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296 CÁMARA DE DIPUTADOS

que se hizo de la Aduana de Valparaiso. Yo me opongo pues al proyecto. Mui amigo soi de los votos de confianza; pero no cuando se trata de reglamentos. Los doi siempre que Chile va a dar otro paso hácia su perfeccion i adelantamiento; pero no los daré cuando se trata de hacer ordenanzas.

El señor Cobo tomó la palabra. Aunque miembro de la comision i conforme por de contado, con el proyecto en discusion, no dejo de reconocer su gravedad e importancia. Una de las garantías constitucionales es la inviolabilidad de la correspondencia i es necesario dictar una lei que haga efectiva esta garantía. El sistema actual no sólo no da a los ciudadanos esta garantía, sino que tambien es mui gravoso, porque a la verdad que es mui caro el porte de las cartas. Para mí el porte de una carta no es tanto una contribucion, como el pago de un servicio exijido, i miéntras mas barato sea este servicio, mas personas se valdrán de él, pues son grandes las ventajas que les proporciona, ventajas de seguridad, de garantía, i tambien de mayor economía. Es verdad que el proyecto es grave; pero las medidas que se tomen deben ser rápidas i dictar un código que deba pasar por tres Camaras, pues tambien tiene que considerarlo el Consejo de Estado, seria una obra interminable. El estado de vigor i de progreso en que se encuentra la República, necesita de accion i no debemos retardar i llevar a efecto una medida que tantos bienes va a proporcionar al pais.

El señor Vial (don Manuel Camilo) considero demasiado justo el celo que han manifestado los señores Diputados que han hecho oposicion al proyecto que se discute i al tomar la palabra no es mi ánimo oponerme a sus ideas, sino manifestar la situacion en que se encuentra la Cámara.

Puede asegurarse que están incomunicados la mayor parte de los pueblos con la capital de la República i aun con las ciudades cabeceras de cada provincia. Con este motivo no hai un órden regular i seguro para conducir la correspondencia particular, i lo que es aun mas pernicioso, la administracion de justicia se ve embarazada, sin poder esclarecer ni llevar a cabo las cuestiones que ante ella se ventilan, cuestiones de que depende la propiedad, el honor i aun la vida de los ciudadanos. No le es dado pedir una declaracion, solicitar otros antecedentes i datos, ni aun consultar en los casos de duda, sino es entregándose a los mismos interesados o solicitando el favor de un viajero.

De aquí nace que hai gran demora en la consecucion de los objetos que se desean i aun pérdida de los espedientes, o se omite el esclarecimiento de hechos importantes i decisivos. El mal es, pues, de la mayor gravedad i necesita un pronto remedio. Mas es difícil o imposible que la Cámara pueda reunir los dalos necesarios i que pueda tomarse el tiempo preciso para formar un proyecto demasiado vasto i complicado.

A mi juicio se salvarian todos estos inconvenientes, encargando al Ministro, presente la ordenanza para cuya planteacion pide se le autorice; i entónces la Cámara podrá dispensar o negar esta autorizacion con conocimiento de la facultad que confiere i de las reglas que van a establecerse; pero juzgo que será conveniente llamar ántes al señor Ministro del Interior para oir su opinion sobre las ventajas o inconvenientes que pueda ofrecer esta idea. Se dejó la discusion para cuando viniese el señor Ministro del Interior.

Acto continuo, se puso en discusion jeneral el proyecto de lei por el que se concede al Gobierno un crédito suplementario de 24,561 pesos un real para la reparacion de cuarteles, casas de pólvora, etc.

El señor Cerda tomó la palabra. Sin mas datos que los que me ha sujerido la lectura del mensaje, yo le negaré mi voto al proyecto de que se trata.

Si habia que reparar cuarteles, fabricar pólvora; ¿por qué no se tuvo presente esto en los presupuestos del año pasado? Ahora esto de gastos estraordinarios por una parte i gastos imprevistos por otra, no me suena bien.

La cantidad es subida para que obremos sin dato ninguno. Por otra parte yo no veo esa necesidad de cuarteles i fortalezas; por esto es que, lo repito, negaré mi voto al proyecto que nos ocupa, si no me dan los datos indispensables fiara poder juzgar.

El señor Montt tomó la palabra para apoyar el proyecto fundándose en la necesidad que habia de la construccion de cuarteles en la provincia de Concepcion, pues de este modo el tesoro nacional ahorraria una gran cantidad de pesos que se pagan en diarios a las guardias cívicas que forman la guarnicion de aquella provincia; manifestó a la Cámara que habiéndose el actual Ministro de la Guerra hecho cargo del Ministerio en circunstancias que debia presentar los presupuestos, no le habia sido posible prever en el año 42 todas las reformas i gastos que debían hacerse; hizo tambien presente a la Cámara un decreto que se habia dictado para que las cantidades indicadas en el presupuesto de un año para hacer tal cosa que no hubiesen alcanzado a invertirse en ese año, no podian seguirse gastando en el otro, i finalmente espuso que si se sumaban i restaban los ahorros con los gastos que iban a hacerse en la construccion de cuarteles, el tesoro reportaria grandes ventajas.

Quedaron en tabla estos dos proyectos i el exámen de los presupuestos.

Se procedió a votacion i fué aprobado el proyecto en jeneral con un voto por la negativa.

Se levantó la sesion.