Histórica relación del Reyno de Chile/Libro III

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Histórica relación del Reyno de Chile: Y de las misiones, y ministerios que ejercita en él la Compañía de Jesús (1646)
de Alonso de Ovalle
LIBRO III

LIBRO TERCERO.
Delos habitadores deel Reyno de CHILE.


CAPITVLO I.
Delos primeros Pobladores dela America, y de ſu antiguedad.

L

A noticia y conocimiento delos primeros pobladores del Reyno de Chile depende neceſſariamente del que puede hauer de los primeros habitadores dela America, que no es facil averiguar. ſi valiera el voto delos Indios Guancas vezinos del Valle de Xauja, y huuieran de dar principio a eſte Capitulo, començaran ſin duda, diziendo lo que tan aſſenzado eſtuuo entre los Indios del Perù antes delas noticias de nueſtra fee, y es que muchos años antes que huuieſſe Ingas, que fueron los Reyes de aquellos Reynos, eſtando toda aquella tierra poblada de gente, huno vn dilubio (Haſta aqui no va malo) pero añaden luego, que en las cueuas, y concabidades delas ſierras mas altas, quedaron algunos, que voluieron a poblar la tierra, y la meſma tradi cion tuuieron los Indios de Quito en el Collao. ſi eſto fuera aſſi, bien pudieran los Indios de Chile atribuirſe el origen dela nueua decendencia de aquel nueuo mundo, porque ſi pudieran prevalecer algunos montes contra las aguas del dilubio, hauian de ſer los de ſu pais, por ſer los mas altos que ſe conocen. Otros Indios ſerranos erraron menos, diziendo que no pudo ſaluarſe nadie en los mõtes, porque ſe cubrieron todos de agua, pero que en vna balſa, que fabricaron ſe ſaluaro ſeis. ſi huuieran dicho ocho, por lo menos huuieran acertado con el numero delos que dize el Apoſtol Sana Pedro eſcaparon las vidas con Noe en el Arca que fabricò para el effecto.

Antonio de Herrera en el tomo 3. de la Hiſtoria general delas Indias decada 5. parece que eſcuſa a eſtos Indios de eſtos errores, diziendo que ſe puede creer, que huuieſſe hauido algun diluuio particular en aquellas partes a que ellos aludieſſen, porq̃ todas las gentes de aquellas Prouincias, ſe cõforman en eſto: la eſcuſa mas genuina, y verdadera es, que eſtos miſerables, no tuuieron dicha de hauer viſto el capitulo de el Geneſis donde huuieran hallado el deſengaño de ſu ignorancia, pues como del conſta, fuera del Arca de Noe no quedò hombre, ni viuiente alguno en toda la tierra, que no perecieſſe ni huuo monte tan alto, aquien no ſobrepujaſſe el agua 15. codos. los otros Indios, que hablan delos ſeis hombres dela balſa, pudo ſer, que huuieſſen tenido de ſus maiores, y mas proximos a Noe, alguna noticia dela verdad, y dela Hiſtoria del Arca, y como ſon gente, que no vſan de libros, porque no ſaben leer, aquello que les quedò en la memoria, y ſabian por tradicion de padres a hijos, fue poco a poco degenerando dela puntualidad dela verdad, que hauian ſabido los primeros, y aſſi ſus decendientes mas remotos vinieron a parar en el diſparate dela balſa con los ſeis hombres, no metiendoſe en deslindar como era puſſible, que en vna embarcacion tan debil, que apenas ſe ſuſtenta en el agua dos o tres dias continuados, pudieſſe mantenerſe aquella gentes tanto tiempo.

El modo, y quando paſſaſſen los decendientes de Noe a poblar aquel nueuo, mundo, o como ſe fueſſe eſtendiendo ſu generacion haſta llegar a el, o de donde traen ſu origen, y deſcendencia? es coſa muy difficil de averiguar; porque como ellos no ſaben eſcreuir y por eſta cauſa no tienen los archiuos, que tienen otras naciones para memoria dela poſteridad, es impuſſible, que tengan memoria de coſas tan antiguas, en que aun ſuele hauer tanta variedad de opiniones, y pareceres, quando ſe hallan eſcritos antiguos, que dan luz delas coſas paſadas y delos principios, y origen que tuuieron. por otra parte vemos, que en los mas doctos, y ſabios, que ha hauido en la Europa, y en las de mas partes de eſte mundo, hauia tanta ignorancia dela America, que la juzgauan por inhabitable como vimos en ſu lugar; pues ſiendo eſto aſſi, no era puſſible, que pudieſſen darnos luz del principio delo que nunca ſupieron, o tenian por impuſſible; pero deſpues que ſe deſcubrio aquel nueuo orbe, començo el humano diſcurſo aleuantar figura diziendo cada vno lo que adiuinaua, no lo que ſabia. Han dicho vnos aludiendo ala ſentencia de Platon en ſu timeo, como lo refiere el P. Ioſeph de Acoſta de nueſtra Cõpañia de Ieſus en el libro primero del nueuo mundo capitulo veinte y dos, que aquellas gentes paſſaron, de Europa o Africa, llegando primero a vnas Yslas, y de alli a otras haſta dar conſigo en la tierra firme.

A otros les parece que han hallado en el libro quarto de Heſdras ſuſſiciente luz para ſu diſcurſo, en aquellas palabras, Et quoniam vidisti cum colligentem ad ſe aliam multitudinem pacificam. hæ ſunt decem tribus quæ captiuæ factæ ſunt de terra ſuain diebus Oſræ Regis, quem captiuũ duxit Salmanaſſer Rex Aſſiriorum, & transtulit eos trans flumen, & tranſlati ſunt in terram aliam ipſi autem ſibi de derunt conſiliam hoc ut derelinquerent multitudinem gentium, & proficiſcer entur in ulteriorem regionem, ubi numquam bauitauit genus humanum, &c. y vn poco mas adelante, Per introitus autem anguſtos fluminis Eufratem introterunt; peream enim regione, erat via multi itineris anni unius, & dimidÿ, &c. Fundados eſtos autores en eſtas palabras, y otras conjeturas diſcurren, diziendo, que ſe entienden en eſte texto los Indios dela America, y que ſon decendientes delos Hebreos, y entre otros argumentos pretenden probarlo con el modo, que tienen de veſtirſe muy parecido al delos Indios y la meſma palabra Indios parece, quelo dize, pues no ſe differencia del nombre Iudios ſino ſolo en la ſegunda que en el vno es N. y en el otro V. pero eſta opinion, y diſcurſo no tiene baſtante fundamento, como lo prueba el autor arriua citado.

Mas probabilidad tiene lo que el meſmo autor diſcurre en el meſmo libro capitulo diez y nueue, donde dize que ſu pueſto, que venimos todos de vn meſmo principio, que fue Adan, y que la propagacion del genero humano deſpues del dilubio ſe hizo de ſolos los hombres que ſe ſaluaron en la Arca de Noe, que es probable, que los primeros habitadores dela America llegaſſen a aquellas partes, no de intento, y propria induſtria; por el poco vſo, que en aquellos tiempos hauia del modo de nauegar el golfo como lo perſuade en el capitulo 16. ſino arrojados de alguna recia tempeſtad ſegun dizen acontecio deſpues en ſu primero deſcubrimiento como veremos en ſu lugar. trae para eſto algunos exemplos de varias naues, que contra la derrota, y tumbos de ſu nauegacion, aportaron ſin querer a otras partes muy remotas, y apartadas delas que buſcauan, que es coſa que acontece cada dia, y no parecera nueua alos que han nauegado, y ſaben por experiencia la fuerça delos vientos en eſſe Occeano, y el impetu con que impelen las naues; y mas quando ayudan y ſon en fauor las corrientes; que en eſtas ocaſiones, ſe fuelen hazer viajes, que admiran alos mas practicos, y no fue malo el que el meſmo Padre Acoſta dize, que hizo llegando deſde Eſpaña en quince dias a viſta delas primeras Yslas, que eſtan antes de llegar a tierra firme.

No ſe puede negar, que es probable, quede eſta manera llegaſſen alas Indias ſus primeros pobladores; aunque tiene eſto contraſi vna fortiſſima inſtancia, y es la delas fieras, y animales, Tigres, Leones, Zorras, y otros de eſta data, que no pudieron lleuarſe en nauios, por no ſer vtiles alos hombres, antes muy nociuos, y contrarios a ſu vida y comodidad; y ſi bien pudiera alguno reſpondor a eſto lo que dize S. Auguſtin lib. 16. de ciuitate Dei capite 7. dando ſalida a eſta meſma difficultad, quando la haze del modo, con que eſtos animales fueron lleuados alas Yslas? a que reſponde diziendo, que pudieron arribar a ellas, o nadando, o por induſtria delos hombres dados ala caza, o que ſe criaſſen de nueuo dela tierra como los crio Dios al principio del mundo, que es la ſolucion mexor, ſi fuera tan probable como facil de dezir; pero tiene contraſi lo primero la philoſophia, que tiene por neceſſaria la natural generacion para la propagacion delos animales maiores, para cuya primera vida y ſer no es ſufficiente la virtud deel Sol, como lo es para la generacion delos animales imperfectos, que ſe engendran dela corrupcion.

Demas de que ſi Dios, como pudo, lo huuieſſe diſpueſto aſſi, que neceſſidad huuiera de hauer mandado a Noe que entraſſe en el Arca tantos pares de animales, y paxaros, macho, y hembra, &c? pareciera ſin ningun fin eſta ſi huuiera diſpueſto de hazer, ſegũda creacion de eſtos viuientes deſpues de el diluuio. mas probable es lo ſegundo de que eſtos animales arribaſſen alas Yslas, nadando, y volando las aves, pues de algunas de eſtas ſabemos, que el teſon, y fuerça de ſu buelo es tan grande, que muchas vezes ha acontecido verſe ſobre las entenas delas naues, eſtando eſtas de tierra mucho trecho, y nauegando alas Indias ſe han viſto las Tortolas de Africa ſobre ſus popas, mil, y quinientos ſtadios, que ſon caſi docientas millas la mar adentro; y de algunas fieras tambien ſabemos que ſuelen perſeuerar nadando los dias enteros con ſus noches haſta ſalir a tierra.

Eſtas experiencias no ſe puede negar, que hagan probable, que las fieras, y pajaros poblaſſen las Yslas mas cercanas ala tierra nadando por el mar, y volando por el ayre, pero no prueban, que pudieſſen paſſar a poblar regiones tan remotas, y diſtantes como ſon las dela America, porque para paſſar la immenſidad del Occeano, ſon meneſter muchos dias, y no es puſſible, que huuieſſe animales, ni aues de tanto teſſon en nadar, y volar, que pudieſſen durar en eſto tanto tiempo, que baſtaſſe para hazer tan largo camino: por eſtas, y otras raçones concluye en el fin del capitulo veinte, y vno, que aſſi los hombres, como los animales paſſaron de eſta parte del mundo ala otra dela America, o por tierra, o por el mar, en enbarcaciones, y nauegaciones de pocos dias para lo qual ſupone, que eſtan continuadas eſtas dos partes del mundo por algun lado o punta, que por aquella parte delos Bacallaos, o por el eſtrecho de Magallanes eſtan vnidas, o a muy poca diſtancia, de mantra, que con pequeños bajeles, que ſon los que en aquellos tiempos antiguos ſe podian vſar, pudieſſen ſin perder de viſta la tierra, paſſar de vna a otra.

Eſte es el parecer de eſte autor, el qual en quanto ala tierra delos Bacallaos no tiene haſta oy mas probabilidad, que la de vn raçonable diſcurſo, porque aun no ſe ha deſcubierto a quella parte del mundo, ni haſta a ora ha hauido quien nos deſengañe, y cuente la verdad; y ſi cõ el tiempo ſale eſto como lo de Magallanes, dio todo el diſcurſo en tierra pues como hemos viſto en ſu lugar, eſtà ya ſabido que la America por aquel lado, eſtà totalmente diuidida, y remotiſſima de qualquier otra tierra firme, por lo menos hazia el Sur, donde no ſe ha viſto ſino mar, y mas mar, y algunas Yslas apartadas en el. Verdad es que hazia el Oriente, no ſe ſabe haſta a ora quanto ſe eſtienda, y corra a quella tierra, que ſe ve en frente dela del fuego, que cae ala parte Oriental del eſtrecho de San Vicente, que llaman del Maire; puede ſer como pienſan algunos, que corra haſta el cabo de Buena eſperança, y que por aquel lado ſe avezine tanto a aquella parte dela Africa, que pudieſſen paſſar los hombres en pequeñas embarcaciones. Tambien es contingente, que aſſi por eſta parte, como por la delos Bacallaos, eſtuuieſſen mas juntas, que aora vna punta con otra de manera, que fueſſe mas facil el commercio, y paſſaje dela vna ala otra; y que deſpues con el tiempo, aya robado el mar pedaços de tierras, que eſtauan, cõtinuadas, o mas ala viſta vna de otra, y poco a poco aya ido comiendolas de manera, que las aya diuidido, y apartado como parece, que lo eſtan oy; ala manera que hablando, en ſu lugar dela Ysla de ſanta Maria, diximos ſe entendia que antiguamente hauia eſtado continuada con la tierra firme de Arauco, y rompiendo el mar por lo menos ancho, la hizo Ysla. todos ſon diſcurſos fundados en alguna probabilidad de lo que vemos; la verdad la ſabe el que crio, y ſuſtenta eſta gente, y animales dela America, con cuya prouidencia paſſaron a aquellas partes, para los altos fines de ſus ocultos ſecretos, aquien debemos remitir con veneracion de ſu altiſſimo cõſejo el conocimiẽto del porq̃, y porq̃ ha permitido, q̃ tantos ſiglos eſtuuieſſe aquella parte del mundo tan a eſcuras ſin commercio ni comunicacion con eſte aquien ſe ſiruio de que ſu diuina luz amanecieſſe mas temprano. motiuos ſon para agradecimiento delos buenos, que han ſabido valerſe de ella, y para confuſſion delos malos, que al medio dia eſtan tan a eſcuras como ſi aun fuera de noche y no huuiera amanecido.

Pedro Bercio en ſu geografia, como lo refieren Iuan, y Theodoro de Bry, colige la antiguedad delos Indios en la America de ſus antiquiſſimos Reyes, y Señores, y delas ruinas de tan grandes edificios, y coſas memorables, porque hauiendo ſido eſto tanto; no pudo fabricarſe menos, que en vn largo, e immemorial tiempo, añade en particular que tuuo fama vn huerto de vno delos Reyes dela America (q̃ ſeria delos del Perù, porque fueron ſiempre los mas ricos, y poderoſos, aunque en edificios, y grandeza de corte, excedia Montezuma, y los demas Reyes de Mexico ſus anteceſſores). de eſte huerto dize, que las yeruas de el, y los Arboles con ſus troncos, ramos, y ojas, dela meſma grandeza, y proporcion, que los que tenian en los jardines, eran de oro maziço, y en el conclaue, o ſalon Reglo, hauia todo genero de animales hechos de piedras precioſas vnos de famoſa eſcultura, y otros de plumas de varios colores.

