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Página:Los poetas malditos.djvu/52

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Paul Verlaine

¿Qué me decís de esto? Nosotros, al encontrar en otro arte las analogías que la originalidad de este pequeño cuadro nos prohibe buscar entre todos los posibles poetas, afirmamos que es algo—mejor y peor a un tiempo—como lo que Goya hizo. No os quepa la más leve duda de que, si Goya y Murillo fueran consultados, me darían la razón.

Arte y lienzo y alma de Goya son también Las Espulgadoras, pero de una goyesca luz exasperada, blanco sobre blanco, con efectos azules o rosados y de una pincelada singular rayana en lo fantástico. ¡Mas cuán superior es siempre al pintor el poeta que cuenta con la alta emoción y el canto de las buenas rimas!

Sed testigos:

Cuando la infantil frente en su roja tormenta
implora el blanco enjambre de los sueños borrosos,
sus dos hermanas llegan y cada una ostenta
las uñas argentinas de sus dedos graciosos.

Sientan al niño enfrente de una ventana abierta,
al aire azul que baña las abundantes flores
y por su pelamesa de rocío cubierta
pasan sus dedos crueles, finos y encantadores.

Y sus respiraciones medrosas y furtivas
con la miel de sus rosas le rozan sin cesar.

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