Las vidas paralelas de Plutarco/Teseo

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TESEO.



Acostumbran los historiadores, oh Sosio Senecion, cuando en la descripcion de los países hay puntos de que no tienen conocimiento, suprimir éstos en la carta, poniendo en los últimos extremos de ella esta adverlencia: de aquí adelante no hay sino arenales faltos de agua y silvestres; ó pantanos impenetrables; ó hielos como los de la Escitia; ó un mar cuajado; pues á este modo, habiendo yo de escribir estas vidas comparadas, en las que se tocan tiempos á que la atinada crítica y la historia no alcanzan, acerca de ellos me estará muy bien prevenir igualmente: de aquí arriba no hay más que sucesos prodigiosos y trágicos, materia propia de poetas y mitólogos, en la que no se eneuentra certeza ni seguridad. Y habiendo escrito del legislador Licurgo y del rey Numa, me parece que no será fuera de propósito subir hasta Rómulo, pues que tanto nos acercamos á su tiempo; pero examinando, para decirlo con Esquilo.

¿Quién tendrå compañía á esta lumbrera?
¿Con quién se le compara? ¿quién le iguala?

he creido que el que ilustró á la brillante y celebrada Atenas podria muy bien compararse y correr parejas con el fundador de la iovicta y esclarecida Roma. Haré por que purificado en mi narracion lo fabuloso, tome forma de bistoria; mas si hubiere alguna parte que obstinadamente se resistiese á la probabilidad y no se prestase á hacer union con lo verosimit, necesitaremos en cuanto á ella de lectores benignos y que no desdeñen el estudio de las antligüedades.

Paréceme, pues, que Teseo hace juego con Rómulo por muchas notas de semejanza: por ser uno y otro de origen ilegítimo y oscuro, hubo fama de que eran bijos de Dioses;

Invictos ambos: lo sabemos todos;

y que al valor reunian la prudencia. De las dos más celebradas ciudades, el uno fundó á Roma, y el otro dió gobierno á Atenas: concurre tambien en los dos el rapto de mujeres; y ni uno ni otro evitaron el infortunio y disgusto en las cosas domésticas, habiendo incurrido al fin, segun se dice, en el odio de sus conciudadanos, si las relaciones que corren fuera de las tragedias pueden servir de algun apoyo á la verdad.

El lioaje de Teseo por su padre sube á Erecteo y á los primeros autoctones[1], y por la madre era de los Pelópidas: porque Pélope, no ménos que por su gran riqueza, fué por su larga descendencia señalado entre los reyes del Peloponeso, habiendo casado muchas hjas con los varones más principales, y repartido muchos hijos para regir diversos puebios. Fué Piteo uno de éstos, abuelo de Teseo; el cual, aunque le tocó una ciudad no muy populosa como Trecene, tuvo, sin embargo, mayor nombre que todos de entendido y de muy sabio para su edad. Y á lo que se conjetura, la clase é importancia do su saber tenfa analogia con el saber sentencioso que tanta opinion dió á llesiodo en su poema Obras y dias. Una de las sentencias de Piteo se dice que es esta:

Bástele al buen amigo El premio que el amigo le señale; lo que refi:re tambien el filósofo Aristóteles; y Eurtpid es llamando á Hipólito alumno del respetable Piteo, maniflesta bien claramente la opinion en que éslc era tenido. Hallábase, pues, Egeo sin hijos, y se dice que la Pitia le anunció aquel lan sabido oráculo, en que le prevenia no se ayuntase á mujer ántes de hacer viaje á Atenas; aunque no parcce lo expresó con mucha claridad: asi, yendo de alli á Trecene, confirió con Piteo el anuncio del Dios, que era en esla forma:

Del odro el pié no saques, en los pueblos Varon más que otro alguno celebrado, Sin que al pueblo de Atenas vayas ántes.

Ignórase qué es lo que Piteo le aconsejó, ó cómo le embaucó para que se ayuntase con Etra. Ayuntose, y llegando å entender que era con la bija de Piteo con quien habia tenido que ver, sospechoso de que podia estar en cinta, le dejó un alfanje y unos coturnos, escondiéndolos debajo de una gran piedra, que tenfa un hueco hecho á medida para que alli se cuslodiasen. Revelóselo, pues, á sola ella; prevínole que si diese á luz hijo varon, y creciendo en edad tuvicse fuerza para romover la piedra y recoger las alhajas depositadas, se le enviase con ellas sin comunicarlo con nadie, y ántes ocultándolo cuanto pudiese de todo el mundo; y es que tenía gran temor á los Palántidas, que le armaban asechanzas, y le despreciaban á causa de carecer TOMO I.

de hijos, siendo setenta los que Palante habia tenido: y heebo aquel encargo, se puso en camino.

Fuó, pues, hijo el que Etra dió á luz, y algunos dicen que desde luego se le dió el nombre de Teseo, tomado de la postura de aquellos indicios, que en griego es Tesis; mas otros dicen que no le tuvo sino más adelante en Atenas por haber sido adoptado de Egeo. Educado ai lado de Piteo, tuvo por ayo y maestro á Cónidas, al que hasta este nuestro tiempo ofrecen un carnero los Alenienses en uno de tos dias de las fiestas de Teseo, teniéndole en memoria y reverencia, con harta más razom que á Silanion y Parrasio, pintor y eseultor de los retratos de Teseo.

Era entónces costumbre que los que salian de la edad pueril fuesen á Delfos, y consagrasen á Apolo en primicia su cabellera: pasó á Delfos Teseo, y dicen que el lugar de la ceremonia de él se llama hasta el dia de hoy Teseia.

Afeilóse solamente la parte anterior de la cabeza, como de los Abántidas lo reflere Homero; y este modo de afeitarse tambien por él se llamó Teseide. Fueron los Abantes los primeros que asi se trasquilaron: no por haberlo aprendido de los Arabes, como creen algunos, ni por imitar á los de Misia; sino á causa de que eran guerreros amigos de combatir de cerca, é inclioados más que otros algunos á venir á las manos con los contrarios, segun que en estos versos lo atestigua tambien Arquiloco:

No en el tender del arco, 6 de las bondas En el crujír frecuente, se señalan; Sino en el campo, cuando el crudo Marte Para herir con el hierro más se ensaña:

Que en esta lucha los gloriosos hijos De la Eubea prez ilustre aleanzan:

trasquílanse, por tanto, para no dar á los enemigos el asidero de los cabellos. Y con esta misma idea se dice que Alejandro de Macedonia dió órden á sus generalos para que hiciesen rasurar las barhas á los Maeedonios, porque eran para los contrarios una presa que les estaba muy á la mano.

Etra tuvo siempre oculto el verdadero origen de Teseo; y Piteo habia esparcido la voz de que Neplano la habia hecho madre: porque los Trecenios dan particular culto á Neptuno, siendo éste su Dios tutelar, al que ofrecen las primicias de los frutos, y teniendo el tridente por la prineipal insignia de sus monedas. Como ya desde niño bubiese dado muestras de reunir con la fuerza y robustez del cuerpo el juicio y la prudencia, llevándole consigo Etra al sitio de.la piedra, y descubriéndole la verdad acerca de su nacimiento, le mandó recoger las albajas paternas y encaminarse á Alenas. Levantó y abrió la piedra con gran facilidad; pero á que se embarcase para Alenas no pudo reducirsele, sin embargo de la falta de seguridad, y de que la madre y el abueto se lo rogaroh, á causa de que era expuesto hacer por tierra aquel viaje, no habiendo parte alguna del camino libre y sin peligro de ladrones y de facinerosos. Porque aquella época fué fecunda en hombres de aventajadas é infatigables fuerzas para los trabajos manuales, y de grandísima ligereza de piés; pero que en nada moderado ó provechoso empleaban estas dotes, sino que se complacian en la violencia, abusaban con crueldad y aspereza de su poder, y si aspiraban á dominar, era para sujetar y destruir cuanto se les ponia por delante; pareciéndoles que la modestia, la justicia, la igualdad y la humanidad no estaban en ninguna manera bien á los que más podian, pues que si todos los otros hombres las alaban, es por falta de atrevimiento para injuriar, y por miedo de ser injuriados. De éstos Hércules habia desbecho y destruido á algunos en los lugares por donde pasaba; y otros, buyendo y escondiéndose miéntras se hallaba presente, se habian salvado en la oscuridad; mas despues que Hérculos čayó en la desgracia, y habiendo dado muerte á Ifto pasó á la Lidia, y allí por largo tiempo estuvo en la sujecion de Onfale, pagando asi la pena de aquel bomicidio, en Lidia se disfrató de mucha paz y quielud; pero en la Grecia de nuevo brotaron y se extendieron ias iniquidađes, no habiendo ninguno que las cortase ó contuviese:

