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Diccionario etimológico de las voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas/Suplemento III

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SUPLEMENTO III


Correcciones i adiciones al Prólogo i a la Introduccion, i Fé de erratas
Páj. 24 § 29 A.

Despues de entregar en Setiembre de 1905 a la circulacion privada [1] i al reparto oficial la primera mitad de este libro (pájs. 1 a 448) he recibido de varios amigos, casi todos ellos antiguos alumnos, listas de chilenismos i observaciones respecto a la parte publicada. Estas listas, junto con las palabras recojidas por mí mismo, me han servido para formar los suplementos I i II. Doi a todos mis colaboradores las mas sinceras gracias i les pido perdon por la omision que haya podido hacer de sus nombres o por no haber indicado en cada contribucion el nombre del autor. Pero no veia modo de remediarlo. Muchísimas veces, en efecto, las mismas palabras i observaciones me venian a la vez o sucesivamente de fuentes diferentes, i no podia indicarlas todas. Sólo en caso de palabras particularmente interesantes o en casos dudosos he agregado el nombre del autor en paréntesis.

Enumero en órden alfabético, los nombres de las personas que me han ayudado con listas de cierta importancia, indicando la procedencia jeográfica principal i el carácter de sus colaboraciones.

Don Alberto Bahamondes (correcciones i voces del Ñuble).

Don A. Cárdenas (voces de Llanquihue i Chiloé).

Don Aníbal Celedon (correcciones i voces del Sur).

Don Alberto Contador (muchas palabras de Los Anjeles i de Copiapó).

Don Eliodoro Flores (observaciones i voces de Maule i Ñuble).

Don Maximiano Flores (voces de los Anjeles i de Santiago)

Don Ernesto Guzman (voces del Ñuble).

Don Benedicto A. Leon (voces de Curicó)

Don Raul Ramírez (muchas observaciones i voces de Santiago).

Don Julio Saavedra (numerosas correcciones para el Prólogo i la Introduccion).

Don Alejandro Venegas (muchas observaciones menores i numerosas voces de Melipilla, Valdivia, Chillan i Talca)

Don Mardoqueo Yañez (voces de Maule).

Particular gratitud debo tambien a mi amigo Víctor M. Chiappa, por una larga lista de voces del Sur i observaciones nuevas sacadas de cronistas i libros de viajes. Finalmente debo a la inagotable benevolencia del señor José R. Cuervo unas cuantas observaciones de alto valor filolójico que, acompañadas de su nombre, aparecen en el testo (particularmente la voz tanda) i en los suplementos (p. ej. s. v. 'matico').

Espero que todas las personas nombradas i otras mas sigan favoreciéndome con su ayuda para poder formar otros suplementos, que se publicarán en el segundo tomo de la obra con el índice estrictamente alfabético de todas las palabras tratadas.

Un Diccionario de la índole del presente sólo puede ser obra colectiva. Es inevitable que entre los centenares de voces i acepciones que aquí se publican por primera vez en letras de molde, haya errores i equivocaciones posibles i sobre todo que las indicaciones resulten incompletas. Espero que los críticos de mi obra no se contentarán en lo sucesivo con afirmaciones vagas (como lo hizo uno que me sé) sino que tendrán a bien fundarlas debidamente, espresando cuál es, i dónde se usa el significado cuya falta u omision me atribuyen.

Páj 49. § 57.

La escasez de datos del sur, especialmente de las provincias de Valdivia i Llanquihue de que sufria yo al comienzo del trabajo ha sido subsanada en gran parte por noticias incorporadas en los Suplementos. Lo mismo puedo decir de la provincia de Copiapó, gracias a las colaboraciones que menciono en las pájinas que preceden.

Páj. 49. $ 57 A.


Lista jeográfica de las Provincias i Departamentos

Para que los lectores que no son chilenos puedan apreciar fácilmente la situacion de los departamentos, i con ellos la localizacion jeográfica de las voces indíjenas que entran en la formacion de nombres jeográficos, pongo aquí la enumeración de los departamentos de todas las provincias, principiando desde el norte i procediendo hácia el sur. Cp. § 58. [2]

I (Norte. a). Provincias antiguamente peruanas i bolivianas.

Prov. de Tacna. Departamentos: Tacna, Arica.

Prov. de Tarapaca: Pisagua, Tarapacá (con Iquique).

Prov. de Antofagasta: Tocopilla, Antofagasta, Taltal.

C). Provincias antiguas chilenas:

Prov. de Atacama: Chañaral, Copiapó, Freirina, Vallenar.

Prov. de Coquimbo: Serena, Elqui, Coquimbo, Ovalle, Combarbalá, Illapel.

II. Centro. a). el Centro propiamente tal.

Prov. de Aconcagua: Petorca, Ligua, Putaendo, San Felipe, Andes.

Prov. de Valparaiso: Quillota, Limache, Valparaiso, Casablanca.

Prov. de Santiago: Santiago, Victoria, Melipilla.

Prov. de O'Higgins: Maipo, Rancagua, Cachapoal.

Prov. de Colchagua: Caupolican, San Fernando,

Prov. de Curicó: Vichuquen, Curicó.

