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Recordación Florida/Parte I Libro III Capítulo V

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Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


CAPÍTULO V.

De la declaración de los nobles y valerosos soldados que vinieron á la conquista de este Reino de Goathemala con el esclarecido general D. Pedro de Alvarado, y de los ilustres pobladores de esta ciudad.


Ha sellado el silencio de Argerona, los ilustres y gloriosos nombres de aquellos inimitables y invencibles varones que conquistaron para Dios, y á la obediencia de su católico Rey, este gran Reino de Goathemala; pero no los ha omitido la fama, aunque el encogimiento y modestia de sus ilustres descendencias no blasonan estas glorias como pudieran, felices en haber tenido tan claros y excelentes progenitores, que tanto cuanto llenaron á su patria España de inmarcesible gloria, colmaron á las naciones extranjeras de marchita envidia. Y aunque algunos, no tan apagados como otros, solicitan el premio tan justo y tan debido á la sangre y sudores de sus pasados, rara vez ó nunca le consiguen en limitada recompensa; porque aunque S. M. manda que sean promovidos y preferidos, quieren dar á entender, envidiosos y apasionados, que ya no hay descendientes de aquellos heroicos conquistadores, y que si hay algunos beneméritos, que ya están premiados: siendo verdad, que ninguno hay que pueda conservar su nombre con un maravedí de renta á la posteridad; gozándose en España, no por mayores ni más señalaseñalados servicios, el lustre y esplendor de la grandesa con muchos millares de renta al año. Pero como quiera que no es mi asunto el de consejero, omitiré lo mucho que acerca de punto tan grave y de la Real conciencia de S. M. se ofrece; contentándome con apuntar lo que tan cristiana y eruditamente escribe el Dr. D. Juan de Solorzano.[1]

Y porque la ceguedad de la emulación conozca que hay herederos de aquellos méritos, y que estos son verdaderos beneméritos y acreedores á los mayores premios, cuyo derecho les adquirieron sus ilustres progenitores, descubridores y conquistadores unos, y antiguos y nobles pobladores otros de este Reino de Goathemala y sus provincias; hube de recurrir, segunda vez, á reconocer los papeles y libros del archivo del Cabildo de esta muy noble y muy leal ciudad de Santiago de los Caballeros de Goathemala, y muy en particular el antiquísimo de el becerro y fundación de la primera y antigua ciudad:[2] donde muy cumplidamente (aunque maltratado de las injurias del tiempo y de los desaseos de la inundación de la Ciudad vieja), hallo acordado y prevenido, todo cuanto ofreció lo oportuno ó importuno de aquellos tiempos; y en él, no con menor providencia, alistados ó matriculados todos los conquistadores de este Reino, en dos clases separadas: la una, que es en orden la primera, en los folios del margen; y la otra, en los que se citarán después, en el lugar que tocare á la memoria de la segunda lista. En el orden de la una y otra señalaré los que dejaron sucesión, que se haya continuado hasta el presente tiempo: y la primera, ya citada, comienza, según el estilo del original, á la letra:

El Señor Capitán General Pedro de Alvarado.

I. De este esclarecido y excelente caballero quedó la descendencia, producida de doña Leonor de Alvarado Jicotenga Tecubalsi, habida, siendo soltero, en una hija del seseñor de Tlaxcala, doña Luisa Jicotenga Tecubalsi,[3] no menos ilustre por esta línea que por la de su nobilísimo padre; y así, aunque en la línea de hija natural, fué tan atendida de su ilustre padre, que cuando volvió de España casado con doña Francisca de la Cueva, juntó en matrimonio á doña Leonor su hija natural con D. Francisco de la Cueva su cuñado, hijo de D. Pedro de la Cueva, Almirante de Santo Domingo, Comendador mayor de Alcántara, y hermano del Duque de Alburquerque. Y de esta doña Leonor de Alvarado Jicotenga y de D. Francisco de la Cueva viene la descendencia de D. Pedro de Alvarado, y pára hoy en D. Tomás de Alvarado Villacreces, Cueva y Guzmán, sus hermanos, y los demás que probaren descender de D. Pedro de Alvarado. Pasaron con este excelente caballero á las conquistas de estos reinos de Nueva España, otros diez hermanos y deudos suyos: los hermanos fueron, Jorge, Gonzalo y Gómez de Alvarado, y Juan de Alvarado el bastardo; y los primos, Hernando, Alonso, Diego, Luis, Francisco, y Juan su tío, y todos ellos sirvieron muy aventajadamente; y en el Perú Alonso de Alvarado, á favor de las armas Reales, sirvió con perseverancia y crédito incomparable.

