Sobre la poesía popular impresa de Santiago de Chile/Advertencia

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SOBRE LA POESIA POPULAR IMPRESA DE SANTIAGO DE CHILE
Contribución al Folklore Chileno
POR
RODOLFO LENZ

Advertencia al lector

La publicación que presento en las pájinas que siguen al público chileno i a los lectores españoles en jeneral, es, en cierto sentido una anomalía literaria, porque hace poco menos de veinticinco años que escribí el trabajo en alemán. Estaba destinado a aparecer en una publicación colectiva con que los antiguos alumnos del profesor de lenguas romances en la Universidad de Berlín, Adolfo Tobler, deseaban celebrar el 25.° aniversario del nombramiento de su maestro para la cátedra de la capital alemana. [1]. Temiendo que mi trabajo excediera el espacio concedido a cada colaborador, había dado órdenes de prescindir de la publicación en el tomo del homenaje de los alumnos del célebre maestro, en caso que así fuera i de ofrecer el manuscrito a la Revista de Filolojía Románica, que ya había aceptado otras publicaciones mías. Sin embargo, el profesor encargado de la edición del tomo homenaje juzgó la materia de mi colaboración tan interesante que, sin poder pedir mi consentimiento, por la premura del tiempo, resolvió imprimir sólo el primer capítulo, esperando quela Revista aceptara la continuación. Pero su editor, con razón, se resistió a ofrecer a sus lectores una obra trunca, Así sucedió que la conclusión del trabajo quedó sin imprimir. Pensaba yo en aquel tiempo tener pronto ocasión para hacer una edición castellana completa, pero empeñado en 1894 en preparar la publicación de mis Estudios Araucanos, dejé el asunto de mano i así la continuación del estudio sobre la poesía popular impresa quedó inédita hasta hoi.

Mi colección de las hojas de los poetas populares santiaguinos que en 1894 abarcaba sólo 78 números, creció a medida que avanzaba el tiempo. En 1898, cuando traté el mismo asunto en el Congreso Científico Chileno que se celebró en Talca, el número de mis hojas ya había alcanzado a 218. Pero en las Actas del Congreso pudo sólo imprimirse un mui breve resumen, porque no tenía el material elaborado en castellano.

Hace poco, un distinguido amigo chileno, que tenía noticia de mi trabajo, deseaba tener datos sobre esta poesía. Por esto me resolví a hacer una traducción libre del orijinal alemán que fué terminada el 31 de Marzo de 1894. Si la publico ahora sin mayores cambios, es porque en efecto creo que todas las observaciones esenciales que escribí en 1894 guardan su valor hasta hoi, i creo aún de cierto interés histórico publicar ahora el trabajo así como lo escribí hace tantos años, pues los trabajos más modernos de otros autores completan mui bien el mío, pero no lo reemplazan. Nadie ha dado una descripción de las hojas poéticas publicadas por los «populares», ni del «guitarrón».

Mi colección de esas hojas ha sido continuada hasta hoi, aunque, para decir la verdad, en los últimos diez años la cosecha ha sido escasa, porque ya esas publicaciones han perdido casi por completo el rumbo que tenían antes. Tengo ahora unas 450 hojas reunidas, i no es imposible que mi colección sea la más completa que exista. Al menos entre los amigos del folklore chileno, que hoi no son tan pocos como hace veinte años, no he obtenido información contraria.

En un apéndice publicaré las noticias más importantes acerca del desarrollo de esta rama de la literatura popular que he recojido durante el último cuarto de siglo. Ha sucedido lo que ya veía venir don Bernardino Guajardo: «Que entre tantos trilladores echaron a perder la era». La publicación de hojas de versos ha llegado a ser cuestión mercantil de ciertas imprentas: cancioneros, llamados populares, se llenan hoi con las canciones que las zarzuelas españolas i las operetas han puesto a la moda, i sustituyen los cuadernitos en que Guajardo, Nicasio García i otros puetas recojían sus obras. El desarrollo del periodismo llena las calles con infinitas publicaciones políticas, humorísticas i cuestiones sensacionales (crímenes i pleitos), la mayor parte con ilustraciones i mató así el interés del público de los suburbios por los toscos grabados hechos a cortaplumas.

