Sobre la poesía popular impresa de Santiago de Chile/III

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CAPITULO III.
Los temas de los poetas populares

§ 17.—Los poetas populares mismos clasifican sus argumentos en los grupos siguientes:

1. Versos a lo humano.—Con este título se tratan todos los temas jenerales, referentes a la vida real: el amor i el matrimonio, política, guerra, patriotismo i también todos los argumentos de actualidad de carácter épico; asesinatos, ejecuciones, accidentes, etc.

2. Versos a lo divino (también llamados «a lo adivino»).—Tratan temas serios, problemas relijiosos i filosóficos, leyendas de santos, rezos, quejas sobre la vanidad de todo lo humano, el juicio final, etc. La mayor parte de las poesías de este grupo sirven para los velorios (véase § 10.)

3. Versos históricos.—Por este nombre se entienden ante todo los argumentos tirados del Antiguo Testamento, de los cuales son los preferidos, Adán i Eva, Caín i Abel, Jacob, Moisés, Salomón, Sansón i otros. Probablemente pertenecen a este grupo también los temas poco frecuentes de la edad media, el cicio de Carlomagno, del cual hablaré más abajo, el Judío Errante i talvez otros más.

4. Versos de literatura.—Así se llaman solamente poesías serias de carácter descriptivo i didáctico, en estilo que quiere ser «literario» i por esto abunda en palabras altisonantes, mui a menudo mal comprendidas. El argumento más cultivado es la hermosura de la naturaleza. También los temas mitolójicos pertenecen a este grupo.

5. Como subdivisión particular de los versos de literatura debemos considerar los versos de astronomía (o «versos por astronomía») i los versos de jeografía, que gozan de mucha aceptación aunque son, jeneralmente, cúmulos absolutamente indijestos e indijeribles de palabras altisonantes (nombres jeográficos) que no encierran ninguna idea comprensible.

6. El último grupo corresponde a los contrapuntos, o versos de dos razones, de los cuales ya he tratado en los § 8 i 9.

Para todos los grupos mencionados la forma típica es la décima espinela, jeneralmente en glosa de cinco estrofas, frecuente también sin tema, i por escepción, con un número mayor indefinido de estrofas. Sólo para el grupo 6 la cuarteta se emplea al lado de la décima. Todas las demas composiciones en cuartetas i quintillas que se hallan ocasionalmente en las hojas de los populares o son poesía literaria destinada a la lectura o recitación, o pertenecen a la poesía propiamente popular que cantan las cantoras con acompañamiento de la guitarra o del arpa, cuecas i tonadas, estas últimas a menudo en forma de glosa. A éstas podemos agregar las imitaciones, cuecas políticas.

A la poesía meramente recitada pertenece también el brindis (vulgarmente brinde), bastante común en las hojas, regularmente en espinela. Un representante de una clase social (el pobre, el rico, el futre, el huaso, el soldado, el abogado) o de determinadas rejiones geográficas (el abajino del norte, i el arribano del sur) o de ciertos oficios (carpinteros, zapateros, herreros, despacheros) alaban las ventajas de su posición, las virtudes de sus utensilios i beben a la salud de todos sus compañeros de trabajo i de sus ayudantes i favorecedores.

Fuera de esto aparecen a veces en las hojas, toda especie de poesías líricas, imitaciones de la literatura culta, que se comprenden bajo la denominación de «canciones» i ocasionalmente se cantan, lo mismo que las melodías de las operetas, valses i polcas con acompañamiento de la guitarra, sin pertenecer por eso a la poesía popular.

La forma del romance español, empleada todavía por Guajardo para tratar argumentos épicos (escenas de la guerra), hoi ha caído en desuso; creo que ya no se cantan sino que se recitan. No he encontrado nunca en las hojas, restos de los antiguos romances españoles, como tampoco se menciona al Cid, o a otros héroes de la antigua epopeya de España. Esto se esplicará por la procedencia de todo este jénero de literatura seudopopular de la poesía cortesana de los siglos XVI i XVII.

§ 18.—El único tema épico de la edad media que hasta hoi tratan los poetas populares chilenos, no ha venido acá por la tradición oral sino que está tomado de un libro que durante siglos ha sido mui leído en España i lo es hasta hoi en Chile. Yo había estado mui sorprendido cuando por primera vez hallé en Guajardo (véase arriba § 7), i después también en algunas hojas sueltas décimas referentes al ciclo épico de las chansons de geste francesas de Carlomagno. El problema se resolvió al encontrar un día el libro que lleva el siguiente título:

«Historia del Emperador Carlo Magno en la cual se trata De las grandes proezas y hazañas de los doce pares de Francia, y de como fueron vendidos por el traidor Ganalon y de la cruel batalla que hubo Oliveros con Fierabras, rei de Alejandria. Traducida por Nicolas de Piamonte. Santiago, Imprenta de la Librería Americana de Cárlos 2.° Lathrop. 1890. (282 pájinas en 16 avo).