Añaden eſtos autores en el tomo vltimo que contiene la decima, vndecima y duodecima parte dela obra, que los Yngas, que fueron los Reyes del Perù, fueron entre todos los principes dela tierra, los mas ricos, y que tenian tanta abundancia de oro, que no ſolo eran de eſte metal las bajillas, en que comian, y bebian, las fuentes, jarros, taças, platos, Albornias, Azafates, Saluillas, Vernegales, y de mas alaxas de eſte vſo, pero que las meſas, eſcaños, cujas, y eſtatuas, eran de oro ſolido, y maciço, mucho delo qual lograron los Eſpañoles quando conquiſtaron aquella tierra, pero mucho mas fue lo que eſcondieron, y retiraron los Indios, lo qual tienen haſta oy oculto ſin quererlo deſcubrir, porque en eſto ſon muy cerrados, e incontraſtables; y no es marauilla, que eſtos Reyes ſe ſiruieſſen de tanto oro, ſiendo ſeñores de tierras, y Reynos, que tanto producen y quando eran tan amados de ſus baſallos, y tan obedecidos, y dueños de ſus haziendas, que no tenian eſtos coſa precioſa, y de eſtima, que no ſe la preſentaſſen, y ellos tan inclinados a atheſorar, que hazian punto, y preſumpcion los ſucceſſores, que entrauan de nueuo a gouernar, de dexar aumentado el theſoro que ſu padre hauia dexado; y no fue pequeño argumento de eſto, la ſuma riqueza, que Ataualpa offrecio, y dio alos Eſpañoles, por ſu libertad, como veremos en ſu lugar.

Entre otras preſſeas, que tuuieron eſtos poderoſiſſimos Reyes, celebran mucho, y con raçon los autores aquella cadena, o maroma de oro, que hizo hazer Guaynacapa onceno Rey del Perù para las fieſtas del primogenito Guaſcar heredero de ſu corona. porque ſiendo eſta tan grueſa, que cada eslauon era como la muñeca de vn hombre, como refiere Garcilaſſo Inga, que ſe lo dixo Vn tio ſuyo Inga, aquien preguntandoſelo, le reſpondio leuantando el brazo, y diziendo (como eſta muñeca) tenia de largo tãto como dos lienços de la plaça del Cuzco, q̃ haziendo la quenta el meſmo autor, que fue natural de eſta ciudad, dize, que por todo ſeran trecientos y cinquenta paſſos ordinarios, que hazen ſetecientos pies, y el contador general Auguſtin de Zarate lib. 1, c. 14. tratando delas increibles riquezas del Inga, dize eſtas palabras [al tiempo que le nacio vn hijo mandò hazer Guaynacapa vna maroma de oro tan grueſſa (ſegun ay muchos Indios viuos que lo dizen) que aſidos a ella docientos Indios orejones, no la leuantauan muy facilmente, y en memoria de eſta tan ſeñalada joya, llamaron al principe recien nacido, Guaſcar, que quiere dezir, ſoga, con el ſobre nombre de Inga, que era de todos los Reyes, como los Emperadores Romanos ſe llamaron Auguſtos] haſta aqui el autor.

Pero porque el nombre, Guaſca, que ſignifica, ſoga, no parecia tan decente, ni ajuſtado a vna Real perſona, le añadieron, la R, llamandole Guaſcar; con que quitandoſe al nombre la ſignificacion de ſoga, y quedando ſolamente con el ſonido de guaſca, ſe proueyò ala memoria, que pretendieron quedaſſe de tana gran preſſea, y ſe atendio ala decencia R eal aquien parece deſdecia ſu ſignificado; El motiuo mas proximo, y immediato que tuuo el Rey para mandar hazen eſta cadena, fue para que los bailes, que ſe acoſtumbrauan hazer en las fieſtas, y ſe aparejauan para eſtas del Principe, ſalieſſen mas dignas de ſu Real perſona, porque el modo de bailar delos Indios, es, concurriendo muchos juntos; y aſidos delas manos, hazer vna gran rueda, con que, dando dos ſaltos, o, paſſos adelante, y vno atras, van poco a poco acercandoſe al Rey, para hazerle reuerencia pues paraques no ſe aſieſſen vnos con otros, ſino todos ala cadena, mandò hazer el Ynga, la que hemos dicho. Tambien es grande prueba dela antiguedad de eſte Imperio a quellos dos famoſiſſimos caminos que refiere Antonio de Herrera como hizimos mencion en ſu lugar, por que ſiendo de tantas leguas, y labrados con tanta magnificencia, y primor, con tantas comodidades, y recreos, para los caminantes de todas ſuertes, no pudieron fabricarſe, ſino en muy largo tiempo, y a grandiſſima coſta, la qual ſiendo impoſſible hazerſe toda junta, fue neceſſario que ſe hizieſſe con vna continuacion muy larga. Eſto es lo que hallo enlos autores dela antiguedad delos habitadores, dela America, en que eſtà, comprehendida la delos Indios del Reyno de Chile, por ſer vna de ſus partes mas principales.

CAPITVLO II.
Del grande animo, y valentia delos Indios de Chile.

C

Orren plaça los Indios de Chile a boca de todos los que los conocen, y han eſcrito de ellos, delos mas valeroſos, y mas esforçados guerreros de aquel tan dilatado mundo; pluguieſſe a Dios no tuuieramos tanta experiencia de eſto, que eſtuuiera oy aquel Reyno delos mas floridos, y opulentos delas Indias, de que no es pequeña prueba el eſtado, en que oy ſe halla, ſin embargo del perpetuo, y continuo contraſte, que ha tenido de guerras deſde mas ha de ciena años que ſe començo pelear, ſin hauer dexado vn punto las armas de las manos, que es coſa, marauilloſa, y digna de ponderacion, que hauiendo el Eſpañol abaſallado tan en breue Imperios tan poderoſos, como fueron los de Montezuma en Mexico, y del Inga en el Perù, nunca aya podido a cabar de ſugetar eſtos valientes guerreros de Chile, hijos de aquella cordillera, que parece les pega lo crudo, incontraſtable del ſus inexpugnables rocas y aſperezas.

Sino es, que ya ſea la cauſa que apuntamo sarriba da Fray Gregorio de Leon, que atribuye eſte brio y Valentia ala fertilidad dela tierra, que como el dize, y es aſſi, [caſi no neceſsita nada de fuera, aq̃ añade el nacer y viuir eſta gente trayendo debaxo delos pies tanto oro como ſe cria en ella, y beber continuamente de las aguas, que paſſan por ſus minerales, participando de ſus buenas, y generoſas qualidades,] como los que viuen en la Villa de Potoſi, y ſe crian junto a aquel prodigioſo cerro dela plata, tienen vnos animos tan intrepidos, y leuantados; como ſe ha experimentado en las inquietudes, y reboluciones, q̃ alli ha hauido; y ſon tan generoſos, que he oido contar a algunos mercaderes de aquel lugar, que ſi acontece quebrar vno de ellos, o hallarſe con deudas, y con alcances de cuydado, en ſaliendo por la mañana de caſa, y viendo aquel cerro, parece que ſe les enfancha el coraçon, y ſe hazen ſuperiores a ſu fortuna, y cobran nueuos alientos de mexorarle.

Nazga eſta valentia y ſuperioridad de animo delos Chilenos, de eſtos principios, o de algun particular influxo del cielo, o conſtelaciones de eſtrellas, como dize el meſmo autor; lo que la experiencia ha moſtrado, y mueſtra es, que en la America ſon ellosl os ſin ſegundos como lo dizen todos los autores, que tratan algo de eſta materia, aunque todos hablan muy por maior, y al buelo, por no hauer haſta aora ninguno, que aya eſcrito de propoſito la hiſtoria de Chile, aora eſtan dos para ſalir, que haran verdad, y adelantaran quanto haſta aqui le ha oido apedaços de eſta gente, y harto dize D. Alonſo de Ercilla en ſu famoſa Araucana, que aunque por ſer en verſo ſe lee con menos ſatisfaccion dela verdad; pero no ay duda que abſtrayendo delos hiperboles, y encarecimientos proprios del arte poetica, todo lo hiſtorico es muy conforme ala verdad, y el autor, por ſer vn Cauallero de tanta ſuerte, y hauer viſto caſi todo lo que eſcriuio por ſus ojos, es digno de todo credito; que hauiendo eſcrito, no en los rincones, ni de oydas, en partes remotas, y diſtantes, ſino en el meſmo lugar, donde ſuccedio lo que cuenta, ſi ſe huuiera apartado dela verdad, tuuiera contra ſi tantos deſmentedores quantos eran los que la ſabian, por hauerſe hallado con el preſentes a todo.

De mas de que hauiendo dedicado la obra al catholico Rey ſu Señor, y preſentadoſela de ſu mano, quando voluio de Chile a Eſpaña, noſe huuiera atreuido a faltar ala verdad dela hiſtoria ſopena de exponerſe al caſtigo, y deſcredito de ſu perſona en lugar del premio, que por ella alcanço. Veaſe el prologo, en que en buen eſtilo, y proſa, dize harto del valor de eſtos Indios, y para mas ſeguro dela verdad, con que lo trata, concluye ſu prologo diziendo eſtas palabras [todo eſto he querido traer para prueba, y en abono del valor de eſtas gentes, digno de el maior loor, que yo le podre dar con mis verſos; y pues como dixe arriba, ay aora en Eſpaña cantidad de perſonas, que ſe hallaron en muchas coſas delas que aqui eſcriuo, remito a ellos la defenſa de mi obra en eſta parte] haſta aqui eſte autor digno dela immortal memoria, que le ha dado eſte ſu libro, el qual cõ hauer mas de cinquenta años que ſe dio ala eſtampa en Eſpaña, en Flandes, y otras partes, eſtan las librerias llenas de ellos, por el cuydado, que ay de reſtamparle para que no faltan, que es buena ſeñal de quan accepto ha ſido; y aunque en el ſe haze mencion en particular delos Araucanos, es la meſma raçon de todos los de mas Indios de Chile, como veremos en ſu lugar, quando tratemos dela guerra, que han hecho alos Eſpañoles.

Pero aun antes, que eſtos penetraſſen a ſu pais hauian dado ya ſufficiente demoſtracion de ſus invencibles animos, hauiendolos tenido de acero contra los Reyes Ingas, pues con todo ſu gran poder, nunca le tuuiieron pãra conquiſtarlos, y vencerlos ſiendo aſſi, que lo deſſearon y procuraron por ſer muy aficionados a cõquiſtas; y hauerſe hecho dueños, y ſeñores de todo lo reſtante de aquellos Reynos, y por la fama de Chile, quiſieron tambien conquiſtarlo, y para eſto deſpacharon vn poderoſo exercito, y ganaron algunos pueblos al principio, los quales ſugetaron atributos deſmedidos pero proſiguiendo con ſu conquiſta y llegando alos Promocaes de Maule, les ſalieron los Chilenos, que hauitauan las tierra mas adentro y los hizieron retirar mas q̃ de paſſo. Refiriendo eſto mas en particular Garcilaſſo, dize, que el Inga Yupangue decimo Rey del Perù, con el deſſeo de conquiſtar eſte Reyno, ſe puso enlos confines y vltimos terminos del ſuyo, que fue en Atacama, y de alli embio ſus armadas, hauiendo primero embiado ſus exploradores, y eſpias por las ochenta leguas, que ay de deſpoblado, para que de cada dos leguas voluieſſen, dandole auiſos delo que iuan deſcubriendo, como la hizieron ſuccediendoſe los vnos alos otros, y dexando ſus ſeñales en los caminos, que ſiruieſſen de guia alos que iuan de nueno, embiò primero diez mil hombres a cargo del General Sinchiruca, y dos maeſtres de campo de ſu linaje, porque no quiſo fiar de otros empreſſa tan grande. llegò eſta gente a dar viſta a Copiapò. que es el primer Valle delos que tenian plobados los Chilenos, con los quales començaron los Peruanos a trabarſe, por no hauer admitido las embajadas, que de parte del Inga ſu Rey les hizieron, paraque le reconocieſſen por ſu ſeñor, aquien auiſando dela reſiſtencia, que hauian hallado les deſpachò otros diez mil hombres con nueuas embajadas, de que ſu intento no era de quitarles ſus tierras, ni ſus haziendas, ſino ſolo que le reconocieſſen por hijo del ſol, y ſeñor delo que eſte calentaua con ſus Rayos. Viendo los Copiapoenſes el ſocorro que hauia venido alos Peruanos, y ſabiendo que no hauia deſer el vltimo, porque el Inga Yupangue que daua a preſtando nueuos exercitos, con que ſocorrer alos ſuyos, convencidos de que eſte reconocimiento que les pedia, peſſaua menos que la mucha ſangre, que les hauia de coſtar la reſiſtencia, vinieron en los conciertos, que les offrecian.

De eſta manera dize Garcilaſſo, que ſe fueron entrando los Peruanos haſta Maule, que es vno delos Rios de Chile que quedan referidos en ſu lugar. Hallauaſe ya aqui muy poderoſo el exercito del Inga, porque era ya de cinquenta mil hombres, por los grandes ſocorros con que cada dia les iua reforçando, y queriendo proſeguir con ſu conquiſta embiaron ſus embajadas alos Indios Promocaes, que hauitan aquellos valles, los quales hauiendo antes entendido la venida, y entrada del exercito Peruano por las tierras de ſus vezinos, ſe hauian pueſto en arma para defenſa delas ſuyas, llegaron los Embajadores del Inga, y hizieron ſu embaxada a coſtumbrada, proteſtando de parte de ſu Rey que no pretendia otra coſa, que el reconocimiento, que ſe le debia por hijo del ſol, y que por eſto le tuuieſſen, y reſpetaſſen como a ſu ſeñor. Los Promocaes que eſtauan reſueltos a morir, o vencer, reſpondiero ala embajada, que los que vencieſſen ſerian los Señores, y con eſto ſin eſperar otra coſa, ſe juntaron en vn poderoſo exercito, que al tercero, o quarto dia, les ſalio al en cuentro, y ſe puſo a ſu viſta: gran cuydado debio de dar alos Capitanes Ingas la reſolucion tan animoſa delos Chilenos; y aſſi temiendo el ſucceſſo, les embiaron nueuos Embajadores, con requerimientos de paz, y amiſtad, haziendoles nueuas proteſtaciones, llamando al Sol, y ala Luna de que no iuan aquitarles nada, ſino a que reconocieſſen al Sol por ſu Dios y a ſu hijo el Inga por ſu Señor; alo qual reſpondieron breuemente, que venian reſueltos a no gaſtar el tiempo en raçonamientos vanos, ſino a menear las manos, y pelear haſta morir, o vencer, por tanto que no les embiaſſen mas embajadas, y que ſe aperciuieſſen ala batalla para el dia ſiguiente, como ſe hizo, en la qual ſe moſtraron los Promocaes tan valeroſos, que aunque el exercito del Inga era tan poderoſo, le vencieron; y quitaron la gana alos Peruanos de aſegundar, y tentar otra vez la fortuna, teniendo por buena y mas ſegura el retirarſe, deſengañados de que lass hauian con fuerças ſuperiores, y aſſi los dexaron en paz en la ſegura poſſeſſion delo que tan valeroſamente defendian.

