El volcan a que habian ascendido era el de Purarauque, i en el silencio de la noche, los esploradores de 1777 creyeron oir varias descargas de artillería. Así era, en efecto; pero no fueron los Césares los que hacian aquella salva en honor de sus descubridores, sino el famoso Tronador, que, durante el verano, precipita con el deshielo sus ventisqueros en formidables fragmentos quebrajados, retumbando el eco de la caida en todas las gargantas.—«Este cerro—decia el padre Melendez en su Diario de esploracion correspondiente al 3 de enero de 1792—estoi para creer es el que llaman Bauquenmay i está continuamente tronando, que así parece cuando cae un peloton de nieve» [1].
- ↑ Este curioso Diario se encuentra auténtico e inédito en el vol. 10 de Manuscritos de la Biblioteca Nacional.
veinte años en el Mensajero de Agricultura (1857), en una obra titulada Miscelánea, vol. III, páj, 277.
Los estudiosos podrian tambien echarse a cuestas el Diario que sobre esta propia espedicion escribió su capellan frai Benito Delgado, confidente de Espinosa, i que publicó Gay entre los Documentos de su Historia de Chile (vol. II, páj. 431).
El padre Delgado no acompañó la espedicion de Los siete sino que se quedó con el grueso de la jente que mandaba el capitan don Lucas Molina, de quien luego hablaremos, en Rio Bueno, Parece que entre los siete iba el cadete don Ventura Carvallo, que ha dejado larga sucesion en Chile, el conocido sarjento Negron, descubridor verdadero del antiguo asiento de Osorno, i un negro presidiario llamado Francisco Escarraga.
El Diario del padre Delgado, escrito con estilo mui diferente de su nombre, comienza en la mision de Arique el 29 de setiembre de 1777, i termina el 31 de diciembre del mismo año, en que Molina, desengañado completamente, solicitó dar la vuelta de Rio Bueno a Valdivia, trayendo prisionero al cacique Vurin, señor absoluto del lago de Puyehue, i uno de los principales sostenedores del tradicional embuste.