Más tarde encontré otras ediciones, una en 316 pájinas de la Imprenta Valparaíso de Federico T. Lathrop, Santiago, 1892 i la tercera «nueva edición ilustrada», Santiago, Imprenta Albión. San Diego 45 B, de Carlos 2.° Lathrop, 1893, en 320 pájinas. Las ilustraciones, fuera de la que representa la batalla entre Oliveros i Fierabrás, que en las dos ediciones más modernas acompaña el título, son pequeñas láminas de imprenta que mui poco tienen que ver con sus lemas «Floripes», «Ferragus» i «Sepulero de Carlo Magno».

Se trata de un libro de caballería, impreso por primera vez en Sevilla en el año 1528. Según el título exacto, parece que se trata de una reimpresión de una edición que según Pascual de Guayangos (Libros de Caballerías, Biblioteca de Autores Españoles, tomo XL, pájina LXIV) se habrá impreso hacia los años de 1711 en Barcelona. Sobre el orijinal francés que fué traducido por Nicolás de Piamonte, trata Gaston Paris, Histoire Poétique de Charlemagne (Paris 1865) pájinas 98, 99 i 214. El libro francés se imprimió por primera vez con el título de Frerabras en 1478 i con el de La Conquête de Charlemagne en 1486. Como fuentes del libro Gaston Paris indica el Speculum historiale de Vincent de Beauvais i la chanson de geste de Fierabras. Hasta hoi es uno de los libros más leídos entre las clases bajas del pueblo Trancés, propagado por innumerables ediciones baratas, Lo mismo se puede decir de Chile, i los poetas populares lo consultan constantemente i sacan de ahí los argumentos para sus décimas. Bien valdría la pena que se diera noticia de él a los alumnos de nuestros liceos, para que comprendan mejor la historia de las literaturas francesa i española.

Doi a continuación otro ejemplo de esta litertura popular que el poeta Meneses sacó evidentemente de los capítulos 28 a 32 del libro de Carlomagno. En las palabras «abran la historia i verán lo que digo en mi entender» alude directa mente a su fuente:

Carlomagno. Embajada de los siete caballeros cristianos i muerte de los catorce reyes jentiles.

El esforzado Roldan
Sin recelo i sin temor
Se mandó de embajador
A aquel bravo capitan.

1) Dijo el anciano al sobrino
Que marchase a la Turquía,
I pronto él le referia
Dándole a ver su destino;
Para partir se previno
Donde los nobles están,
Tal Almirante Balan
Por infame i por su abuso;
En grande aprieto o puso
El esforzado Roldan.

2) Le dijo al Rei, al pensar,
Antes de hacer la jornada:
No voi a dar la embajada,
Voi solamente a pelear;
Al punto sin vacilar
Obedeció a su señor
Por la honra i el honor;
No habiendo quien los sujete,
Salieron solo los siete
Sin recelo i sin temor.

3) En el desierto encontraron
Los quince reyes por suerte,
I a catorce dieron muerte
Porque los amenazaron;
La cabeza les cortaron
Sin piedad la que menor,
I viéndose vencedor,
Sin tener miedo ni pisca,
Al terror de la morisca
Se mandó de embajador.
 

4) Con la embajada llegaron
Donde el Almirante estaba,
I al saber lo que pasaba
Durmiendo los desarmaron,
Presos se los entregaron.
A Floripes con afán.
Abran la historia i verán
Lo que digo en mi entender,
El fin que vino a tener
Aquel bravo capitan.

5) Al fin, la dama amorosa
Con ellos tuvo clemencia,
Cuando los vió a su presencia
Se les mostró cariñosa.
Jóven, bella i virtüosa
Era, i la mas elegante,
Desde aquel dichoso instante,
Sin demostrar un desliz,
Se consideró feliz.
A la vista de su amante.

Como se ve, la narración es tan sucinta que el lector que no conociera el orijinal en prosa, apenas comprendería el argumento. El mérito poético, como jeneralmente en estas composiciones, es casi nulo, lo que no disminuye su interés para el que quiera estudiar el folklore chileno. El hecho es, que tales composiciones no dejan de tener sus aficionados, de lo contrario nadie las compraría. Del mismo modo me parece estraño, que un libro escrito en un lenguaje tan anticuado i lleno de términos incomprensibles para el pueblo, como la Historia de Carlomagno, pueda gozar del favor público; pues hai que saber que las ediciones que tengo a la vista, salvo el empleo de la ortografía corriente chilena i algunas erratas, no han modernizado en nada el lenguaje. El estilo sumamente pesado del libro de caballería con sus oraciones de media pájina i más de estensión, es, sin duda, una lectura difícil para lectores sin ninguna cultura literaria; pero, así i todo, es del gusto de los populares.