Prov. de Talca: Lontué, Curepto, Talca.

b). el Centro meridional (Cm).

Prov. de Linares: Loncomilla, Linares, Parral.

Prov. de Maule: Constitucion, Cauquenes, Itata.

Prov. del Ñuble: San Cárlos, Chillan, Bulnes, Yungai.

Prov. de Concepcion: Coelemu, Puchacai, Concepcion, Rere, Lautaro.

III. Sur.

Prov. de Arauco: Arauco, Lebu. Cañete.

Prov. de Biobío: Laja, Nacimiento, Mulchen. [3]

Prov. de Malleco: Angol, Collipulli, Traiguen, Mariluan.

Prov. de Cautín: Imperial, Temuco.

Prov. de Valdivia: Valdivia, Union.

Prov. de Llanquihue: Osorno, Carelmapu, Llanquihue.

Prov. de Chiloé: Ancud, Quinchao, Castro.

Territorio de Magallanes.

Suplementos a la Bibliografía crítica
Páj 61 § 70 A.

En la revista "La Estrella de Chile", tomo XV (Stgo. de Chile 1878) pájs. 29 a 39, 51 a 61 1 101 a 113, se publicó un artículo de don Rafael B. Gumucio, Apuntes sobre el Quichua.

Es interesante el cap. IV en que se habla del uso actual del quechua entre los castellanos, criollos i mestizos de Bolivia. Cap. V estracta las etimolojías quechuas de Rodriguez que el autor estima correctas. Cap. VI contiene observaciones i adiciones al mismo libro; menciona entre otras las voces asnaucho, callana, chala, chanca, chasca, cheuto, chiripá, chupete (con lo misma etimolojía quech. chupa que yo he propuesto, páj. 329, sin conocer el artículo de Gumucio), chupon, cochayuyo, copucha, coto, cuico (propone como posible la etimolojía del quechua cuicu - ají mui picante, que es comida favorita de los bolivianos), cutama, macana, mamancona (véase s. v. en el supl I), ñaucas, mampato (con la etimolojía quech. hamppatu, cp. Middendorf 480: 'hamp'atu - sapo,—que no es mui probable), piscoiro, tambo, tata o tatita ( = padre, abuelo, del quech. tata - padre), zapallo i otras palabras con sus etimolojías seguras o posibles. Es un trabajo mui notable por su cordura i sobriedad. La última parte del articulo da algunas muestras de poesías quechuas i algunos apuntes gramaticales.

Páj. 65. § 74 A.

En los años de 1907 a 1909 don Miguel Luis Amunátegui Reyes hizo una nueva edicion de las Apuntaciones Lexicográficas por Miguel Luis Amunátegui, Santiago de Chile, Tomo I, 1907, (XXXVII + 383 pájs.); II, 1908, (319 pájs.); III, 1909 (LXIII + 278 pájs.)

Estas Apuntaciones, referentes primitivamente al lenguaje legal i forense, pero aumentadas mas tarde con otros términos, se habian publicado en parte desde 1885 en el Diario Oficial i otros periódicos, por lo cual se me habian escapado en mi Bibliografía crítica. Segun dice el editor (I páj. VII) estas Apuntaciones son debidas en gran parte a la colaboracion de don Gregorio Víctor Amunátegui, hermano del autor que aparece en el título.

Desgraciadamente los autores no pudieron terminar sus interesantes notas, que sólo alcanzan hasta la letra E (estadía). El valor de las Apuntaciones consiste en la mui amplia documentación de todas las palabras, fruto de los vastos conocimientos literarios, gramaticales i jurídicos de los hermanos Amunáteguis, que abarcan todas las épocas de la lengua i que han sido completados aun en las introducciones i en numerosas notas añadidas por el editor. Naturalmente las voces de oríjen americano ocupan relativamente poco lugar en estas anotaciones que se refieren a la lengua literaria i esencialmente a documentos de carácter jurídico. Las observaciones i críticas en favor o en contra del uso de tal o cual palabra versan de preferencia sobre palabras corrientes castellanas, i deberian tomarse seriamente en cuenta por los lexicógrafos futuros de la lengua castellana.

Las palabras de oríjen indio, tratadas en las Apuntaciones, son las siguientes:

Tomo I

Páj. 242: cancha, con interesantes citas de Garcilazo, Comentarios Reales I, libro 8, cap. 9, acerca del cultivo del maiz entre los peruanos. Se mencionan el maiz duro muruchu, i el tierno capia; la preparacion para fiestas zancu i la huminta. Se agrega una lista de palabras de oríjen quechua que no llevan etimolojía en el Dicc. Ac.13: zara, morocho, humita, mote; guanaco, llama, mate, mita, pampa, poroto, totora, papa. Páj. 248 se da curagua como equivalente de la dourah (mejor: durra = Sorghum vulgare). Comunmente se dice curahuilla en este significado. Cp. núm. 285: 'curahua'. Amunátegui distingue con claridad la palabra cancha = maiz tostado, que no se usa en Chile, de la cancha de mina o de gallos, etc.

Páj. 253. canchero ( = núm. 128, deriv. I.)