Diego de Rojas, que pasó al Perú, y Baltasar de Mendoza, primeros Alcaldes.

2. De Baltasar de Mendoza, está la descendencia de ilustre sangre, aunque en familia muy apagada por la injuria de la pobreza, en el linaje de los que son Delgado, Hurtado de Mendoza.

Don Pedro Portocarrero, Domingo Zubisarreta
Juan Pérez Dardón Hernán
 
Carrillo, primeros regidores en el año de 1534.
Alonso de Reguera, escribano de Su Majestad y de Cabildo.

3. De Juan Pérez Dardón, quedó benemérita y ilustre descendencia, que se conserva sucesiva hasta hoy; bien que pára en el Doctor Don Lorenzo Dardón, maesirescucta de esta Santa Iglesia Catedral, y en el licenciado Don Luis Dardón. sacerdole de acreditada virtud; aunque, para poderse continuar el nombre de esta noble familia, hay algunos hermanos de dicho Don Luis, de donde puedan renacer, en nuevos brotes, los excelentes méritos y frutos en el servicio de Su Majestad de aquel generoso tronco.

El Señor Jorge de Alvarado casó en la ciudad de México con hija del tesorero Alonso de Estrada, y all! tuvo siempre su casa, y la sucesión suya, que hay en esta ciudad de Goathemala, es del primero casamiento que hizo en esta ciudad con Doña Francisca Xirón.

Pedro Gómez.Juan Paez.

4. Esta descendencia de Juan Paez, reputada y tenida siempre en el predicamento de familia noble, se conoce hoy por el apellido de Paez de Grageda, que ha muchos años que, compelidos de los combates de la necesidad y cortedad de posible, viven retirados en el pueblo de Guazacapan, atenidos á los esquilmos de una pobre estancia.

Bartolomé Sánchez.
Gaspar de Polanco
Juan Sánchez de Huelva, descendiente de Alonso Sánchez de Huelva, que fué el pilóto que dió las demarcaciones á Colón.

5. De Gaspar de Polanco, hubo sucesión continuada de varón en varón, y siempre optaron en los oficios políticos y militares de primeras planas, como personas principales y de señalada calidad, parando esta varonía en Don Fernando de Polanco; y continuándose la sucesión por hembra en Doña Bárbara de Polanco y Castillo, se representa esta línea por sus hijos legítimos de Don Mertín de Alvarado Villacreces, Cueva y Guzmán.

Juan Cano.Juan de Alcántara.
Alonso Martín, Asturiano.Antonio Gómez, de Pastrana.
Juan de Reinoso, Sacristán.Martín Granado.
Alonso Gallego.Bartolomé Gómez.
6. Isidro de Mayorgas pasó á León de Nicaragua, y allí sy descendencia.
Pedro Alonso de Portillo. Juan Díaz, Pregonero.
Juan Vazquez.

7. La descendencia de Juan Vázquez ha sido conocida por los apellidos de Vázquez de Cabrera, y comunmente reputada por familia noble, y mucho más esclarecida por la señalada virtud suya; y está hoy su varonía en Don Antonio Vázquez de Cabrera..

Gaspar Luis. Diego de Halguain, pasó al Perú y fué de los pobladores de la ciudad de Puerto Viejo.
Juan Rodríguez. Cristóbal Rodríguez Picón.
Hernando Pizarro. Cristóbal Ruiz.
Juan Godínez, clérigo capellán. Gonzalo de Ovalle.

8.Hase continuado la noble descendencia de Gonzalo de Ovalle, hasta los tiempos presentes, de varón en varón, siempre reputada por una de las que pasaron á la conquista con estimación hidalga; y esta varonía la representa hoy Don Antonio de Ovalle en quien llega la sucesión.

Hernando de Alvarado, fué regidor de Goathemala por el año 1526. Gaspar Arias.
Hernán Muñoz. Diego de Monroy.

