Alcedo en 1789 en el quinto tomo de su Diccionario Jeográfico histórico de las Indias Occidentales, esplicando simplemente el significado de las voces americanas, así como tambien lo hizo el veterano entre los dialectógrafos americanos Estéban Pichardo en sus Voces cubanas (1836).
La mayor parte de los tratados sobre provincialismos de América no esplican, sino critican. Sus autores parten de la base de correjir el lenguaje de sus connacionales en conformidad con lo que creen "el castellano castizo".
Cuando hombres de profundos conocimientos filolójicos i gran talento, como el maestro de los americanos Andres Bello i el único filólogo nacido en la América Española, reconocido por la ciencia contemporánea, don José Rufino Cuervo, emprenden tal tarea, al ménos salen a luz obras de gran valor, como la Gramática de la Lengua Castellana destinada al uso de los Americanos i las Apuntaciones críticas sobre el Lenguaje Bogotano. Muchos de los demas libros de modesto aspecto, contienen igualmente materiales mui valiosos i orijinales (entre estos está el Diccionario de Chilenismos de Zorobabel Rodriguez); pero en la mayor parte de ellos prevalece la charla literaria, i algunos son verdaderas caricaturas filolójicas [1].
§ 3. Así leemos en uno de estos libros el párrafo siguiente:
"Espuma de cerveza.—Verdad es que cuantos líquidos burbujean, hacen espuma; mas no por esto debe emplearse una palabra aplicable a muchos objetos, al tratarse de los que los tienen especiales. Por falta de este conocimiento se olvidan los propios i, por remate, se da lugar a que los ignorantes achaquen de pobre a la lengua que no conocen.—Jiste". -(Cevallos, Ecuatorianismos, páj. 64).
De manera que el señor CEVALLOS cree que hai que decir: "No me sirva usted el vaso de cerveza con tanto jiste." No sé si algun español lo diria así; creo que nó. En Chile no conoce nadie la palabra i los españoles que pude consultar igualmente ignoraban su significado.
- ↑ Véase la bibliografía crítica, en la cual espongo mi opinion con entera franqueza, que estrañarán quizas mis lectores americanos; estoi seguro que los filólogos europeos me la agradecerán, i esto para mí es decisivo.