La cultura creciente de las clases bajas de la población en Chile, como en todas partes del mundo, ha disminuído la afición a la antigua poesía popular. En los salones de la jente más acomodada, desde decenios, el piano ha desterrado casi por completo a la guitarra i el arpa. Durante mucho tiempo una señorita distinguida ni siquiera debía cantar en un salón en la vulgar lengua del pueblo. Como las naciones de lengua española no han querido siquiera amoldar las óperas internacionales a su lengua, así como lo han hecho todas las naciones pequeñas europeas, traduciendo las palabras de esas obras no sólo al sueco i danés, sino aún al serbo i croata; como en la América latina las óperas se cantan sólo, o casi esclusivamente, en italiano, todo chileno que se apreciaba, debía cantar en italiano, como si la lengua de Cervantes fuera menos armoniosa que la del Dante. Sólo en los últimos tiempos las tonadilleras españolas han producido una pequeña reacción en favor de la lengua patria, pero todavía no en favor del canto chileno.

Desde que en 1909 se fundó la Sociedad de Folklore Chileno, que algunos años después se fusionó con la Sociedad Chilena de Historia i Jeografía, entre un numeroso público culto creció el interés por las costumbres nacionales i la literatura del pueblo. A fines del año de 1909 pude dar a conocer los argumentos del presente trabajo en dos sesiones de la Sociedad.

Otros miembros de la Sociedad dieron conferencias referentes al mismo asunto. Sobre todo se recomienda al lector la interesantísima conferencia del señor don Desiderio Lizana D. «Cómo se canta la poesía popular» [2], llena de recuerdos personales acerca de los palladores de antaño. Don Julio Vicuña Cifuentes publicó en 1912 su gran libro «Romances Populares i Vulgares recojidos de la tradición oral chilena» recibido con unánimes aplausos por la prensa científica europea i leyó en 1916 su discurso de recepción en el seno de la Academia Chilena sobre «La poesía popular de Chile», contestado por el señor don Manuel Salas Lavaquí. Estos trabajos de los señores Lizana i Vicuña completan, como ya lo dije, de la manera más feliz las pájinas que siguen, pero, creo que no han hecho todavía superflua su publicación. Gran lástima es que la importantísima colección de cuecas i tonadas chilenas con su música, hecha por el malogrado señor don Ismael Parragués, todavía no haya visto la luz pública. Creo que las autoridades del país harían una obra de mérito estraordinario si facilitaran la edición de esta obra póstuma del insigne músico i folklorista en una forma que también diera un provecho pecuniario mui merecido a la familia del desgraciado profesor. Ojalá que pronto también personas competentes en música estudiaran i publicaran las melodías tradicionales de las décimas de los cantores populares que pronto se van a perder en el abismo del eterno olvido. Don Aniceto Pozo, el cantor que me ayudó hace veinticinco años en mi tarea, vive todavía i no ha olvidado sus versos i sus melodías.

La publicación que sigue se distingue de su orijinal alemán por la supresión de algunas frases que estimaba necesarias al presentar a un público científico estranjero una materia enteramente desconocida. También he suprimido las notas referentes al lenguaje vulgar chileno i sobre todo al diccionario popular. En 1894 existía sólo el Diccionario de Chilenismos por Zorobabel Rodríguez, i acababa de salir el trabajo de Camilo Ortúzar. Hoi el público chileno tiene a la mano numerosos libros más completos. Pero aún para los lectores de los demás países de lengua española no hai casi necesidad de recurrir a las publicaciones chilenas. A medida que estaba copiando los versos chilenos he ido averiguando si el significado de los chilenismos había de presentar dificultad i puedo asegurar que difícilmente falta palabra alguna en el excelente Diccionario de la Lengua Española, publicado bajo la dirección de don José Alemany i Bolufer (Barcelona, Ramón Sopena, editor, 1917) que está o debería estar, en todas las bibliotecas.

Santiago de Chile, 3 de Noviembre de 1918.

R. Lenz.


  1. El libro se publicó con el título siguiente; Abhandlungen Herrn Prof. Dr. Adolf Tobler zur Feier seiner fünfundzwanzigjährigen Thätigkeit als ordentlicher Professor an der Universität Berlin von dankbaren Schülern in Ehrerbietung dargebracht. Halle a. S. Max Niemeyer, 1895, El primer capítulo del trabajo que sigue se publicó con el título «Ueber die gedruckte Volkspoesie von Santiago de Chile. Ein Beitrag zur chilenischen Volkskunde» en las pájinas 141-163.
  2. Publicada en la Revista de Folklore Chileno, tomo 1V, páj. 1 a 73. (Rev. Chil. de Hist. i Jeog. núm. 7. páj. 244 i sig).