9. De la sucesión de Diego de Monroy hay mucha noble generación, extendida en muchas ramas, que hoy se conocen Dávilas Monroyes en esta ciudad de Goathemala, no menos mortificados, que otras ilustres familias, de las injurias de la pobreza; y llega esta varonía hasta la persona de Don José Dávila Monroy.

García de Aguilar. Alonso de Ojeda.
Diego Sanchez. Alonso Soltero.
Alonso Gómez Nájera. Juan Gallego.
Juan Ginovés. Joanes de San Sebastián.
Juan Griego. Bartolomé Sánchez Ballestero.
Cristóbal de Mafra.
10. Cristóbal Marín, su sucesión en la provincia de San Salvador.
Pedro de Santisteben. Pedro Franco.
Juan del Valle. Pedro Sirgado.
Vazquez de Molina.
Son sus descendientes:
Hernando de Andrade
Gomez de Alvarado: pasó al Perú, era hermano legítimo de Don Pedro de Alvarado.
Alonso Veintemilla. Diego Quijada.

11. Pasó la sucesión de Alonso Veintenill en Mería de Veintemilla, que casó con Don Lorenzo Guerra, natural de la Gran Canaría, y de ahí Guerra Veintemilla. Los hijos varones que quedaron de este matrimonio murieron eclesiásticos, de floreciente edad, y hoy se conservan de esa familia dos virtuosas doncellas, que son Doña Nicolasa y Doña María Guerra Veintemilla.

Francisco López, de Marchena. Francisco de Orduña.
Pedro Sanchez Montesinos. Martín de la Mezquita.
Juan de Valdivieso. Miguel Quinteros.
Alvaro Alonso Notes. Gonzalo de Solís.
Francisco de Chaves: pasó al Perú. Bernardino de Oviedo.
Pedro de Aragón. Pedro Aburta.
Diego Sánchez, herrero. Ignacio de Bobadilla.
Diego Franco. Francisco Domínguez.
Pedro Moreno. Alonso Hortíz de Zafra.
Pedro Garcerán. Diego de Usagrez.
.Juan Moreno. García de Avalos.

Abalos son Avalados y Quevedo; tiene descendencia, y en esta ciudad pára en el padre sochantre Marcos de Avalos y Quevedo.

Antonio Diosdado. Alonso Gómez de Loarca.

De Alonso Gómez de Loarca representa los méritos Don José de Lara Mogrobejo, contador del Tribunal de Cruzada, y sus hermanos, rebiznietos suyos por vía materna.

12. Juan de Espinal. Hay generación suya conocida por su virtud y costumbres.
Jorge de Acuña. Gaspar Alemán.
Antonio de Salazar. Gutierre de Robles.

13. De Antonio de Salazar, que sirvió muy señaladamente en la guerra y muy continuadamente y con entera confianza en todo lo político que se ofreció, hasta después de la inundación de la ciudad, ha quedado sucesión continuada, muy conocida entre las ilustres de este Reino por una de ellas, y el derecho de su varonía y buenos méritos le representa hoy Don Juan de Salazar Monsalbe, y por hembra el capitán Don Tomás Delgado de Nájera, y su hermano el Bachiller Don Pedro Delgado de Nájera, sacerdote de loables y acreditadas prendas.

Francisco Castellón. Juan de Barrientos.
Pedro de Cueto.

14. No menos que otros famosos conquistadores de estos reinos de Nueva España sirvió en todas las conquistas de ellos con muchos y grandes méritos Pedro de Cueto, y con el mismo tesón y acreditado celo en lo político, ocupando en esta ciudad los primeros puestos. Ha quedado sucesión suya, que se continúa hoy en Juan de Medina Cueto, aunque casi desconocida por la cortedad en que vive, y pudiera la señalada virtud de esta familia hacerla muy conocida, especialmente por la clara memoria del bachiller Jacinto de Medina Cueto, sacerdote de esclarecida y admirable vida, y de edificativa humildad y modestia, que murió el año pasado de 1685 con créditos de superior y maravillosa virtud: por ambos apellidos son de los verdaderos conquistadores.

Pedro de Valdivieso. Diego López de Villanueva.
Juan Durán. Juan de Lunas.
Francisco de Arévalo.