así qne era arriesgado el viaje para los que por tierra caminaban á Atenas desde el Peloponeso; y Piteo refiriendo quién era cada uno de aquellos ladrones y foragidos, y cuáles sus mañas para con los pasajeros, persuadia á Te- • seo que caminase por mar. Mas á éste ya de antiguo le abrasaba la fama de la virtud de Hércules; hablaba frecuentemente de él, y oia con áusia á los que le pintaban sus bazañas, mayormente á los que le habian visto y habian estado presentes á sus discursos y sus hechos. Sucedióle entónces muy á las claras lo que largo tiempo adelante sucedió, y decia de sí Temistocles, que el trofeo de Milciades no le dejaba dormir; pues de la propia manera, admirado éste de la virtud de Hércules, de noche soñaba en sus acciones, y de dia le agitaba y electrizaba el anhelo que siempre revolvia en su ánimo de igualarle.

Concurria tambien por caso que participaban del mismo linaje, siendo hijos de primas: porque Etra era hija de Piteo, y Alemena de Lusidica; y ésta y Piteo hermanos, como hijos de Pólope é Hipodamia: parecíale, por tanto, cosa repugnante é insufrible que aquél, discurriendo por todas parles, purgase la tierra y el mar, y que él esquivase las contiendas que ante los piés se le ofrecian, afrentando de este modo con buir por mar al que por voz y fama era su padre, y al que lo era en verdad con llevarle, como indicios para ser reconocido, los coturnos y un alfanje no teñido en sangre, en vez de bacer patente con obras la excelencia de su legítimo nacimiento. Con este espiritu y estas consideraciones se puso en camino, resuelto á no ofender por su parte å nadie; mas si á castigar las violencias que se le presentasen.

Y en primer lugar, en el Epidauro á Perifetes, que usaba por arma de una maza, y por esta era apellidado Corunétes[2], porque le fué á cchar mano para estorbarle ir más adelante, le dió muerte; y alegre con la maza, la hizo lambien su arma, y siempre andaba con ella, al modo que Hércales con la piel de leon: y así como en éste era aquel adorno una demostracion de cuál era la fiera de que habia trionfado, de la misma manera la maza significaba en Tesco que la babia vencido, y que en sa mano ora invencible. En el Istmo á Sinis Pilnocampte le quitó la vida por el mismo lérmino que él se habia deshecho de muchos, sin embargo de que no lo habia aprendido ni ejercitado, demostrando asi que la virtud natural se aventaja á todo cstudio y arte. Tenía Sinis una hija ya grande y bermosa llamada Periguna, en busca de la cual fué Teseo, porque habia buido sucedida la muerte del padre. Habíaso ella retirado á un lugar poblado de mucho matorral de estebas y esparragueras; y allf, necia y puerilmente, como si estas cosas tuviesen sentido, les hacía voto con juramento de que nunca las rozaria ni quemaria si la salvaban y escondian; mas habiéndola descubierto Teseo, y dádole palabra de que tendria cuidado de ella y en nada la ofenderia, salió de allí, y ayuntada con Teseo fué madre de Melanipo; pero despues casó con Dioneo el de Eurito Ecaliense por disposicion del mismo Teseo. De Melanipo el de Teseo fué hijo loxo, el que con Ornuto concurrió al establecimiento de la eolonia que pasó á la Caria, de donde cstos se llamaron loxides, y ban conservado la costumbre patria de no quemar las matas de esparraguera y de esteba, sino más bien tenerlas en honor y veneracion.

Pues la cerda Cromuonia, á la que llamaban la Faia, no era una fiera poeo temible, sino furiosa y dificil de vencer; y con todo, saliendo del camino para que no pareciese que todo lo hacía por verse estrechado, la sobrecogió y dió muerte: porque además era de opinion que el varon virtuoso respecto de los hombres malos debia esperar á ser acometido, y entónces irse á ellos para vengarse; mas con las fieras los varones generosos conviene que se les anticipen, y corran el riesgo de combatirlas de este modo.

Con todo, otros dicen que la llamada Faia era mujer mala, ladrona y matadora, residente en Cromuon, á la que se le daba la denominacion de Cerda por sus costumbres y su vida, y que ésta fué la que murió á manos de Teseo.

En los confines de Megara dió muerte, estrellándolo contra las piedras,á Esciron, que segun algunos robaba á los · pasajeros; pero otros dicen que por malignidad y antojo presentaba á los forasteros los piés para que se los lavasen, y que đándoles eu este acto de puntapiés, los lanzaba ai mar. Mas los escritores Magarenses, luchando con et tiempo antiguo, segun expresion de Simónides, se empe- · fñan en contrarestar esta mala fama, y sostienen que Esciron, léjos de ser ladron y malhechor, fué más bien azote de ladrones, y amigo y allegado de los hombres justos y buenos. Porque Eaco es reputado por el más recto de los Griegos: á Cicreas el de Salamina se le tributan en Atenas honores divinos; y nadie hay que desconozca la virlud de Peleo y Telamon: pues Esciron fué yerno de Cicreas, suegro de Eaco, y abuelo de Peleo y Telamon, nacidos de Endeida, bija de Esciron y Caricle; y no parece creible.que con hombre tan perverso babian de haber querido contraer deudo unos varones tan virtuosos, dando y recibiendo las prendas que más se quieren y estiman. Dicen, por tanto, que no fué en su primer viaje á Atenas, sino más adelante, cuando Tesco lomó á Eleusis, poscida por los de Megara, sojuzgando á Diocles que la regfa, y dando muerle á Esciron: tal es la diversidad de opiniones que bay en esle punto.

En Eleusis quitó la vida à Cercuon luchando con él; y poco más adeiante, en Hermione, á Damasta ó Procrusles, preeisándole, como él lo ejecutaba con sus haéspedes, á quedar. igual con su célebre lecho. Hacia todo esto en imitacion de Hórcules; porque tambien éste, defendiéndose por los mismos medios con que se le armaban asechanzassacrificó á Busiris, venció luchando á Anteo, dió fin en combate singular de Cieno, y mató de una cabezada á Termero; de donde dieen viene el nombre de mal Termerio: porque tenia la maña .de matar á los que encontraba chocando con la cabeza. A esta misma manera tomó por su cuenta Teseo castigar á los malvados, haeiéndoles sufrir las mismas viotencias que practieaban, y la pena de sus injusticias por los mismos medios de que se valiaà.

