a baſto a toda la gobernacion, y Prouincias, y llegan haſta el Paraguay; que eſtà otro tanto mas lexos: las frutas de Europa ya hemos dicho que aun ſe dan alli mexores, que en Chile; El pan es tambien muy regalado, muy bueno el azeite, el Anis, Cominos, Lantejas, Garbanzos, y de mas legumbres. la ortaliza tan buena, y abundante, como en qualquiera parte. El peſcado mexor, que el de el mar; El Lino y Cañamo tan bueno como el de Chile, los materiales para jabon, y curtiembre de Cordebanes, muy aventajados, y todo lo demas neceſſario para la vida humana no reconoce ventaja a otra ninguna parte.

Pues ſiendo eſto aſſi, como lo es, y aun mas delo que puedo en carecer con palabras; que le falta a eſta tierra? que rachas la ponen? las Chinches, los Truenos, Piedra, y Rayos? que tierra ſe es capa de eſtos padraſtros? porque Chile no los tiene (aquien hizo Dios eſſe ſingular priuilegio) diremos, que la tierra de Cuyo es mala? no. porque podiamos, dezir lo meſmo de otras muchas, donde ſon tan comunes eſtas penalidades, y ſobre hueſos, y aunque el Verano confieſſo que los calores ſon grandes, pero en ninguna manera exceden alos de Tucuman, Buenos ayres, y Paraguay, y ſon menores que los de el Braſil, y todas aquellas coſtas de Caracas, Cartaxena, Puertobelo, y Panamà, como lo he experimentado en algunos de eſtos lugares; y tiene para contrapeſſo muy cerca la nieue, porque la ciudad de Mendoça no eſta vna legua de la Cordillera, donde ay tanta. Ni es de menos conſideracion, y eſtima para deſquite del calor, la buena calidad de el Aire, que es tan ſano, que no haze ningun daño, ni ay neceſſidad de guardarſe de el a ningun tiempo, y aſſi ſe ſalen de ordinario a dormir alos jardines de noche ſin ningun temor, ſolo le ay de que venga de repente algun aguacero, que obligue a cargar con la cama al mexor tiempo porque ſe arman alli muy facilmente el verano, de manera que eſtando el cielo ſereno, y claro, muy en breue, y caſi de repente, ſe encapota, y turba, y comiença a llouer con increible furia, pero eſto es facil de reparar, ſi ſe quiere; aſſi ſe pudiera hallar defenſa delos Truenos, y Rayos. Eſtos ſon los que atemorizan mas alos de Chile, porque como no eſtan acoſtumbrados a ſentir ſus efectos; les parece en oyendo dezir, Cuyo, que ſe viene el cielo ſobre ellos, y que las chinches: y otros animales aſquerſlos, de que eſtan libres en ſu tierra, no los han de dexar viuir, paſſando dela otra vanda dela Cordillera; y aſſi no ay mortificacion como obligar a vno de Chile a paſſar a viuir a Cuyo, porque demas delo dicho, la mucha nieue que cae en aquellos montes, cierra el commercio dela vna, y otra vanda de manera, que en cinco, y ſeis meſes no paſſa vna carta, ni ay comunicacion de vnos con otros no ſiendo la diſtancia intermedia de mas de treinta, o quarenta leguas, que es ſolo el diametrro dela Cordillera. Eſto es lo que deſacredita la Prouincia de Cuyo, que es eſtar tan cerca, ya la viſta de Chile, que a eſtar mas lexos, la huuieran dado mexor nombre las buenas calidades, de que Dios la doto las quales todas juntas, ſe hallan poscas veces en vn pais; que por bueno, que ſea vn pan, ſi ſe pone ala meſa junto con otro mexor, y mas blanco, ya ſe tiene aquel por malo, y no ay quien le diga, porque es coſa natural que agrade mas lo mexor, y que pareſca malo aſu lado, aunque no lo ſea lo que no le iguala.

CAPITVLO VII.
Delos confines dela Prouincia de Cuyo, y en particular delos Orientales, que ſon las Pampas del Rio dela Plata.