15. De Francisco de Arévalo, que sirvió tan esmeradamente, y con tanto calor como otros en la paz y en la guerra, quedó conocida descendencia, que se perpetúa hoy por hembra en D. José de Lara Mogrobejo, contador del Tribunal de Cruzada, y sus ilustres hermanos, y otros descendescendientes de este conquistador Arévalo, religiosos doctos y muy señalados en el ejercicio de las virtudes de la Orden de la observancia de mi patrón San Francisco, que son Vazques: por donde tienen otro abolengo conquistador que es varonía; y otra línea, como se dirá adelante, es la de Molina.

Gómes de Ulloa.

16. Gonzalo de Alvarado, alguacil mayor, perseveró qn Goathemala; y este caballero, como otros de este apellido, era hermano legítimo del Adelantado D. Pedro de Alvarado, y de éste procedió otra ilustre familia que se conoce en esta ciudad, aunque desdeñada de la fortuna en el manejo de bienes temporales, por familia ilustre, que se intitula Vides de Alvarado. Los elogios de su ilustre sangre los publican sus apellidos; el de su notoria virtud no lo olvida la fama. Fué Gonzalo de Alvarado recibido por regidor de esta ciudad en 1.º de Febrero de 1535.

Diego de Alvarado.

Fué Diego de Alvarado, primo del Adelantado D. pedro y uno de los capitanes de las conquistas, regidor de esta ciudad de Goathemala por el año de 1531: pasó al Perú al socorro de los conquistadores de aquel imperio y á poblar allí, hallándose en los debates de Almagristas y Pizarristas, y estando á la parte de la obediencia Real;[4] pasó á España á dar cuenta al señor Emperador D. Carlos de los movimientos de alteración de aquella tierra, y murió en la corte de Valladolid.

Diego García de Berlanga. Hernando de Chaves.

17. Hernando de Chaves fúe capitán de las conquistas de el Reino de Mexico y el de Goathemala, donde, habiéndose casado, tuvo por hija legítima suya y de Isabel de Vargas á doña Catarina de Chaves, que casó con D. Rodrigo de Fuentes y Guzmán, mi bisabuelo; y otra de sus hijas menomenores casó con D. Pedro de Aguilar Laso de la Vega, caballero del orden de Calatrava, y por ambas razones represento yo estos méritos en igual correspondencia y línea que doña Elvira y doña Jacobina de Aguilar, mis primas en grado tercero; yo por D. Francisco de Fuentes y Guzmán mi padre, y ellas por D. Francisco Antonio de Aguilar y de la Cueva, del hábito de Santiago, que estaban en el grado de primos hermanos.

García de Salinas. Diego Sánchez de Ortega.
Sancho de Varona.

18. Subsiste y se conserva en esta ciudad la ilustre descendencia de Sancho de Varona, que habiendo llegado á dividirse en algunas ramas de su varonía en los dos hijos de D. Pedro de Varona, D. Gaspar y D. José, que fueron los mayores, el hijo mayor D. Gaspar Varona de Loaisa, caballero de la orden de Alcántara, pasó á España en compañía de su hermano D. Alvaro á servir á Su Majestad con el ejército de Extremadura; y habiéndose ocupado en aquellas campañas más tiempo de trece años, D. Gaspar se quedó en aquellos reinos á gozar su mayorazgo y señorío de la Fuente del Maestre, donde tiene sucesión para lo que toca al orden del mayorazgo; pero por lo que mira á la representación de los méritos de conquista, está en esta ciudad la descendencia de D. José de Varona en D. Pedro, que está casado, y en el licenciado D. Antonio de Varona, cura de Chiquimula, y Fr. García de Varona del orden de San Francisco, sus hijos.

Pedro de Paredes. Francisco de Morales.
Diego Ponce. Juan Recino.
19. Juan Recino tuvo sucesión continuada en esta ciudad de Goathemala, y hoy representa sus verdaderos y loables méritos el licenciado D. Nicolás Recinto, chantre de esta santa iglesia catedral y comisario del Santo Oficio de la Inquisición, y otros beneméritos descendientes suyos que se hallan en la provincia de San Salvador.
Cristóbal de Salvatierra. Martin Isquierdo.
Hernando de Espinosa. Eugenio de Moscoso.