Siguiendo su camino, y llegado que bubo al Cefiso, le salieron al paso algunos del linaje de los Futálidas, le saludaron ante todas cosas, pidiéronle que se purificase, y habióndole expiado segun sus ritos, y hecbo á los Dioses propiciatorio sacrificio, le agasajaron en su casa, no habiendo sido ántes recibido humanamente por ningun otro en todo el camino; y se dice que llegó á la ciudad el dia octavo del mes Cronio, que ahora llaman Ecalombeon. Entrando en ella, halló las cosas públicas en confusion y desórden, y las partieulares de Egeo y su casa tanbien en mal estado: porque Medea, refugiada alli de Corinto, habia ofrecido á Egeo remediarle eon bierbas en la falla de bijos, y se habia ayunlado con él. Malieióse ellä algo de Teseo, y á Egeo, que nada conoció, y que por ser muy anciauo y por la sędicion de todo se asuslaba, le persuadió que convidando á Tesea como huésped, con un veneno se deshicieson de él. Fué Teseo al convite, y no le pareció .

oportuno decir desde luego quién era, sino dlar ocasion á que aquél le reconociese; y como se hubiesen puesto carnes en la mesa, desenvainó el alfanje en acto de irlas á partir; y asf fué como se manifestó. Advertido esto al punto por Egeo, arrojó al suelo la taza del veneno, y asegurado de que era su hijo, le saludó como tal, congregó á los ciudadanos, y se lo dió á reconocer, recibiéndole ellos de muy buena voluntad por su gran valor. Hay tradicion de quo derribada la taza, el veneno cayó donde está ahora la verja en el Delfinio, porque la easa de Egeo venia å estar allí; y el Hercurio que está al Oriente del templo se dice el de las puertas de Egeo.

Hasta entónces los Palántidas habi an estado con la esperanza de alzarse con ei reino, muriendo Egeo sin hijos; pero declarado ya Teseo por sucesor, llevando muy á mal que ya ántes hubiese reinado Egeo, que fué adoptado por Pandion, y ningun parentesco tenía con los Erectéidas, y que en seguida reinase Teseo con ser forastero y advenedizo, les movieron guerra; y repartiéndose, los unos con el padre se encaminaron al descubierto desde Esfeta á la ciudad, miéntras los otros, oculándose en Gargueto, se ponian en celada para acometer por dos partes á los contrarios. Tenian cerca de si un heraldo lamado Leos, y éste dió parte å Teseo de lo que por los Palántidas se disponia; con lo que, cayendo súbitamente sobre los que estalan en celeda, á lodos los destrozó, y los que estaban con Palante con esta noticia se dispersaron. Es fama que desde entónces no hay enlaces entre los del barrio de los Peleaios y los Agnusios, ni entre ellos bacen sus proclamas los heraldos con la fórmula usual: oid, Leos, esto es, pueblo; porque aborrecen aquel nombre á causa de la traicion del que le llevaba.

Queriendo despues Teseo estar ejercitado y juntamente hacerse popular, se fué en busca del toro Maralonio, que hacía grandes daños á los habitantes de Tetrápolis; y habiểndole echado mano, lo presentó vivo, lHevándolo por la ciudad, y despues lo sacrificó á Apolo Delfinio. Por lo que hace á Hecale, y lo que de ela vuigarmente se refiere de su hospedaje y recibimiento, parece que no del todo cacece de verdad; porque los pueblos del contorno reunidos ofrecian et sacrificio Hecalesio á Jópiter Hecalio, y veneraban á Hecale, llamándola cariñosamente ilecalita, en conmemoracion de que ella misma, sicendo todavía muy jóven Teseo, le habia hospedado, saludándole blandamente como lo hacen los ancianos, y regalándole con iguales carieias; y como al salir Teseo al combate hubiese hecho voto por él á Júpíter de hacerle saçrificio si salia salvo, y ella en tanto hubiese fallecido ántes de su vuelta, recibió el retorno de su buea bospedaje por órden de Teseo, segun lo refiere Filócoro.

Poco más adelante vinieron por la tercera vez de Creta los que cobraban el tributo. Sucedió que habiéndose formado idea de que Androgeo[3] habia sido muerto á traicion en el Álica, Minos por su parte habia becho graves daños á los babitantes moviéndoles guerra; y además una fuerza superior habia asolado aquella comarca, viniendo sobre ella esterilidad y peste, y hasta los rios se retiraron.

Ordenóles el oráculo que aplacasen á Minos y se reconciliasen con él, que con esto se apaciguaria la côlera divina y respirarian de sus males: enviáronle, pues, mensajeros, é biciéronle ruegos, y pactaron, segun que en ello convienen los más de ios escritores, que por nueve años le enviarian en tributo siete mancebos y otras tantas doncellas.

Llegados á Creta estosjóvenes, las fábulas trágicas nos dan á entender que eran en el laberinto despedazados por el Minotauro, ó que perdidos en sus rodeos, y no pudiendo acertar con la salida, alll perecian; y que el Minolauro eracomo la expresa Euripides, Monstruosa prole de biforme aspecto; y que babia nacido De toro y hombre con mezelados miembros.

Mas Filócoro dice que los Cretenses no admiten esta rarracion, sino que dicen que et laberinto era una fortaleza, sin tener olra cosa de malo que el no poder los presos huir de ella; y como Minos celebrase combates solemnes en memoria de Androgeo, á los vencedores les enlregaba por premio aquellos jóvenes, custodiados hasta aquel punto en el laberinto; y en los primeros combates quedó vencedor un Cretense, que tenía el mayor valiniento con.

Minos y era su general, llamado Tauro, hombre nada suave y blando de carácler, que trataba con altanerla y crueldad á los jóvenes Atenienses. El mismo Arislóteles, hablando del gobierno de los Boteos, maniflesta bien claramente no haber creido nunca que Minos hubiera dado muerte á aque-.

llos jóvenes, sino que hasta la vejez quedaron en Creta como jornaleros. Ocurrió despues que cumpliendo los Cretenses un voto antiguo, enviaron á Delfos las primicias de los varones, y entónces pasaron allá tambien mezclados los descendientes de aquellos; mas como no les fuese posible ganar alli su vida, primoro se trasladaron á ltalia, y babitaron hácia lapigia; pero luégo se encaminaron á la Trạcia, y tomaron el nombre de Boteos; de donde proviene que las doncellas Boteas, celebrando cierto saerificio, entonan este .cantar: Vámonos á Atenas. Y en verdad que debió lenerse por muy expuesto ponerse mal con una ciudad que tenfa voz y letras; asi es que Minos sienmpro ha sido desacredilado y mallratado en los teatros áticos, euando no se detuvieron en llamarle, Ilesiodo muy regio, y Homero familiar del mismo Jupiter; pero tomándole por su cuenta los composilores de tragedias, por medio de la poesia y de la escena le cubrieron de ignominia como bombre fiero y violento; siendo así que por otra parte es comunmente sabido que Minos fué rey y legistador, y Radamanto jucz y celador de las rectas determinaciones de aquél.

Llegado, pues, el tiempo del tercer tributo, habiendo de presentarse para la suerte los padres que tenian bijos mancebos, se suscitó contra Egeo gran rumor entre los ciudadanos; quejándose éstos y lamentándose de que con ser la causa de todo, sólo él en nada partičipaba del castigo, y habiando traido al mando å un jóven bastardo y extranjero, ninguna cuenta hacía de que á ellos los quilaba sus hijos legítimos y los dejaba en orfandad. Incomodó esto å Teseo, y no queriendo desentenderse de lo que era justo para entrar á la parte con los ciudadanos en aquel infortunio, voluntariamente se presentó sin ser sorleado.

