Rosa Ígnea: CAPÍTULO VIII
1- La estrella de cinco puntas, y la cruz estrellada, resplandecen ahora en el cielo azul del ARHAT.
2- Entre el chisporrotear ardiente de las llamas universales, vamos a celebrar ahora la fiesta de la Virgen, la bendita Diosa Madre del mundo.
3- Mi Madre resplandece en su templo inefable, y debemos ahora vestirnos con nuestro traje de ARHAT para celebrar la fiesta.
4- Las gentes creen que la naturaleza es algo inconsciente, pero se equivocan. ¡Pobres gentes!
5- Cuando penetramos en nuestros mundos internos nos encontramos a la Madre de todos los vivientes, oficiando en su templo.
6- Toda la inmensa naturaleza, no es sino el cuerpo grandioso de la reina del cielo.
7- La Diosa Madre del Mundo es un Gurú-Deva de perfecciones eternales...
8- En el templo de la bendita Diosa Madre del mundo vemos dos altares, y en medio de ellos al León de la Ley.
9- Esta Diosa del Fuego ha sido personificada por las vírgenes de todas las religiones: Isis, María, Maya, Adonía, Astarté, Insoberta, etc.
10- Ella es la Madre de todos los vivientes.
11- Celebremos la fiesta de la Virgen Madre del Mundo, ¡Oh ARHAT!
12- La estrella de cinco puntas y la cruz estrellada resplandecen en los cielos eternos del ARHAT.
13- ¡Qué bella es la Madre del Mundo! Miradla allí en su templo inefable, gobernando la naturaleza entera.
14- En su cabeza lleva una corona de oro resplandeciente, y su túnica inmaculada centellea entre el crepitar de las llamas universales.
15- Celebremos la fiesta de la Virgen Madre del Mundo, ¡Oh ARHAT!