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Los chorros del oro

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Autores: Joaquín y Serafín Alvarez Quintero

LOS CHORROS DEL ORO


Habitación baja en casa de Mercedes, mujer del pueblo no mal acomodada, en Sevilla. Al foro una ventana que da a la calle. A la derecha del actor una puerta, y a la izquierda otra. Las paredes blancas y lucientes. El suelo, de lositas de dos colores, aljofifado de tal modo, que se pueden comer migas en él. Muebles modestos, pero bien ordenados y muy limpios. Entre ellos una cómoda. En el centro de la habitación una mesita, sobre la que hay un costurero. - Es de día.

(Mercedes está asomada a la ventana. Es una mujer que marea de guapa y de limpia. Le da el sol y parece que tiene lentejuelas.)


Merc. ¡Adiós! Ayá va como una palomita... Se come la caye, y no levanta der suelo tanto así. ¡Hija mía, que preciosa es! Si viviera su padre, se le caería la baba mirándola. La puerca de la vesina se ha parao a darle un beso: a vé si le deja la señá... ¿Otro beso? ¡Vamos, güeno está de cariño, señora! Sí, hija mía, sí; hases bien en echá a corré. Y es que no le gusta que la bese nadie. Las tonterías de las mujeres cuando somos niñas. Ya dobló la esquina. (Se retira de la ventana.) Chalá me tiene. Vamos a guardarle er baberito. (Recoge uno que hay sobre una silla, y con gran cuidado lo guarda en un cajón de la cómoda) ¿Esto es una mancha? No. Pensé... Es descolorío de lavarlo. ¡Ajajá! (Poniendo bien una silla que no está en su sitio.) ¡Jesús! Por donde pasa mi madre organiza un terremoto.(fijándose en la silla.) ¿Le parece a usté? Porvo. (Coge un paño y la limpia y la frota.) Así te quiero, prenda. Y ahora a seguí cosiendo estas naguas blancas. (Siéntase a ello junto a la mesita.) Se tarda Juan Manué.... Quizá haya estao esperando a vé salí a mi niña. Como le tengo dicho que cuando eya esté aquí no entre.... Sí, porque la niña va a hasé en Agosto los siete años, pero paese que yeva un viejo en la barriga, según se fija en to. Y no me agrada que note na de esto, mientras yo no me determine. Juan Manué es un buen hombre... y me quiere... Y me hase grasia, esta es la verdá. Porque Juan Manuel tiene grasia. ¡Pero es tan adán! ¡es tan susio er grandísimo condenao! Mi madre se dispata cuando ve que yo yevo las cosas adelante. “¿En qué estás pensando, hija mía? Acuerdate de tu marío, que era como los chorros del oro er pobresito, y fíjate después en ese que ahora te pretende; que le teme al agua más que un perro rabioso.” y es la verdá, es muy susio. No y eso no: como Juan Manué no se corrija... Porque sobre sé muy susio, es muy desastrao. Yo creo que sí, que se corrige... Muestras va dando de eyo... Er rose conmigo argo ha de podé... Lo que me hase mas grasia es lo que se esfuersa er pobre en presentarseme arreglaíto.