Maravillosa pareció esta resolucion á todos, y mereció aplausos su popularidad; y Egeo, cuando vió que ni por ruegos ni por instancias pudo disuadirle ó apartarie de aquel propósito, sorleó los demas mancebos. Mas Helánico es de opinion que-no era la ciudad la que enviaba los sorteados y sorteadas, sino que el mismo Minos pasaba allá y los elegia, y que el primero eligió á Teseo conforme at convenio; siendo lo convenido que los Atenienses darian la nave; que embarcándose los mancebos con Minos, no levarian consigo ninguna arma de guerra, y que muerto el Minotauro, cesaria la pena. En los principios, pues, ninguna esperanza de salud babia; por tanto, como en una calamidad maniliesta, ponian en la nave vela negra; pero entónces, alentando Teseo á su padre, y gloriándose de que habia de sujetar al Minotauro, dió el padre al comandante de la nave oira vela blanca, previniéndole que á la vuelta, si Teseo regresaba salvo, enarbolase la vela blanca, y si no, navegase con la negra, como indicio de su desgracia. Simónides dice que la vela entregada por Egeo no fuó blanca, sino purpúrea, teñida con el jugo de una encina que estaba en su mayor lozania, y que ésta fué la que dió por señal de volver con bien. Fué gobernador de la nave Amarsuada Fereclp, segun Simónides; pero Filócoro diee que Teseo tomó por gobernador en Salamina, por direccion de Esciro, á Nausito0, y por comandaate en la proa á Feaco, porque todavía los Atenienses no se habian dado á las cosas de mar, y acontecia ser uno de los mancebos un nieto de Esciro, llamado Menestes. Concuerda con esto baberse puesto por Teseo en el Falero en el templo de Esciro los mosumentos de Nausitoo y Feaco; y dícese tambien que la fiesta llamada Gubernesia es å éstos á quienes se dedica.

Hecho el sorteo, tomando Teseo consigo en el Pritaneo á los sorteados, y pasando al Delfinio, hizo por ellos su ofrenda á Apolo; siendo esta un ramo del olivo sagrado, coronado con una banderoła de lana blanca; con lo que, heehas sus piegarias, bajó al mar el dia seis del mes Munuquion, el mismo en que fodavía van al Delfinio á hacer inyocaciones las doncellas. Refiérese tambien que de Deifos se le ordenó por el Dios que liamara á Vénus á la parta en el mando, y á que le hiciese compañía en la navegacion; y que haciéndole en el mar sacrificio de una res cabría, quo era hembra, se le convirtió por sí en nracho cabrío, y de aqui le viene á la diosa el apelidarse Epitragia.

Arribado á Creta, segun se escribe y canta por los más, recibiendo de Ariadna, que de él se enamoró, el hilo, é instruido de cómo se podía salir đe los rodeos del laberinto, dió muerte al Minotauro, y regresó trayendo consigo á Ariadna y á los mancebos. Fereeides añade que Teseo desfondó las naves cretenses para estorbar que le persiguiesen; y Demon reftere que fué muerto Tauro, el general de Minos, en el puerto, combaliendo por mar con Teseo á su llegada. Mas Filócoro nos dojó escrito que celebrando Minos combate solemne, miraba con envidia que se tuviese por cierto que Tauro habia de vencerlos á todos; porque áun á éste era odioso su poder á causa de su carácter, y se le achacaba que tenfa amores con Pasifae; por lo que deseando luchar Teseo, vino en ello Minos. Era costumbre en Creta que tambien las mujeres presenciasen los comba-tes, y asistiendo á este Ariadna, se enamoró á la vista de Teseo, y se maravilió al ver que los vencia á todos. Contento tambien Minos con que hubiese vencido y humillado á Tauro, entregó á Tesco los mancebos, y levantó á la ciudad el tributo. Mas estas cosas las refiere de un modo partieular y con mayor extension Cleidemo; y tomando el origen de más arriba, dice que era estatato comun de los Griegos que ninguna nave se habia de dar al mar por ningun caso con más de cinco hombres; y solo Jason, que dominaba en Argos, podia navegar fuera de esla regla para acabar con los piratas. Huyó Dédalo de Creta en un barco; y yendo Minos en su seguimiento con buques mayores, en contravencion de los estatutos, fué por una tempestad arrojado å Sicilia, y allí terminó su vida. Su hijo Deucation, que no estaba bien con los Atenienses, envió á pedir que le entregasen á Dédalo, amenazando si nó de dar muerle á los jóvenes que Minos habia recibido en rehenes. Teseo le respondió blandamente, excusándosc con que Dédalo era su primo y de su mismo linaje, por ser su madre Merope la de Erecteo; perorató de equipar armada, parte en el barrio de los Tumátidas, léjos del camino público, y parte en Trecene, por medio de Piteo, porque queria no se desen- · briese. Así, cuando estuvo pronto, dió la vela, llevando á Dédalo y los demas desterrados de Creta por caudillos, sin que nadie tuviese de ello noticia, y ánles imaginando los Crelenses que eran naves amigas. Apoderóse de! puerto, y pasó pronlamente á Gnoso, donde trabando pelea á las puertas del laberinto, dió muerte á Deucalion y sus guardas.

Encargóse con esto de los negocios Ariadna, con la cual bizo un tratado, por el que recibió los jóvenes, y se entabló amistad entre los de Creta y Alenas con juramento de no volver å la guerra.

Aeerca de estos sucesos y de Ariadna corren otras relaciones, en las que nada hay de cierto ni avoriguado: porque unos dicen que con un lazo se quitó la vida, viéndose abandonada de Teseo; y otros que conducida á Najos por los marineros, se ayuntó con 0naro, sacerdote de Baco, despues que Teseo la dejó por otro amor.

De Egle Panopeide El amor insufrible le aquejaba.

Esto se decia en un verso de Hesiodo, el que Hereas Megarense afirma haber sido suprimido por Pisístrato; asi como por el contrario añadido en la Necuia ó epicedio de lomero otro en esta sentencia:

Teseo y Piritoo, İnclitos hijos de los sacros Dioses:

lo uno y lo otro para lisonjear á los Atenienses. Otros quieren que de Teseo hubiese dado á luz á Enopion y Estafilo; y de este número es Ion de Chio, el cual dice de su patria:

Fundóla Enopion, el de Teseo.

Lo que en esta matéria refieren eomo más corriente los mitólogos, anda, como suele decirse, en la boca de todos; pero Peon Amatusio hizo un tratado particular, en el que cuenta que Teseo fué arrojado por la tempestad á Chipre en ocasion que llevaba consigo á Ariadna, que estaba en cinla, la cual llegó en muy mal estado por la navegacion, y muy disgustada porque se la ponia en tierra sola (puesto que Teseo se hubo de hacer de nuevo å la mar en socorro del barco); que las mujeres del contorno se encargaron de ella y la asistieron, hallándola muy desalentada por verse sola, tanto, que fingieron cartas como que Teseo le escribia, tomaron parte en sus dolores, y le dieron todo auxiiio; mas al fin murió y le dieron sepultura, sia que bubiese parido: que sobreviniendo despues Teseo, tomó gran sentimiento, y entregando una suma á aquellos habitantes, les ordenó que sacrificasen en honor de Ariadna, é hizo labrar dos idolitos, uno de plata y otro de bronce; que en el sacrificio, que es en el dia 2 del mes Gorpieo, uno de los mancebos acostado grita y remeda á las mujerės que están con dolores de parto; y finalmente, que tos Amatusios al lugar en que muestran su sepulcro le llaman la selva de Vénus Ariadna. Algunos de Najos hacen tambien su particular historia, y dicen que hubo dos Minos y dos Ariadnas, de las cuales, una easó con Baco en Najos, y de ella nació Estaflo; y la otra, más moderna, robada por Teseo, fué abandonada por él, y vino despues á Najos, y con ella su nutriz liamada Corcina, cuyo sepulero se muestra todavia; que tambien Ariadna murió alli, y se le tribulan honores, aunque no como á la primera, porque á ésta sela festeja con alegría y con juegos, y los sacrificios que se hacen á la segunda van mezelados con llanto y con sollozòs.