20. Llegó la descendencia de Eugenio de Moscoso á doña Maríá y doñ Francisca de Moscoso, sus rebiznietas, y habiendo muerto éstas, sólo ha quedado de esta prosapia el licenciado D. Tomás de Lyra y Moscoso, presbítero, hijo de doña María de Moscoso.

Diego de Santa Clara. Alonso de el Mármol.
Joanes de Verastigul. Pedro Lequeitio.
Juan García de Badajoz. Joanes de Fuenterrabía.
Joan de Escobar. Pedro de Llanos.
Diego Ponce. Juan de Cuevas.
Francisco Lozano. Diego Lopez de Tegero.
Diego de Aguilar. Martín Rodríguez.
Diego de Salvatierra. Gonzalo de Salinas.
Juan de Salvatierra. Juan de Carmona.

21. No ha quedado hoy de la sucesión de Juan de Carmona más memoria que la de Fr. Juan de Carmona, religioso de San Francisco, y la de María, Manuela, Francisca y Cecilia de Carmona sus rebiznietas.

Esteban de Aponte. Francisco Rodríguez.
Juan Venancio.
Y otros muchos que andan fuera.

Y sin duda éstos, que por entonces andaban fuera de Goathemala, andarían vigilantes y celosos ocupados en las conquistas que restaban por la parte del Sur, y otras que, después de haber alojado el ejército en el sitio de Atmolonga, se consiguieron con suma felicidad; perfeccionándose esta loable y grande empresa, con todo lo que hoy gozamos, por la industria y tesón laborioso de aquellos heroicos españoles, que aun es más de lo que hasta hoy nos han dado que admirar las historias: hallándose en los libros de mi Cabildo muchas más conquistas, conseguidas con dura guerra y con muy continuados afanes, siendo uno de los motivos, fuera de los ya referidos en mi primero capítulo, que me han obligado á tomar la pluma para este grande asunto; y en que, no menos que al principio, encontraban duras y frecuentes dificultades, en que ensayando las fuerzas naturales ere necesario pasar á los arbitrios, peleando á un tiempo con las fuerzas del cuerpo y del espíritu, como se verá en lo que hubiéremos de escribir acerca de estas reducciones.

Pero no habiendo de defraudar en sus merecimientos, así á estos, que con heroico celo y esforzado espíritu andaban acrentando los dominios de Su Majestad con nuevas empresas, como á los que por aquel tiempo vinieron á mantener poblado lo conquistado, hallo en el libro de Cabildo otra lista y nómina de conquistadores formada el propio año de 1524,[5] cuyo tenor á la letra es de esta manera: y en que señalaré los linajes que hoy prevalecen, como queda observado en la primera ya descrita; con advertencia que, los que aquí se hallaren menos, se dirán cuando se describan las provincias á donde quedaron avecindados.

Alonso Sánchez. Diego de Llanos.
Francisco Castellón. Francisco González.
Juan Martín. Alonso de Herrera.
Bartolomé Garrido. Andrés de Ulloa.
Bartolomé Rodríguez. Alonso Pérez.
Bartolomé Becerra.
22. Del capitán Bartolomé Becerra, conquistador de estos reinos, quedó muy larga sucesion en esta ciudad de Goathemala, porque habiendo este caballero casado á su hija mayor legítima Teresa Becerra con el capitán Bernal Díaz del Castillo, conquistador y coronista de dichas conquistas, hubieron por hijo á Francisco Díaz del Castillo; y representan hoy sus méritos de Bartolomé Becerra algunos linajes, como son los de Castillo, Becerra, Carcamos, y los hijos de Don Martín de Alvarado Villacreces, Cueva y Guzmán, en igual grado con mis hijos: porque Doña Bárbara de Polanco y Castillo, madre de otros caballeros era, como yo lo soy, rebiznieta del capitán Bartolomé Becerra.
Marcos Ruiz. Bartolomé de Molina.

23. De Bartolomé de Molina hay descendientes que son, como quedó apuntado en el número 15, los Reverendos Padres jubilados Fr. Alonso y Fr. (así) Vázquez, del orden de mi patrón San Francisco, y Don Juan Vázquez de Molina, hermano del primero, secretario de la Real Universidad de San Carlos de esta ciudad, no menos mortificado de la aspereza de la fortuna que otros beneméritos.