Juan (Asomándose por la ventana.) ¿Vive aquí la mujé más bonita der barrio?
Merc ¿Quién pregunta por ella?
Juan El hombre más feo de Europa.
Merc ¿De Europa na más?
Juan Na más: los chinos son más feos que yo.
Merc Pos esa mujé no vive aquí.
Juan ¿Que no vive aquí? A mí se me había figirao que estaba yo hablando con ella.
Merc Viene usté malo de la vista. O no se habrá usté lavao bien los ojos.
Juan ¿Ya estamos con el agua a pleito? ¡Me los he lavao con aguarrás, pa darle a usté gusto!
Merc ¡Jesús, con aguarrás! Es preferible el agua clara.
Juan Güeno; ¿me deja usté que entre a acompañarla ya que ha salío la niña?
Merc Entre usté.
Juan Abra usté la cansela.
Merc No es preciso: mi madre está a la puerta de la caye.
Juan ¿Y está suerta?
Merc ¡Oiga usté!
Juan Usté perdone. He querío preguntá si no muerde.
Merc No muerde, no; pero ándese usté con cuidao.
Juan Con quien tengo yo que andar con más cuidao que un equilibrista, es con la hija. (Vase de la ventana.)
Merc Na, que me hase grasia este hombre. Señó, no la tendrá pa nadie, pero mpa mía la tiene. Y luego, como también es viudo, y con una niña, como yo... lo que piensa una: paese que está escrito. Bien dise la copla que no te cae ensima: tanto criticá yo de la gente desaseá... y miste por donde viene er diablo y lo enreda.
::Nadie diga en este mundo
::de esta agua no he de bebé
::porque er caminito es largo
::y puede apretar la sé....
(Sale Juan Manuel por la puerta de la izquierda. Es cajista de imprenta.)
Juan ¿Sabe usté lo que me ha dicho su madre?
Merc ¿Qué le ha dicho?
Juan Que si tengo paraguas que lo tire.
Merc ¿Pa qué?
Juan Pa que me moje siquiera los dias que yueva.
Merc (Riéndose.) Mi madre tiene güenos gorpes.
Juan Sí, señora; y la hija también; pero la hija y la madre se conose que me han tomao a mí por aseite, que no por está en el agua se vá arriba.
Merc ¿Y no hay na de eso?
Juan No hay na de eso. Vamos a vé, con imparsialidá: ¿qué tar vengo hoy?
Merc Desde aquí, mejó que otros días. Aserquesé usté un poco más. Pero suerte usté antes er sombrero.
Juan ¿Ve usté como se ersagera un poquiyo?
(Deja sobre una silla el sombrero. Mercedes, mientras, ve que trae manchada de yeso la espalda.)
Merc (Levantándose.) ¡Virgen de las Angustias!
Juan ¿Qué ocurre?
Merc ¿Usté se ha visto por la esparda?
Juan ¡No pueo.! ¿Qué traigo por la esparda?
Merc ¡To er yeso de un tabique!
Juan ¡Mardita sea mi suerte! Ahora sí tiene usté rasón: es que hoy están en casa de obra, y antes de salí se me orvidó refregarme contra la cama.
Merc ¡Ave María! ¿De esa manera se sepiya usté?
Juan La esparda, sí señora.
Merc ¡Uf! ¡lo que suerta! Meresía usté que le vareara la americana sin quitársela.
Juan ¡Ay! Que me hase usté cosquiyas, Mersedes.
Merc Y vaya manchita que tiene usté aquí en el hombro.
Juan ¿En el hombro? Del hombra pa atrás no pueo respondé, porque no me fijo; pero por delante, lo que es hoy no me encuentra usté a mí ni una mancha.
Merc ¿No?
Juan No.
Merc (Señalándolas.) Una... dos... tres... cuatro... sinco... seis... siete... ocho...
Juan ¡Caray, no siga usté! ¡Miste que es lo grande! En mi casa no me veo ni una sola; sargo ar só, y me veo dos o tres, y yego aquí, y na más que piso er cuarto este, ya estoy plagaíto.