Dando la vela de Creta, navegó á Delos; y haciendo sacrificio al Dios, y colgando en su templo la señal amatoria que recibió de Ariadna, danzó con los otros mancebos un baile, el que se dice que todavía conservan los Delios, y es una representacion de los rodeos y salidas del laberinto, que se ejecuta á un cierto són con entaces y desenlaces por aquella forma; y á este género de baile, segun Dicearco, le itaman la Grulla. Danzóle Teseo alrededor del ara dicha Queratona, por haberse formado de astas, todas del lado siniestro. Añaden que tambien eelebró combates en Delos, y que por la primera yez se dieron entónces por él palmas á los vencedores.

Llegados á la vista del Ática, olvidósele al mismo Teseo, y olvidóse tambien al comandante enarbolar la vela blanca, con que habian de anunciar á Egeo que tornaban salvos, por lo que desesperanzado éste, se arrojó de un precipicio y acabó consigo. Entrado en ei puerto Teseo, ..

ofreció á los Dioses en Falero los sacrificios que les habia votado al embarcarse, y envió á la ciudad un heraldo con la nueva de su feliz arribo. Encontró éste á muehos haciendo duelo por la muerte del Rey; pero á los más, como era justo, muy alegres y dispuestos à regocijarse con ellos, y ofrecerles coronas por su vuelta. Recibiendo, pues, las coronas, adornó con ellas su caduceo, y volviendo al mar cuando todavia Teseo no habia hecho las libaciones, se quedó á la parte de afuera, no queriendo impedir èl sacrificio; mas acabado ésie, dió la nueva de la muerte de Egeo, por lo que con ltanto y afliccion so apresuraron à subir á la ciudadl. De aqui trae orfigen el que en las fiestas oscoforias se adorna con corona, no el heraldo, sino el caduceo, y que los circunstantes exclaman jea! jea! jay! ay! durante las libaciones; de los cuales gritos cn el uno suelen prorumpir los que se apresuran ó cantan vicloria, y el otro es de pasmo y afliccion. Habiendo dado sepullura al padre, cumplió Teseo su voto á Apolo el dia 7 del mes Paunepsion, porque en este subieron salvos del mar á la ciudad. El cocer de las legumbres dicen que se hace porque, salvos, recogieron lo que del rancho habia quedado, y lo cocieron en una misma olla, y lo comieron jantos; y se lleva tambien enhiesta la Eiresione (esto es, el ramo de olivo adornado de vendas de lana), como se hizo con la ofrenda, colgando de él las primicias de diversos frutos, en señal de haber cesado la esterilidad, cantando estos versos:

Llevas higos, oh ramo, y buecas tortas; En escudila miel, aceite rico; Y para que en beodez lu sueño duermas, En honda taza rebosante vino.

Aunque algunos dicen que estas ceremonias se hacen 2sl en memoria de los Heraclidas, que fueron de esle modo mantenidos por los Alenienses; pero les más las explican como se deja dicho.

La nave en que con los mancebos navegó Teseo, y volvió salvo, la conservaron los Atenienses basta la edad de Demetrio Falereo, quitando la madera gastada y poniendo y entretejiendo madera nueva; de manera que esto dió materia á los filósofos para el argumento que llaman aumentativo, y que sirve para los dos extremos, tomando por ejemplo esta nave, y probando unos que era la misma, y otros que no lo era. Celébranse las fiestas escoforias por institucion de Teseo, con ocasion de que no llevó consigo todas las doncellas sorteadas, sino que de entre los jóvenes sus amigos å dos denasiado tiernos y de aspecto femènil, aunque por otra parte de ánimos valientes y arrojados, con baños calientes, con la vida casera, y con los adobos y afeites de que usan las mujeres en cuanto al cabello, la delgadez del cuerpo y el color, les hizo tomar otra forma; y enseñándoles tambien á tomar la voz, el aire y el aúdar de las mujeres, sin que nada contrario se descubriese, los agregó al número de las doncellas, no babiéndoło adverlido nadie. A la vuella anduvo en pompa por la ciudad, llevando consigo á los mancebos con el traje que ahora se visten los que llevan los ramos con fruta de palma, y los llevan en veneracion de Baco y Ariadna para seguir la fábula, 6 quizá más cierto, porque la vuelta fué entrado el otoño; y las dipnóforas ó sirvientas del banquete se acercan y participan del sacrificio, en imitacion de las madres de los sorteados, que iban y les llevaban pescados y olros manjares. Cuéntanse asimismo fåbulas, porque se dice que éstas entretenian y alentaban con consejas á sus bijos: todo lo que refirió tambien Demon. Erigiósele además un templete, y determinó que por las casas sujetas al tributo se le pagasen para el sacrificio ciertos réditos, quedando encargado de éste los Fulalidas en retorno de su buen hospedaje.

TONO 1.

3 Despues de la muerte de Egeo concibió Toseo una empresa grande y admirable, que fus la de reunir en una sola ciudad á todos los que habitaban el Álica, haciéndoles aparecer un mismo pueblo, siendo asf que ántes andaban esparcidos, y daban muestras de no poder ser ealazados con el vínculo de la utilidad comun. Pues con todo de que ántes estaban tan discordes, y áun se hacian mutuamente la guerra, yendo de unos en otros los persuadió por barriadas y por familias: y lo que es los particulares y los po:

bres cedieron facilmente á sus exhortaciones; pero á los de más cuenta fué preciso proponerles un gobierno no monárquico, sino popular, en el que á él no le quedase más que el mando do la guerra y la custodia de las leyes, guardándose iguałdad en todo lo demas; y unos entraron en ello por persuasion, y otros, temiendo su poder, que era grande, y su resolucion, tuvieron por mejor partido ceder como convencidos tambien, que ser obligados por la fuerza. Disolviendo, pues, las presidencias y senados particulares, é instituyendo una presidencia y un senado para todos, como ahora se practica; á la ciudad la llamó Atenas, y estableció tambien el sacrificio comun lamado panatenea.

Hizo asimismo el sacrificio de la reunion, llamado metecias, en el dia 16 del mes Ecatombeon, que todavía se celebra.

Renunciando por tanto la autoridad real, como á ello sa habia alianado, iba ordenando su gobierno, haciendo principio por los Dioses; porque le vino de Delfos, consultado el Dios, este oráculo acerca de la ciudad:

Egeide Teseo, procreado De la Piteide Etra, mi alto padre Término y hado en esia vaeslra tierra Tiene á muchas ciudades prefinido:

De ánimo en los trabajos no decaigas, Aunque olas, cuat odre, te combatan.

Que viene á ser lo mismo que, segun se dice, profetizó más adelante la Sibila á la ciudad, diciendo:

De odre á la seméjanza Te mojarás; hundirte no es posible.

Deseando amplificar más la ciudad, admitia á todos á la participacion de los mismos derechos, y aquel pregon solemne: Venid acá todos, oh pueblo, se dice que es de Teseo, que se proponia eslablecer una junta general de lodos. Sin embargo, no dejó de considerar que de la reunion y mezcla de la muchedumbre sin discernimiento resultaria una democracia desordenada: así, fué ot primero que formó ia distincion de patricios, tabradores y artislas, concediendo á los patricios conocer acerca de ias cosas divinas, que de ellos se lomasen los Arcontes, y ser los maestros de las leyes y los intérpretes de las cosas santas y sagradas; en lo demas le pareció que se guardaba la igualdad propuesta, con que si los patricios sobresalian en razon de la opinion, los labradores sobresalian en razon de la utilidad, y los artistas en el número. De que fué el primero que propendió á la muchedumbre, como se explica Aristóteles, y desistió de reinar, parece que tambien Homero nos da testímonio, no nombrando en el catálogo de las naves, por lo respéctivo á Ateoas, más que al pueblo. Acuñó asimismo moneda, grabando en ella un buey, ó por el toro Maratonio, ó por el general de Minos, 6 por inclinar á los ciudadanos á la agricultura; y de aquí se dice que vinieron los nombres de Baatombeo y Decabeo. Habiendo agregado al Ática con toda seguridad el territorio de Megara, levantó en el Istmo aquella celebrada columna, poniendo en dos trimetros las inscripeiones que notaban la division de los términos, de las cuales la de la parte de Oriente decia:

No es ya Peloponeso, sino Jonia; y la de Occidente:

Esto es Peloponeso, no ya Jonia.