Antón de Salamanca. Héctor de Chavez.
Juan Márquez. Hernán Pérez.
Pedro de Paredes. Pedro Ortís.
Cristóbal Lobo. Juan Vázquez de Osuna.
Bernardino de Arteaga. Héctor de Espinosa.
Lorenzo de Godoy. Juan de Godoy, su hijo.

24. Lorenzo de Godoy y Juan de Godoy, su hijo, sirvieron en las conquistas y poblazones de estos reinos, y está unida su familia y descendencia á los linajes de Juan Pérez de Pontaza Basurto y Juan Pérez Dardón, Fernando de Ayalo y Diego de Mazariegos, como éstos eslabonados con los Mesas: es familia dilatada y de notoria calidad, y es descendiente suyo el Rdo. P. jubilado Fr. Francisco Vázquez, canonista de su religión franciscana.

Diego Guillén. Francisco de Olivares.
Francisco de Orozco.
25. Está unida esta casa con la de Francisco de Castellanos, primer tesorero de la Real Contaduría de los nombrados por S. M., y se apellidan sus descendientes Enríquez de Castellanos Orozco: es familia muy conocida por ilustre y notoria en calidad, pero muy retirada por la gran cortedad de posibles en bienes de fortuna. Está eslabonada la prosapia de Orozco Castellanos con muchas de las familias nobles de este Reino, quien debe á Francisco de Castellanos el trigo que le alimenta, por haber sido quien le trajo de los reinos de España.
Alonso de Montalván. Juan de Salamanca.
Domingo de Portugal. Juan de Sajeras.
Héctor de Alvarado. Miguel de Trujillo.
Alonso de Zamora.

26. Pudiera la descendencia de Alonso de Zamora haber subsistido en mucha opulencia de bienes de fortuna y honoríficas ocupaciones, por la gran suma de oro, que consta de su testamento haber dejado á sus hijos y nietos, sacada de los lavaderos de Santiago Zamora, fundación suya; pero ó dados al ocio y desperdicios, ó por contrastes de la fortuna, hoy no sólo se ven pobres, pero los de este apellido muy confundidos entre sí.

Juan Vázquez de Osuna. Bartolomé de Reinoso.
Pedro Rodríguez. Juan de Ledesma.
Francisco Rodríguez. Alonso Larios.

27. De la descendencia de Alonso Larios ere, el último que quedaba, el bachiller Alonso Enríquez de Vargas Larios, que murió canónigo de esta santa iglesia catedral de Goathemala; hoy no queda otro, y si lo hay será con mucha mezcla de indios y de oscuro linaje.

Juan de Alarcón. Alonso de Salvatierra.
Pedro de Olmos. Alejo Rodríguez.
Juan Ramos. Gonzalo Sánchez.
Gonzalo López. Antón de Morales.
28. Dejó Antón de Morales mucha y clara descendencia, que hoy se conserva con la misma estimación que á los principios, y unos de sus descendientes son Morales, y otros Guerra de Morales. Pára hoy su varonía en D. Diego, don Antonio, D. Nicolás de Morales, y por hembra en D. Francisco Guerra de Morales. Hay otros sucesores suyos, que unos son Varona de Morales, y otros Vascones de Morales; pero todos de conocida calidad, aunque obligados, por la mísera fortuna en que se hallan, á vivir en el retiro de las montañas y pinares de los valles.
Blas López. Juan de Peredo.
Héctor de la Barreda. Alonso Caberas.

29. De Héctor dé la Barreda hay descendencia en ilustre generación, que vive hoy en el Valle de las Vacas con grandísima estrechura y cortedad de medios temporales: pára su descendencia y varonía en D. José y D. Diego de la Barreda.

Juan de Aragón. Francisco de Porres.

30. Quedó extinguida la descendencia de Francisgo de Porres, por los años de 1660 y 1666, con la muerte de Doña Inés y Doña Leonor de Porres sus biznietas doncellas; y si parecieren algunos de este apellido, es título que de las principales personas de esta familia tomaron criados suyos.

Juan de Torres. Juan Niño.
Pedro de Carmona. Francisco Flores.
Andrés Lazo. Alonso del Pulgar.
Francisco de Quirós. Juan Freile.
Luis de Vivar.