L

Os confines de eſta Prouincia de Cuyo por la parte del Occidente ſon Chile, por la del Oriente, ſon las pampas, y llanadas del Rio dela plata, y parte delas dela gouernacion de Tucuman, que coeſtendiendoſe de alli haſta las dela Rioxa, y ſierras de S. Miguel, con todo lo demas, que ſe comprehende haſta Salta, y jujuy, le hazen lado por la vanda deel Norte, y por la del Sur el eſtrecho de Magallanes. Todo lo contenido en eſta circunferencia, ſon llanadas eſcombradas, y tan dilatadas, que no halla termino la viſta, ala manera, que ſe experimenta en el mar, y aſſi parece, que ſale, y ſe pone el Sol dentro dela tierra, por lo qual deſpues de hauer ſalido, no alumbra en vn buen rato, y conſiguientemente pierde la luz de ſus rayos antes de perderſe de viſta al ponerſe. El modo comun de hazer camino por eſtas Pampas, es con carretas muy altas, que tiran bueyes: eſtas ſe entoldan muy limpia, y curioſamente, por dentro con cañas, y por defuera a con cuero de baca, dexando ſus puertas para entrar, y ſalir y ſus ventanas para que juegue el aire de vna parte a otra. tiendeſe la cama en el lecho dela carreta, y con gran comodidad, y deſcanſo ſe haze la jornada de manera, que acontece muchas veces dormirla toda, y hallarſevn hombre al fin de ella paſſado todo el trabajo, y moleſtia del camino; ſin hauerlo ſentido, porque de ordinario ſe comiença la jornada vna, o dor horas antes de ponerſe el Sol, y ſe camina toda la noche haſta vna, o dos horas deſpues de hauer amanecido, con que tal vez ſuele ſer todo vno, deſpertar, ver la luz, y el pueſto donde ſe ha de parar, quando penſaua el caminante, que començaua a hazer ſu jornada. no ſe puede negar ſino que es eſta muy gran comodidad, porque ſe puede caminar con la freſca a pie vna o dos horas antes de acoſtarſe, y con eſte buen principio, que ſe da ala digeſtion dela cena, ſe va ala camam y en pies a genos ſin ningun cuydado ſe llega al termino con alegria, y deſcanſo.

Añadeſe a eſto otro guſto, que es muy grande, y es la caza, en que ſe va entreteniendo el caminante pozr el camino, para eſta ſe lleua de reſpeto algun cauallo, y perros. y en el tiempo, que ſe camina de dia, ſube en el, y caſi ſin apartarſe del camino, encuentra, no con vna, o otra Liebre, Venado, o Guanaco, ſino con manadas demas de a docientos, y quatrociẽtos. Siguela el perro, y el de acauallo tras el, y como los Guanacos pequeños no pueden tener ala larga con ſus madres ſe van quedando atras, eſte aqui y el otro aculla, y el cazador que lleua vn baſton en la mano, ſin baxarſe deel cauallo, los va matando de manera, que de vna carrera ſuele matar dos, o tres, y buelue cargado de caza alas carretas, con que ſin hauer perdido camino, tiene con que regalarſe al fin de el. otras veces cazan la Perdiz, el Francolin, o el Quiriquincho, con que ſe van entreteniendo, regalando y haziendo ſu viaje. Sino huuiera mas delo que ſe ha dicho ſe pudiera tomar eſto por recreo, y entretenimiento, pero en fin no es puſſible, que le falte el contrapeſſo de moleſtias, que tiene lo mas ſabroſo de eſta vida. es la primera el grandiſſimo calor del verano, a cuya cauſa, porque no calmen, y ſe ahogen los buetes, ſe haze la jornada de noche, y ſe deſcanſa o por mexor dezir, ſe padece de dia, porque de ordinario ſe haze alto donde no ay ni vn arbol, a cuya ſombra ſe pueda eſtar, ni ay otra, que la dela carreta, y la que con ella ſe haze con algun reparo de alguna manta, que ſe pone ſobre ſu toldo: que entrar dentro es lo meſmo, que en vn horno, donde no ſe puede viuir. no es eſto ſiempre, porque algunaz vexes ſe llega a Rios muy alegres, margenados de freſcos Sauces, con que ſe mitiga la fuerça, y rigor del calor.

La mayor moleſtia, que to ſentia mas en aquellos caminos, era la falta del agua, la qual es tan grande, que es meneſter muchas veces, quando llefamos a eſtos Rios proveerſe de ella para otras jornadas, donde no la ay ſino ſolamente alfuna encenagada, y verde, que quedò alli rebalſada delos aguaceros, y eſta puede ſeruir ſolamente para los bueyes, y no es poca ventura quando la ay, que algunas veces ſe hallan ſecas, o hechas lodo eſtas cienagas, y es meneſter doblar la jornada, caminando otro tanto a otro pueſto, donde tambien es contingente no hallarla, con que el ganado rabia impaciente con la fuerça dela ſed. He viſto en eſtas ocaſſiones los bueyes correr a toda furia como endemoniados, porque con el inſtinto natural que Dios les dio, huelen el agua dos o tres leguas antes de llegar, y aſſi no ay quien pueda detenerlos. adelantaſſe toda la boyada, y aunque los que eſtan al yugo, aunque no pueden darſe tanta prieſſa, ſe dan harta; y en llegando, ſe arrojan con tanto impetu, que dentro de muy poco tiempo, quando con los pies han mouido el aſiento dela laguna, o cienaga, no beben ya agua, ſino cieno, y lodo.