Instituyó el primero combates solemnes en emulacion de Hércules; aspiraudo á la honra de que ast como por aquél celebraban los Griegos los juegos olímpicos en honor de Júpiter, celebrasen por él los istmicns en honor de Neptuno: pues la solemnidad establecida allí ántes en bonor de Melicerta se celebraba de noche, y asf más parecia iniciacion que espeetáculo 6 concurso general. Algunos dicen que los juegos fstmicos se establecieron en memoria de Esciron, viéndose Teseo precisado á purificarse de su muerte, á causa del parentesco, porque Esciron era bijo de Caneto y Henioca la de Piteo; mas otros dicen que lo era Sinis, y no éste, y que por Sinis y no por él instituyó Teseo los juegos. Dispuso igualmente y contrató con los de Corinto que á los Atenienses que concurriesen á los juegos se les babian de poner asientos de precedencia en tanto terreno como el que cubriese la vela de la nave de la Teoría, segun que así lo refieren Helánico y Aodron de Halicarnaso.

Hizo viaje al ponto Euxino, segun Filócoro y algunos otros, militando con Hórcules contra las Amazonas, y recibió á Antiopa como premio de su valor; pero los más, y entre ellos Ferecides y Helanico, y Herodoto, dieen que fué más adelante cuando Teseo hizo esta navegacion con tropas de su mando, y tomó como cautiva á Antiopa; lo que es más verosimil, porque no se dice de ningun otro que llevase cautiva una Amazona. Bion áun añade que arteramente se apoderó de ésta, y luégo se retiró, porque siendo las Amazonas por indole no desafectas á tos varonos, no huyeron cuando Teseo se presentó en el país, sino que más bien le enviaron presentes; pero Hamando éste, y atrayendo á la nave á la que los conducia, luégo que la recibió á bordo se hizo á la vela. Menecrates, que dió á luz una bistoria de la ciudad de Nicea en Bilinia, refiere que Teseo, teniendo ya en su poder á Antiopa, se detuvo en aquella comarca; y como diese la casualidad de que sirviesen con él tres jóvenes de Atenas, hermanos, llamados Euneo, Toante y Soloonte, éste se enamoró de Antiopa, lo que encubrió á los demas, y sólo lo reveló á uno de sus amigos: éste hizo conversacion de elto con Antiopa, la que desechó resueltamente semejante propuesta; pero la llevó con prudencia y sosiego sin dar parte de ella á Teseo; mas Soloonte, cuando ya desesperó, se echó eu un rio, y pereció, con lo que Teseo vino en conocimiento de lo ocurrido con aquel jóven y de la causa de ello, haciéndosele muy sensible. Pensando en este disgusto, trajo á la oemoria cierto oráculo de la Pitia de Delfos, por el que se le ordenaba que cuando en cierta expedicion estuviese demasiado triste y angustiado, fundase alli una ciudad, dejando en ella por prefectos á algunos de los que le acompañasen; de resultas de lo cual á la ciudad que fundó le dió el nombre de Pitopolis, y al rio próximo el de Soloonte, en honor de aquel mancebo; y á sus hermanos los dejó, como quien dice, por prefectos y legislares, y con ellos tambien á Hermo, de la etase de los patricios en Atenas; del que cierto sitio es lamado casa de Hermes 6 Mercurio por los Pitopolitas, que malamente abrevian la segunda silaba, y trasladan al Dios el honor hecho al héroe..

Y esta fué la ocasion que tuvo la guerra de las Amazonas, la cual fué obra ardua y más que de mujeres, porque no bubieran tenido sus reales dentro de los muros, ni la batalla se habria dado tan sobre nosolros entre el Pnix 6 Foro y el Museo, si para entrarse en la ciudad no hubieran ántes sojuzgado el pals. El que atravesando el Bósforo Cimerio en al tiempo que estaba helado se hubiesen puesto de la parte acá, como lo escribió Helánico, es cosa que se resiste; pero que tuvieron sus reales en la ciudad se confirma con los nombres mismos de los sitios, y con las sepulturas de las que murieron. Por bastante tiempo hubo reparo ycuidado en venir á las manos; poro, finalmente, Teseo, habiendo ofrecido victimas al Miedo en cumplimiento de un oráeulo, las acometió; y la batalla se dió en el mes Boedromion, en el que todavía los Atenienses hacen los sacrificios llamados Boedromios; y Cleidemo, queriendo dar cuenta menuda de todo, refiere que la izquierda de las Amazonas se dirigió hácia el sitio que todavía se liama el Amazonio, y por la derecha se encaminaron ai Pnix por la parte de Crisa; que los Atenienses vinieron á combatirlas desde el Museo, babiendo sepuleros de las que murieron en las inmediaciones de la plaza, que más allá del monumento de Calcodonte da á las puertas llamadas ahora Piraicas; desde donde fueron éstos rechazados hasta les Euménides, cediendo el campo á las mujeres; pero que sobreviniendo despues por el Paladio, el Ardeto y el Liceo, arrollaron la derecha hasta los reales con muerte de muchas de ellas; y que al cuarto.mes se hizo un tratado por mediacion de Hipólita, porque éste llama Hipólita á aquella con quien habia casado Teseo, y no Antiopa. Otros dicen que esta Amazona habia perecido peleando en compañla de Teseo, pasada por Molpiada con una saeta, y que la columna que hay junto al templo de la tierra Olimpia se puso en memcria de ésta: no siendo de extrañar que sobre cosas tan antiguas ande vacilante la historia, porque tambiense dice que las Amazonas heridas fueron enviadas ocultamente por Antiopa á Calcis, donde hallaron auxitio, y que algunas fueron all sepultadas en el sitio que áun boy se llama et Amazonio. De que la guerra acabó con un tratado, dan testimonio la denominaeion de un sitio junto at Teseon, que por el juramento se na Horcomosio, y el sacrificio que de antiguo ánles de las fiestas de Teseo se bace á las Amazonas. Los de Megara enseñan asimismo un sepulcro de Amazonas en su territorio en el sitio llamado Roun, como se va de la plaza, donde està el Romboide.

Dicese que en Queronea murieron otras y fueron sepultadas junto al arroyo, que åntes, segun parece, se llamaba Termodonte, y ahora Aimon; de lo que hemos tratado en la vida de Demóstenes. Aun por la Tesalia se ve que no pasaron ociosas las Amazonas, pues que se muestran tambien sepulcros de algunas hácia Escotusia y las Cinocéfalas.

Y acerca de las Amazonas esto es lo que hay digno de memoria, pues lo que escribió el poeta aulor de la Teseida sobre la sublevacion de las Amazonas, baciendo que Antiopa se conmoviese contra Teseo porque se desposaba con Fedra; que las Amazonas la vangasen, y Hércules las venciese, manifiestamente liene la traza de fäbula y conseja. Muerta Antiopa, casó con Fedra, teniendo en hijo de Antiopa á Hipólito, 6, como dico Pindaro, á Demofonte. Y por lo que haee å los infortunios que por ésta y el bijo le sobrevinieron, como la historia en nada contradice las tragedias, hemos de suponer que pasaron como todos los poetas los refieren.