Merc ¿Sí, eh? Pos las mismas que tiene usté aquí, tenía usté en su casa. ¡Que así andará eya!
Y que las hay de tos colores. Dise mi madre que se prensa un traje de usté y sale un tinte.
Juan No, si ya sabemos que la mamá tiene mucha grasia. Pero comprenda usté, Mersedes, que un pobre cajista de imprenta, que está to er día metío en tinta, como los calamares, y que está cuidao por una cuñá - ¡mar tiro le peguen! – y por una niña de este arto, no pué venir aquí como pa ponerlo en un escaparate. Además, usté no se ocupa más que de criticá y de sacarle a uno los colores, y cuando uno hase un esfuerzo pa que usté lo estime, usté no lo estima. Toavía no me ha dicho usté na de la corbata.
Merc (Reparando en que no trae ninguna.) ¿De qué corbata?
Juan (Levándose la mano al sitio.) ¡Ay, que graciosa! ¡De esta!
Merc ¿De esa, eh?
Juan ¿Le paese a usté, si es sino? Hay días en que ar salí de casa debía una pisá una cáscara de melón y estreyarse contra las piedras. (Se saca la corbata del bolsillo.) Miste donde la traigo.
Merc ¿Qué más dá?
Juan Pero, güeno: ¿la corbata es de gusto o no es de gusto, que es aquí lo que se discute?
Merc Le diré a usté: pa aliñarla, no es fea.
Juan ¿Con que pa aliñarla? ¿No le gusta a usté la corbatita?
Merc Como escarola, sí.
Juan ¡Se acabó!
Merc ¿Qué va usté a hasé con ella?
Juan ¡A tirarla a la caye! Yo sé que er que se la ponga, se luse; pero a usté no le ha agradao, y eso basta. ¡La tiro! (La tira por la ventana en efecto)
Merc ¿Es que piensa usté tirá to lo que no me agrade a mí?
Juan ¡Ni más ni menos!
Merc Pos entonses suba usté arriba y tiresé usté por er barcón. (Vuelve a sentarse.)
Juan Eso no me lo diga usté ni en broma.
Merc Pero ¿cómo vi yo a haserle cara a un hombre que ca día que pasa está más desastrao y más susio?
Juan ¡No, que ví a está más limpio ca día! ¡Qué cosas tiene usté! ¡Si uno no vive en un faná, señora! ¡Miste las estatuas: hasta jaramagos les salen!
Merc ¿Es desí, que usté hasta que no le sargan jaramagos no está contento?
Juan Yo no estoy contento mientras usté no se desida a quererme. (Se sienta al lado de ella.)
Merc Pos largo le va. El hombre que a mí me yeve otra vez a la iglesia, ha de hayarse en el agua tan a gusto como a la vera mía.
Juan ¡Por vía e Dios! ¿Su difunto de usté era un sarmonete?
Merc Mi difunto era un hombre que daba gloria de mirarlo: limpio, colorao, escamondao...
Juan Y engüerto en harina, sí señora; lo estoy viendo en una freiduría.
Merc O se caya usté o tenemos un dijusto serio.
Juan No lo tome usté así: el mismo respeto que le guarda usté a su difunto, le guardo yo.
Merc Pos mucho ojo con lo que se habla.
Juan Y si se quié usté desquitá, métase usté con mi difunta y yo la acompaño.
Merc Creo que era pa el avío.
Juan ¡Pá viví con usté!
Merc Muy mujé de su casa... muy consertaíta...
Juan ¡Sí!
Merc A mí me han contao que argunos días se encontraba usté las botas en el aparadó.
Juan No tanto, no tanto... No hay que ponderá. La sopera ensima e la cama si que me la encontré muchas veses.
Merc ¿Y su cuñá de usté, la hermana de ella, es lo mismo?
Juan Es peó.
Merc Disen que le dá por la iglesia.
Juan Demasiao. Pa mí que parará en un convento.
Merc ¿Qué parará?
Juan Que parará, sí; que parará. No creo que haya errata.
Merc ¡Vaya una diversión de familia!
Juan Por eso busco otra, Mersedes... porque pienso en mi hija, que ca día necesita más quien la acompañe; porque pienso en mí, que estoy más solo que un sereno. (Viendo que Mercedes se prende una aguja en el pecho.) Cuidao, no se pinche usté con esa aguja.