31. Esta descendencia de Luís de Vivar está unida á la familia de Montúfar, que se apellida Montúfar Vivar y Quiñones; es linaje conocido por uno de los de la hidalguía y nobleza de esta república, y con el derecho de muy buenos méritos de conquista: llega la varonía de Luis de Vivar á Don Francisco Antonio de Montúfar Vivar y Quiñones, y sus hermanas.

Alonso de Velasco. Santos de Figueroa.

32. Pasó la descendencia de Santos de Figueroa á los reinos del Perú por parte de Don Benito de Figueroa, en quien paraba su varonía, ejecutando su viaje por el año de

1651. Representa hoy los méritos de Santos de Figueroa el bachiller Don Alonso Real de Quesada por su madre Doña María de Figueroa: es persona ilustre y muy benemérita.
Juan de Celada. Andrés de Vialo.
Juan Medel. Pedro Núñez de Mendoza.
Francisco López. Alonso de Medina.

32. Este Alonso de Medina es el progenitor que dió nombre á la virtuosa y noble familia de Juan de Medina Cueto, de quien, y de su hermano el venerable sacerdote Jacinto de Medina, dejamos hecha memoria en el número 14, y ahora en éste por la unión de estos dos linajes.

Pedro Alpuchi. Juan Vázquez.

34. Fué Juan Vázquez progenitor de el Rdo. P. jubilado Fr. Alonso y Fr. Esteban Vázquez, religiosos del orden de San Francisco: referida esta progenie en el número 15 y en el 23 donde damos razón de su descendencia.

Antonio Liaño. Diego de Molina.

Estos son los memorables nombres y heroicos apellidos de aquellos excelentes y valerosos españoles que pasaron á las conquistas de este gran Reino de Goathemala, y la clara ilustre descendencia que de ellos prevalece en esta ciudad. Pero no siendo pequeño ni ligero el mérito de los ilustres y celosos pobladores de ella, en cuyo número generoso también entran, á la parte de este mérito, los que quedan mencionados, es de considerar; que así de los que quedaron en Mexico, como de los nobles personajes que después, en el primero y segundo viaje que D. Pedro de Alvarado hizo á España, pasaron en su compañía muchos ilustres hombres á este Reino, de cuyo excelente y generoso número hay florida y estimable descendencia en esta ciudad; mucho más aumentada después, con las calificadas personas que han pasado con los gobernadores-presidentes, que sucedieron á Alvarado, y otras que pasaron con ocupaciones de oficios Reales. Comprobándose ser por ambas líneas de ilustres y generosas prosapias, y las que adelante nominaré, sin mezcla alguna que les haya hecho perder aquel primer esplendor que heredaron; porque siempre casaron, los que se hallaban solteros, no sólo con mujeres españolas, sino con españolas de claros y conocidos linajes: comprobándose más con una carta del Adelantado, escrita á el Cabildo de esta ciudad, llegando á Puerto de Caballos de la vuelta de España: y la carta, cuyo original pára con otras en el Archivo, es la siguiente:

«Magníficos señores: Yo creo que por cartas mías, que yo escribí á esa ciudad, de Valladolíd, sabréis mi venida y el suceso de mi buen despacho. Ahora, de nuevo, no habrá que decir sino que, gracias á nuestro Señor, yo soy llegado á salvamento á este Puerto de Caballos, con tres naos gruesas y trescientos arcabuceros y otra mucha gente, donde pienso de detenerme algunos días, hasta que de esa ciudad me venga despacho y ayuda para mi pasaje. Pido, señores, por merced, que en todo se favorezca á esos españoles que envío, para que más cumplidamente yo sea proveído de lo necesario para mi partida, porque yo envío á mandar á paz, que luego se junten todos los más indios que fueren posibles de los míos, y así recibiré merced con los demás que fuera de estos se me enviaren, porque, demás de recibir yo merced en ello, S. M. lo manda. Y porque más particularmente vuestras mercedes sabréis, del portador de ésta, todo lo de mi jornada, por no ser largo lo dejo de decir. Y porque, placiendo á nuestro Señor, nos veremos presto, solamente me queda de decir como vengo casado; y doña Beatriz está muy buena, trae veinte doncellas muy gentiles mujeres, hijas de caballeros y de muy buenos linajes. Bien creo que es mercadería que no me quedará en la tienda nada, pagándomelo bien, que de otra manera excusado es hablar en ello. Nuestro Señor guarde sus magníficas personas como vuestras mercedes deseáis. De Puerto de Caballos á 4 de Abril de 1539 años.= A servicio de vuestras mecedes.= El Adelantado Alvarado.»