§ 19.—En cuanto a libros populares, por el estilo de la Historia de Carlomagno, he encontrado sólo uno más, pero de índole distinta. Es la «--Historia de la vida, hechos  astucias sutílisimas del Rústico Bertoldo, la de Bertoldino su hijo i la de Cacaseno, su nieto. Obra de gran diversion y de suma moralidad, donde hallará el sabio mucho que admirar y el ignorante infinito que aprender. Repartida en tres tratados. Traducida del idioma toscano al castellano, por don Juan Bartolomé, Valparaiso, Imprenta de la Libreria del Mercurio, de Tornero hermanos— Las Heras 29-C. 1891.» Existen diferentes otras ediciones chilenas, arjentinas i españolas, por distintos traductores. El orijinal, del cual se habla sólo en la edición hecha por Juan Justo Uguet, publicada, sin año, en Barcelona, Sociedad Editorial «La Maravilla», (Madrid, Librería Española) es de Julio César della Croce, del año 1620, aumentado con la continuación de Cacaseno en el mismo siglo. Este libro también se vende mucho, pero no he encontrado su argumento en las hojas de los poetas populares, i, por esto, no insistiré aquí en su análisis.

Otro tema conocido en la literatura mundial, el del Judío Errante, no lo he encontrado todavía en un libro popular. No sé de qué fuente lo habrá tirado el único poeta que, en cuanto sepa, lo ha tratado en décimas. Aniceto Pozo conocía el argumento. Copio, por su interés folklórico la poesía, que se halla en Guajardo, tomo V, pájina 55:

El Judío Errante


Bien haya lo disparejo
El camino que he andado!
Me ha dado tanto trabajo
Por no haberle emparejado.
 

1) Tiene el peregrino errante
Que andar por toda nacion,
Hasta la consumacion
Sin descansar un instante.
Por el lugar mas distante
O en el desierto mas lejo
Sin temer a ningun riejo,
Al cansancio ni fatiga;
Ni le servirá el que diga:
Bien haya lo disparejo.

2) Pasará por serranías,
Por montes i cordilleras,
Sin que le ofendan las fieras
Mas horribles i temidas.
Así pasará sus dias
Este infeliz desgraciado;

I a veces desesperado
Como el pérfido Cain
Dirá: cuándo tendrá fin
El camino que he andado!

3) El sol, las aguas, los vientos
No le impedirán su marcha;
La nieve, el frio, la escarcha
Ni los mas crueles tormentos.
Los furiosos elementos
Menos le pondrán atajo,
Correrá de arriba abajo
El globo de polo a polo,
I dirá: un castigo solo
Me ha dado tanto trabajo.

4) Andará como iracundo
Los ángulos de la tierra,
Entre la paz i la guerra
Hasta que fenezca el mundo.
El piélago mas profundo
Lo pasará sin cuidado:
El camino mas pesado
Si para él fragoso está,
Al señor se quejará
Por no haberlo emparejado.

Falta la estrofa de la despedida.

§ 20.—No alcanzándome el tiempo i el espacio para analizar todas las variadísimas materias que tratan los poetas en las hojas i los cuadernos que tengo en mi colección, me contentaré, para concluír este trabajo, con dar algunos ejemplos típicos de cada grupo de temas.

Versos a lo humano

El ejemplo que cito es de la única hoja que poseo con la firma Alazor. El contenido no se distingue del término medio de infinitas publicaciones parecidas, pero tiene un interés particular por su lenguaje, que es el mas dialectal chileno que jamás he encontrado en estas producciones literarias. Guardaré por esto rigurosamente la ortografía del orijinal, enmendando sólo algunas evidentes erratas del cajista. La hoja tiene un grabado de tres figuras tan toscas que apenas se conoce que debían representar las víctimas del asesinato, dos mujeres i un hombre. La primera poesía de cinco espinelas no tiene tema:

Los tres asesinatos
(Dos mujeres i un inmigrante).


1) Es por demas sorprendente
Lo que voi a relatar:
Mientras van a fusilar,
Se está asesinando gente,
Es por demas indecente
Que en tres dias bien contado,
Habiendo a dos condenado
A la pena capital:
Haya progresado el mal,
Que tres persona han salteado.
 

2) En la calle San Antonio
Una muger pobre habia,
Que con su lacho bebia,
Tentada por el demonio.
Queria ella el matrimonio
Por tapar vida pasada
Sacó un cuchillo de acero
I como el hombre mas fiero
Le dió siete puñalada.

