Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo V (1821-1822).djvu/473

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
473
SESION DE 11 DE ENERO DE 1822

deben conservar las autoridades de un mismo pueblo, sino que se avanza hasta querer comprometer el respetable carácter de V.E. i la adhesion que a su persona tributan estos habitantes. Consta de la anotacion de ciertas espresiones de V.E. en contestacion que le dirije.

De igual temeridad son revestidas las tachas i reproches con que impugna cualquiera obra pública o útil establecimiento con que se procura la policía i progreso de este pueblo o incremento de sus propios. Estas obras son hechas en mi tiempo, he prestado aprobacion a los planes que se me propusieron, i aun las mas las he promovido yo mismo, i por tanto soi responsable si chocasen con el interes público, o si el pueblo reclamase por ellas algún perjuicio, como lo supone este injusto señor, que solo aprueba su capricho i direccion. Todo Gobierno que no se acomode a sus locales ideas no es bueno en su concepto i debe quitarse; este es el fin que han tenido otros gobernantes de este pueblo, durante la residencia de Marin en esta ciudad; testigos son de esta verdad, don Tomas O'Higgins, don Manuel Antonio Recabárren, dos interinos de mi tiempo con quien ha chocado, i últimamente yo que intento precaverme de su astuta seduccion.

Finalmente, Señor Excmo. Vicuña no puede tranquilamente gobernar pueblo donde resida Marin, e indispensablemente se ha de elijir cualquier estremo de la siguiente disyuntiva: O se suspende al gobernante i se admiten sus renuncias, o salen del pueblo los que inquietan i perturban el órden por que se desvela. No he querido formarle causa ni echarlo con estrépito; sus delitos i desafueros están bajo de su firma, sin necesidad de mas comprobantes que me obliguen a proceder de esta suerte, i espero verme en la presencia de V.E. u otro tribunal a donde dirija su querella de agravio, reservando para entónces otros varios hechos que por ahora omito por no perturbar la ocupada atencion de V.E.; en el entretanto, tengo el honor de numerarme entre sus mas distinguidos súbditos i adicto servidor Q.B.L.M. de V.E. —Serena i Julio 4 de 1821. Joaquin Vicuña. —Excmo. Señor Supremo Director del Estado.


Núm. 637[1]


Señor don Gaspar Marin

Mi dueño:

Consecuente siempre a nuestras relaciones, i convencido de la necesidad que Ud. se regrese al seno de su familia, no he querido que intervenga en esta resolucion el estrepitoso aparato de una órden, comunicada con autoridad, a la que Ud. ha dado mérito; pero al agotarse los recursos de mi moderación (hasta aqui culpable), intimo a Ud., política i reservadamente, que para el veinte del presente mes, debe Ud. salir sin recurso; así conviene al decoro de Ud. i su familia, i mas que a todo, al órden de mi actual administracion de Gobierno. —Soi de Ud. afectísimo i S.S.Q.B.S.M. Joaquin Vicuña.


Núm. 638

Excmo. Señor:

El doctor don Gaspar Marin, con veneracion i respeto, parece ante V.E. i dice: que hoi dia, tres de Julio del corriente, como a horas de mediodía i por medio del ayudante de plaza, me dirijió el señor intendente la carta que orijinal acompaño. Como ella presenta dos aspectos, en primera oportunidad exijiré de la Intendencia una órden formal i tal que, al paso que estrecha al ciudadano virtuoso a obedecerla, haga responsable al majistrado que la dicta. Por el contexto de aquel documento se convence que hasta ahora no se me ha formado causa ni ménos oido en ella, mucho mas en circunstancias de ignorarse si se procede de oficio a instancia de parte lejítima. De cualquier modo que ello sea, por un razgo de arbitrariedad, el suplicante está espuesto a esperimentar un desaire, a dejar comprometido su nombre i aquella buena comportacion con que ha sabido distinguirse en todos tiempos.

Nuestra Constitucion provisoria permite a todo Chile fijar su residencia en el país que fuere análogo a sus inclinaciones, adonde le llamen las circunstancias en que se venza, sin que a ningún majistrado le sea dado oponerse a sus designios, i mucho ménos espatriarlo sin formarle causa, sin oirle ni darle lugar a sus defensas. No basta, pues, que el juez, que el Director Supremo diga así conviene al decoro de él i su familia, i mas que todo, al órden de mi administracion; porque este es el lenguaje, este el idioma de los tiranos, i las leyes, en cualquier clase de Gobierno que sea, nada detestan tanto como la arbitrariedad en los fallos. Yo no reclamaré estos derechos ante la Intendencia misma, porque ella no conoce otra regla que la pragmática del complot. La ruina, el desaire del doctor Marin, de ese hombre que en nuestra rejeneracion política zanjó los fundamentos, nos imprimió el sello, el carácter de la accion i movimiento, está decidida a toda costa; i no siendo posible atacarle por los trámites i estaciones prevenidos por las leyes,

  1. Este documento ha sido trascrito del volumen titulado Miscelánea de 1808 a 23, tomo 149, pájina 316, del archivo del Ministerio de Hacienda. (Nota del Recopilador.)