Páj. 309. coligüe ( = núm. 199). Se mencionan tb. quila, colen, (errata por coleu), acayota, achira, callampa, cochayuyo, culen, litre, maiten, peumo, quillai, principalmente con citas de Philippi i Gay.

Paj. 316. combo ( = núm. 216.)

Páj. 356. coronta ( = núm. 239.) Páj. 357, considérase marlo como errata por maslo. En efecto es forma vulgar corriente en muchos paises americanos, tb. en Chile; se dice tb. malro.

Páj. 376. cutama ( = núm. 297.)

Tomo II

Páj. 5. chácara, chacra, con interesantes citas de documentos antiguos americanos. Se mencionan tb. los derivados chacarería i chacarero.

Paj. 17. chagual ( = núm. 316.)

Páj. 24: chamanta ( = núm. 333.)

Páj 26. chamico ( = núm. 336.)

Páj. 28. champa ( = núm. 337.)

Páj. 29. chancho, a ( = 341, véase Supl. II); se mencionan tb chanchería i chanchada.

Páj. 33. chapecan ( = núm. 352, tb. chape.

Páj. 46. charqui ( = núm. 362), tb. charquican.

Páj 51. chépica ( = núm. 376.)

Páj. 55. chicote ( = núm. 385.)

Páj. 57. chicha ( = núm. 386)

Páj. 62. Chile ( = núm. 392) con muchas citas interesantes de documentos antiguos; el artículo abarca 24 pájinas. Páj. 86. chilenismo; páj. 108. chileño, a. Se cita como los únicos autores que han usado esta forma a Diego Gonzalez Holguin, Vocabulario de la lengua quichua i la traduccion castellana del Compendio de la Historia del Reino de Chile de Molina, hecha por D. J. de Arquellada Mendoza del año 1788.

Páj. 114. chilihueque ( = núm. 393.)

Páj. 118. chincol ( = núm. 406.)

Páj. 125. (chingue ( = núm. 416.)

Páj. 130. choco ( = núm. 438.)

Páj. 131. cholo, a ( = núm. 443.)

Páj. 132. choro ( = núm. 452.)

Páj. 133. choroi ( = núm. 453.)

Páj. 133. chuncho ( = núm. 462.)

Tomo III

Páj. 1. echona ( = núm. 512.)

Páj. 66. enagua ( = núm. 514.)

Como se ve, fuera de la palabra chilenismo, que se habia saltado en su lugar, i que solo aparece en mi Suplemento, no se encuentra en las Apuntaciones ninguna voz americana que deje de figurar en mi Diccionario.

Páj 67. § 77 A.

En 1903 apareció en la Imprenta de la "Revista Católica" Santiago de Chile, el Diccionario de Chilenismos y de otras voces y locuciones viciosas; por Manuel Antonio Roman, Dignidad de Maestre-Escuela de la Metropolitana de Santiago de Chile y Vicario General del Arzobispado. Tomo I: A B C y suplemento á estas letras." El libro habia aparecido por pequeñas entregas en La Revista Católica desde 1901 hasta 1908 i comprende 536 pájinas, a dos columnas. Segun declara el autor en el Prólogo, su obra ha nacido de una serie de notas con que él deseaba correjir i completar el libro de Ortúzar (cp. § 71). El autor se ha aprovechado de la colaboracion de varias personas que le han cedido apuntes i notas. Como no tengo a mi disposicion la Revista Católica no sé hasta qué palabra habia legado la publicacion cuando apareció la primera mitad de mi libro en agosto de 1905. El señor Roman me cita, si no me equivoco, por primera vez en la pájina 402 (s. v. copihue) i desde esa voz en adelante coinciden sus etimolojías a veces visiblemente con las mias, sin que él se refiera a mi libro siquiera en casos tan palmarios como páj. 427 cototo, pájs. 469 i 470 cufifo, páj. 476 cumucho, páj. 477 cuncuna (diciendo "La edicion que tenemos del Dicc. araucano de Febrés no menciona esta voz sino en la parte castellana", de lo cual se sigue que el señor Roman, usando sólo la edicion de Hernandez, ha buscado en vano la palabra que yo cito en el artículo correspondiente, aprovechando el orijinal de Febrés.) Páj. 479 cupucha, paj. 500 arincar. Sólo me cita en páj. 493, acholloncar, i, lo que es casi estraño, sin criticarme. Verdad es que no me puedo quejar de que el señor Roman no me cite, pues en jeneral, salvo una que otra escepcion, no cita a nadie, ni siquiera a Ortúzar ni a Rodriguez, i cuando lo hace se guarda mui discretamente de espresar la pájina, de modo que nadie puede comprobar la exactitud de sus referencias.

