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DIEGO DE ROSALES.

grandessa de el contrario, su esfuerzo, sus armas y su destreza en la guerra, y aviendo levantado una grande torre de asombros, entra bien la admiracion de que un pequeño pastor la derribasse, y lebantando sobre ella sus estandartes y su cabeza erguida, se coronasse de triunfos. El mismo estilo siguieron las historias profanas, que para dar a conocer el valor y esfuerzo de los Romanos, victoriosos entre todas las naciones, daban primero a conocer la valentia de el contrario para que fuesse mas laureado el triunfo. Y los exploradores de la tierra de promision vinieron diziendo que avian encontrado con unos hombres, no de los comunes, sino esforzados, valientes, y tan agigantados, que eran ellos en su comparacion como unas pequeñas langostas. Y esto fué necessario que se supiesse para que luciesse mas la conquista.

No es la conquista de Chile de las ordinarias ni de las comunes de las Indias; conquista es de gigantes en el ánimo, en el valor y en el esfuerzo. Y es forzoso, para que tenga los esmaltes debidos la corona que merecen los Españoles sus conquistadores, dezir con que indios las ubieron, con quienes midieron sus fuerzas, que a no aver alargado la medida, no ubieran jamas igualado a una gente que pelea desmedidamente y que sobrepuja a los demas indios de la América en la valentia, arrogancia y valor.

En muchas de las tierras que ay pertenecientes al Reyno de Chile, queda ya dicho como ay gigantes, particularmente hazia el Estrecho, los quales, de mas de que tienen tierra particular donde todos lo son, que se llama la tierra de los gigantes, en otras se hallan algunos esparcidos, y aunque lo comun de los demas indios no excede la estatura ordinaria de los demas hombres, se hallan algunos de sobervia grandeza. Y de esto es clara prueba el hallarse en los entierros de los indios algunas cabezas y guessos que exceden a los otros incomparablemente. No quisiera parecer demasiado, ni que exagero las cosas con encarecimientos, y assi no pongo el tamaño de los guessos que se an hallado: solo diré que cerca de la ciudad de Córdova me dixo el Padre visitador Andres de Rada, de la Compañia de Jesus, persona de tanto crédito por su mucha autoridad y virtud, letras y puestos, que vio una cabeza de un gigante de el tamaño de una tinajuela, y para que en Europa no tubiessen por encarecimientos los de las Indias mandó que la llebassen al colegio para remitirla a España: los guessos de las canillas eran como un palo gruesso de mas de diez pies de largo. Lo mismo refieren Jorge Spilberg y Guillermo Schouten en la jornada que hizieron y navegacion por el Estrecho, que hallaron guesso de tres baras de largo: que segun su proporcion, seria el cuerpo de aquel gigante una torre, y assi dicen que vieron sobre una peña un indio Gigante que se puso sobre ella a verles navegar, y que no parecia sino una torre viviente [1].

En las demas tierras que oy están pobladas en el Reyno de Chile, los indios con quienes guerrean los Españoles son de la estatura comun, aunque algunos son de estatura lebantada y feroces. Pero la altivez del ánimo en todos es una. Y porque en las batallas y famosas victorias se verá, en el discurso de la historia, su grandeza de ánimo gigante, sea prueba de el que todos los autores que tratan de los indios occidentales reconocen a los chilenos por


  1. Estas exajeraciones son comunes a todos los escritores i viajeros de la época hasta el siglo XVIII.—No deben por tanto dejarse a la esclusiva cuenta i cargo del crédulo autor.