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SESION DE 8 DE ABRIL DE 1825

Continuó la discusion sobre las propiedades relijiosas, para dar al Gobierno los arbitrios que solicita, i despues de declarado el punto por bastante discutido, se preguntó a la Sala si se devolvían o no a los regulares estas propiedades, i se declaró la negativa por una mayoría excesiva.

El señor Fuenzalida pidió se espresase su voto en el acta que opinó por la devolucion. El señor Presidente fijó la siguiente proposición: La autoridad civil ¿administrará i aplicará estos bienes a los objetos i en la forma que detalle la lei que dictará el Congreso, o nó? I se decidió la afirmativa por unanimidad de sufrajios.

Púsose entónces esta proposicion: Interin se dicta la lei ¿continuará la administración como está en el dia, o nó? I también fué resuelta la afirmativa por mayoría de sufrajios.

Acordóse que, para la lei, debian entrar las Comisiones de Lejislacion, Eclesiástica i de Hacienda, a efecto de que todas en union la propongan del modo mas conveniente; i habiéndose advertido que en la de Lejislacion faltaban dos individuos, el señor Presidente i el señor Campino, se nombraron al señor Rodríguez en lugar del primero i al señor Zañartu del segundo, previniéndose se tratase de llamar al señor Campino para que diese luces sobre la materia; i como en la Comision de Hacienda también faltasen individuos, se agregó a ella al señor Infante.

En seguida se propuso que, para que no se paralizasen en lo sucesivo las marchas del Congreso, seria bien se resolviese el punto ya propuesto sobre que haya Sala con los que concurran a ella, i tomado en consideracion se preguntó: ¿Hai Congreso con los diputados que concurran a las diez i media de la mañana, o nó? I se decidió la afirmativa por pluralidad de votos.


Entónces se trató de que se impusiese alguna pena a los diputados inasistentes, i ántes de la decision de este punto, se tuvo por conveniente ver si debia o nó asignárseles dieta a todos los diputados, i puesto en consideracion de la Sala, se decidió deber dárseles a todos la de cuatro pesos diarios, a excepcion de los empleados, renunciándola los señores don Vicente Ovalle, Pérez, Hurtado, Zañartu i Huici.

Preguntóse desde cuándo debia entenderse esta asignacion, si desde la recepcion o desde el dia; i despues de discutido, se declaró por mayoría de sufrajios que desde la recepción de cada diputado debian sufragárseles las dietas, i como por un señor se preguntase, si teniendo ménos sueldo que el de esta asignación, deberia dársele el de la dieta o el que gozaba, ordenó la Sala debia aumentársele al de la dieta.

Para evitar las faltas que se han notado, se ordenó que al que no asistiese a alguna sesión se le suspendiese la asignacion de la dieta, desde aquel dia hasta que viniese, i si era empleado que gozaba de mayor sueldo, se verificase lo mismo, quitándosele todo el que le corresponde en los dias de falta, lo que se practicará igualmente con el que asista despues de leida el acta, o se va ántes de concluir la sesion, que en ese dia será privado del sueldo, pudiendo entrar en la sesion a funcionar como diputado en todos los asuntos; para todo lo que se llevará una razon exacta por Secretaría, a efecto de que el secretario pase a las oficinas correspondientes la razon de faltas para el cumplimiento de esta órden.

En este estado, se levantó la sesion, anunciándose para la próxima la lei sobre las propiedades de los regulares, i en su defecto, la de garantías, i renuncia del señor Marin del cargo de diputado suplente.

Nota. -Se advierte que, conforme a lo acordado en la anterior acta, debe rebajarse también a los empleados el sueldo, con causa o sin ella, cuando no asistan.

Nota. —Se previene también que en el acta debe ponerse el número de diputados que sufragó i cuando no asiste el diputado propietario i sí lo verifique su suplente, éste deberá tirar la dieta, entendiéndose que este acuerdo no liga a los licenciados ántes de esta resolucion.


ANEXOS

Núm. 188

Con los estados mensuales que ha pasado el comandante jeneral de artillería, dando cuenta de los artículos de guerra existentes en los almacenes de su cargo, representa que, desde el tiempo de mi antecesor, ha significado al Gobierno la necesidad de facilitar algún numerario para dar impulso a la Maestranza, como que es el principal taller del Estado, i desgraciadamente el mas descuidado. Cantidad injente de armamento existe descompuesto, i lo que es mas notable, que si por alguna ocurrencia inesperada de la guerra, de la que aun no estamos libres, fuese necesario sostener una hora de fuego, no habría como hacerlo, en razón de no haber cartuchos, i hallarse el armamento o enmohecido o descompuesto.

Si en medio de la paz aparente que disfrutamos, se echa en olvido la máxima militar de que entónces es el tiempo de preparar i acopiar para la guerra todos los artículos que ella demanda, podrá ser mui bien que llegue el caso, i nos hallemos desprovistos de un todo, siendo de necesidad gastar el duplo para colectar alguna parte de los mas preciso.

El Ministro de Guerra que suscribe, eleva a la Representacion Nacional estas lijeras reflexiones, suplicándole se digne tomarlas en consideración con las mas que, por demasiado obvias, omite, para que, en uso de sus altas facultades, designe el arbitrio que deba adoptarse para llenar los gastos que imperiosamente exije el esta