En cuanto al criterio del autor, ya el título de su libro indica que considera los chilenismos en jeneral como "vicios de lenguaje"; por lo que aparecen impresos en letra negra. Sin embargo aparecen tambien numerosos encabezamientos de párrafos de su libro en versalitas, lo que quiere decir que son correctos. Entre éstos figuran algunos nombres chilenos de historia natural como boqui, cabinza, copihue, etc., que "deberian entrar" en el Dicc. Ac., pero la mayor parte de ellos son "viciosos" i los despacha a veces de una manera mui somera ("clonqui - el nombre castizo es arzolla.") De las demas voces chilenas de oríjen indio pocas encuentran gracia ante su criterio, aun cuando haya que sustituirlas por otros términos americanos que por casualidad figuran en el Dicc. Ac., como curanto, sustituido por barbacoa o pachamanca, que naturalmente espresan ideas mas o ménos distintas en los paises en donde se usan, ya por el sólo hecho de que en Méjico difícilmente se pueden usar los mariscos i las hojas de pangue de Chiloé que son característicos del curanto. Pero la mayor parte de las voces "correctas" no tienen nada que ver en un diccionario de "chilenismos i de otras voces i locuciones viciosas" pues son palabras académicas que no son vulgares en Chile i por esto se recomiendan, (sobre todo voces recien admitidas o correjidas por la Academia como cuado, coránico, coracan, cortapicos, cóccix por coxis, etc.) o son voces que el autor recomienda a la aceptacion oficial. Muchas de estas últimas son de tanta importancia para el futuro desarrollo de la lengua castellana como colco - habitante de la antigua Cólquide (páj. 344) o cracoviano o cracoviense natural de Cracovia (páj. 429), etc. Discusiones sobre cuestiones tan necias como si es mejor llamar Cantórbery o Cantorbéry la ciudad que los ingleses escriben Canterbury i pronuncian esclusivamente con acento en la primera sílaba; disquisiciones acerca del acento austríaco o austriáco, amoníaco o amoniáco, llenan muchos renglones. A veces aparecen completos tratados de teolojía, como en confesion, observaciones filolójicas sobre la formacion i bifurcacion de palabras, como en biblia, catecismo i muchas otras noticias propias de cualquier otro libro, i no de un diccionario de chilenismos. Si se agregan a esto la charla literaria i el gran número de artículos que no son mas que rectificaciones de la pronunciacion vulgar chilena que cambia p. ej. l delante de consonante en r, se comprenderá por qué el autor en 536 pájinas no alcanza a tratar mas que las letras A, B, C.

Con todo esto no quiero decir que el libro del señor Roman carezca en absoluto de mérito. Se encuentra en él un número considerable de chilenismos castellanos que no se han rejistrado en otros libros. No escasean datos interesantes sobre juegos infantiles i otras costumbres nacionales. Se ve que el autor i sus colaboradores han reunido muchos materiales de primera mano i no se contentan con sólo copiar otros libros. Tambien la literatura lexicográfica americana i los antiguos cronistas se aprovechan, de vez en cuando, pero las citas son casi siempre insuficientes respecto a la exactitud necesaria en obras científicas.

El Sr. Roman deberia haber dividido su obra en tres libros distintos: 1) un diccionario de chilenismos (tanto los criticables desde el punto de vista de la casticidad académica como los recomendables); 2) una lista de voces del Dicc. Ac.13 que no son de uso corriente en Chile, i 3) una lista de voces corrientes que no figuran todavia en el Dicc. Ac.13 i que habria talvez conveniencia en introducir en la lengua literaria.

Así cada cual habria podido escojer lo que le interesa. En cuanto a voces chilenas de oríjen indio, que me corrija el Sr. Roman todas las faltas o deficiencias que note, ¡en hora buena!, pero que no siga copiando, sin citas exactas, lo que ya está impreso.

Yo mismo no he revisado el libro del Sr. Roman sino cuando mi manuscrito ya estaba concluido. Las tres palabras de oríjen probable indíjena que no tenía apuntadas en mis listas, i los significados i variantes que faltaban en unas cuantas otras voces, que he estractado de los Chilenismos del Sr. Roman, se encuentran cuidadosamente citados en los suplementos de mi libro. [4]

Aprovecharse de materiales i estudios científicos ajenos sin citar las fuentes, es una costumbre que se tolera en artículos de la prensa diaria i en charlas literarias; pero los autores que quieren ser considerados como serios i científicos no proceden así en el mundo de las ciencias; la propiedad literaria i científica es protejida por las leyes hasta treinta años despues de la muerte del autor i el robo literario es castigado en todos los estados de civilizacion adelantada, lo mismo que cualquier robo de especie o dineros.

Desgraciadamente muchos autores españoles e hispano-americanos pecan todavia constantemente contra las exijencias de la honradez literaria. Ellos deben elejir entre la ignorancia o la mala fé como causas para esplicar, no para escusar su pecado; pues, pecado es i queda, i no hai absolucion posible ante el foro de la ciencia internacional.

Para caracterizar el criterio i el jenio del Sr. Roman no puedo hacer otra cosa mejor que citar algunas de las palabras con que la Revista Católica del 4 de noviembre de 1905 acojió la aparicion de mi propio libro. Es verdad que esta crítica apareció sin firma, pero unas cuantas de las opiniones i hechos anotados (la etimolojía de ancuviña, las observaciones acerca de cancheo, alicurco etc) no dejan lugar a duda respecto al autor o inspirador del artículo. Tampoco creo que el Sr. Roman negará que él es el autor de esta crítica.