3) De pronto quiso arrancarse
I corrió hácia un café chino;
Mas, como este era ladino
Traslució que iba a ocultarse.
Vió a los pacos acercarse,
Que buscaban al echor:
El chino fué el delator
Del asesino inhumano;
I la ley con cruda mano
Le hará sentir su rigor.

4) Otro hecho en el mismo dia
Vino a llamar la atencion;
I es de un mísero ladron
Con una lumia en orjía.
Como robar no podia,
Sin pagar quizo arrancar;
Ella lo quizo atajar,
Gritó pa poner estorbo
Pero el fiero con su corbo
La tuvo que degollar.
 

5) Otro es un pobre francés
Que ebrio en Chuchunco roncaba:
Cuando un bandido afilaba
su corbo con rapidéz.
Tambien le llegó su vez
A este honrado estranjero;
El infame bandolero
Al pobre francés lo castra,
I al agua despues lo arrastra
Huyendo a paso lijero.

Sigue en la misma hoja solamente la composición que va en seguida:

Carta de un hijo a su padre

Como Jesus con sus llagas
Padeció por nuestro mal:
Me encuentro en un hespital
Enfermo i con siete plagas.
 

1) Diez años ha que hei salio
Paire de su santo lao:
Son diez años que hei llorao,
Mi delito cometio
Yo no sé si hei recibio
En tuito jornal mis pagas;
I vos paire que me alhagas
Con tu amor de corazon,
Le pinto mi situacion
Como a Jesus con sus llagas.

2) Me jui primero enganchao,
Me decian voluntario:
Pero antes por el contrario
Me llevaron amarrao.
Siete veces hei peliao
Firme con mi jeneral;
I al ver valentia tal
En el hijo de mi paire,
Me he acordao que mi maire
Padeció por nuestro mal.

3) Tuve gusto paire mio,
La fortuna me dió aliento
Juí Cabo i pase a Sarjento
Primo, con gran poderio
Jui en lúltima friega herido.
I me hicieron oficial.
I cual si con agua i sal
Me hubieran aniquilao,
Dos años van que acostao
Me encuentro en un hespital.

4) Mucho ascenso poca plata
Hai que recurrir al robo
El dinero aquí es mui lobo
I tiene el que roba o mata;
Dios, en su rabia maltrata
Pues me tiene sus rafágas;
I nunca paire deshagas
Los designios del Eterno:
Pues por vos voi al infierno
Enfermo i con siete plagas.
 

5) Me echaste una maldicion
Cuando no estuve a tu lao,
I hoi que estoi justificao
Espero su ausolucion.
Tengame osté compasion
Que yo le ejo mi legajo;
Un cañon con escobajo,
Dos bolsas pa municiones
Dos balas i escubillones
Que son todo mi trabajo.

Contestación

Recibí tu atenta carta,
Leí con lalma partida;
Doi la contesta debida
Antes que tu vida parta.
 

1) Al comerzar la leutura
De tu carta, hijo querio,
Recuerdo lo que hei leio
En la Sagrada Escritura.
Cuando una criatura
Del paire el cariño aparta
Tras de un mal el otro ensarta,
I al paire dan mil quehaceres;
Pues hoi en mis padeceres
Recibí tu atenta carta.

2) Oyeme hijo desgraciao,
Tus quejas las voi a oir,
Mas sabís solo escrebir
Cuando estai necesitao.

El corazon angustiao,
Me habís puesto con tu ida;
En riesgo ha estao tu vida,
Pero.. que querís que yo haga?
Cuando eso de siete plaga
Leí con lalma partida.

3) Decís que soldado juiste,
Te alcanzó mi maldicion;
Porque aprendiste a ladron
En la carrera que hiciste,
Es para un paire mui triste,
Ver a su honra en hijo herida:
Y yá que la suerte impida
En la cama te ha postrado,
Con el pecho desgarrado
Doi la contesta debida.

4) Hei llorao de contento
Al ver tu gran valentia:
Yo tuve gran nombradia,
Pero no llegué a sargento.
Contestando me atormento,
De mi el buen humor se aparta.
Al escrebir esta carta
Con el corazon partio;
Yo te bendigo hijo mio
Antes que tu vida parta.

5) Bien puede Dios permitir
De que lleguís a sanar;
I entonces ven acuidar

Tu viejo antes de morir:
Por si antes al cielo he dir,
Voy a hacer mi testamento:
Tengo ten solo un jumento,
Como vos lo abís de ver
I miel... pura que comer
Para cuando estís hambriento.

