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SESION EN 14 DE NOVIEMBRE DE 1842

mas digno de la atención pública i del talento del profesor.

Sucede que en un mismo tiempo varios profesores de mucha fama discurren sobre el mismo asunto en una Universidad. En las Universidades de los estados protestantes de Alemania, se permite a los alumnos escojer los cursos i las ciencias que quieren i no se exije de ellos ningún exámen durante el tiempo de estudios (que es comunmente de tres años) a no ser cuando el Gobierno concede a algunos ciertos subsidios o becas. La única condicion que se les impone i que se observa con todo el rigor de la lei, es que los jóvenes que aspiran a alguna profesion o empleo público, estén lo ménos por tres años en la Universidad, que sigan i concluyan ciertos cursos principales de la facultad a que pertenecen, i que al cabo de los tres años rindan un exámen prescrito por las leyes, delante de la misma facultad. Este exámen es sobre todo de mucha severidad para los que quieren ser abogados, médicos, curas, empleados en la alta administracion e institutores de los colejios privados.

Sin entrar por ahora en otros pormenor es de la organizacion de las universidades alemanas, diré solamente, que con razon se atribuye a ellas una cierta preeminencia que tienen los pueblos alemanes en la cultura de las ciencias, sobre todas las naciones europeas.

16. Consideraciones sobre el proyecto de la nueva Universidad nacional que el señor Ministro ha presentado a las Cámaras.

Ahora, que me sea permitido hacer algunas observaciones sobre el nuevo proyecto de la Universidad de Chile que el señor Ministro ha presentado a las Cámaras i que promete, sin la menor duda, mui grandes ventajas para el pais i su ilustracion.

Considerado este proyecto por lo que toca a la utilidad me parece que una Universidad organizada como una academia o asociacion de los hombres de letras i de ciencias, no puede producir resultados tan inmediatos i visibles, como un establecimiento de instruccion elevada, formado a semejanza de aquellas universidades europeas. Pienso que en jeneral, en un pais donde se quiere fomentar la ilustracion, i en que todavía no sobran los hombres dedicados esclusivamente a la carrera literaria, toda institucion científica que no es de enseñanza, no puede producir provecho inmediato: antes bien, ha de temerse, que saliendo del cuadro jeneral de la instruccion pública i no teniendo relacion directa con la juventud, escite un cierto orgullo i envidia entre los letrados, sin obligarlos a la perseverancia i al trabajo continuo. Los socios de la Universidad deben ser profesores, deben enseñar, i enseñando deben estimular a otros que les ayuden en la gran obra de promover las luces. El destino de profesor no sólo el útil a la juventud que estudia, sino también al profesor mismo: la enseñanza es la verdadera vida de un hombre de letras. Casi todos los sabios i grandes escritores de Francia i Alemania han sido o son profesores, muchas veces se ocupan en la enseñanza, aún cuando sus fortunas no las obliguen a ganar de este modo la vida: citaremos entre otros a Cárlos Dupin, Guizot, Villemait, Brognard, Gaylunac, Humboldt, etc. No veo por consiguiente la razon, porque los catedráticos de la enseñanza mas elevada en Chile, no puedan formar una Universidad; i tampoco entiendo porque los hombres distinguidos de Chile, que van a entrar en este establecimiento, no quieran dedicarse a la enseñanza, para enseñar en la misma Universidad, concurriendo a su gloria e ilustración. Un hombre ilustrado, dotado de mucho talento i capacidad para las ciencias, pero distraído en sus ocupaciones literarias, metido en los negocios del mundo, con dificultad podrá entrar en competencia con otro, que llevando una vida de profesor (se supone, en la instruccion elevada, universitaria) tiene que tratar i volver a tratar todos los dias los diversos ramos i las diversas materias de su estudio, meditar en esto i seguir el progreso de la ciencia misma, para no quedarse atras con sus alumncs, en medio de tantas nuevas ideas e invenciones, que aparecen todos los años en el mundo literario i científico. Instituyendo en la Universidad misma las cátedras para la enseñanza elevada, sacándolas de los establecimientos, en que se hallan hoi mezcladas con las clases casi primarias, el Gobierno elevará la dignidad de este destino de profesor, dará otro lustre a esta profesion, i de este modo, se podrá simplificar todo el sistema de la instruccion pública en todos sus ramos.

Ninguna Universidad se ha hecho grande, i de mucho nombre, sino por los alumnos que de ella han salido i por sus profesores. Diremos tambien, que fuera de la obligacion de enseñar, i de presenciar los exámenes, todo empleo en la carrera literaria es honorífico; difícilmente la lei puede determinar sus funciones i deberes; todo en el depende del celo i del amor mas exaltado a la humanidad, i a la ilustracion El que tiene estas cualidades, no necesita ni honores ni sueldos mui elevados: el que no las tiene de valde llevará sueldo: desacreditará a toda la corporacion. Importará siempre mucho mas al Gobierno i al país tener buenos profesores en la enseñanza elevada, que tener buenos miembros en la Universidad. Si aquellos profesores se nombran al mismo tiempo socios de la Universidad, por ser dignos de este honor, no veo. porque ellos no sean dignos de enseñar en la misma Universidad. si son inferiores a los miembros de la Universidad, el Gobierno debería hacer todos sus esfuerzos para animar estos últimos, a que enseñen; i si al contrario estos son inferiores por su capacidad a los profesores (lo que pudiera suceder a consecuencia de lo que he dicho acerca