Cuando se reunía a campana tañida en la capilla de San Miguel el lunes 21 de Septiembre de 1755 la Hermandad de Caridad, con paso lento y majestuoso entró el señor de Campana y expuso:
«Que en vista de la precaria existencia que arrastraba la Cofradía después de treinta años, comprometíase a fundar el Colegio de Huérfanas, costeando de su propio peculio edificio y cercados, reservándose el patronato y título de fundador.»
El discursito no podía ser más sabroso. Aplaudiéndole todos, se levantaron para congratularle por su piedad y cristiano propósito. Algunos se admiraban que ofreciendo tanto, pidiese tan poco.