Versos a lo divino

§ 21.—Si bien no sé si la espresión «versos a lo humano» es corriente fuera de Chile, «a lo divino» parece una designación comun en España. Gayangos en su ya citada introducción a los libros de caballerías (Autores Españoles, tomo XL, páj. LXXXIV) denomina la cuarta clase de ellos «a lo divino», porque tratan cuestiones relijiosas. El ejemplo que cito es de «la poeta», como ella misma se llama, Rosa Araneda, que en estos últimos años ha enriquecido esta literatura popular impresa de Santiago más que ningún otro autor, i, en cuanto a su habilidad de rimar, es uno de los mejores poetas populares. Ella cultiva con preferencia este jénero relijioso (véase § 16), aunque también trabaja en todos los demás.

Verso a lo divino
(Por Rosa Araneda)

Yo no siento de morir
Porque el morir no es afrenta;
Lo mas que a mi me atormenta
Es el dejar de existir.
 

1) Tener la conformidad
Con Dios, es suma nobleza,
¿Donde habrá mayor grandeza
Que conocer la verdad?
A donde su majestad,
Todos debemos de ir
Eternamente a vivir
Con la víctima espiatoria:
Entrando en la santa gloria
Yo no siento de morir.

2) Dijo el divino Jesus:
Cristiano si conocí
Quien quiera seguirme a mí
Tendrá que cargar mi cruz.
A dar la divina luz,
El santo ánjel se presenta;
Cuando yo rinda la cuenta
Donde nuestro Salvador;
No me queda ni un dolor,
Porque el morir no es afrenta.

3) Cuando se halla el moribundo
El plazo i la hora esperando,
En Dios lo pasa pensando
I nó en las glorias del mundo;
Con un sentir tan profundo
Triste llora i se lamenta;
Mira, i dice con ostenta,
Habiéndose arrepentido:
Si seré salvo o perdido
Lo mas que a mi me atormenta.
 

4) No hai mas que conformarse
Con la voluntad de Dios,
Comete un pecado atroz
Quien de Él llega a quejarse;
Por cierto hai que humillarse
Para poder conseguir
La salvacion, es decir,
En el crítico momento;
Lo que me da sentimiento
Es el dejar de existir.

5) Al fin, si uno se condena
Pedirá el perdon a grito;
Si se muere con delito
Será mas doble la pena:
De fuego una cadena
Le ha de cubrir todo el pecho,
Porque con justo derecho
Se castiga al delincuente;
Lo que hace el Omnipotente,
Sea malo, está bien hecho.

Versos históricos


§ 22.—La escalera de Jacob.
(Por Daniel Meneses)


Jacob vió en un gran sueño
Una escala desde el cielo;
Miles de ánjeles por ella
Descendian hasta el suelo.
 

1) Yendo el patriarca en camino
Donde el anciano Saban,
Vió, como comprenderán

La gloria del Dios divino.
En la mente le previno
El Hacedor con empeño,
Porque lo quiso hacer dueño
Para eternizar los frutos,
La escalera de los justos;
Jacob vió en un gran sueño.

2) Vió las puertas de la gloria
Abiertas de par en par,
Al verbo eterno en su altar,
Segun esplica la historia.
Todo impreso en su memoria
Le quedó para consuelo,
No sintió ningun recelo
Para ganarse la palma;
Vió con los ojos del alma
Una escala desde el cielo.

3) Se consideró dichoso
Con aquel sueño bendito;
Por eso ha quedado escrito
En el libro misterioso.
Vió al querubin hermoso
Mas precioso que la estrella,
Radiante como centella
Cuando le vino a alumbrar,
Dijo que ha visto bajar
Miles de ánjeles por ella.

4) Luego que ya despertó,
Hizo de piedra un altar
I se dispuso a adorar

A Jehová, porque vió.
Su pensamiento subió
A la celestial de un velo:
Lleno del mas grato anhelo
Los ánjeles por piedad,
De aquella hermosa ciudad
Descendian hasta el suelo.

5) Al fin, Dios le reveló
Según lo que aquí corono,
La gloria i su santo trono
En sueño le presentó.
Su nombre se lo cambió
Por de Israel al patriarca,
Fiando en la opresora parca,
Con toditos sus rebaños,
A los catorce años
Volvió a su misma comarca.

Si en la precedente poesía, salvo el error, o errata, de Saban por Laban, tenemos un capítulo de historia sagrada bastante razonable, el ejemplo que sigue, del «gran poeta» Nicasio García, demuestra cómo a menudo se les confunde su sabiduría postiza a los señores «populares»:

San Alejo i Sansón
(Por Nicasio García)

Donde se hallará mi espejo
Donde ufano me miraba:
Ayer alegre cantaba
Y hoi con suspiros me quejo.
 

1) El antiguo testamento
Habla de un jóven virtuoso,
Que se casó y fué el esposo
Pero olvidó el casamiento,
Por amor algun tormento
Digo que fué San Alejo,
Que se entregó a todo riesgo
Y a la intemperie de cuanto,
Dijo; su esposa con llanto
Donde se hallará mi espejo.