Antonio de Herrera tom. 3, decada 5. aojas 76. da la cauſa de no hauerſe q̃rido ſugetar a eſtos monarcas, y dize, que es por la ſoberania con que querian ſer tratados, y que ſus baſallos los tuieſſen por Dioſes, y portarſe con ellos como ſi fueſſen de otra eſpecie, lo qual jamas pudieron tragar los Chilenos, porque a ſu generoſo coraçon, y valeroſo animo era inſoportable eſte genero de tirania, y aſſi reſiſtieron ſiempre a ſus armas, de tal manera, q̃ hauiendo ſugetado con ellas, a tan gran parte dela America que no reconocian otro ſeñor que al Inga, ſolo eſtos de Chile ſe ſalieron con tenerſelas tieſas; ſi bien los mas proximos alos confines del Perù como ſon los de el Guaſco, Copiapò, y Coquimbo debian de tenerle algun genero de ſugecion, porque le contribuian del oro, que ſacauan de ſus minas, y aſſi en ninguna parte de Chile, ſino en eſtas ſe habla la lengua general del Perù, que es ſeñal muy clara delo que digo.

Por eſta meſma cauſa no ſolo reſiſtieron al ſeñorio del Inga, pero no quiſieron jamas admitir Rey de ſu propria nacion, ni dela agena, porque el amor, y eſtima dela propria libertad, preualecio ſiempre contra todas las raçones de eſtado, con que la politica pudiera perſuadir lo contrario, ni tan poco vſaron del gouierno de Republica, porque ſu animo impaciente, y guerrero no pudo ajuſtarſe con las eſperas, y atenciones neceſſarias para el acuerdo, y vnion de muchos pareceres; por eſto tirò cada vno por ſu camino, o por mexor dezir cada familia, y parentela, eligiendo cada vna entre todos vno que los gobernaſſe, acuyo orden eſtauan todos los demas, y de aqui tuuieron origen los Caciques, que ſon los Principes, y ſeñores de baſallos, que deſpues ſe fueron heredando, y ſuccediendoſe de padres a hijos, entre los quales el primo genito ſuccede a ſu padre en el derecho de ſeñorio, y Cazicazgo.

Pero aunque cada vno gobíierna ſu juriſdicion, ſin ninguna dependencia, ni ſubordinacion a otro, con todo quando ſe offrece vna ocaſſion, en que va la conſeruacion de todos, y de ſus tierras, ſe juntan los Caciques, y perſonas mas principales, los ancianos, y hombres de experiencia, convocandoſe para eſto aſu vſança por medio de ſus embaxadores, y hazen ſus juntas, reſoluiendo en ellas lo que mexor les parece, y ſi es punto de guerra defenſiua, o offenſiua, eligen por Capitan general, y cabo del exercito, no al Caciq̃, o al mas poderoſo, o mas noble por ſerlo, ſino al mas valeroſo, y que mexor ha probado ſu intencion en las batallas, y combates contra el enemigo, a eſte eligen, y a eſte obedecen todos los demas, y de eſte modo ſe han conſeruado tantos años, ſin que ninguna fuerça aya podido prevalecer contra ellos: para hazer eſtas juntas eligen vn campo el mas ameno, y apacible, donde lleuan mucha abundancia de chicha, que es el vino vſual, que ſiempre han tenido: eſtando ya todos juntos, y hauiendoſe refreſcado, o por mexor dezir calentado, y auiuado con el calor del vino el militar furor, y eſpiritus vitales, ſe levanta en medio de todos el que, o por ancianidad, o por otro titulo le toca hazer el parlamento, y proponer el fin dela junta, y con grande eloquencia (que ſon en eſto muy ſeñalados) le propone, trayendo todas las raçones, y motiuos que le perſuaden. Todos eſtan obligados a ſeguir la maior voz, y enſaliendo de acuerdo lo que ſe ha de hazer, ſe publica a ſon de tambores, y trompetas con gran rumor. Danſeles tres dias de termino para rumiar, y conſultar ſobre lo propueſto, y decretado, y no hallandoſe inconvenientes, es infalible la execucion, para la qual confirman el decreto, y ajuſtan los medios, que parecen mas efficaces para e lintento.

CAPITVLO III.
Proſigue la meſma materia, y trataſe dela nobleza delos Indios de Chile.

A

Ntonio de Herrera en el lugar citado en el capitulo. paſſado hablando delos Indios en comun, dize, que entre ellos ay algunos aventajados al vulgo, como caualleros, y luego añade eſtas palabras, aojas 76. [de eſta manera han ſido, y ſon los Indios de Chile], y dize bien, porque ſi el lucimiento, y valor en las armas es principio de nobleza, como ſe puede ver en D. Andres tiraquello en el primero tomo de ſus obras, que trata De nobilitate, & iure primogeniorum, y muchas nobiliſſimas caſas, no conocen, ni blaçonan, oy otro origen de ſu hidalguia, y eſclarecida nobleça, que el decender de algun gran Capitan, o ſoldado, que en tal, o tal batallas ſe ſeñalò, de manera, que mereciò ſer premiado de ſu Rey; ſiendo los Indios de Chile tan inſignes, y ſeñalados en el exercicio delas armas, como todos publican, y lo mueſtra la experiencia; con raçon ſe les da entre los demas Indios, el titulo del nobles, y caualleros; en fin ſon los valeroſos Cantabros dela America, que aſſi como los dela Europa, merecen el titulo de nobles, por el valor con que ſe defendieron de ſus enemigos quando todo el reſto de Eſpaña ſe vio de baxo de ſu poder, aſſi los Chilenos merecen eſte meſmo titulo, pues hauiendoſe apoderado el Inga de todos los Reynos del Perù, haſta los confines de Chile, no le dexo paſſar adelante el animoſo, valor de ſus habitadores.

Vna circunſtancia hallo aqui digna de reparo, y es que en Cantabria pudo ſer gran parte de ſu defenſa, lo incontraſtable de ſus montes, y el menos interes, que ſe podia prometer de ſu conquiſta, por ſer pais, cuyo ſuelo no es de ſuyo de tanto prouecho como otros; no aſſi en Chile, donde fue ſiempre tan conocida la riqueza de ſus minas, y las tierra, ſi montuoſa, no tanto, que no tenga en muchas partes dilatados valles, y campos muy eſentos, y eſcombrados, y tan fertiles, y abundantes como hemos viſto: ſolo el valor, y valentia de ſus habitadores, fue la defenſa, y conſeruacion de aquella tierra, ſin otros reparos, ni fortalezas, ellos por ſi ſolos fueron los muros, y caſas fuertes, que reſiſtieron al poder contrario, pues no teniendo, ni vn caſtillo, ni vna muralla en toda ſu tierra, ni vna boca de fuego para oponerſele, le detuuieron el paſſo, y le obligaron a voluer atras con eſcarmiento, para no intentar en adelante lo que tan mal les hauia ſalido. Verdaderamente es eſto coſa digna de admiracion, aunque no tanto alos que ſaben lo mucho que eſtos Indios ſe precian de ſoldados, y el exercicio de armas, que tienen, aun deſde muy moços, de que ſerà bien dar alguna noticia.

En teniendo el niño fuerças, le hazen ſubir corriendo vna pedregoſa cueſta, dan do al que mexor lo haze, vn premio, con que ſe hazen muy ſueltos, y lijeros, y aſſi los he viſto yo en ſus fieſtas, holguras, y juegos, a poſtar a correr de dos en dos con gran ligereza; alos ya manceuos exercitan en las armas, y los que no aprouechan, y mueſtran menos talento en eſte exercicio, los aplican ala labrança, y los que eſtan dedicados ala guerra, y no los dexan diuertirſe, ni ocuparſe en otra coſa, y aſſi eſtan obligados a ſuſtentar armas y cauallos, y ſer muy dieſtros en ſu exercicio, y eſtar promptos, y aparejados para la ocaſion, en que dan acada vno el pueſto, y officio ſegun el talento que ha moſtrado en las que ſe han offrecido; ni vale para eſto interceſſion, nobleza, ni otro titulo, que el delas hazañas, con que cada qual ſe ha acreditado en los lances que ha tenido en las batallas, y encuentros dela guerra.

Las armas, de q̃ vſan, ſon Picas, Alabardas, Lançones, Hachas, Martillos, Mazas y Barreteadas: Dardos, Saetas, Arco y Flecha, y Baſtones: Lazos des nieruos, y fuertes mimbres, y tiros, que arrojan de piedra, la Caualleria pelea con Lança, y Adarga, el qual vſo deben al Eſpañol, de quien lo han aprendido. y hauido los cauallos, que oy tienen, que antes de ſu llegada a aquel pais no tebian eſta eſpecies ni el yerro, de que tienen ya oy algunas armas; pero ſuplian eſte defecto con cierto genero de madera, duro, y de tal calidad, que al reſcoldo del fuego, ſe tueſta, y endurece, y ſirue caſi como ſi fueſſe acero. Vſan de fuertes, y duros Coceletes, Peto, Eſpaldar, y faldones, y vnos a manera de fayetes, Grebas Brazales, Golas, Capacetes, Morriones, y Celadas de diuerſas hechuras, hecho todo eſto de cuero de toro: crudio, que deſpues de ſeco que da caſi tan impenetrable como armas de acero, y les hazen ventaja en el mexor manejo, porque como ſon mas ligeras, embaraçan menos, y dexan el cuerpo mas libre para pelear: no puede el Piquero ſer flechero, ni vſar dela Maça el que vſa de otra arma, cada qual menea las manos con la que le toca; y es aquella, en que moſtrò mas habilidad deſde manceuo.

Forman ſus eſquadrones cada hila de mas de cien ſoldados, entre vna pica, y otra los flecheros, los quales eſtan amparados delos Piqueros, que van hombro con hombro; ſi el eſquadron primero es vencido, y desbaratado, ſocorre el ſecundo con tanta prieſſa que parece no ha faltado de ſu pueſto el primero, y lo meſmo haze el tercero, y quarto, ſuccediendoſe los vnos alos otros como olas dela mar, ſin que ſe interrumpa la aſſiſtencia delos ſoldados en el pueſto que les toca, del qual a ninguno es licito mouer el pie, ſino es con la muerte: procuran ſiempre tener cierta, y amenos diſtancia que pueden la retirada a Pantanos, y Lagunas donde eſtan mas defendidos que en el mas fuerte caſtillo. Los ſobre ſalientes van delante del exercito arraſtrando por los cuentos las picas: ſon eſtos tan ſoberbios que deſafian como otro Golias al enemigo, a que ſalga al campo cuerpo a cuerpo, y a vn hazen lo meſmo oy con el Eſpañol, como ſe vera en ſu lugar: marchan con grande orgullo, y biçarria, ambicioſos de honrar, al ſon de ſus Tambores, y Trompetas matizadas las armas con viſtoſos colores, y con penachos de plumas muy galanos, y hermoſos.

Hazen ſus fuertes quando les importa de grandes, y grueſſos arboles, de que hazen tambien ſus eſtacadas, dexando en medio la plaça de armas, y antiguamente ſolian hazer dentro de eſte fuerte, otro de tablones pueſtos de trecho en trecho vnos grandes troncones; al derredor de eſta fuerça hazen vna ſola en cubierta, ſembrada de yeruas, y flores; pero hincados debaxo de ellas agudos eſtacones, y abrojos, para mancar los caballos del enemigo, y otras hazen mas hondas, paraque queden eſtacados. algunos tienen grande atencion en eſtas juntas de guerra, y conducion de exercitos alas ſeñales, y agueros, que preceden, olas acompañan, de que ſuelen ſer obſeruadores muy puntuales; otros ſe rien de ellos diziendo que no ay aguero como menear bien las manos en la ocaſſion ſin temor del yerro, del fuego, ni dela muerte, y es aſſi que al primer encuentro embiſten con tal furia, y coraſe como ſino temieran ningun peligro.

Para eſto eſtando ya todo apunto de batalla, ſe haze ſilencio, y leuantando la voz el general, haze a todo el cãpo vn raçonamiento tan ardiente, y efficaz, y con tal henergia de raçones, y palabras, y viueza de acciones, que al mas medroſo le pone animo de Tigre, y Leon contra el enemigo. poneles por delante la honra dela victoria, y la ignominia de quedar venzidos, y cautiuos en poder del contrario. mirad, les dize, que eſtais ala viſta de eſtos dos extremos, lo que va del vno al otro: no ſois voſotros hijos, y deſcendientes de aquellos valeroſos Capitanes, y ſoldados, que vencieron tantas batallas arreſgando, y deſpreciando ſus vidas por defenſa dela meſma patria y libertad que defendemos? hemos de cõfeſſar q̃ fueron ſuperiores a nueſtro valor, o que lo ſean los enemigos presẽtes alos que ellos vencieron? intereſſaron ellos mas que noſotros, o eſperamos menos gloria dela que ellos alcançaron con ſus triunphos? de morir tenemos todos, y en eſta igualdad de fortuna no ſe reconoce otra ventaja, que la de vna muerte glorioſa por la eſtimada libertad dela patria, de nueſtros hijos, y decendientes. acordaos, que ſuſtenta vueſtro coraçon, y ocupa vueſtras venas la heredada ſangre delos que jamas conſintieron el infame yugo dela ſeruidumbre ſobre ſus cuellos, no conſintais, que ſe rindan aora ala puſilanimidad, y cobardia; animo valientes ſoldados los mas valeroſos, y alentados, que ha viſto el Sol, animo que en el eſta la vitoria.

Con eſtas, y otras palabras, refiriendo en particular algunas de ſus victorias, ſe reviſten todos de vn tan gran furor, que leuantando a vna la voz, para hechar deſi, como dizen, el miedo, comiençan a patear el ſuelo, y a embrabecerſe contra el enemigo, y a embeſtirle con tal reſolucion, que es de prueba el campo, que a ſu primer impetu, y encuentro le reſiſte, y no blandea; trataremos de eſto quando lleguemos a dezir algo delas batallas, que han tenido con los Eſpañoles cuyo valor ha hecho luzir el ſuyo, obligandole a hazer demonstraciones de el muy dignas de hiſtoria, proſigamos aora con la narracion de ſus naturales propriedades independientemente dela reſiſtencia, que han hecho alas armas del catholico exercito, por no confundir vnas coſas con otras, y evitar con eſta la confuſion, que ſuele hazer menos agradable la leyenda.