El resúmen de la lectura de mi libro, despues de reprocharme unos cuantos descuidos de lenguaje (en parte meras erratas) i voces impropias (como acápite, papa, dialéctico, etc.) i de criticar (a menudo sin razon) una docena de chilenismos, viene condensado en las benévolas palabras que copio a continuacion.

"Un frio apunte o catálogo de esta naturaleza, formado sin criterio alguno lingüístico i, ántes, por el contrario, despreciando todo criterio, no es ciencia, ni es arte, ni es nada: será a lo sumo un inventario de voces, que bien puede ser hecho por un simple escribiente o por un alumno de escuela primaria"... "En fin, no queremos cansar al lector como nos cansó a nosotros la obra del Dr. Lenz, que ojalá no prosiga con ella, porque hace un verdadero i funestísimo mal al pais: estravia i corrompe la enseñanza del castellano, hace perder todo criterio lingüístico, nos desacredita aquí i en el estranjero i, finalmente, malgasta los dineros de la nacion..."

Concluyo esta reseña del libro del Sr. Roman espresando el deseo, mas cristiano que el que formula mi crítico, que él alcance pronto a concluir la impresion de su libro; pues, con todos los defectos que tiene, sus apuntes respecto a verdaderos chilenismos contienen materias útiles. Ojalá que siga rectificando los errores en que yo haya incurrido, pero que lo haga sine ira et studio, como dijo Tácito. Será mas ventajoso para él.

Páj. 67. § 77 B.

En 1903 se publicó en Santiago: Vocabulario Etimolójico de Nombres Chilenos por Julio Figueroa G.

Contiene: Introduccion, pájs. 1 a 8.— Nombres Jeográficos, pájs. 9 a 143.—Nombres Propios de Araucanos, pájs. 144 a 146.—Chilenismos procedentes de Lenguas Indíjenas, pájs. 147 a 167.— Estudio comparativo, pájs. 168 a 172.

El autor no tiene los conocimientos necesarios para tal trabajo. Sus etimolojías, a menudo, son absolutamente caprichosas; sólo cuando las correspondencias indias son palmarias resultan a veces correctas. Cita muchas voces como araucanas o quechuas que no se encuentran en ningun libro. La lista de los nombres jeográficos está mui léjos de ser completa. En los chilenismos no se da ninguna definicion del significado, salvo en las voces de historia natural en que se trata de dar los nombres científicos.

Ejemplos: aporuñarse del quichua Puruncu, calabaza.

apehualar de araucano Pehual, amarra del lazo. (!)

cocaví del quichua Cocaví, hoja de coca. (!)

cochi del araucano Cuchi, chancho. (!)

cancha del quichua Cancha, maiz tostado. (!)

chapeton del araucano Chapeton, ignorante. (!)

choco del araucano Chocon, persona o animal mojado. (!)

chuño del araucano Chuño, fécula de papa. (!)

churco del araucano (!) Churco, la planta Oxalis gigantea.

huella del araucano Huella, la planta Abutilon vitifolium.

queltegüe araucano Queltehue. El ave Vanellus cayenensis, Etc.

Páj. 72. § 82 A.

En 1903 publicó don Ricardo Palma nuevamente una lista de "Dos mil setecientas voces que hacen falta en el Diccionario. Papeletas lexicográficas por Ricardo Palma. Lima 1903."

En una introduccion mui juiciosa acerca de la necesidad de ensanchar el estrecho márjen de las palabras admitidas en el Diccionario de la Academia, lanza algunas críticas bastante severas i bien fundadas contra esa Corporacion. Encuentro mui altamente digna de aplauso esta actitud en una persona que es "Académico correspondiente." Pocos, mui pocos, tienen esta noble franqueza para combatir los errores que se cometen en la propia casa, i, sin embargo, es este el único camino que podrá pronto conducir al mejoramiento del Diccionario oficial. Cualquier lector que sin prejuicio hojee las Papeletas del Sr. Palma sentirá en cada pájina mas de una vez la sorpresa de ver que tantas palabras que se usan constantemente en la conversacion i en la prensa, todavia no figuren en el Diccionario. La mayor parte de estas voces son simples derivados de elementos latinos i griegos. En materia de voces propiamente americanas las Papeletas no dan mucho mas que el folleto de los Neolojismos i Americanismos.

Cito: Palma papeletas, con indicacion de la pájina.

Páj. 80. § 87 A.

El primer libro sobre lenguaje de Venezuela lleva el título Apuntaciones para la crítica sobre el lenguaje maracaibero por J(osé) D. M(edrano.) Maracaibo 1883. El modesto libro de 68 pájinas, escrito desde el punto de vista del profesor i literato que critica los "vicios de lenguaje" trae un número considerable de noticias curiosas sobre el lenguaje rejional de Venezuela. El número de palabras indias mencionadas es mui escaso, Nos interesa: (p. 40) guazábara o mas bien guazabarítas = la pelusa áspera de las tunas i otros vejetales; (p. 44.) jagüei - estanque cavado en el campo para recojer aguas pluviales; (p. 50) ñapa - adelantada, añadidura.

Páj. 81. § 89. Nota 2.