Y aunque en las listas que dejamos escritas, se echarán menos los nombres de algunos de los conquistadores de estos reinos, no se omiten por otra razón, más que por proceder con la legalidad que pide la historia; porque no puedo introducir en ella, lo que estos auténticos libros de CaCabildo no me dan en su escritura, y porque, en lo que toca á las conquistas de las provincias, se hará memoria de los que aquí no se refieren, por haber pobládose en ellas, y no en esta ciudad. Y no menos que del capitán Bernal Díaz del Castillo, mi rebisabuelo, no hago memoria, siendo uno de los verdaderos conquistadores y pobladores de estos reinos, por no hallarle en estas nóminas; y porque, en escribiendo la conquista de Honduras y Higueras, que conquistó en compañía del capitán Luis Marín, donde se hallaba cuando se formó este encabezonamiento, haré memoria de sus hechos, aunque ahora me será preciso rotularle entre los antiguos pobladores de esta ciudad.

Y aunque á la verdad corren solamente como pobladores, es de advertir, que consta de las informaciones que he visto, que llegaron á poblar esta ciudad, á tiempo que todavía restaba por reducir toda la parte de la costa del Sur, en cuyas conquistas ayudaron con mucho valor y celo; y que, por eso, se merecen también grande y conocida graduación de mérito los que son Dávilas, Mesas, Ayalas, Carranzas, descendientes de aquel singular milagro de la naturaleza en la destreza de las armas, el príncipe de ellas Jerónimo Sánchez de Carranza, del hábito de Cristo. Siendo como éste, tan señalados héroes y alumnos de la fama los Cabreras, Colindres-Puerta, Cárdenas, Tobillas-Estradas, Medinillas, Hincapiés, Valcárceles, Vargas, Ochoas, Paces de Quiñones, Castillos, Becerras, Grageda, Carcamos, Pontazas, Santizos, Varillas-Dávilas, Lugos, Marroquines, Carranzas-Medinillas, Loaisas, Aguilares-Cuevas, Salazares-Sozas, Vazquez-Coronado, Ulloa, Xírones, Velez. Son los Velez descendientes de Pedro González Nájera, de los conquistadores primeros de estas partes: Aceitunos, Esquiveles, Hernández de Córdoba, Córdobas de Córdoba, Angulos Mondragones, Pereira-Dovidos, Paes, Santiagos-Chaves, Fuentes y Guzmán, Mejía de Godoy, Vermudos, Torres Medinilla, Cota-Manuel, Quiñones, Nietos de Guzmán, Galves de Sigura, Alvarez de Vega, Guerras, Cerdas, Hurtados de Mendoza, Pérez de Lugo, Monsones-Xibajas, Ocones-Trillos, Charles, Delgados, Vides, Callejas, Ramires de Vargas, Medranos-Solorzanos, Garabitos, Codines, Paces de Toledo, Cervantes, Avendaños, Mazariegos, Sigüenzas, Monsalves, Paredes. (De Antonio de Paredes, de quien procede el Padre Fr. Francisco Vázquez, coronista de la religión francisca; fué recibido en Cabildo de 16 de Enero de 1536 años), Maldonados.

De los Maldonados la prole, y ilustre descendencia, se halla hoy muy conocida en esta ciudad, representada de los que la blasonan, por una ó por otra línea, con claro y natural derecho; y como verdaderos y loables beneméritos, son tenidos y reputados, así en el común sentir como en el particular de los tribunales, á donde les conviene litigar.

  1. Libro III, cap. 3, folio 481.
  2. Libro I de Cabildo, folios 2 y 10, en el traslado 4, 5 y 6.
  3. Probanza de D. Tomás de Alvarado, folio 2 del memorial ajustado.
  4. Gomara, cap. CXLI, folio 178.
  5. Libro de Cabildo, fol. 191 hasta 213.