2) Desde el cielo fué anunciado
Un hombre antes de nacer;
Y un ánjel le dió a saber
Que Sanson fuera llamado,
Nació, creció, fué casado
Con Dádila que le amaba;
Filistea que gozaba
Dijo el baron, que he de hacer.
Perdí mi vista y poder
Donde ufano me miraba.

3) Desde un ejemplo a otro ejemplo
Voanerges el cantor
No creia en El Creador
Ni rendia culto al templo,
Su improvisación contemplo
Y a Terpándro le imitaba
Vió a Cristo preso y lloraba
Decia al son de su lira,
De Jericó hasta Palmira
Ayer alegre cantaba.
 

4) Jacob, penoso Patriarca
A José tanto sentia
Sin saber que lo tenia
Faraon altivo Monarca;
Decia el si a otra comarca
Fuera i pasara el Bermejo
Tomara solo un consejo,
Que murió, sé a punto fijo,
Con él gosé regosijo,
Y hoi con suspiros me quejo.

5) Don Fulano en lo presente
Me verá como yo soi,
Y en el estado en que estoi,
La tumba veo patente,
Como Job, fuera un paciente
Su vida ya la sabrán,
Porque mis años están,
Humillándome a mis dias
Como se humilló Isaias
A los mismos pies de Abraham.

La palabra «fulano» en la despedida, naturalmente al cantar la poesía, debe suplantarse por el nombre de la persona a la cual el cantor dedica su producción artística.

Versos de Literatura

§ 23.—El ejemplo tomado de una hoja de José Hipólito Cordero, es curioso por el contraste entre la supuesta elevación del estilo i el descuido absoluto dela forma esterior. La puntuación falta por completo.

Literatura

Las nuves con denso velo
A la atmósfera oscurecen
I de ella desaparecen
Menudas gotas al suelo.

1) Se ve frondosa la planta
Por su sabia tan cencilla
Y abona toda semilla
La tierra con su garganta
Ya cuando el jilguero canta
De gusto en el arrolluelo
Gorjea al dar el revuelo
Internado a lo terrestre
Riegan al campo silvestre
Las nuves con denso velo.

2) Hasta la vejetacion
Le dió su reino Jesus
Las yervas en sus capús
Guardan la multiplicacion
Se distingue una estacion
En que las plantas florecen
Y con el sol reverdecen
Las nuves pierden su ser
Y cuando quiere llover
A la atmósfera oscurecen.
 

3) El acústico en el lama
Surca su vello cristal
Igualmente el cardenal
Se oculta en la verde rama
Cuando el prado se embalsama
Con los hielos que acontecen
I cuando las nuves crecen
Tapan los rallos brillantes
Las lluvias interesantes
Pues de ellas desaparecen.

4) Tienen su baso las flores
Donde ocultan el rocio
I el aire con su soplio
Les alienta sus candores
Los botánico mejores
Márcan esto sin recelo
Cuando se encapota el cielo
Principia el norte a correr
De ahí empiezan a caer
Menudas gotas al suelo.

5) Al fin es reconocido
Por medio de esta evidencia
I de aquella alta eminencia
Se ve el mundo socorrido
De aquellos lagos i rios
Se reconoce un vapor
Tambien cambia de color
La atmósfera como en guerra
Por fertilizar la tierra
Lo hace el divino hacedor.

Como para mostrar el estilo de los versos de astronomía bastará el ejemplo que hemos dado en la tenzón del poeta Cordero contra su competidor Meneses (§ 8), paso a los versos de jeografía. He aquí una muestra sacada de una hoja de Daniel Meneses.
Verso jeográfico

Trecientos sesenta grados
Dividen toda la tierra,
Dijo un sabio de Grecia,
El que pregunta no hierra.
 

1) Al principio se creyeron
Que el globo era redondo
I que tenia en el fondo
Un eje, i jamas lo vieron.
Sobre ese tema escribieron
Los hombres mas ilustrados,
Con los puntos ya marcados,
Sin nombrar la lonjitud,
Mide, pues, de latitud
Trescientos sesenta grados.

2) Atraviesa en aposentos
El eje de polo a polo
Gobernado por sí solo
Marcando tres movimientos.
Sobre sólidos cimientos
Los gases que el aire encierra,
Pasan en continua guerra
Siendo ellos los principales
Cuatro puntos cardinales.
Dividen toda la tierra.
 

3) Á mas de estas divisiones
Hai otras, segun la historia,
Que no alcanza la memoria
Para das esplicaciones.
Fijando las atenciones,
Si la ciencia se desprecia,
La teoria es mui necia
Del planeta mencionado,
Porque está mal figurado,
Dijo un sabio de Grecia.