Hai otro libro acerca del lenguaje del Sur de la República del Brasil: Vocabulario Sul Río-Grandense pelo Dr. J. Romaguera Corrêa. 1898. Echeñique irmão, editores. Pelotas-Porto Alegre.—El libro, bastante bien hecho, contiene mas de 200 pájinas de palabras particulares de la rejion, con definiciones claras, sin inútil charla literaria i con indicaciones etimolójicas, en jeneral razonables. El autor conoce i cita a menudo la literatura lexicográfica americana, sobre todo para sus etimolojías. Cito: Rio Grande, Romaguera Correa, con indicacion de la pajina.

Páj. 87. § 94 A.

El mismo autor ha escrito otra obra: El Castellano en América, por Antonio Batres Jáuregui (siguen catorce renglones con títulos) Guatemala. Imprenta de la República, 1904. (286 pájs) Por desgracia el libro no cumple con lo que promete su título. En el primer capitulo, da con muchas palabras encomiásticas una especie de bibliografía.

Parece, sin embargo, que el autor no conoce todos los libros que cita. Mis Ensayos filolójicos americanos que nada tienen que ver ahí i que aparecen en pájina 22, serán simplemente copiados de la Bibliografía mucho mas sistemática de Echeverria Reyes, cuyas Voces usadas en Chile sin embargo no aparecen en la lista de Batres, a no ser que se refiera a él en la páj. 13 "La obra (léase: las obras) de Zorobabel Rodriguez, de la Barra i de Reyes son, si vale la frase, una autopsia de la lengua."

Los demas de los 20 capítulos segun los títulos parecen tratar un gran número de fenómenos interesantes; (II. Vicios de locucion; IV. morfolojía américo-hispana; V. del pronombre en la América latina; VI. del verbo; X. construcciones viciosas; XII. voces i frases censurables; XVIII. los diccionarios, etc. Pero el autor no da mas que un conjunto confuso de lo que ha leido en otros libros, sin órden ni sistema fijo. Mucho lugar ocupan cuestiones tan decantadas como el famoso cuyo mal empleado i otros "vicios," a que no enseñan nada respecto a las particularidades del lenguaje de América. El filólogo europeo que buscara lo que el título del libro promete se veria defraudado en sus esperanzas.

Páj 89. § 97 A.

Sólo en el año de 1909, cuando mi manuscrito del Diccionario ya estaba casi concluido. he podido obtener por la amabilidad del Sr. Mariano Poncela de Méjico, un ejemplar del libro de Macías, cuyo título completo es: Diccionario Cubano, etimológico, crítico, razonado y comprensivo: I, de las dicciones del lenguaje de Cuba contenidas en el Diccionario Provincial de voces cubanas del eminente geógrafo y lexicografista Estéban Pichardo; II, de los términos del nomenclator geográfico cubano insertos en el Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de la isla de Cuba del distinguido historiador Jacobo de la Pezuela; III, de los extensos y eruditos Vocabularios, que formó el ilustre sabio Antonio Bachiller y Moráles, registrando los historiadores primitivos y cuantos autores han escrito sobre las Antillas, con el objeto de complementar su famosa obra intitulada Cuba Primitiva; IV, de las novísimas enseñanzas contenidas en las magistrales producciones del esclarecido genio Juan Ignacio de Armas, y, con especialidad, las consignadas, en sus monumentales Orígenes del Lenguaje Criollo; [5] V, de las ilustraciones tomadas de los mas reputados Diccionarios, españoles y extranjeros, literarios y científicos, enciclopédicos y especiales; VI, de los estractos sacados de las obras y publicaciones de los escritores cubanos, americanos y americanistas de las épocas pasadas, y muy particularmente del periodo contemporáneo, y de las eminencias de la Federacion Mejicana; y VII, de los aumentos, intercalaciones, reformas, comentarios, censuras y estudios filológicos de José Miguel Macías. (Siguen cinco renglones de títulos.) Veracruz - 1885. Reimpreso en Coatepec, Tip. de Antonio M. Rebolledo. 1888.—El libro comprende unas cuantas dedicatorias i un Prefacio (pájs. I a LIV.) Lista de los Sres. suscritores (2 pájs. sin numeracion) i el Diccionario en 1264 pájinas a dos columnas. i, de consiguiente, es el libro mas voluminoso de la lexicografía americana.

Con mucho la mayor parte de los artículos se refieren realmente a voces i asuntos americanos i en especial cubanos, no obstante cierta verbosidad, hinchazon i pedantería que ya se pueden presumir segun el título, el libro contiene muchísimas noticias interesantes, i citas de escritores desde el tiempo del descubrimiento hasta los contemporáneos, desgraciadamente sin indicaciones exactas de las pájinas citadas. Los artículos completos contienen el significado fundamental; significados metafóricos; variantes; sinónimos; crítica; etimolojía i derivados.

Desgraciadamente los conocimientos filolójicos i el criterio lingüístico del autor tienen mucho parecido con los del Sr. Calcaño i a veces aun del Sr. Barberena. Pero el lector crítico puede encontrar muchas noticias útiles en el voluminoso compendio. Habiéndome llegado el libro sólo a última hora e incompleto, no he añadido las referencias correspondientes en el Suplemento II. Talvez en la continuacion de mi libro tenga oportunidad para estractar lo necesario. Lo citaré: Macías, con indicacion de la pájina.