Merc Descuide usté, que no me pincho.
Juan ¿Hay argodón?
Merc No hay argodón.
Juan Pos argo hay.
Merc Argo, sí, pero argodón, no. Siga usté con lo que iba disiendo.
Juan Si es lo mismo que le he dico a usté veintisinco veses: que yo no vivo más que pa este ratito que los domingos paso con usté; que me tiene usté que me van a echá de la imprenta, poruqe desde que la conozco lo pongo to con armirasiones: hasta las preguntas; que ni como, ni bebo, ni duermo, ni ... ¿Cómo dise aqueya copliya que usté canta tanto?
Merc ¿Cuá?
Juan Aqueya de…
Ni como ni duermo, niña...
Merc Ah, ya.
Ni como ni duermo, niña.
Desde que te conosí...
Juan No, no; pero cantá, cantá es como yo la quiero.
Merc ¡Vamos, hombre!
Juan Ande usté, Mersedes; ya que ha salío la conversasión.
Merc (Cantando.)
::Ni como ni duermo, niña
::desde que te conosí,
::que no me arcansan las horas
::más que pa pensar en tí.
Juan (Tirando el cigarro contra el suelo, en un arrebato de admiración.) ¡Olé con olé!
Merc ¡Coja usté ese sigarro ahora mismo, so puerco!
Juan Perdone usté, Mersedes, no me he dao cuenta de lo que hasía. (Lo recoge, y no sabiendo donde echarlo, se lo va a guardar en un bolsillo.)
Merc ¿Pero va usté a guardárselo, hombre?
Juan ¿Me lo ví a comé?
Merc ¡Tírelo usté a la caye, señó! Mañana compraré un senisero.
Juan (Después de tirar a la calle el cigarro.) ¿Su difunto de usté no fumaba?
Merc No, señó.
Juan Mi difunta, sí. (Se acerca a ella, y le canta muy mal lo que ella ha cantado muy bien.) Ni como ni duermo, niña, Desde que te conosí...
Merc ¡Cayesé usté por Dios! ¡Jesús, que oído!
Juan Sí que es malo. (Vuelve a sentarse.)
Merc ¿Con que ni come usté ni duerme desde que la conosió?.... ¿Y por quién va eso, Juan Manué?
Juan ¿Qué por quién va eso?... ¿Quiere usté que le regale el oído?
Merc ¡No! ¡el oído no! ¡Ni regalao lo quiero! ¡Queesé usté con él!
Juan (Cogiéndole una mano entusiasmado) ¡Bendita sea!... ¡Tiene usté grasia para poné un puesto!
Merc ¡Suerte usté, grandísimo adán! ¿Se atreve usté a cogé una mano mía con esas manos?
Juan Las de usté están más limpias; es verdad. Mañana me pongo unos guantes.
Merc Hombre, no. Mañana se las lava usté con jabón, y por argo se empiesa.
Juan Mañana, y pasao, y toa la vida haré yo lo que a usté se le antoje. Imitaré a mi niña, que me trae loco con la de usté.
Merc ¿Con la mía?
Juan Sí, señora: como er domingo pasao no vine, no hemos hablao de esto. Usté sabe que la he puesto en la misma academia.
Merc
Juan Pos güeno: le ha dao a la mía por copiá a la de usté: se ha enamorao de ella. Y no yeva su niña de usté unos carcetines, o unas botas ó un vestío, o un laso, o un babero, que no venga mi Juanita a desirme: “Papá, la niña de la trensa rubia – que es como la yama – se ha comprao esto y esto: comprámelo tú a mí.”
Merc ¡Angelito!
Juan Y yo ¡claro! ¿qué he de hasé más que comprarsela? Y está la chiquiya que es un carco e la otra. Le arvierto a usté que ni que fueran gemelas: de formalidá.
Merc Me la tiene usté que trae un dia pa que la conozca.
Juan ¡Ya lo creo! Usté va a sé su madre... Y lo más gracioso de todo esto... (Preséntase de improviso Juanita por la puerta de la izquierda llamando a su padre. Viene la infeliz que da pena verla: desgreñada, sucias la cara y las manos, las medias caídas, el vestidillo manchado y roto.)
Juanita ¡Papá! ¿Está aquí mi papa?
Merc (Levántandose.) ¿Qué dises, niña? ¿Quién es tu papá?
Juanita Este.