4) El jeográfico primero
Impulsado por las artes,
Separa solo en tres partes
Al universo entero,
Viendo el plano embustero,
Toda la ciencia se aterra;
Desde el mar hasta la sierra
Medirlo nadie lo pudo,
Habló el filósofo agudo
El que pregunta no hierra.

5) Al fin, el aristocrata,
Sondeando la elevacion,
Ha dado la contestacion
Del aire en la catarata.
El pincelista retrata
A los reinos i ciudades,
Son tantas inmensidades
Que no hai como comprender,
Solo el arte del saber
Comprueba estas verdades.

Por inverosímil que parezca, he oído tales cúmulos de absurdos, cantados «en guitarrón» por Aniceto Pozo, aún con contrarresto; i el público aplaudía lleno de admiración. Igual importancia que la jeográfía matemática (cosmografía) tiene la descriptiva. El ejemplo siguiente, tomado de Guajardo (tomo II, páj. 65), muestra lo que queda en la cabeza, cuando se estudia jeografía según el sistema antiguo en un «texto» sin ver el atlas:
La Mora, la Turca i la Cristiana


Una mora me enamora,
Una turca me da pena,
Una cristiana me tiene
Entre grillos i cadenas.
 

1) Quiero salir de Inglaterra,
Con órden de los ingleses
I talvez los escoceses
En Escocia me den guerra,
El cabo de Irlanda cierra
Mi pasada i me demora,
Prusia, España i la Sonora
Arjel, imperio inhumano,
I al saber que soi cristiano
Una mora me enamora.

2) No pasaré a Portugal,
A la Italia ni a Jermania;
Si me ven en Alemania
puedo sufrir un gran mal,
Voi a la Banda Oriental,

A Holanda, Béljica i Viena,
Andaré toda Lorena,
Málaga i Andalucía,
I si estoi en la Turquía
Una turca me da pena.

3) Suiza, Birman i Berlin,
Entre Noruega i la Suecia,
En Ejipto i en la Grecia,
Me llaman con este fin,
Lóndres, Paris i Dublin,
Irme a Roma me conviene,
Constantinopla previene
Lo mejor de su atractivo.
Nada menos que cautivo
Una cristiana me tiene.

4) Lisboa i Madrid me llaman,
I me preguntan en Berna,
Si Edimburgo me gobierna
Los jenoveses reclaman,
Sevilla i Sicilia me aman,
I en la capital de Atenas
La Rusia entre las mas buenas
Naciones ha respondido,
Porque verme no ha querido
Entre grillos i cadenas.

5) Señores, en el Brasil,
Pocos momentos estuve
I miéntras por allí anduve
Vi preciosas mas de mil,
Pasé para Guayaquil

I en la nacion Arjentina,
Me dijo que era mui fina
Una bizarra cuyana,
I me salió la tirana
Como víbora indina.

Como muestra de un brindis doi tres ejemplos cortos de Hipólito Cordero, que cultiva con preferencia este jénero:

Brindis de un huaso

1) Yo brindo, dijo un vaquero,
Por mis campesinas botas,
Por mi caballo patriota,
Por el corral i el chiquero.
Brindo por mi compañero
Que anda en la yegüita Rana:
Tambien brindo por mi Juana
Aunque es algo coqueta;
Yo brindo por mis maletas
I por mi sombrero de lana.

2) Tambien brindo por mi lazo,

Que es toda mi entretencion,
Que cuando le echo a un potron
Le planto su buen porrazo.
Yo soi el vaquero huaso
Que a los campos me retiro
Cuando monto en el Suspiro,
Que es caballo como leon,
Donde pego un estrellon
Si no quiebro mato al tiro.
 

Brindis de un chanchero

Brindo por el arrollado
Por los fiambres i perniles,
Los salchichones por miles
I prietas que he trabajado
Cabezas habré nombrado
El chorizo es distinguido
Del rico es apetecido
Por esos pueblos i valles.
Voi diciendo por las calles:
¡Huesos de chancho cocido!

Brindis de un cantor

Brindo, decia un cantor,
Cantando en la calle Vieja,
Si algun roto se arrieja
Tendrá que tener valor.
Al literato mejor
Con mi versito lo enreo
Por tener tan buen empleo,
Le digo a mi coña ingrata:
Tomo copa i gano plata
Haciendo mi postureo.