El eſpiritu belico de eſta gente tiene principio de ſu natural, porque ſon colericos, impacientes, mal ſufridos, furioſos, arrogantes, ſoberbios, y feroces, y en ſus venganças ſon notablemente crueles, deſpedaçando inhumanamente al enemigo quando le han alas manos, leuantandole en las picas, arrancandole el coraçon, haziendole pedaços, y relamiendoſe como fieras en ſu ſangre: adelante ſe contarà vn caſo en que ſe vera algo de eſto en particular. ſon por lo general de cuerpos robuſtos, bien formados, de grande eſpalda, pecho leuantado, de recios miembros, y bien fornidos, agiles, deſembueltos, alentados, nerbudos, animoſos, valientes, y atreuidos, duros en el trabajo, y muy ſufridos, en hambres frios, aguas, y calores, ſon deſpreciadores delas proprias comodidades, y delas meſma vida, quando es neceſſario arreſgarla por la honrra y libertad, ſin deſiſtir en lo començado, con porfia, y conſtancia increible.

Son grandes hombres de acauallo, y con vn mal ſuſteſillo, y aun en pelo, van mas ſeguros que otros en buenas ſillas de en caje: arrojanſe corriendo por vna cuchilla de vn cerro, o por vna ladera abaxo como Gamos, el cuerpo tan derecho, y fixo ſobre el cauallo como ſi fuera clavado en el, ni les embaraça el hato, y ropa, que lleuan encima, porque es muy poca la que traen en ſus cuerpos, ſin embargo de que quando marchan, lleua cada vno conſigo ſu matalotaje, y aſſi no neceſſitan del cuydado del Vagaje, que es vna gran ventaja en la guerra: con vn poco de harina de Maiz vn pedacillo de ſal, y algunos ajies (q̃ llamamos en Eſpaña pimiẽtos, y en algunas partes delas Indias ſe llamã Chiles) hazen la talega, y eſto les baſta para mantenerſe, no poco tiempo, ni neceſſitan de mas cocina, que vna calabaza, que llamamos mate en las Indias, en que llegando a algun arroyo, o fuente, deſatan la harina con vn poco de agua, que les ſirue de bebida, haziendola rala (y llaman Vllpu) y decomida quando eſta mas eſpeſſa (y llaman rubul) hechando dentra el aji, y el pedaço de ſal, o lamiendola, quando comen la harina a ſecas.

El grande numero de gente que aquel pais ha producido, y ſuſtentado ſiempre, ſe podra facilmente colegir del que hallaron los Eſpañoles quando entraron en el, el qual como refieren los autores citados, fue de cien mil, y docentos mil, mas, o menos conforme ala grandeza y diſtrito delas juriſdiciones, y plobaçiones; eſtas nunca fueron en forma de ciudades, porque todo lo que olia a algun genero de ſujecion, o apretura, no les agradaua, ſino el deſahogo, y libertad, y aſſi viuian en los campos cada ca
Sic transferunt indi domus suas cum exvno in alium locum transeunt
cique con ſus baſallos, y parcialidad, repartidos conforme la comodidad de cada vno, eſtos en aquel valle, aquellos ala falda de aquel monte, eſſotros ala orilla de vn Rio; vnos ala entrada de vn boſque, y otros dentro de vna montaña, o ala ribera del mar, ſin mas gouierno, ni cabildo, que la voluntad del Cacique a quien todos los demas eſtan promptos, y ſugetos para obedecerle.

Sus caſas ſon de ordinario pajizas, y aſſi, ſin altos, ni entreſuelos, ni ventanajes, y no ſon de maſiado de grandes, ni eſtan vnidas, y continuadas vnas pieças con otras, ſino cada vna de porſi, de manera, que quando ſe les antoja mudar de ſitio, arrancan la caſa, y cargan con ella, lleuando cada apoſento y camara deporſi, la qual cargan diez, o veinte hõbres mas o menos conforme es ſu grandeza, y no tiene eſto mas obra, que deſcarnar dela tierra las principales baras, y palos, en que eſtà fundada, y luego todos a vna, apechugando cada qual con el ſuyo, hazen fuerça a vna voz, y la arrancan, y luego con grande algaçara, hechando mano cadaqual de vno de aquellos como pilares, en que ſe forman los arcos, comiençan a caminar haſta el lugar deputado, pero parando atrechos quando neceſſitan de tomar refuello. las puertas ſon dela meſma materia delas caſas, ni gaſtan en ellas Gonces, cerraderas, ni clauaçon, ni dentro de ellas, tienen caxas, ni eſcritorios, ni otra coſa cerrada con llaue, porque la que aſegura lo que cada vno tiene, no es otra, que la fidelidad, que como coſa ſagrada guardan vnos con otros.

Sus alaxas ſon de poquiſſimo valor, porque verdaderamente es gente deſpreciadora delas comodidades, y ſuperfluidades en el tratamiento de ſus perſonas y lo que en ellos es natural, y coſtumbre ya connaturalizada, fuera penitencia muy grande en otras naciones, porque lo primero en ſus camas nadie vſa de colchon, menos de ſabanas, ni almoadas, y pues no cuydan de eſto, viſto eſtà, quan poco les matara el aliño o cuydado de Cortinas, Pabellones, o Alcobas adornadas: el duro ſuelo es ſu Cuja, o Lecho, ſobre el qual tienden vnos pobres pellejos, y por cabecera, o almoda ponen vn adobe, o vn pedaço de leño, y ſobre el, q̃ es el maior regalo, doblada la manta, que dedia les ſirue de capa: cubrenſe cõ vna, o dos fraçadas muy grueſſas, y toſcas, que texen de vn hilo como el dedo. los que ſe contentan con tan poco en lo que eſta tan immediato a ſus cuerpos, dicho ſe eſta quanto menos ſeles darà de cubrir las paredes de tapices, o colgaduras, no tuuieron jamas ni aun eſpecie de eſto: nunca ſe ſiruieron de coſa de Oro, ni Plata, con piſar tanto de eſto en ſu tierra: ſus bajillas, y aparadores, ſon quatro platos, y vna cuchara de palo, o vn choro del mar, que les ſirue delo meſmo; vn mate, o Calabaça, en que beber, vna oja de arbol, o de Maiz por ſalero; y en eſto ſe encierra todo el aparato dela meſa: eſta es el meſmo ſuelo, o quando mas, vn pequeño banquillo, ni ay que tratar de tender ſobre el otros manteles, y ſeruilletas, que vna eſcobada, que quando mucho dan ſobre el por la limpieça.

Sus comidas ſon mas ſimples, y de menos artificio, y ingredientes que las que ha inventado la gula en otras naciones, pero con todo, no malas, ni deſabridas, y tales, que facilmente ſe acomodan con ellas los Europeos, y les ſaben bien; comen poca carne, porque antes que entraſſen los Eſpañoles, no tenian Bacas, Ovejas ni Cabras, niaun Gallinas, y eſtas no ſiruen ſino enlos vanq̃tes, y fieſtas; y aunque tenian el genero de Ovejas, como Camellos, de que hablamos en ſu lugar, no era ſu ordinario y Vfual ſuſtento de ſu carne, ſino dela harina de Maiz, y varias frutas yeruas, y verduras, y lo mas comun, los Porotos, que llamamos por otro nombre, frijoles, y los çapallos, que dezimos Calabaças, en Eſpaña: comian peſcado, y mariſco del mar, y la carne que caçauan en el campo, particularmente los conejitos, que llaman Degus; y deſpues, que entraron los Eſpañoles, comen la carne de Baca, y Carnero, de que ay ya tanta abundancia como queda dicho.

En lugar del pan de trigo, de que tan poco tuuieron noticia haſta la entrada, y comercio delos Eſpañoles, comian el que llaman mote, que es ſu Maiz cocido en agua ſimple, como el arroz en la India Oriental: eſte maiz ha ſido ſiempre, y es el ſuſtento mas vniuerſal de los Indios, porque no ſolo les ſirue de comida, ſino tambien de bebida, la qual hazen dela harina toſtada, o deſatada ſimplemente en agua, como hemos dicho, o cociendola, y haziendo la Chicha, que es ſu vino ordinario, el qual tambien hazen de otras frutas de arboles. El modo de hazer la harina no es como noſotros la hazemos en los molinos, ſino amano: tueſtan primero el maiz en ſus Leupes, que ſon como vnas grandes albornias de barro, eſtas ponen al fuego con harena dentro, la qual eſtando ya bien caliente, hechan el Maiz deſgranado, y meneandolo muy aprieſa con vn maço de palitos a manera de eſcoba, ſe tueſta con gran breuedad; y ſacando el toſtado, hechan otro tanto del crudo, y de eſta manera en muy poco tiempo diſponen vna gran partida, para hazer la harina. eſta la muelen fixando en tierra vna piedra como vn pliego, o medio de papel excabada en proporcion para poder jugar ſobre ella otra del tamaño de vn pan de figura ouada, eſta coge la India con dos manos, y pueſta de rodillas, la juega ſobre la otra aplicando a ſus tiempos con la mano hizquierda el Maiz entre las dos piedras, en tal diſpoſicion que ſiempre va aplicandoſe dẽtro de ellas, e q̃ baſta para que no pare la molienda; la harina va cayendo por delante en ſu manera de caxa caſi tan aprieſſa como en las de nueſtros Molinos, aunque no en tãta cantidad, porque las fuerças de vna muger, no pueden emparejar con la de la corriente, y canal de vn Molino, pero muele la que baſta para el ſuſtento de ſu caſa, para hazer la Chicha para ſus holguras, y para auiar al marido, o al hijo que va ala guerra, o haze otro viaje; y eſte officio es proprio de las mugeres, y fuera ignominia en vn hombre ocuparſe en el, ni en otros de ſus miniſterios, como ſon hazer la cocina, hilar, barrer y otras ſemejantes.

CAPITVLO IV.
Continuaſe la meſma materia.

E

N ſus enfermedades añaden los Indios muy poco, o caſi ningun regalo al ſuſtento ordinario, por lo menos no mexoran de cama. El modo de ſangrarſe, es mas ſeguro que el nueſtro, porque no es con lanceta, que tiene el rieſgo que ſe ſabe de mancar, o apoſtemar vn braço, quando el barbero es menos entendido en el arte, ſino con vna punta de pedernal muy aguda; ponen eſte en el extremo de vn palito de haſta vn palmo de largo, y alli lo aprietan eſtrechamente de mañera, que que de fuera todo aquello que baſta, y no mas para romper la vena, la qual diſponen al modo ordinario, q̃ ſe vſa en otras partes leuantar bien la vena, la qual eſtando ya bien diſpueſta, le aplica el barbero la punta del pedernal, teniendo el palito con la maso hizquierda, y eſtando bien ajuſtado, da ſobre el vn fuerte golpe con la derecha, con que la ſangria ſale mas cierta, y ſegura y comunmente es mas copioſa que las nueſtras. No paſſa de aqui la eſphera del miniſterio de barbero entre eſta gente, porque no tienen barba que hazer, por ſer de ſu naturaleza lampiños, y los pocos pelos, que les ſalen, tiene cada vno cuydado de pelarſelos, porque ſe afrentan de tenerlos en la cara; y aſſi hazen vnas como pinças de vnos choros delmar, las quales traen ſiempre conſigo, y a ratos perdidos las ſacan, y en buena converſacion eſtan arrancando los pelos, que otros con tan gran cuydado ſuelen criar, y peinar, honrrandoſe con ellos; que es buen argumento delo que haze la aprehenſion delos hombres para que vna meſma coſa ſe tenga por honrra, y por lo contrario; tanpoco tienen neceſſidad de barbero para hazerſe el cauello, porque de ſu natural coſtumbre, y vſança le traen ſiempre largo haſta des baxo dela Oreja, y no mas, y para deſpuntarlo, y que ande ſiempre e eſta medida, facilmente ſe ſiruen los vnos alos otros.
Elmodo de veſtirſe (ſi bien galano y de varios, y viſtoſos colores, que dan ala lana de que hazen ſus texidos) es tan ſencillo, y ſimple, que pueden dezir lo del Apoſtol, quibus tegamur contenti ſumus, porque ni aun vſan de aforros no ninguna delas pieças, de que vſan; ni ponen vna de baxo de otra: el calçon llega abeſar la rodilla, o poco mas, abierto, y ſuelto, como calçon de lienço, y eſtà, immediato ala carne, porque no vſan camiſa; El cuerpo lo viſten con la que llamamos camiſeta, y ellos Macuñ, que va tambien immediata, y no es otra coſa, q̃ haſta vna bara, y media de tela de lana, hecha vna abertura en medio, ala larga, tan grande, quanto baſta para entrar por ella la cabeça, y ceñida luego por la cintura con vna cinta, o cordel, ſin que tenga otra hechura, ni artificio, como tan poco le tiene la manta, que correſponde ala capa, y llaman Choñi, de que vſan quando van fuera de caſa, y eſta es como vna ſobremeſa, o ſobrecama: traen el braço, pierna deſnuda, el pie calçado con la que llaman ojota, y es a manera de alpargate. la cabeza va tambien deſcubierta, atada con vna cinta de lana de varios colores, con ſus rapazejos colgando la manera de toquilla, la qual leuantan o quitan del todo dela cabeça, en ſeñal de corteſia, como nosotros hazemos con los ſombreros.

En ſus fieſtas y bailes, y regocijos, aunque no añaden mas veſtido, ſe mexoran en la qualidad del, porque guardan para eſtas ocaſiones los veſtidos de mexores colores, y variadas liſtas y demas finas lanas, y mas coſtoſos texidos, hechanſe al cuello vnas como cadenas delas que llaman llancas, que ſacan de ciertos peces del mar, y ſon entre ellos de grande eſtima, otros ſe ponen ſartas de caracoles, y otras coſas viſtoſas, y los del eſtrecho las traen de precioſas Margaritas labradas con gran primor, y admirable arificio, como lo refieren los autores; q̃ he citado otras veces: en la cabeza ſe ponen en eſtas ocaſiones vnas como guirnaldas, no de flores, ſino de lanas de diuerſidad de colores muy finos, en que ponen atrechos hermoſos pajaros, y otras curioſidades de ſu eſtimacion, y leuantan al vno, y otro lado, dos hermoſos penachos, altos demas de media bara, de plumas blancas, rojas, azules, y amarillas, y de otros colores.