Páj. 90, § 98 A.

A estas noticias tengo que agregar algunas observaciones motivadas por el interesante, pero un tanto fantástico artículo publicado por el doctor Leo Wiener, profesor de la Universidad de Harvard (Cambridge Mass.) en la Zeitschrift für Romanische Philologie, herausgegeben von doctor Gustav Gröber' Band XXXIII, 1909, páj. 513 a 535, bajo el título Pseudo-Karaibisches. (Voces seudo-caraibes).

El autor trata en el primer capítulo de voces románicas que han sido apuntadas por diversos autores como pertenecientes a dialectos del caraibe i del aruac, a causa del disfraz que han sufrido por la pronunciacion india. Ellas son de la misma especie que las palabras cochi, manco, mansun, cahuellu, huaca, i otras aceptadas por los indios mapuches i de las cuales algunas han sido citadas equivocadamente como etimolojías para palabras vulgares chilenas (cp. los números 253, cochi; 139 nota, arestin; 341 i Supl. II, chancho; 815, manco; 816, manchu; 168, cimarra i cimarron, que Wiener todavía considera como "enigmático" i otros.)

Para la historia de estas palabras deben compararse ahora tambien las mui interesantes trasformaciones que sufren voces inglesas en Nuevo Méjico (Studies in New Mexican Spanish by Aurelio M. Espinosa, en la Revue de Dialectologie Romane, I, números 2 a 4. Bruxelles 1909). No entraré aquí en los detalles, porque estas voces no son de interes directo para mi asunto.

El segundo capítulo trata de las denominaciones del pecari (ingles peccary, cast. baquira, capivara, zaino, etc.) Nos interesan sólo el capítulo tercero "el maguey" i el cuarto "la canoa". Wiener supone que el nombre maguey es debido a una serie de errores de escritura i lectura; alguien habria escrito en vez de aloe, allaguey, i esto su habria descifrado como maguey. De la misma especie es la etimolojía de canoa, que seria mal leido por la palabra latina scapha en la primera carta de Cristóbal Colon.

No pongo en duda que unas cuantas de las formas que autores del siglo XVII i mas modernos han encontrado en dialectos caraibes i otros, pueden ser la voz ya castellanizada canoa aprendida por los indios en boca de los españoles. Tampoco es dudoso que muchas palabras de plantas i animales americanos que se encuentran en libros de naturalistas, no son debidas sino a errores, erratas e interpretaciones erróneas. ¡Cuánto no me han dado que hacer los supuestos nombres vulgares de la lista de Gay, que por esta razon he tratado tan estensamente, para eliminar en adelante lo evidentemente falso i seudo-castellano. Aun admito que haya verdaderas mistificaciones, aunque ellas probablemente no se deben a mala fé, por ejemplo, en unos cuantos nombres que Molina sacó simplemente de Febrés i despues presentó como voces chilenas.

Aun mas; aisladamente seria posible que en la época contemporánea, un nombre, debido a un error, se vulgarizara por la enseñanza de la escuela. Pero de aquí hasta la imposicion de maguei i canoa al lenguaje vulgar de millares i hoi millones de hispano-americanos, hai un largo trecho. ¿Cómo se imajina el doctor Wiener que el nombre canoa, si hubiera sido importado a América como denominacion errónea por alguno de los conquistadores de las remesas posteriores, habria encontrado aceptacion entre los que vivian en Cuba o Santo Domingo desde muchos años? Ellos se habrian reido de la "chapetonada" del recien llegado campatriota que, al ver la primera embarcacion india, hubiera esclamado: "¡Ah, éstas son las naves que llaman canoas! si los indios del lugar i los colonos antiguos hubieran ignorado absolutamente tal denominacion. Lo mismo se puede decir respecto a maguei; i esto sin mencionar unas cuantas alteraciones fonéticas imposibles que necesita el doctor Wiener para apoyar sus tésis fantásticas. [6]

No menos estraño es lo que dice el señor Wiener respecto a la etimolojía de pulque. Segun él, se hubieran llamado pulperos ciertos vendedores porque vendian "la pulpa i estractos frescos de ciertos frutos". ¿Cuáles son esas frutas cuya pulpa se hubiera vendido con tanta frecuencia? No conozco ninguna que entrara siquiera en cuestion. ¡I del nombre de los pulperos se hubiera en Méjico sacado la denominacion pulque para el liquido sacado del maguei!

Mas vale confesar que todavía no conocemos ni el oríjen de la voz pulque, ni la del pulpero; ni sabemos qué relaciones hai entre pulque i pulcre, o pulchre, como escriben otros autores. Cp. Ramos 419.

Páj. 100. § 111 A

Contamos desde hace poco con una obra moderna en que cualquiera que se interese por la lengua de los aboríjenes de Chile puede con poca costo i trabajo estudiarla. Es la "Gramática Araucana compuesta por Frai Félix José de Augusta, Misionero Apostólico Capuchino de la Provincia de Baviera. Valdivia, Imprenta Central, J. Lampert 1903 (XVI + 408 pájs).