Corren todavia otras narraciones, que no han salido i la escena, acerca de otros casamientos de Teseo, que ni tuvieron justos principios ni felices fines: porque se cuente que robó á una doncella llamada Anajo de Trecene, y que habiendo dado muerte á Sinis y á Cercüon, se ayuntó con las bijas de éstos; que se casó con Peribea, madre de Ayax, además con Ferebea, y con lopa la de ffictes. Por otra parte, el haberse enamorado de Egle la de Panopeo, es la causa que dan, como ya hemos dicho, para el abandono de Ariadna, tan feo y lan injusto; y, finalmente, se babla del rapto de Helena, que atrajo la guerra al Alica, y para el mismo Teseo terminó en destierro y perdicion, 80- bre lo que hablaremos luégo. En la edad aquella á los va rones alentados se les ofrecieron machas ocasiones en que dar pruebas de su esfuerzo, y con todo es de opinion Berodoto de que ea ninguna tomó parte Teseo, sino soo con los Lapitas en la guerra coatra los Centauros: pero para eso otros dicen que áun con lason pasó á Cotcos, y con Heleagro intervino en la persecucion del jabali; y de aqui el proverbio: Vo sis Teseo: que éste, sin necesitar de nadie que le auxiliase, babia acabado muchos y señalados combates, y la expresion otro Hércules se habia hecho propia.

Auxilió tambien á Adrasto á recobrar tos eadáveres de los que habian muerto bajo el alcázar Cadmeo, no como lo refiere Euripides en su tragedia, veneiendo en batalla á los Tebanos, sino por medio de la persuasion y de un tratado, porque asf es como lo cuentan los más, diciendo Filócoro que este fué el primer ejemplar de tratado hecho para recoger los cadáveres. Con todo, en la vida de Hércules tenemos escrito haber sido éste el primero que entregó los muertos á sus enemigos. Muéstranse los sepuleros de los más en Eleuterias, y de los jefes en Eleusiua; haciendo en esto Teseo un obsequio á Adrasto. Concuerda con la tragedia los Suplicantes, de Euripides, la de los Eleusinios, de Esquilo, eu la que se introduce á Teseo haciendo esta misma relacion.

En cuanto á su amistad con Piritoo, dícese que se concilió de esta manera: tenia Teseo gran renombre de fnerza y de valor: queriendo, pues, Pirotoo tomar de ello conocimiento y probarle, se llevó de Maraton los bueyes que aquél allí tenla; y sabiendo que le perseguia armado, no huyó, sino que más bien retrocedió, y le salió al encuentro. Luégo que estuvieron á la vísta, cada uno admiró la belleza y resolucion del otro: trabaron si combate; pero Pirotoo, alargando el primero la mano, puso en la de Teseo que fuese juez de aquel robo, porque de buena voluntad se sujelaria á la pena que determinase. Teseo le remi- Lió la pena, y le brindó con ser su amigo y aliado; por lo que bicieron entre st amistad jurada. Casóse de alli á poco Piritoo con Deidamia, y convidó á Teseo á que asistiese, reconciera aquella comarca, y se uniera con los Lapitas. Sucedió que tambien fueron convidados al banquete los Centauros, los cuales insolentándose en demasia, como despues ya acalorados con el vino se desmandasen con las mujeres, los Lapitas se movieron á tomar venganza, y á unos dieron muerte, y á otros, venciéndolos en batalla, al fin los arrojaron del país, auxiliandoles y venciendo con ellos Teseo. Herodoto dice que esto no pasó asf, sino que encendida ya la guerra, Teseo acudió á auxiliar á los Lapilas; y entónces por la primera vez conoció de vista á Hércules, babiendo puesto por obra el ir á encontrarse con él eerca de Traquina, cuando ya reposaba de sus perogrinaciones y trabajos, y habióndose becho el encuentro con mucho honor y aprecio, y con grandes alabanzas de una y Dira parte. Mas, sin embargo, mayor asenso debe darse á los que refieren que se habian juntado otras muchas veces, y que la iniciacion de Hércules se hizo á solicitud de Tes80, y tambien la purificaeion que la precedió, y se tuvo en aquél por necesaria, á causa de algunas acciones inconsideradas.

Sięndo ya de cincuenta años, como dice Helánico, tuvo tagar el robo de Helena, todavía pequeña; por lo que algunos, para dar otro viso á esta que fué la más grave de cuantas cosas en él se reprenden, dicen ao haber sido Teseo el que robó á Helena, siao que habiéndola robado Idas y Ligeo, y entregádosela en depósito, la retuvo, y no quiso restituirla á los Diócuros que la reclamaban; ó de otro modo, que entregándosela Tladaro por temer à Enarsforo el de Hipocoonte, como por fuerza se entregó de Helena todavía niña; pero lo más verosfmil y confirmado con más testimonios es lo siguiente. Pasaron ambos[4] á Esparta, y robando á esta doncella á tiempo que ejecutaba una danza en el templo de Diana Ortia, echaron á huir; y como los que fueron enviados en su seguimiento no hubiesen llegado sino poco más allá de Tegea, libres ya de miedo, y traspuestos del Peloponeso, hicieron pacto de que aquel á quien le tocase la suerte recibiria por mujer á Helena; pero éste habia de ayudar al otro á proporcionarse otra boda.

Echadas las suertes, conforme á este convenio, le tocó á Teseo, y entregándose de aquella doncellita, que todavia no estaba en sazon de casarse, la lleyó å Afidnas, donde poniéndole al lado á su madre Etra, la entregó á un Afidnense amigo suyo, encargándole la tuviese en seguridad y la guardase de todos los demas. Dando despues su asisteneia á Piritoo, se dirigió con él al Epiro en basca de la bija de Aidóneo, rey de los Molosos, el cual dando á su mujer el nombre de Proserpina, á su hija et de Core, y el de Cervero. å un perro, habia decretado que los pretendientes de sú hija combaliesen con éste, y la alcanzara el que lo venciese; mas habiendo entendido que éstos no venian como pretendientes, sino como raptores, los prendió, y de Piritoo al punto se deshizo, despedazándolo el perro; pero 4 Tesco lo mantuvo en prisiones.

A esta sazon Menesteo, hijo de Peteo, que lo fué de Orneo, y éste de Erecteo, siendo, segun se cuenta, el primero que concibió el plan dè hacerse enteramente popular y bablar segun su gusto á la muchedumbre, sublevó é irrito å los principales, que ya de suyo no se acomodaban al mando de Teseo, estando en la opinion de que con reunir- łos á todos en una ciudad sola, habia quitado á cada uno de los patricios su mando y autoridad propia, para sujetarlos y esclavizarlos á todos ellos: indispuso tambien y alborotó á los demas con decirles que se les babia puesto ante los ojos como un cueño de libertad, y en el efecto se les habia privado de sus patrias y templos; para que en lugar de muchos justos y legitimos reyes, sóla acalasen por señor á un extranjero advenedizo. Miéntras él traia entre manos eslas cosas, dió gran fuerza á estas Dovedades la guerra con la venida de los Tindáridas; habiendo quien diga que vinieron precisamente á instigacion de aquél. Y al princi pio ninguna hostilidad cometieron: solamente reclamaban á su hermana; pero habiéndoseles respondido por los de la eindad que ni la tenian ni sabian dónde paraba, trataron de recurrir á las armas; entónces Aeademo les reveló dónde eataba oculta, habiéndolo entendido no se sabe cómo: por lo cual en vida le tuvieron en honor los Tindáridas, y despres en las muchas ocasiones que, los Lacedemonios hicieron incursion en el Ática, y talaron todo el. país, respetaron á la Academia por consideracion á Academo; pero Đicearco refiere que de Arcadia vinieron en el ejército con los Tindáridas Equedemo y Marato, y que del primero tomó nombre la Academia, y el pueblo de Maraton del ségundo, que voluntariamente se entregó á la muerte, adelantándose á las filas, conforme á cierlo oráculo. Encaminándose, pues, á Afidnas, y tomándola por armas, la destrayeron. Dicese que allf pereció Aluco, hijo de Esciron, que militaba con los Dioscuros; por el que en las tierras de Megara se llamó Alueo cierto sitio en el que se enterró su "cadáver; pero lereas refiere que Aluco fué muerto en Afidnas por mano del mismo Teseo, dando por prueba aquellos versos, relativos al propio Aluco,

Al que de Aidna en el tendido campo
Teseo, å causa de la rubia Helena,
En reñido combate dió la muerte;

pero va fuera de razon el que, presenle Teseo, se cautivase á su madre y se tomase á Afidnas[5].