El modo de bailar, es, aſaltos moderados, leuantandoſe muy poco del ſuelo, y ſin ningun artificio delos Cortados, Borneos, y Cabriolas, que vſan los Eſpañoles, bailan todos juntos, haziendo rueda, y jirando vnos en pos de otros alrededor de vn Eſtandarte, que tiene en medio de todos, el alferez que eligen para eſto, y junto a el, ſe ponen las botijas de vino, y chicha, de donde van bebiendo mientras bailan, brindandoſe los vnos alos otros, porque es coſtumbre entre eſtos Indios, nunca beber vno ſolo lo que le dan, ſino que hauiendo hecho la ſalua el que brinda, bebiendo primero vn poco; bebe luego el brindado, y ſin acabar eſte el vaſo, lo da a otro, y alguna vez beben de vno meſmo quatro, y mas conforme ſe offrece. Y no por eſto toca menos a cada vno, porque lo que haze eſte con aquel, haze aquel con eſte, y aſſi vienen todos a ſalir pagados al fin dela fieſta, y tan iguales, que quedan todos parejos con el ſuelo, porque no dexan de beber haſta caer; y es coſa que admira ver el teſſon con que duran en vna de eſtas borracheras, paſſando muy de ordinario toda la noche entera, fuera delo que han tomado del día, ſin ceſſar vn punto de bailar, y cantar, que lo hazen todo junto al ſon de ſu tambor, y flautas. las mugeres, como mas vergonçoſas, no ſe mezclan en eſtos bailes, ſino vna, o otra deſpues que ha començado a calentarſe con el vino, y entonces no entran en la rueda delos hombres, ſino bailan por de fuera, y no ſon tantas las que ſe emborrachan, como los hombres, ni llegan a priuarſe del juizio tanto, como ellos, y aſſi ſuelen eſtar mas en ſi, para atẽder a ſus caſas, y mirar por ſus maridos no les hagan mal. Las flautas, que ſuenan en eſtos bailes, las hazen de hueſos, y canillas de animales (los Indios dela guerra, las hazen delas delos Eſpañoles, y demas enemigos, que han vencido, y muerto en ſus batallas, en ſeñal de triunpho, y gloria dela victoria). El modo de contar, es, todos a vna leuantando la voz, a vn tono, a manera de canto llano, ſin ninguna differencia de baxos, tiples, o contraltos, y en acauando la copla, tocan luego ſus flautas, y algunas trompetas, que es lo meſmo, que correſponde al paſſacalle dela guitarra, en la muſica delos Españoles; y luego bueluen a reperir ſu copla, y atocar ſus flautas, y ſuenan eſtas tanto, y cantan gritando tan alto, y ſon tantos los que ſe juntan a eſtos bailes, y fieſtas, que ſe hazen ſentir a gran diſtancia; los que no bailan, ſe juntan en varios corrillos a hablar de coſas paſſadas, y al paſſo, que ſe van calentando, y alegrando con el vino, van deſembuchando cada qual o la injuria que le hizo el otro, o la paſſion que tiene contra el, refreſcando la memoria de contraſtes, y enemiſtades antiguas, no vengadas, que ſuele ſer cauſa de pendencias, y de matarſe facilmente los vnos alos otros.

Las mugeres traen como los hombres el braço deſcubierto, pero no otra coſa, y aunque enlos pies no vſan de calzado; pero la manta, que traen veſtida ſe los cubre, porque es larga, y les coje deſde el cuello haſta el ſuelo, aunque en algunas partes la traen mas corta, eſta es tambien ſencilla, y la traen immediata al cuerpo ſin camiſa, ni otra coſa debaxo, prendenla alos hombros con punçones de plata (que llaman Topos) o de otra materia, de donde dexandola colgar haſta los pies para recogerla, y aplicarla al cuerpo, ſe faxan deſde la cintura haſta los pechos con vna faxa de lana muy fuerte, y galana, de quatro de dos de hancha, y tan larga, que con las muchas bueltas, que ſe dan con ella al cuerpo, lo aprietan, entallan, y abrigan, mas que con vn ajuſtado jubon, ni vſan de otro habito mas que eſte quando eſtan dentro de caſa.

Alas mas ladinas, que ſe crian en las ciudades delos Eſpañoles, ſe les ha pegado el vſo del calçado, la Camiſa y Faldollin de baxo dela Manta; pero no otra ninguna coſa; ni podia darſele a vna India maior afrenta, que ponerla Tocas en la cabeça, o Manto, Iubon, Collar, Balonas, Guantes, o otros delos adornos y galas, que vſan las Eſpañolas y mucho mas, ſi las obligaran a poner ſoliman, o arrebol enla cara; Nada de eſto les ha entrado, ni aun alas que nacen, y ſe crian toda la vida entre Eſpañolas; y tratarlas de eſſo, aun alas que ſe precian de mas aliñadas, y compueſtas, fuera lo meſmo que hazerlas parecer con vna cuchillada en la cara, tanto como eſto aborrecen todo lo que es mudar de ſu natural eſtilo, y costumbres de ſus antepaſſados, que es de traer la cabeça con ſu pelo natural trançado alas eſpadas, y por delante deſpuntado haſta ſobre las cejas, y las guedejas, que cubren haſta las mexillas, con que queda el roſtro decentemente cubierto ſin mas adorno, ni atauio artificial. quando ſalen de caſa añaden ala manta, que las cubre, la que llaman lliqlla, que es otra media manta quadrada, que ponen ſobre los hombros, y la prẽden por delante al pecho con el tercero Topo, o punçon correſpondiente alos dos dela manta, y con eſto ſalen fuera con gran modeſtia, los ojos clauados en el ſuelo, porque naturalmente ſon muy vergonçoſas, y honeſtas.

Eſte modo de veſtir tan ſimple, y de tan poca hechura, aſſi delos hombres como delas mugeres, y el poco fauſto, que vſan en ſus caſas, es vn grande ahorra de officiales, y artifices, con que no ocupandoſe la gente en eſtos miniſterios, ay mas ſoldados para la guerra, que es en lo que eſta gente pone ſu honra, y preſumpcion, como otras naciones la ponen, o en la grandeza, y ſumtuoſidad de edificios, o en atheſorar riquezas, o hazerſe eminentes en letras, y varias artes; nunca tuuieron noticia, y menos la practica delas que en Europa ſe exercitan, pero aprendenlas facilmente, y con eminencia quando ſe las enſeñan; notienen el vſo de leer, y eſcreuir, pero ſuplen eſta falta con ſus Quipos, que ſon vnos cordeles mas, y menos grueſſos es que hazen variedad de ñudos, con que ſe entienden, para acordarſe delas coſas, de que han de dar raçon.

Eſtos Quipos ſon ſus libros de memoria, y quentas, y con eſtos, las dan de mucha cantidad de ganados, con diſtincion delos que ſe han muerto de en
fermedad, o de otros qualquiera accidontes, delos que ſe han dado, o conſumido en el ſuſtento dela caſa, y delos paſtores; con eſtos dan raçon delos ſuccedido en tal, y tal ocaſſion, y tiempo, y delo que hizieron, hablaron, y penſaron; y quando ſe confieſſan, les ſiruen de apuntamientos para mexor acordarſe de ſus pecados, y dezirlos con toda diſtincion, y claridad; ayudales para eſto mucho la felicidad de ſu memoria, que la tienen tan retentiua, que ſe acuerdan de coſas muy antiguas, como ſi las tuuieran preſentes, y quando ellos deſembuchan, que es al tiempo, que comiençan a calentarſe con el vino, es coſa marauilloſa las antiguallas que refieren, no queda entonces agravio ni injuria, que ſe les aya hecho, o a ſus antepeſſados, que no la repitan, refreſcando la memoria de coſas que parecian ya oluidadas. Para prueba y argumento dela retentiua, que generalmente tienen los Indios para tener preſentes las coſas paſſadas, referire vna ſingular erudicion, que oi contar al padre Diego de Torres Bollo, varon inſigne en ſantidad, y gouierno, de quien hablaremos deſpues en ſu lugar.

Voluiendo eſte gran varon de Roma donde hauia venido por procurador dela Prouincia del Perù, paſsò a fundar la Prouincia de Quito, donde en vna encruzijada, que ſalia a quatro caminos reales, vio a vn Indio, que al ſon de vn tambor eſtaua cantando ſolo varias coſas en ſu lengua; llamò el padre a vno, que la entendia, y preguntandole, que ſignificaua a quella accion, le reſpondio diziendo, que aquel Indio era el archiuiſta, o por dezir mexor, el archiuo de aquel pueblo, el qual para mantener las memoria delo ſuccedido en el, deſde el diluuio, era obligado a reperirlo todos los dias de fieſta al ſon de tambor, y cantando como lo hazia en aquel lugar, y para que eſta memoria no faltaſſe jamas tenia obligacion de ir induſtriando a otros, que deſpues de ſus dias le ſuccedieſſen en eſte officio; y lo que aora, añadio el interprete, eſta cantando, es, que en tal año, llegò aqui vn hombre blanco llamado Thome, que hazia grandes marauillas, y predicò vna ley, que con el tiempo ſe perdio, &c. con eſto ſe ve el modo con que eſtos Indios ſuplen la falta delas eſcrituras con la felicidad de ſu memoria.

Son las mugeres Chilenas tan varoniles, que tal vez, quando importa, y ay falta de hombres, toman las armas, como ſi lo fueran, yjuegan ala Chueca, que es el juego en que los Indios hazen mayores demonſtraciones de agilidad, y ligereza, por la competencia, emulacion, y porfia con que cada vanda, que ſuele ſer de haſta treinta o cinquenta perſonas, procura lleuar a ſu ſeñalado termino la bola, ayudandoſe los de vna faaccion, contra los dela otra, repartiendoſe para eſto en differentes pueſtos, para tener mexor ſuerte de adelantar ſu partido, dando a tiempo ſu chuecaço, y aventando a ſu termino la bola ſin impedimento del contrario, y quando acontece concurrir dos a vna alli es el correr tras ella como Gamos, eſte para adelantarla con otro golpe, y aquel para ataxarla con el ſuyo, y endereçarla ala parte contraria, que es la de ſu vanda: es muy de ver eſte juego, y concurre muchiſſima gente a el, y ſuelen eſtar toda vna tarde para ganar los premios, que ſe ponen, para los vencedores y algunas vezes no ſe acaba, y es meneſter voluer otro dia a concluirle.

La fortaleza, y valentia delas mugeres, nace del poco melindre, y regalo, con que ſe crian, ſin guardarle de Soles, Frios, ni otras inclemencias de el Tiempo; en el maior rigor del hiuierno, quando ſe yelan los paxaros, ſe laban las cabeças en agua fria, y no enjugan el pelo, ſino que lo dexan aſſi bañado al eyre, y a ſus hijuelos los bañan en el Rio deſde muy pequeñitos, y en acabandolos de parir, ſe leuantan dela cama dentro de muy poco, y atienden alos miniſterios de ſu caſa, como ſi no fueſſen ellas, ſino otras, las que en ſu lugar huuieſſen paſſado los peligros, y dolores del parto.

Si eſto hazen las mugeres, que haran los hombres? es coſa notable quan poco temen el agua, aunque ſea en los mayores rigores del frio; y es para admirarſe, ver a vn Indio en vn camino, ſin mas defenſiuos, ni otro hato que el ſencillo, que hemos dicho trae de ordinario, la cabeça ſin ſombrero, ni otro reparo, para las inclemencias de el Cielo; he los viſto muchas veces paſſar recios aguaceros entrando el agua por la cabeça, y ſaliendo por los pies, hechos vnos Patos, todos mojados, y penetrados de frio, y eſtarſe riendo ſin hazer caſo de ſu trabajo, que para otros fuera intolerable.

Acuerdome a eſte ꝓpoſito, de vn dicho de vn Cauallero de buen humor a vno delos nueſtros, q̃ recien ido de Europa, con ſu buen zelo, y caridad del proximo, ſe laſtimaua de vez a eſtos Indios tan deſabrigados el hiuierno (que es alli muy riguroſo) ſin ningun reparo para defenderſe delas aguas; començo a laſtimarſe el padre de eſto y hablando con eſte Cauallero el qual le hizo eſta pregunta. V. Paternidad que reparo trae en la cara para defenderſe del frio? reſpondio el Padre, Señor ninguno; replico el Cauallero, porque? como puede paſſar tanto frio, trayendo la cara tan deſcubierta, y al ayre? reſpondio el padre, porque todos eſtamos acoſtumbrados a eſto; replico el Cauallero, pues que pienſa, padre, que ſon eſtos Indios, todo ſon cara, porque deſde niños eſtan acoſtumbrados a traer todo el cuerpo con tan poco abrigo como vemos, expueſto al frio, y agua, y aſſi todo ſon cara. o ſino, digame V. P. quien habra que ſe compadeſca de ver vna Trucha, o vn Pejerey en el agua en el rigor del frio? nadie, porque es eſte ſu natural, y ſe han criado ſiempre en eſſe elemento; delas meſma ſuerte, podemos dezir de eſtos Indios, que ſon como peces, hanſe criado toda la vida aſſi, es eſſa ſu naturaleza, y coſtumbre, y aſſi no ay que marauillarſe.

Con eſto crian vn pellejo tan duro, y vna carne tan de yerro, que vna herida, que al mas fuerte Eſpañol, le hiziera hazer cama, y la guardara del frio, por temor del paſmo, ſe la paſſa vn Indio enpies, ſin hazer caſo de ella; helos viſto abierta las cabeça de algun Chuecaço, que por dar ala bola, ſe deſmandò, quando juegan ala chueca, y dio en ella, o en la eſpinilla de vna pierna, o en otra parte del cuerpo, haziendo vn jeme de herida, y ſe la paſſan ſin dexar de acudir a ſu ordinario empleo, y occupacion, y alguna vez ſe la he viſto labar con agua fria, y dentro de poco tiempo ſanan, aplicando ſus yeruas, y ſimples, que ſon de grande eficacia, y debe de ayudarles la buena complexion, porque de ordinario ſalen mas bien, y preſto de ſus achaques, y enfermedades, y con mucho menos regalo, y cura que los Eſpañoles.

CAPITVLO V.
Trataſe de otras propriedades, y coſtumbres delos Chilenos.

D

Ela valiente complexion de eſtos Indios, y dela gallardia de ſu natural, acoſtumbradoo deſde niñs alos rigores del tiempo, con tanto deſcuydo de ſu regalo, antes con tan mal tratamiento de ſus cuerpos, nace el ſer tan pacientes, y ſufridos en ſus trabajos, y el ſentir tan poco lo q̃ entre nosotros ſe tuuiera por gran mortificacion. es admirable a eſte propoſito el caſo que le ſuccedio con vn Indio al Padre Luis de Valdiuia Fundador delas Miſſiones de Chile. Alos principios, quando ſe començaron a exercitar en las obras de piedad, y deuocion, proprias de Chriſtianos, vino eſte Indio a confeſſarſe con el Padre, el qual le dio en penitencia, para que comẽçaſſe a aprender a hazerla de ſus pecados, que ſe puſieſſe vn cilicio, que para eſto le dio; era eſte vn bien hancho faxon, o xaquete de cerdas bien texidas, y atuſadas, tan aſpero, que daria muy bien en que entender a qualquiera de nosotros, que ſe le puſieſſe; el Indio ſe le puſo a raiz delas carnes, como le hauian dicho: ſuccedio, que de alli a vn año, ſalio eſte Indio a vna proceſſion del Corpus, baylando entre los demas, muy galan a ſu vſança, delante del Santiſſimo Sacramento, y reconociendo en vna Igleſia al Padre ſu Cõfeſſor, ſaliendo del baile, vino a el, y leuantando los braços con grande alegria, y contento le dixo: mira mira lo que me diſte aora vn año, y moſtraua el cilicio immediato al cuerpo el padre quedo fuera deſi quando vio que traìa por gala el cilicio que le hauia dado por penitencia, y preguntandole quanto tiempo le hauia traido, reſpondio nunca me lo he quitado deſde que me le diſte, y con eſto le voluio al bayle muy alegre moſtrando a vnos, y a otros la gala, que le hauia dado el padre, eſtando mas contento con ella, que pudiera eſtar otro con vna de brocado, tan lexos eſtuuo de ſentir ſu aſpereza que lo tuuo por atauio de ſu perſona, por hauerſele dado ſu confeſſor, pareciendole, que le hauia dado vn jubon para ſu abrigo, o vna gala que eſtimò por extraordinaria.