Quando acontece eſto en ocaſſion que aun dura el agua, que ſe traia del Rio en las carretas, menos mal; porque con ella paſſa la gente como puede, pero quãdo ſucede a tiempo que ſe ha acabado; entonces, es el trabajo de veras, porque aunque ſe haze diligencia de embiar delante alguna perſona q̃ coja alguna agua dela mas limpa, (ſi es que ay alguna, que no eſte hirbiendo de ſabandijas) antes que llegue el ganado, y la rebuelua, ſe da eſte tanta prieſſa en llegar, que no dexa lograr el cuydado, y diligencia, y aſſi nos hallamos obligados a cerrar los ojo, y tapar las narizes, y aun diſtraer la imaginacion, y ſentidos, para poderla beber; ni ay otro remedio para eſtos aprietos, ſino ſolo de el cielo, como lo experimentè yo en vna ocaſſion, en que hallando nos muy apretados de ſed, ſin poder nos remediar tan preſto porque eſtaua muy lexos el agua, fue Dios ſeruido de embiarnos vn aguacero vna noche, con que llenandoſe muchas poças, que hauia en la tierra, bebimos todos, y el ganado ſe ſatisfiço, y hizimos prouiſion para adelante, dando gracias a ſu Diuina Mageſtad por hauernos ſocorrido en tan grande aprieto, y recreado nos con ſu paternal prouidencia.

No fuera eſte trabajo tan grande, ſi en eſtos caminos huuieſſe algunas poblaciones, que en muchas partes ay, los que llaman Iagueyes, que ſon vnos manantiales, que aunque en años mas ſecos no dan agua, pero cabando, ſe halla, y no muy profunda, y ſi habitaſſe gente aquellos deſiertos, ſe podian hazer poços con gran facilidad, y quando menos, ſe podia recoger la agua llouediza en algibes, y ciſternas, como ſe haze en muchas otras partes; pero como ſon aquellas pampas tan dilatadas, que ſe miden a centenares de leguas; quien baſta a ocuparlas? y como el commercio no es tan frequente como en otras tierras, no ſe pueden mantener ventas, ni hoſterias haſta que con el tiempo creſca la gente, y aſſi por aora es meneſter para hazer camino lleuar vna deſpenſa formada con mas, o menos prouiſion, conforme quiere vno regalarſe, o alcança ſu puſſible, porque en ſaliendo de caſa, no ay que eſperar ſocorro ſino de carne dela q̃ ſe caza, haſta llegar a algun puenlo o ciudad, y como eſtas eſtan tan diſtantes, vnas de otras, es meneſter ſacar proviſion para quince dias, y aun para veinte, y treinta. Aſſi ſe camina por eſtos campos de Cuyo, y por los de Tucuman, y Rio dela plata, donde en muchas leguas no ſe ſuele topar, vn cerro, ni vna piedra, ni menos vn arbol, ſino mas, y mas pajonales, y para guiſar la comida, ſino ha habido prouidencia de lleuar alguna leña en las carretas o ſe gaſtò la que ſe llebaua, no ay otro remedio, que apelar alas boñigas de Baca, que ſuplen, aunque mal la falta.

En algunas partes de eſtas Prouincias de Cuyo, ay algunos boſques junto alos Rios, de dõde ſe corta la madera para las fabricas, y junto ala Cordillera ay vnos arboles, que ſudan incienſo; yo truxe vn poco por mueſtra a Roma, y me dixeron los boticarios, que era mas fino, y mas precioſo, que el que aca ſe gaſta de ordinario. Tambien nace alli la yerua, que llaman Xarilla, que es muy caliente, y efficaciſſima para medicinas, como lo apuntamos arriba, y otras muchas de que tengo menos puntual, y prompta noticia, por hauer eſtado muy depaſſo en aquel pais, ni me hallo en lugar donde me pueda valer delas que tendran otros, que las daran para hiſtorias mas dilatadas que eſta en que pretendo ſer breue: y para en quenta baſta lo dicho del ſitio lugar, ſuelo, y cielo, propriedades, arbolesn plantas, frutos, metales, ganados, fuentes, Rios, Mar, Peces y Aves delas tres partes en que diuidimos al principio toda la juridicion, que partenece al Reyno de Chile; digamos aora de ſus habitadores, ques ſon los Indios, que le han poſſeido.