§ 24.—Resumiendo lo anterior, debemos declarar que el contenido de las hojas que venden los verseros en las calles de Santiago en jeneral está lejos de ser poesía e igualmente lejos de ser popular. Es una literatura de alta alcurnia que ha caído al barro. Sólo los versos a lo humano tratan todavía con frecuencia materias que interesan al pueblo, ávido de sensación. Pero no por eso los poetas i los cantores dejan de ser manifestaciones curiosas de la vida intelectual del bajo pueblo chileno; i en cuanto al significado, no creo equivocarme si digo que prueban que este pueblo bajo, anhela por tener participación en la cultura de las clases superiores. Por esto no merecen el desprecio con que, en cuanto sepa hasta ahora, los tratan en Chile todas las personas cultas, nacionales i estranjeras.

Verdad es que la mayor parte de los «puetas» no son mui simpáticos; como la hinchazón es casi el único mérito de sus producciones, así ellos mismos son por lo común petulantes, pagados de su valer imajinario. Oigase lo que dice Rolak de su propia persona:

El gran poeta

Un sencillo corazón
un discreto entendimiento
una lengua que es portento,
mis tres cualidades son.
 

1) Modestamente, lectores,
voi a hablarles de mi mismo
aunque se que es un abismo
hablar en propios favores;
Dios hizo lindas las flores
i en la mejor condicion;
les dió toda perfeccion
i cuanto El era capaz
pero a mí me ha dado mas:
un sensible corazon.
 

2) Dió al espacio inmensidá
i lobriguez al vacío
humilde corriente al río
i a la luz dió claridá;
al mar dió ferocidá,
fuerza en su carrera al viento;
le dió vida i movimiento;
desde el Aguila al Gusano,
pero a mí me dió mas gano:
un disereto entendimiento.

3) Dió poder al elefante;
al caballo lijereza,
a la laguna, limpieza,
i al reptil mas humillante
lo hizo como al sol, brillante;
le dió al pájaro mas lento
plumas de colores ciento
i un piquito que es de oro
i a mi me dió mas tesoro:
una lengua que es portento.

4) Coplas como manantial
de la boca se me salen
i aunque en verdad poco valen
ninguno las hace igual;
como ovejas del corral
me salen en peloton,
este hermosísimo don,
el ser de jenio mui vivo
i el ser mui caritativo
mis tres cualidades son.
 

5) Asoma una copla i ¡zaz!
contra los dientes se estrellan
i saltan i se atropellan
las que vienen mas atras
sin que se corten jamas;
por eso cuando me esplico
no hago mas que abrir el pico
i es una cosa mui cierta:
sale un verso i a la puerta
ya asoma el otro el hocico!.

El único de los populares que merece dentro su esfera el nombre de poeta, es Bernardino Guajardo, que ya ha muerto, i merecería que su nombre se conservara en la literatura chilena. El sintió ya, hará unos diez años, que su arte estaba decayendo. Así lo dijo en su poesía «Los siete poetas chilenos» (tomo V, páj. 69) en que se queja de la enemistad i envidia de sus competidores, con escepción de Nicasio García. Los demás nombres que cita, me son todos desconocidos Jerjel, Acuña, Rojas, Juan Valencia, Hernández, José Besa. Sus versos se habrán perdido como se pierden los que aparecen en estos días (pues ni siquiera la Biblioteca Nacional recoje las hojas sueltas), a no ser que se hayan coleccionado en algún cuadernito que se me ha escapado lo mismo que los cuadernos I a IV de García.

El tema de la poesía es:

Confunden a Bernardino
Los nuevos poetas del dia

Solo Nicasio García
Ha sido constante i fino.

En la poesía alude a controversias que ha tenido con algunos de ellos i dice que Valencia i Hernández »fueron en la Intendencia premiados por su Escelencia». No sé si tal cosa es efectiva. En la conclusión alude probablemente a Rosa Araneda, que, como ya lo dije, es hoi mui productiva i no la peor;

Por último caballeros,
Si hoi mismo a la plaza van,
Hasta mujeres verán
Poetas entre los versos [1]
Tal que fué de los primeros
Ninguno le considera;
Dígase lo que se quiera
No cabe duda, señores,
Que entre tantos trilladores
Echaron a perder la era.

Faltaría averiguar si no quedan noticias sobre estos poetas populares en los decenios i siglos pasados. El tráfico de los versos impresos apenas habrá comenzado antes de mediados del siglo [2] No sé si en Valparaíso i otras ciudades haya una producción parecida a la santiaguina. Me faltan noticias. Versos santiaguinos los he comprado ocasionalmente hasta en la Frontera en una estación del ferrocarril. En cuanto al fondo, habrá tenido razón Guajardo: esta poesía se está muriendo de su falta de verdad interior.

Santiago de Chile, 31 de Marzo de 1894

  1. Habrá que leer «verseros».
  2. Adolfo Valderrama, en su Bosquejo Histórico de la Poesía Chilena, publicado en 1866, al hablar de la poesía popular no dice nada de tales hojas.