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EL LIBRO DE LOS CUENTOS. — 203

de un asno llama vuestra atención, ¿y no os la llama la importancia de la vida de un hombre?

Esta reconvención produjo tal efecto, que no se distrajeron mas; escucharon al irresistible orador, y el reo fue absuelto.


A un asombro otro mayor.

Un petardista, célebre por sus trampas y estafas, y que ya no tenia amigo ni conocido que le prestase un cuarto, fue un dia á verse con un caballero rico y generoso, con quien no tenia relaciones de ninguna clase, y después de muchas cortesías y cumplimientos, le dijo:

— Voy á dejar á V. asombrado con lo que le voy á decir. Soy N., debo á todo el mundo y no pago á nadie; no lo conozco á V., y, sin embargo, solo por las buenas noticias que tengo de su carácter, he venido á pedirle prestados mil reales.

— Pues va V. á quedar mas asombrado con mi contestación, repuso el caballero; yo lo conozco á usted perfecta.mente, estoy enterado de sus trampas y de sus enredos, y sin embargo, se los presto.


La ópera gratuita.

Asistía doña Celedonia á una función casera en que se cantaba una ópera. No habia asistido á otra jamás, y oyendo un coro, creyó que por ser gratuito cantaban todos á la vez, y asi dijo:

— ¡Ah ! los canallas, porque somos nosotros cantan todos juntos, eso es, por acabar antes.


Santa Teresa y las elecciones.

Santa Teresa de Jesús pedia á Dios en el fervor de sus oraciones, que el provincialato de la religión recayese en un varón de altas virtudes y docta, á quien tenia en el mas alto concepto aquella mujer estraordinaria.