Son eſtos Indios de Chile los mas blancos dela America, y los que nacen en mas altura al polo, y en regiones mas frias, lo ſon mas, como lo vemos tambien aca en Europa; pero aun los que eſtan en la meſma altura de Flandes, a ſu opueſto nunca llegan a ſer tan blancos como los Flamẽcos, ni jamas vi vno rubio, todos aſſi hombres como mugeres, tienen el pelo negro, y muy duro, y grueſſo, de manera, que ſon los meſtizos, que ſon los hijos de Eſpañol, y de India no ay otra ſeñal para diſtinguirles del puro Eſpañol, hijo de Eſpañol, y Eſpañola, ſino en el pelo, que eſte haſta la ſegunda, o tercera generacion, no ſe molifica; en todo lo demas no ay differencia alguna, ni en las faiciones del roſtro, ni en el talle, y brio, ni en el modo de hablar, ni en la pronunciacion, y eſto, no ſolo en los meſtizos, ſino tambien en los meſmos Indios de aquella tierra, los quales quando ſe crian entre nos otros, cortan tambien la lengua Eſpañola, que ni en la fraſe, ni en el modo de pronunciar, ni en los dexos ſe reconoce differencia alguna. hize experiencia de eſto muchas vezes en el confeſſonario, donde por eſtar de tal manera diſpueſto, que el confeſſor, no puede ver la muger, que entra a confeſſarſe, me acontecio varias veces, entrar vna India deſpues de hauer confeſſadoſe vna Eſpañola, y como yo la oìa, y no podia verla la vjzgaua por Eſpañola, haſta que ella meſma viendo, que la trataua con la corteſia, que alas Eſpañolas, me dezia por ſu humildad, que era India.

Como el natural de eſta gente es tan robuſto, no haze el tiempo en ellos las mella, que en noſotros, y aſſi encubren mucho los años, no ſolo por lo lampiño, que eſto es comun a otras naciones, ſino porque no encanecen, ſino muy viejos de cinquenta y cinco a ſeſſenta, y mas años, que de ay para atras parecen ſiempre moços, y aſſi quando llegan a tener toda la cabeza blanca, o comiençan a tener alguna calua, es alla vezinos alos cien años, y ay de ordinario Indios muy viejos, y mucho mas las Indias, y los vnos, y los otros, aunque lleguen a edad decrepita, quando falta ya el concierto en el diſcurſo, no les falta jamas la retentiua dela memoria, que eſta les dura haſta morir para acordarſe delas menudencias, y primeros paſſos dela niñez, y lo que en aquella edad vieron, o oyeron contar. Tambien conſeruan largo tiempo la dentadura, y la viſta, y finalmente todos los accidentes, y achaques de viejos, que ſon alguaciles dela muerte, llegan a executarles a ſus caſas mas tarde, y a paſſo mas lento, que a otras naciones.

Toda eſta entereza, y fortaleza de eſtos Indios, que conſeruan en ſu patria con tanto vigor, la pierden muy facilmenmente en ſaliendo de ella; como ſe experimenta en los Indios cogidos en la guerra, que ſe lleuan al Perù, porque como ſe crian en tierras frias, en començando a reconocer el calor del tropico, y zonatorrida, enferman, y ſe mueren muchos de ellos con gran facilidad, que es lo meſmo, que les acontece alos Europeos ſacandolos de ſu clima, y llegando a Puertobelo, y Panama, donde corren tan gran peligro dela vida, como diximos arriba; y por la meſma cauſa no ſolo los Indios, y meſtizos de Chile, pero los Eſpañoles nacidos alli, van con gran peligro alas tierras que eſtan dentro delos tropicos, y antiguamente ſe tenia por muy proximo dela vida, y ſe embarcauan para alla con gran miedo, deſpues con el tiempo lo han ido perdiendo como tambi en el que hauia al principio de llegar a Puertobelo, y ſe ha facilitado mas el vno, y otro comercio: de eſta experiencia, que los Indios tienen delo mal que prueban en el Perù nace la repugnancia, y gran ſentimiento, que hazen, de que los ſaquen de ſu patria para lleuarlos fuera. no pueden tragar eſto, y aſſi hazen tan extraordinarias, y aun temerarias diligencias, por huirſe de Lima, y de otras partes del Perù, que con hauer de alli haſta ſus tierras, donde los cautiuaron, mas de quinientas leguas, ſe arojan ala empreſſa, y ſalen con ella, y lo que mas admira, es, las incomodidades, peligros, y trabajos, a que ſe exponen, porque lo primero les es fuerça ir coſteando ſiempre por la orilla del mar, con que ya ſe ve quanto alargan el camino, porque ſi yendo por mar deſde ſus tierras al Perù, nauegan mas de quinientas leguas, hauiendo de deſandarlas deſpues por tierra, por los ancones, puntas, y enſenadas del mar, vienen a hazer el camino tanto mas largo, como va de hazerlo derecho, o girando de vna parte a otra.

La ſegunda incomodidad, que vencen, es, la dela comida, porq̃ como van huyendo; no pueden llegar apoblado, ſina peligro de que los cojan, y aſſi van por la orilla del mar, comiendo de el mariſco, que hallan en ſus peñas, y con eſto vienen a hazer ſiempre ſu viaje por deſpoblado, y ſiendo juntamente apie, y por tan largo tiempo, es vna coſa de ſummo trabajo. La tercera difficultad, es, el paſſaje de tantos, y tan poderoſos Rios. La quarta, la falta, que tendran de agua para beber en muchas ocaſſiones, porque no es poſſible, que en tan largo camino, tengan ſiempre agua dulce, con que matar la ſed. Todas eſtas difficultades, y otras muchas que dexo ala conſideracion delos que ſaben que coſa ſon largos caminos, aun quando ſe hazen con todas las comodidades poſſibles, vencen eſtos Indios, y al cabo de largo tiempo, llegan vltimamente a ſus tierras, redimiendo ſu cautiuerio, no con oro, ni plata, ſino con vn no imitable valor, y oſadia.

Mayor fue la que moſtraron ciertos priſioneros, que hauiendolos cautiuado en la guerra, los lleuaua en vn nauio a lima al meſmo tiempo que hize yo aquel viaje, vn Cauallero Portugues del habito de Chriſto, q̃ iua por el ſituado, y a negocios perteneciẽtes al eſtado dela guerra. Hazeſe aquella nauegacion de Chile a Lima lleuando de ordinario a viſta la coſta, apartandoſe, o arrimandoſe a ella mas, o menos conforme ayudan, o no, los vientos, pero nunca ſe acercan de manera, que no aya vna buena diſtancia, por el peligro de barar en las peñas. Traçaron eſtos Indios entreſi de hecharſe al mar para redimir ſu cautiverio, y vn dia que les parecio, que la naue eſtaua en proporcionada diſtancia para poder fiar ſus vidas de ſu deſtreza en nadar, hauiendoſe ſoltado dela priſion con buena maña, ſin ſer ſentidos, ſe arrojaron ala fortuna de manera que quando los hecharon menos, hauian ya deſaparecido, y aſſi fue impoſible ſeguirlos.

Iua entre eſtos Indios vn viejo, que o por no hauer ſabido la reſolucion de ſus compañeros, o porque no pudieron auiſarle al tiempo dela execucion (porque a eſte por ſu ancianidad le dexauan andar ſuelto por la naue) o porque no debia de atreuerſe a tanto como los moços, ſes quedò en ella: començo a penſar en el caſo, y a hazer preſumpcion de que ſus compañeros huuieſſen ſido para mas que el: ya los conſideraua pueſtos en ſaluo, ya entre los ſuyos, y que eſtos le preguntauan por el, y que todos le deſpreciauan por cobarde, y por hombre de poco animo, y traça, pues hallandoſe en la meſma fortuna que ſus compañeros, ſe hauia rendido a ella, quando los otros la hauian ſobrepujado con tan grande animo, y gallardia. haziaſe preſente en ſu tierra alos regocijos, con que ſus parientes, y amigos los receuian, los parabienes, y norabuenas, que les dauan, los abrazos, y caricias con que los regalauan, y todas eſtas, y otras conſideraciones, eran otros tantos fuegos, en que ſe abraſaua de embidia, y emulacion, que mandoſe interiormente por impoſibilitarſe cada dia mas, y mas ſu remedio.

No le dexaua dormir ni repoſar y vn punto eſta eſpina, o ſaeta que tenia atrauerſada en el coraçon, haſta que vn dia ſe reſoluio de hazer vn hecho con que dexaſſe atras el de ſus compañeros; determinaſe a hazer lo meſmo que ellos, pero por adelantar la accion, no quiere hazerla a eſcondidas, y como quien huye, ſino como quien vence a viſta de ſus contrarios, y apeſſar ſuyo; y para dar principio proporcionado a ſu pretenſion, ſe reſuelue temerariamente a matar a ſu amo, no de noche, y ſin teſtigos, como pudiera hazerlo con facilidad, embitſtiendole dormido en ſu cama, ſino en la plaça de armas, a viſta de el ſol, y de todos los que eſtauan en la naue, para alcançar con eſto maior nombre, que el que hauia perdido por no hauer acompañado alos ſuyos. aſſi lo hizo, toma vn dia vn ancho cuchillo carnicero en las manos, y en preſencia de todos cierra con el Capitan ſu amo, y hauiendole dado tres o quatro puñaladas en la garganta, y pecho, ſegun la prieſſar del caſo le dio lugar, ſe arrojò al mar con tan gran preſteza, y ligereza, que como azogue entre las manos ſe eſcapo de entre todos los que por vn lado, y otro le embiſtieron para hauerle alas ſuyas.

Ya ſe ve qual quedarian todos a viſta de vna reſolucion tan terrible, y no penſada. atrauieſaſe la nao, ſaltan en la barca con la maior prieſſa poſſible, ſiguen al Indio, que nadando como peje ſe daua prieſſa para ponerſe en ſaluo, pero antes de verſe en eſto, le alcança la barca, comiençanle a gritar, que ſe dè, el Indio reſiſte, tiranle vno, y otro bote de lança, pero el Indio, que eſtaua muy en ſi, advertido a todo, huye el cuerpo ſabullendo, y remaneciendo deſpues donde menos penſauan, diſparanle balas, alcançanle algunas, comiença a deſangrarſe, pero apelando ſiempre aſus ſabullidas, y ala buena prieſſa, que le daua abracear, no hauia remedio rendirſe por mas que le gritauan, ni lo hizrera jamas ſi la meſma naturaleza con la falta de tanta ſangre, que le tenia ya apunto de eſpirar no ſe huuiera rendido, y dadoſe por vencida; con eſto le cogieron, y lleuaron al nauio, ya muerto, o para morir, eſtimando en mas la muerte con nombre de valeroſo, que la vida con la infamia de cobarde, y para menos, que los ſuyos. No menos mueſtra lo referido el valor de eſta gente, que la antipatia, que tienen a ſalir a tierras eſtrañas, y tan opueſtas a ſu natural; y ſobre todo quan peſſado les es el yugo dela ſugecion, y quanto amen ſu libertad, por eſta han hecho lo que veremos deſpues en ſu lugar.

Digamos aora algo delas demas coſtumbres, de eſtos Indios: celebran los caſamientos aſu vſança muy al rebes del vſo delos Europeos, porque el dote no le trae la muger, ſino el marido, ni le goça depues el vno ni el otro, ni queda ninguno de ellos con accion arecobrarle por caſo de muerte, porque paſſa inſolidum alos padres dela nouia, por manera, que el nouio queda con cargo de ſuſtentarla, ſin hauerſe mexorado de hazienda, antes hauiendo dado dela ſuya al ſuegro, con que en eſte pais da poco cuydado alos padres el remedio de ſus hijas, antes les ſiruen de ganancia, y granjeria. Es comun en eſta gente el caſarſe con muchas mugeres, y la maior difficultad, que han tenido para abraçar lafee, es eſte vicio dela poligamia, y aunque tiene el cõtrapeſo de hauer de dotar ala muger, o por dezir mejor pagar a ſu padre, como ſi ſe la cõprara, ſin embargo a llana eſta difficultad el afecto dela ſenſualidad, y las honrra, que hazen de tener muchas mugeres, porque quanto mas ſon eſtas, tanto es mayor ſeñal deſer mas poderoſo el que las tiene; y aunque todas ſe eſtiman por legitimas, y lo meſmo los hijos, q̃ nacen de ellas; con todo eſſo la primera tiene en todo el primero lugar, y todas las demas eſtan a ſu diſpoſicion; hereda el primogenito el eſtado de Cacique, y eſtan aſu orden los demas; los baſallos obedecen aſu ſeñor con gran puntualedad, amor, y reſpeto, y por eſto no acoſtumbran carceles, ni caſtillos, en que ponerlos en priſſion, porque el natural amor, y reſpeto, q̃ le tienen, es la inuiolable ley, y amoroſo a premio, con q̃ le obedecen en todo lo que entienden que es guſto ſuyo.

Ni tiene neceſſidad vn cacique para hazer guerra de preuenir el ſueldo, y paga para el ſoldado, ſin la qual es tan comun en otras naciones no menearſe los hombres en ſeruicio de ſus Reyes. a vna voz que dan, acuden todos con ſus armas, y cauallos, haziendoſe la coſta de todo lo neceſſario para la empreſſa, que ſe pretende; y eſta es la cauſa de que ſe junte, entre eſta gente con tan gran facilidad vn poderoſo exercito, porque tienen todos la cauſa comun por propria de cada vno, y como no atienden al proprio interes, ſino ala conſeruacion, y bien dela patria, cada vno ſe da por pagado, para defenderla del enemigo, antes cada vno ſe tiene por tan principal intereſado, como el que mas; y aſſi acudiendo todos ala cauſa comun, haziendola propria cada vno; no ſolo no eſperan la paga de ſu Principe, para acudir a donde ſon llamados, pero cada vno ſe tiene en quanto a eſto por parte tan principal como el meſmo ſeñor ſuyo, que los conuoca; y aſſi la caxa, y trompeta, no ſirue, ſino ſolamente de vn ſimple auiſo dela neceſidad preſente, porque eſta ſola baſta para hazerlos ſalir luego de ſus caſas, dexar ſus mugeres, y hijos, a contingencia deno voluer averlos mas, como muchas veces acontece.