Tomada Afidnas, y ballándose recelosos los ciudadanos de Atenas, persuadió Menesteo al pueblo que admiliesen en la ciudad y obsequiasen á los Tindáridas, como que sólo venian á hacer la guerra á Teseo, autor de la violen- "cia, y á ser bienhechores y redentores de los demas; con lo que conforma la conducta que tuvieron: porquo siendo dueños de lodo, ninguna otra cosa exigieron sino que se iniciasen, no teniendo ménos deudo con la ciudad que Hércules, lo que les venía de que Afidno los habia adoptado como á Hércules Pilio. Tributáronseles bonores como á Dioses, siendo saludados señores con la voz Anaces, ó por la moderacion con que se hubieron, ó por su cuidado y esmero en que nadie tuviese que padecer con tener dentro de los muros tan grande ejércilo: porque dvaxaç yety se dice de los que cuidan y protegen á algunos, y quizá por esto se da å los reyes el nombre de Anaces: aunque bay quien diga que se llaman Anaces los Dioscuros por la aparicion de su signo, á causa de que los del Álica el adverbio arriba, que es dvo, lo expresan por dvéxac; y por dvéxzBey et advérbio de arriba.

Refieren que Etra, la madre de Teseo, hecha cautiva, fué llevada á Lacedemonia, y de allí á Troya con Helena; y que esto lo confirma Homero, diciendo que siguieron i Elena La Piteide Etra, con Climene La de los bellos y rasgados ojos.

Mas otros desechan este verso y la fábula de Munico, al que dicen haber tenido Laodice escondidamente de Demofonte en Troya, y haber sido criado por Etra. De otra parte, Istro, en el libro décimotercio de las cosas áticas, hace una narracion parlicular y bien diversa de esa, como que afirmaban algunos que Alejandro, al que en Tesalia se da el nombre de Páris, habia sido vencido por Aquiles y Patroclo junto at Esperquio, y que Héctor, habiendo tomado la ciudad de los Trecenios, la babia destruido, y se habia llevado consigo á Etra, que allí babia sido cautivada; pero todo esto va muy fuera de camino.

Hospedando despues el rey de los Molosos Aidoneo á Hércules, y baciendo casualmente conversacion de lo ocurrido con Teseo y Piritoo, as! de lo que habian venido á ejecutar, como de lo que en castigo habian padecido, Hércules lo lievó muy mal, por haber el uno muerto ignominiosamente, y estar para suceder lo mismo al otro; y respecto de Piriloo no pudo hacer otra cosa que afeárselo; pero en cuanto à Teseo se le pidió, y le rogó que le hiciese esta gracia. Concedióselo Aldoneo, y suelto ya Teseo, volvió á Atenas, porque no habian sido del todo sojuzgados S0s amigos; y cuantos templetes tenía, por haberlos levantado en su honor la ciudad, todos los consagró á Hércules, y los llamó Hercúáleos en vez de Teseos, á excepcion solamente de cuatro, segun testimonio de Filócoro. Queriendo volver otra vez á mandar y ponerse al frente del gobierno como intes, dió en grandes alborotos y revueltas; porque hatló que los que de antemano le odiaban, abora ya con el odio habian juntado el no temerle, y á la mayor parte del pueblo la encontró asimismo corrompida, y que queria que la adulasen en vez de ejecutar sumisamente lo que se le prescribia. Intentó, pues, usar de la fuerza; pero la muchedambre se le opuso, y se le sublevo: finalmente, desespetado de salir adelante con su empresa, envió gus bijos á la Eubea á poder de Elefranor el de Calcodonto, y él mismo, haciendo solemnes imprecaciones desde el Gargucto contra los Alenienses en el lugar donde está abora el araterio[6] que llaman, se encamínó å Esciro, donde creia tener amigos y ciertos terrenos de familia. Reinaba entónces en Esciro Licomédes: dirigióse, pues, á él, y trató de recobrar sus terrenos, porque queria establecerse alli; aunque dicen que le rogó le diese ayuda contra los Atenienses.

Mas Licomedes, 6 temiendo la grande fama de tal varon, 6 queriendo complacer á Menesteo, tomándole consigo, le; llevó á las mayores eminencias de aquella parte, como para mostrarle los terrenos, y acabó con él precipitándole de aquellos derrumbaderos. Tambien hay quien dice que por si mismo resbaló y cayó, paseándose despues de comer, como lo tenía de costumbre. Y por lo pronto nadie tuvo cuenta de él despues de muerto, sino que quedó reinando en Atenas Menesteo; y sus hijos, criados como unos particulares, fueron con Elefranor á la expedicion de Troya; pero habiendo fallecido allá Menesteo, cuando volvieron recobraren el reino. Más adelante, entre otras cosas que movieron á los Atenienses á venerår á Teseo como un béroe, concurrió el que á mucbos de los que en Maraton pelearon contra los Medos les pareció que veian la sombra de Teseo que, armada delante de ellos, perseguia á los bårbaros.

Despues de la guerra Médica, siendo arconte Fedon, consultaron los Atenienses el oráculo, y respondió la Pitia que recogieran los huesos de Teseo y los tuviesen y guardasen con veneracion. Habia gran dificultad en recogerlos, y áun en descubrir su sepulero, por la insociabilidad y aspereza de aquellos bárbaros habitantes; mas habiendo Cimon conquistado la isla, como se dice en su Vida, y teniendo grandes deseos de hacer este hallazgo, sucedió que un águila empezó á escarbar con ei pico y revolver con las uñas en un terreno algo elevado; y pensando en ello:

como por divino impulso, cavó en el mismo sitio. Encontróse en él el hueco de un cuerpo más grande de lo ordinario, y á su lado una lanza de bronce y una espada; y conducidas estas cosas por Cimon en su nave, alegres los:

Alenienses los recibieron con gran pompa y sacrificios," como si el mismo Teseo entrase en la ciudad, en medio de la cual yace cerca del Gimnasio; y su sepulcro es asilo para los esclavos y para todos los miserables que se acogen á él por temor de los poderosos, así como Teseo se constituyó en protector y amparador, y se prestó con humanidad á los ruegos de los menesterosos. Celébranle el gran saccificio en el dia 8 del mes Puanepsion, que fué en el que volvió de Creta con los mancebos; y áun en los đemas dias 8 le dan culto, 6 porque de Trecene llegó la primera vez en el dia 8 del mes Ecatombeon, segun refiere Diódore el Geógrafo, 6 juzgando que este número le conviene mejor que ningun otro al que era tenido por hijo de Neptuno, porque tambien veneran á éstc en los dias 8; y es que siendo este número el primer cubo desde cl primer par, y el duplo del primer tetrágono, tiene en si como propia la permanencia ó inmovilidad de aquel Dios, que tiene los nombres de Aafalio y Gaycoco[7].


  1. Es como si se dijese hombres brotados espontáneamente de la tierra.
  2. Como si se dijese el macero ó el de la maza.
  3. Era hijo de Minos.
  4. Teseo y Piritoo, de quienes va hablando.
  5. Los anotadores todos advierten que debe docir Addnas, y no Atanas, como ae lee en el texto: y asi lo pide tambien el sentido.
  6. Como si dijésemos el lugar de las maldicionas y excomuniones.
  7. Esto es, Estable y Abarcador de la tierra.