Merc (Con asombro eindignación.) ¿Este?
Juanita Sí, señora. Papá, tu compadre Arturo está es casa esperándote.
Juan (Desconcertado.) ¿Está en casa, eh? ¿No lo ha cogido un tranvía ni ná?
(Mercedes se vá derecha a él, decidida a todo, y él la huye.)
Merc ¡Sinvergüenza! ¡granuja! ¡charrán! ¡embustero! ¡Venga usté que le saque los ojos¡
Juan Los ojos no, Mersedes: ¿con qué iba yo a mirarla a usté entonses?
Merc ¡A mí no me tiene usté que mirá mas en su vida, cara de mico! ¿Con que esta era er carco? ¿Con que esta era er remeo de mi niña? ¡Vamos, eche usté a cerré ya si no quiere morí a mis manos! ¡Trapalón! ¡mal hombre! ¿Y dise usté que me quiere a mí y tiene de esta manera a su hija? ¡Si estoy por yamá a un municipá pa que lo yeve a usté a la carse! ¡No hable usté! ¡No se defienda usté, que es peó! ¡Esto es un crimen! ¡esto es una infamia! ¡No paga usté ni frito! ¡Pobresita! Pero ¡usté no ve que le quita la salú, que le quita la alegría, que le quita cariño de to er que la mire, porque no tiene un sitio pa darle un beso? Y es bonita la pobre; que dá más lástima todavía... ¡Vayasé usté, váyase usté de mi casa ya, que hasta hoy no he vosto yo bien claro lo retesusio, lo retepuerco, lo retemalo, lo retefeo y lo reteantipático que es usté!
Juan Mersedes... que se ma van a sartá las lágrimas... y no traigo pañuelo.
Merc ¡Váyase usté, hombre, vayasé usté y no pase por esta caye como no sea en carnavá, que yo no le conozca!
Juan Mersedes...
Merc ¡Vayasé usté, le digo!
Juan Ya me voy... Niña...
Merc No; esta se queda aquí un ratito.
Juan ¿Qué se queda aquí?
Merc Si señó.
Juan ¿Qué va usté a hasé con ella?
Merc A ponerla como su madre la parió; a echarle ensima toa el agua que le hase farta ar padre; a fregarla; a dejarle er cuerpesito como una rosa; a vestirla luego con ropita limpia de mi hija; a peinarla, a carsarla, a darle después cuatro besos muy apretaos, y a mandársela a usté pa que se enetere de lo que es un carco de mi Carmen; por supuesto, con orden de que no se aserque a usté hasta que no esté limpio. ¡Y ya tiene usté penitensia!
Juan (Afligido) Mersedes... yo soy un esclavo xde usté. Dios le pague a usté lo que va a hasé con mi niña. Cuando usté quiera, hase lo mismo con el padre.
Merc Güeno, güeno: a la caye ahora. Ya sabe usté como a mí me gusta la gente.
Juan Ya lo sé; y bien meresío tengo este castigo y este bochorno. Mientras que no me saque briyo, no güergo a vení. Palabra. Cómprese usté unas gafas negras pa que cuando me vea no le lastime er resplandó. Y luego nos casamos; y la luna de mié la vamos a pasáa la Oria der río. Y ayí coge usted una piedra, y me la tira al agua, y yo me echo al agua por eya y la saco en la boca. ¡ Sí, porque estoy convensío de que como no me güerva perro de agua usté no me hase caso! Güenas tardes. (Vase)
Merc Vaya usté con Dios. ( A la niña.) Y tú no te asustes, hija mía. Yo tengo una niña como tú, y quiero que te parezcas a eya, pa darle una lersión a tu padre, que es un embustero. Entra ahí, que pa ayá voy yo. (Vase Juanita por la puerta de la derecha.)
Juan (Asomándose a la ventana.) ¿Sabe usté lo que me ha dicho su mamaíta?
Merc ¿Qué?
Juan Que al amanesé pasa er carro e la basura. ¡Por si yevaba poco! ¡Mardita sea!....(Vase.)


Merc Si de esta no se enmienda.... es hombre al agua. Que es lo que yo querría.
(Al público.)
Es pa er cuerpo y pa la cara el agua clara un tesoro, der que siempre he sido avara... ¡Dios bendiga el agua clara! ¡Vivan los chorros del oro!

FIN

Madrid, Febrero 1906