En el repartimiento, y diſtribucion delos deſpojos dela guerra, y delos cautiuos, que cogen en ella, no ay mas ley, ni orden, que el valor, y buena prieſſa, que cada vno le da en aprouecharſe del pillaje, el que llega primero, ſe la calça, ni tiene obligacion ninguno de dar vn tanto al Cacique, o al Capitan general, porque en quanto a eſto ſon todos parejos, y ſolo aquel es mas, que ſe da mejor maña en menear las manos, y no ay quien no procure hazerlo con todo el calor poſſible, porque como no tienen yerro en ſus tierras, eſtiman grandemente los arcabuçes, lanças, eſpadas y alabardas, que cogen en las Victorias que alcançan. Quando bueluen dela guerra, y ſe hechan menos los que quedaron muertos en ella, no es dezible la confuſſion de llantos, y alaridos, que leuantan al Cielo las mugeres, y hijos, y demas deudos delos difuntos; y aunque eſta paſſion es comun en todas las naciones, y tan propria dela naturaleza humana, que por ſer tan ſociable, ſiente la falta delos ſuyos, que les hazian compañia, y mas quando interuiene la dependencia dela ſangre, que es fundamento de el amor; pero en las Indias ſobreſalen mas las demonſtraciones de ſu ſentimiento, porque no lloran al difunto en ſilencio, ſino cantando a voz en cuello, de manera que aquien las oye de lexos; prouocan mas a riſa, que a compaſſion: es muy notable el modo de llorar a ſus difuntos; rodean al muerto luego que eſpira, la muger, las hijas, y parientas, y començando a entonar la primera, la ſiguen las otras, y aun meſmo tono, ſe van remedando, baxando la vna al, vt, quando ſube la otra al, La; y deſta manera proſiguen muchiſſimo tiempo, de manera que primero ſe ſecan, y acaban las lagrimas, que ceſſen de aquel ſu funeſto, y triſte canto, la qual coſtumbre conſeruan haſta oy los ya chriſtianos, pero no la de abrir el cuerpo para ſaber el mal de que murio, ponerle en la ſepultura comida, Chicha, Veſtidos, y algunas preſeas, a montonar ſobre la ſepultura muchas piedras a modo de piramide, y otras ceremonias de que vſan los gentiles.

CAPITVLO VI.
Delos Indios Chilenos que habitan las Yslas de Chile.

V

Na de las partes en que diuidimos el Reyno de Chile, que ſon las Yslas, la habitan los Indios Ysleños, que ſon muchos, delos quales los que viuen en las Yslas fertiles, y abundantes de ſementeras, y ganados, paſſan lla vida como los de tierra firme, viſtiendo lana, y comiendo carne, y los de mas frutos que lleuan ſus tierras; los que viuen en Yslas eſteriles, paſſan con mariſco, peſcado, y papas, y algunos, que no alcanzan lana, ſe viſten de corteças de arboles, y otros andan caſi deſnudos, ſin embargo de ſer ſus tierras frigidiſſimas, por eſtar vezinas al polo, y por hauerſe acoſtumbrado ya ala incomodidad del frio no lo ſienten demaſiado.

Otros vſan de vn peregrino modo de veſtirſe, que es de barro amaſado con ciertas raizillas, para darle alguna conſiſtencia, como lo refiere el citado Fray Gregorio de Leon en ſu mapa. otros Viſten plumas, ſon todos grandes hombres del mar, y en algunas partes ay gigantes tan grandes, que eſcriuen los Olandeſes que han paſſado por el eſtrecho, que hallaron en los ſepulcros calaueras, dentro delas quales cabian ſus cabeças, y ſe las ponian como yelmos, y hallaron juntamente hueſſos de difuntos de diez, y once pies de largo, cuyos cuerpos ala quenta era fuerza fueſſen altos de treinta pies para arriba, que es coſa monſtruoſa: lo ordinario les ſobrepujauan los que vieron viuos, del cuello para arriba: todo eſto conſta dela nauegacion dela Armada de Guilelmo Scheuten: dela del General Iorge Spilberg ſabemos, que en el eſtrecho llegaron ala Ysla, que llaman delos Patagones, o Gigantes, por los que en ella ay, que en la tierra del fuego. Vieron vno, que ſe hauia ſubido ſobre vnas peñas para ver paſſar las naues, y dizen de el, que erat immanis admodum, & horrende longitudinis deſmedidamente grande.

Tambien ſe ſabe dela armada de las ſeis naues, q̃ fueron a cargo de Don Fray Garcia Iofre de Loaiſa, Freyle del habito de ſan Iuan, que en el cabo delas onze mil virgines, hallaron piſſadas, de hombres de grande eſtatura, y encontraron tambien dos canoas de Indios, que por ſer tan grandes, y robuſtos, los llamaron Gigantes, y llegaron a abordar con los nauios, y parecia que amenazaban, apartaronſe, y queriendolos ſeguir los nauios, no pudieron, porque bogauan con tal fuerça, que parecian volar; debian de ſer eſtas canoas hechas de coſtillas de Vallenas, por hauer alli tantas, porque poco antes hallaron vna con el armaçon, y quadernas de eſtas coſtillas.

En otra nauegacion que hizò aſſi meſmo por el eſtrecho Thomas Candiſch Cauallero Ingles, hallaron en vn canal de vn puerto, lugar muy fragoſo, muchos Indios muy robuſtos, que ſin embargo del horrendo frio, que alli haze, viuian como Satyros en las ſeluas, y eran hombres de tan grandes fuerças, que les vieron tirar a vna gran diſtancia piedras de quatro, y cinco libras. Todo eſto ſe hallarà en los Autores citados Iuan, y Theodoro de Bry, los quales lo tomaron de Antonio de Herrera, y delas Relaciones que eſtas Armadas hizieron de ſus viajes: del primero de todos, que fue el de Magallanes, leemos tambien, que hiuernando en el Rio, y baia de San Iulian, llegaron alos nauios ſeis Indios tan grandes, que el menor de ellos era maior que el mas alto de Caſtilla, y que haziendoles para comer vna grande holla de maçamorra, en tanta cantidad, que baſtaria para veinte, la deſpauilaron entre los ſeis ſolos, ſin dexar nada; dioles Magallanes vnas roperas coloradas, con que fueron muy contentos, porque nunca las hauian viſto y andauan veſtidos de pieles de dantes; y ſupieron alli, que eſta gente venia a viuir el verano ala coſta, y el hiuierno ſe retiraua la tierra adẽtro. Tambien ſabemos delos meſmos Autores, que ſe hallaron por eſtas coſtas muchiſſimos Indios, particularmente Iũto al puerto delas conchas, donde ſaltando en tierra, llegò gran multitud de eſta gente con ſus mugeres, y hijos, de quienes reſcataron margaritas labradas muy curioſa, y artificioſamente en forma de puntas de diamante, dandoles en cambio cuchillos tixeras, y otras menudencias, y vino de Eſpaña, de que guſtaron mucho, pero no parecieron mas, por hauer quedado atemorizados delos tiros, de eſcopetas, con que los vieron caçar.

Paſſando eſta Armada de Iorge Spilbergn mas adelante topò otros muchiſſimos hombres en tierra del otro lado del eſtrecho: y quando los Nodales fueron por orden del Rey a reconocer el de San Vicente, que llaman del Maire, hallò en vna punta de el mucha gente: y yendo otros del Perù à reconocer la tierra de el fuego, dizen Zaballos, y otros que vieron aquellas coſtas pobladas de mucha gente, y por todo el eſtrecho de Magallanes, han viſto ſiempre los que han paſſado por el muchos hombres en varias partes, y en otras, ſus piſſadas, y ſaltando en vno de aquellos puertos los dela Armada de Iorge Spilbergn enamorados dela belleza de vnas hermoſiſſimas aves que vieron por aquellas ameniſſimas arboledas, començaron a caçarlas con ſus eſcopetas, y arcabuzes, pero no acabaron, porque cargò ſobre ellos tanta ſuma de Indios con porras, y macanas, que ſe tuuo por dichoſo eñ que pudo huir a las naues, porque otros quedaron alli muertos.

En el ſeno de San Gregorio vieron tambien los Nodales mucha gente, con quien comerciaron, feriandoles el oro cõ algunos jugetes, q̃ lleuauan los marineros de Eſpaña. De todo lo qual ſe ve bien claro quan poblada ſea toda aquella tierra, y las Yslas, que por alli ſe han deſcubierto. Las ochenta q̃ deſcubrio Pedro Sarmiento, no ſabemos que linaje de gẽtes las habitan, por no hauer ſaltado en ellas ninguno de aquella armada, y por la meſma cauſa no ſabemos tan poco los habitadores de otras; ſabemos delos Yſleños dela Mocha, que ſon gente muy humana, cortes, y apacible, como lo han experimentado las armadas, que han arribado a ella. Tambien lo ſon los de Santa Maria: los Chonos ſon gente pobre, però de buenos naturales, y los que han dado maiores demonſtraciones de eſto ſon los Chiloenſes por ſer mas conocidos, y hauer tenido con eſto mas occaſion de moſtrar ſu docilidad, y buenos entendimientos.

En las Yslas, que deſcubriò el Draque de cinquenta y cinco grados para arriba, (de que hizimos ya mencion en ſu lugar) vio, que nauegauan en canoas hombres, y mugeres deſnudas, que es coſa muy de reparar por los grandes, y exceſſiuos frios, que haze alli en tanta altura, y donde hallò Yslas, en que la noche ſe continuaua ſin interrupcion ninguna de dia quando el Sol haze nueſtro verano arribando al tropico de Cancro, y al contrario acoſtandoſe al de Capricornio, hazia el dia perpetuo ſin ſombra dela noche. y ſaltando en tierra es vn puerto de aquellas Islas commerciò con ſus habitadores. aora proximamente el año de quarenta y tres hauiendo paſſado el eſtrecho la armada Olandeſa del general Henrrico Brun, que era gouernador de Pernambuco, de Compañia del Principe de Oranje, con animo de poblar a Valdiuia, como de hecho lo intentaron, ſegun que da referido en ſu lugar, hauiendo arribado a mas de ſetenta grados de altura, y dado fondo en la Ysla q̃ llamaron Bernavelte, y eſtado alli catorce dias, vieron en ella muchos humos, y piſadas de hombres grandes, que habitan aquel pais, ſin embargo de ſer tan frio, que aun ſiendo eſto por el mes de Abril, que es alli el Otoño, y tda via duraua el dia tres horas; no pudieron los Olandeſes ſufrir el rigor del frio, granizo, y nieue, y huuieron de deſamparar el pueſto, y tomar la derota para Chile. que ſeria en Iunio, y Iulio, quando no ſe ve el Sol, ni vna hora ſino que es vna perpetua noche por ſer la fuerça del hiuierno? como paſaran aquellos Ysleños con tan gran frio, ya eſcuras tanto tiempo ſin tener con que cubrir las carnes? porque por la falta de comercio con Chile, y con Europa no tienen ovejas, ni cabras, y conſiguientemente ni lana para veſtirſe? Verdaderamente ſon los hombres para mas delo que el amor proprio dela gente afeminada, y regalada ſe finge, y imagina, y la coſtumbre haze naturaleza, y el cuerpo humano ſe acomoda a aquello en que ſe cria, de manera que no lo trocaria por otra ninguna comodidad, y aſſi tendran eſtos Indios tanta repugnancia de dexar ſus tierras, y ſalir de aquella, q̃ a nos otros nos parece tan extrema miſeria, como lo he viſto en otros que la tienen de dexar el lugar en que nacieron, y ſe criaron, aunque ſea muy miſerable, ſi quieren paſſarlos a otros mas delicioſos, y acomodados, porque no ay delicias, ni dulçura mayor para cada vno, como la patria y proprio ſuelo.

Es comun voz, y fama, que en eſtas partes del eſtrecho ay Pigmeos, pero no ſe con que fundamento, porque todos los autores que refieren las nauegaciones que ſe han hecho por el, veo que hablan ſiempre de jigantes, y quando menos de hombres ajigantados, robuſtos, y que nos exceden en las fuerças, y grandeza, y ſaltando vna vez en tierra la gente de vna delas armadas referidas, cuentan, que començando apelear con los Indios, arrancauan eſtos, grueſos arboles, y cargauan con ellos pata trinchearſe, y defenderſe delas balas, como ſe ven eſtãpados en las laminas delos libros de Iuan, y Theodoro de Bry, y aſſi no ſe que fundamento aya tenido eſta fama delos Pigmeos, ſino es que ya ſe aya dicho eſto por ironia, o que entre los gigantes, y hombres de gran cuerpo nazgan algunos enanos, que ſe ayan viſto en aquellas partes.

Lo que vio el Almirante dela armada del General Iorge Spilbergn en la Ysla que llaman grande, y eſtà junto ala Teſtacea, y ala otra de los gigantes en la ſegunda garganta del eſtrecho, fue vh cuerpo muerto de dos pies, y medio de alto, que eſtaua enterrado con otro de proporcionada, y ordinaria eſtatura, ala vſanza que hemos dicho de los Indios, en vn hoyo muy ſomero, cubierdo de piedras en modo de piramide. puede ſer que como ſe vio eſte hombre muerto, ſe ayan viſto otros viuos de la eſtatura, de donde aya ſalido eſta voz delos Pigmeos. eſta es la noticia que por mayor puedo dar delos habitadores delos eſtrechos, y Yslas, que ay dentro de ellos, y en ſu contorno, y las de mas, que eſtan en la coſta de Chile, lo mas particular de eſtas gentes, lo deſcubrira el tiempo, quãdo ſe haga mas facil, y mas comun el trato, y comercio con ellos y no faltarà entonces quien lo eſcriba.

CAPITVLO VII.
Delos Indios de Cuyo que estan dela otra vanda dela cordillera al Oriente de Chile.

L

Os Indios delas Prouincias de Cuyo aunque por la vecindad, y frequente comunicacion con los de Chile, ſe les parecen en muchas coſas, en otras no, porque lo primero no ſon tan blancos, antes ſon de color toſtado, y debe de ſer alguna cauſa de eſto el grande calor que haze en ſus tierras el Verano. Lo ſegundo no ſon tan limpios, y aſſeados, ni cuydan tanto de hazer caſas en que viuir, y las que hazen ſon vnas choças muy miſerables, y los que viuen en las lagunas, hazen vnos ſocabones en la harena, donde ſe entran como fieras. Lo tercero no ſon tan curioſos, y aplicados alabrar la tierra, y aſſi no tienen la abundancia de comida, y regalo que los Chilenos. Lo quarto no ſon tan ſoldados ni ſe exercitan en las armas, ni tienen aquel valor, y animo guerrero que hemos dicho delos de Chile. Tambien ſe differencian en la lengua que hablan, de manera que noſe que tengan ni vna palabra que ſea comun a vnos, y otros, cada pais habla la ſuya, pero como la de Chile es tan vniuerſal, que no ay mas que vna en todo lo contenido entre ſu cordillera y el mar, la hablan tambien muchos delos de Cuyo, que la aprenden, y con perfeccion, los que paſſan la cordillera, y eſtan algun tiempo en Chile, y ſe ve bien la ventaja, que haze eſta a quella, porque no me acuerdo hauer viſto jamas vn Indio de Chile que hable la lengua de Cuyo, y al contrario he viſto muchos de cuyo, que tienen muy familiar la de Chile.

Para contrapeſo de eſtas ventajas que los Indios de Chile hazen a los de Cuyo, ſe la hazen eſtos, a aquellos lo primero en la altura delos cuerpos, porque los de Cuyo ſon de ordinario como barales, aunque no ſon tan robuſtos, ni fornidos como los de Chile, porque ſon muy delgados, y enjutos, y crian muy poca carne, no vi jamas ni vno gordo entre tantos como he viſto. Tambien ſe avẽtajan en algunas coſas de manos, q̃ piden prolixidad y flema, como es hazer ceſtas, y canaſtillos de varios modos, y figuras, todo de paja, pero texido tan fuerte, y apretado, que aunque las llenen de agua, no ſe ſale, y aſſi hazen de eſta materia los vaſos, y taças en que beben, y como no ſe quiebran aunque caigan en el ſuelo, duran mucho, y ſon de eſtima particularmente las curioſidades que de eſte genero hazen para varios vſos, texidas de diuerſos colores.

Tambien hazen muy blandos, y ſuaves pellones de varios animales, que cazan en el campo, que ſon muy calientes, y regalados para el hiuierno. Cazan tambien las aveſtruzes, de cuyas plumas texen los plumeros, de que ſe viſten en ſus fieſtas, y ſiruen para muchos buenos efectos. Tambien hazen plumajes de varios paxaros, y cazan los Guanacos, y Venados, y aſſi ſon los dueños delas piedras beçares, que venden alos Eſpañoles; y con la eſtimacion que han viſto hazer de ellas, han crecido tanto en la ſuya, que no medraria nada quien las compraſſe de ellos para venderlas en Europa, porque las he viſto yo vender aqui al meſmo, y aun a menor precio que en las Indias. Generalmente ſon mas belludos, y barbados que los de Chile, pero como no dexan tan poco crecer la barba, ſino que ſe la pelan como ellos, tienen mas trabajo, y nunca llegan a aliſarla con tanta perfeccion. ſon caſi todos bien tallados y diſpueſtos, galanes de cuerpos, bien ajeſtados, de buenos ingenios, y habilidades; las mugeres ſon delgadas, y muy altas, y en nacion, ninguna las he viſto jamas que lo ſean tanto; pintanſe las caras con vn color verde inſeparable de ſu tez por eſtar penetrado con ella, lo ordinario es, pintarſe ſolamente las narices, algunas pintan tambien la barba, y labios, otras toda la cara; viſten decentemente aſſi mugeres como hombres, y aquellas dexan crecer el cabello quanto pueden, y ellos ſolo haſta el cuello, lo de mas como los de Chile.

Son muy ſueltos, y ligeros, y aſſi gran des tragadores de leguas, que andan apie muy ala larga, ſin canſarſe de maſiado. he los viſto algunas veces ſubir, y baxar los aſperiſſimos montes dela cordillera como ſi fueran Gamos, y no ſolo los hombres, ſino tambien las mugeres, y los niños, y lo que mas es, cargadas las mugeres con ſu hijos en las cunas, las quales aſidas a vn ancho faxon que atrauieſan por la frente las dexan caer por las eſpaldas, y con todo aquel peſo, que viene colgando dela cabeça ſobre el cuerpo, que para eſto, y para mayor comodidad del niño lleuan corbado, caminan, y ſiguen al paſſo delos maridos con tanto deſembaraço, y agilidad que admira. Pruebas bien eſta ligereça, y teſon, que tiene eſta gente en el andar, lo que me contò vn corregidor, y Capitan General, que fue de aquella Prouincia acerca del modo que tienen de cazar los Venados, que es bien ſingular, y raro. Dize que luego, que los reconocen, ſeles acercan, y van en ſu ſeguimiento, a pie, a vn medio trote, lleuãdolos ſiempre a vna viſta, ſin dexarles parar ni comer, haſta que dentro de vno, o dos dias ſe vienen a canſar, y rendir de manera que con facilidad llegan, y los cogen, y bueluen cargados con la preſſa aſu caſa, donde hazen fieſta cõ ſus familias, haſta acabarla, porque eſtos Indios ſon de naturales tan voraces, que entre muy pocos, que ſe juntan, ſe comen vna ternera, o vna baca en poco, tiempo, y no ſe puede creer lo que deſpabilan de vna aſſentada; pero quando no tienen que comer, tambien lo ſaben ayunar, y ſe paſſan muchos dias con ſolo vn poco de Maiz, y algunas raizes de yeruas, que ſe nacen en el campo. ſon tambien grandes caçadores de arco, y flecha, en que ſon muy dieſtros.

No dexarè de dezir vna ſingulariſſima gracia que dio Dios a eſtos Indios, y es vn particulariſſimo inſtincto para raſtrearlo perdido, o hurtado. contarè dos caſos que paſſaron en la ciudad de Santiago a viſta de muchos. Tenia nueſtro collegio con victorio vna carreta ala puerta de vna huerta donde van arecrearſe los ſeminariſtas, hurtaron la vna noche, y hechandola menos vn Hermano delos nueſtros ala mañana, fue luego en buſca de vn guar pe (que aſſi ſe llaman eſtos Indios) para que ſe la raſtreaſſe: tomo el raſtro, y fuele ſiguiendo lleuando al meſmo Hermano en ſu compañia haſta llegar a vn Rio, donde le perdio, pero no la confiança de dar con la preſſa: paſſa el Rio, y bueluele a paſſar, vna, y otra vez, por eſte, y aquel vado (hauiale paſſado otras tantas la carreta por deſmentir mejor al que ſiguieſſe el raſtro, como lo confeſsò deſpues el que hauia hurtadola) y proſigue ſu camino, y a qutrro leguas dio con la preſſa, quando el que la lleuaua, eſtaua mas ſeguro de no ſer deſcubierto.

Otra vez vi, que hauiendo faltado a cierta perſona vnos naranjos de ſu huerta, llamo a otro Guarpe, el qual le lleuo de vna parte a otra, por eſta, y la otra calle, torciendo eſta eſquina y voluiendo a paſſar por aquella, haſta que vltimamente dio con el en vna caſa, y hallando la puerta cerrada, le dixo, toca, y entra, que ai eſtan tus naranjos, hizolo aſſu, y hallolos. De eſtas coſas hazrn cada dia muchas de grande admiracion, ſiguiendo con grã ſeguridad el raſtro, ora ſea por piedras liſas, ora por yeruas, o por el agua. Son tambien grandes trabajadores, de buenas fuerças, y teſſon en el trabajo.

Son immediatos eſtos Indios de Cuyo alos Indios pampas, llamados aſſi, por habitar aquellas immenſas llanadas que ſe eſtienden por mas de trecientas, y quatrocientas leguas al Oriente, y mar del Norte, y los dela Punta delos venados, donde eſtà la vltima ciudad de Cuyo, perteneciente al Reyno de Chile, les ſon mas vezinos, y caſi ſon todos vnos en las coſtumbres, y modo de viuir; no tienen eſtos pampas caſa, ni hogar, en lo qual ſe differencian de caſi todo el reſto delos hombres, que lo primero que aſientan, para paſſar la vida, ſon las caſas para defenderſe delos rigores, y inclemencias del tiempo, y eſto meſmo es lo que eſtos pampas tienen mas oluidado, y deſpreciado: debe de parecerles, que es agrauio del autor dela naturaleza buſcar mas caſa que la que dio al hombre en el repartimiento delas coſas, que crio, que es la tierra, ni que pueden mejorar de techo o bobeda, teniendo la de el cielo eſtrellado, y que para repararſe del agua y las de mas inelemencias del tiempo ſu pueſto que no ſon eſtas perpetuas, baſtaua hazer vnos reparos de poca hechura, que ſe pudieſſen quitar, y poner facilmente, y lleuar de vna parte, a otra conforme a ſu guſto.

Aſſi lo hazen juzgando por cierto genero de priſſion y cautiuerio el atarſe a vn lugar, y para eſto no quieren tener caſas, ni huertos, ni jardines, ni haziendas, que ſean como grillos, que no les dexen ſacar el pie, y impidan ſu libertad para ir donde ſe les antoja, porque juzgan por el maior bien de todos el abſoluto, y entero vſo de ſu libre alvedrio viuir oy en eſte lugar, mañana en el otro. aora me da guſto goçar dela ribera y freſcura de eſte Rio, y encanſandome del, paſſo a otro; quiero viuir vn poco en los boſques, y ſoledades, y no dandome guſto ſus ſombras, ſalgo alos alegres prados, y valles. aqui me entretiene la caza, alli la peſca; aqui goço delas frutas, que lleua eſta tierra, y en acabandoſe, me paſſo a otra, donde comiençan amadurar los que eſta lleja; voy donde quiero ſin dexar en ninguna parte prenda que metire, que ſueleſer eſpina que de lejos atormenta; no temo malas nueuas porque no dexo atras coſa que puedas perder, con migo lo lleuo todo, y con mi muger, y mis hijos que me ſiguen donde voy no me falta nada.

Eſta es la quenta, que eſta gente ſe haze, y aſſi paſſan vna vida alegre, oy aqui, mañana aculla, haziendo en vn inſtante con quatro palillos vna media ramada mal cubierta con algunas ramas, y yeruas, o algun cuero de baca, o cauallo, o de otros animales, que cazan: las rentas, y dinero para el gaſto, y ſuſtento de ſus perſonas, y caſas, ſon el arco, y flecha, con que las proueen de carne; las frutas que comen ſon las que el cielo cultiua; ſu vino es el que criò Dios en las fuentes, y Rios, ſino es que ya hagan alguna vez ſus chichas de frutas de arboles como los de Chile; ſu veſtido es vna pampanilla, que vſan por la decencia, y vn pallon que les ſirue de capa larga, todo lo demas del cuerpo, deſnudos ſuelen traer oradados los labios, y pendiente de ellos vn barbote de alquimia, o plata. El cabello largo haſta el hombro, las mugeres haſta donde alcança.

Vna coſa parece que falta a eſta nacion, que es tan comun, y ordinaria en todas las demas, como es el pan, que hazen vnos de trigo, otros de Maiz, y otros de Arroz, y como eſtos Indios no tienen nada de eſto parece que carecen de eſte ordinario ſuſtento, y no es aſſi, porque ya que no tienen eſtas ſemillas, le hazen de algarroba, donde la hallan; y porque eſta no dura todo el año, para que no falte vna coſa, que es tan propria, y comun entre los hombres, hazen eſtos vn genero de pan raro, y nunca oido, que es de langoſtas, y tambien he oido dezir que de moſquitos; ſuelen ſer aquellas tantas en aquellas pampas, que haziendo viaje por ellas vi muchas veces cubierto elayre, y ſol con ellas como con vna denſa nube.

La traza pues que tienen los Indios para cogerlas, es, obſeruar ſu dormida, y como en aquellas pampas ay tan grandes, y crecidos pajonales, nunca paran en parte donde no los aya; antes parece, que buſcan ſiempre los maſ altos, y eſpeſos, que es lo que los Indios pretenden, porque llegan de noche quando eſtan ellas muy quietas, y pegando fuego al pajonal con los recios vientos, que ay alli de ordinario, ſe enciende la llama, y ſin que eſcape vna, quedan alli muertas infinitas (de que hazen grandes montones) y como juntamente que dan toſtadas, no tienen que hazer mas, que molerlas, y dela harina, hazen ſu pan, que ſirue para ſu ſuſtento, para el qual tambien vſan de vna yerua, que llaman, el cibil, que aora ſea por pacto del demonio, o por natural virtud, que tenga, dizen, que los ſuſtenta muchos dias, ſolo con traerla en la boca, donde haze vn genero de eſpuma blanca, que aſoma por los labios, y cauſa muy deſagradable viſta, y a mi me dio muy grande aſco quando los vi.

Aunque eſta gente no es tan guerrera como la de Chile, no dexa abſolutamente deſerlo, como lo han moſtrado en algunas ocaſiones. y fuera del arco, y flecha, que es el mas comun genero de armas delos Indios, en que ſon tan dieſtros, que hazen tiros increibles alos que nolo ven y alos que lo ven, de grande admiracion vſan eſtos Indios de otro genero de armas extraordinario, el qual ſe compone de dos bolas como naranjas medianas, la vna es mayor, y es de piedra perfectiſimamente labrada a pulimento, la otra es de vna vejiga, o cuero a manera de pelota, que llenan de alguna materia menos peſſada que la piedra; eſtan eſtas dos bolas atadas fuertemente alos extremos de vn recio cordel, que texen de neruios de toro, y pueſto el Indio en vn alto y tomando en la mano la bola menor, y de menos peſſo dexando la otra en el aire, comiença a hondear con ella, trayendola a manera de honda ſobre la cabeza mientras eſta haziendo la apunteria para derribar al contrario.

En hauiendo aſegurado el tiro, arrojan aquella como cadena con balas, las qual llegando como pretenden alos muslos o piernas del enemigo, con vna, y otra buelta, que da la bola de piedra con el grande impetu, que lleua lo en laza de manera que en vn abrir, y cerrar de ojos lo traba, y lo derriba en tierra como avn pollo, baxan luego delo alto, donde eſtauan, con tanta prieſſa, que no dandole lugar a deſemboluerſe, lo hazen pedaços entre las manos, y es tan poderoſo eſte inſtrumento, que baſta no ſolo para en lazar, y derribar vn hombre, ſino tambien a vn potro, vn cauallo, y vn toro delos muchos, que ſe crian en aquellos campos, deſpues que los eſpañoles conquiſtaron aquellas tierras, como vimos en el capitulo 29. del libro primero.

No traen oy eſtos guerras con nadie, porque aunque no reconocen ſugecion ninguna, ſe portan con los Eſpañoles como con amigos, aque ayuda el ver que eſtan las ciudades tan pobladas, y defendidas, que no es tratable entre ellos ningun alboroto, o motin contra ellas, antes entran, y ſalen como quieren, y quando an cobrado afficion a algun Eſpañol, y ſe hallan obligados de ſu buen trato, y correſpondencia, vienen muchos de ellos al tiempo delas coſechas a ayudarſelas a recoger, y luego ſe bueluen alas hanchuras de ſu libre, y vaga habitacion. algunos ſuele hauer, que juntãdoſe en tropas, ſalen alos caminos alos Eſpañoles, que van en ſus carretas, para lo qual ſuelen lleuar en ellas buena municion, y arcabuces, y no parten ſino en conſerua muchas juntas, porque algunas veces an ſuccedido algunas deſgracias. pero lo ordinario ſe contentan con que les den algo, y para eſto llegan alas carretas, y lo piden con gran libertad, como ſi fueran dueños de todo, y en dandoles algun biſcocho, y vino, o algun otro regalo, ſe van con Dios; pero ſi los caminantes ſon eſcaſos, no van muy ſeguros, aunque ſiempre ſe hazen reſpetar las bocas de fuego.