Esta obra hace supérfluas todas las gramáticas antiguas, i es en todo sentido una obra majistral. Fundada en conocimientos completos i profundos, adquiridos durante unos siete años de residencia entre los mapuches, escrita por un clérigo aleman dotado de una cultura científica verdaderamente moderna, la obra es la mejor gramática teórica i práctica a la vez que conozco entre las de lenguas indíjenas americanas. Numerosos ejemplos con traduccion castellana que acompañan las reglas metódicamente espuestas hacen fácil el estudio. Destinado el libro a la enseñanza práctica, no contiene aparato crítico ni notas históricas sobre la evolucion, en jeneral, que ha tomado la lengua en los tres siglos de su vida conocida i en sus variaciones dialectales por todo el estenso territorio de la República desde Coquimbo i Santiago hasta Chiloé. Una esposicion que siguiera meramente los puntos de vista lingüísticos seria talvez mas preciosa para el filólogo, pero no se entenderia fácilmente si no existiera una obra didáctica tan completa como la del benemérito misionero aleman. Segun noticias privadas sabemos que Frai Félix José publicará en breve una serie de Cuentos Araucanos que completarán los que yo he publicado i serán de gran valor para la etnolojía.

Es de esperar que tarde o temprano el mismo autor nos dé tambien un nuevo gran diccionario, en el que esperamos ver dilucidadas las muchas dudas i vacíos que dejan las obras de Febrés i Havestadt, vacíos que nadie ha lamentado tantas veces como el autor de este libro.

Frai Félix José, ántes de emprender su trabajo, se puso de acuerdo conmigo acerca de la trascripcion fonética que difiere poco de la mia. Al final del libro se encuentran dos pequeños diccionarios que bastan para la lectura del libro.

Suplemento a los autores citados
Pájs. 102 i sig.

Amunategui, Cabildo. = El Cabildo de Santiago desde 1573 hasta 1581 por Miguel Luis Amunátegui. Edicion oficial. Tres tomos. Santiago 1890 - 1891.

Aimard. = El Araucano. Costumbres de los indios. Novela de M. Gustavo Aimard, traducido por Máximo Lira. Santiago, 1865.

Albert. = Federico Albert: Las dunas... del centro de Chile (con listas de plantas) Anales de la Univ. de Stgo. t. 107 pájs. 440 a 614 i 643 a 689.

Avila. = Manual para la Policía de Seguridad (No sé el título exacto del librito porque falta en mi ejemplar) por el Comisario Guillermo Avila Money. Anexo N.° 2: Clave de los Criminales (pájs. 107 a 111). (Pequeño diccionario de la jerga de los criminales; coba. cp. Introduccion páj. 21.)

Cañas, papa. = La papa, investigacion sobre su oríjen, sus cultivos i las enfermedades i pestes que la atacan en Chile por Alejandro Cañas Pinochet. Santiago. Impreso aparte de "Actes de la Société Scientifique du Chili, tome XI. 1901, 2me livraison.

Cañas, Ultramaule. = Escenas de la Vida Agrícola en Ultra-Maule. (Estilo campestre). Santiago, Imprenta Cervantes, 1903. (Son poesías en dialecto vulgar chileno.)

Cañas, Colchagua. = Estudios lingüísticos (El dialecto colchagüino) ¡Cuánto puede la porfía! Poemita dramático escrito en aquel dialecto por A. Cañas Pinochet. Santiago de Chile. Imprenta Universitaria. 1907. (con una introduccion sobre el dialecto de Colchagua.)

Dicc. Aut. = Diccionario de Autoridades. Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española. Edicion en seis tomos. Madrid 1726-1739.

Ercilla. = La Araucana de don Alonso de Ercilla i Zúñiga edicion para uso de los chilenos... por Abraham König. Santiago. Imprenta Cervantes. 1888.

Figueroa. = Vocabulario etimolójico de nombres chilenos por Julio Figueroa G. Santiago 1903. Véase Supl. III. p. 916.

Hernandez = Diccionario chileno-hispano, compuesto por el R. P. Misionero Andres Febrés, enriquecido de voces i mejorado por el R. P. Misionero Frai Antonio Hernandez i Calzada. Edicion hecha... bajo la inspeccion del R. P. Misionero Frai Miguel Anjel Astraldí. Santiago. 1846. (véase § 111).

Macías. = Diccionario cubano, etimolójico, crítico, razonado... por José Miguel Macías. Veracruz 1885. Reimpreso en Coatepec 1888. (véase § 97 A en el Supl. III. p. 919.)

Palma, papeletas. = Dos mil setecientas voces que hacen falta en el Diccionario. Papeletas lexicográficas por Ricardo Palma. Lima 1903. (véase § 82 A en el Supl. III. p. 917.)

Philippi, Bot. = Elementos de Botánica para el uso de los Estudiantes de Medicina i Farmacia en Chile, por R. A. Philippi. Santiago 1869.

Reed, catálogo. = Catálogo de las aves chilenas por Edwin C. Reed. Anales de la Universidad, tomo 93, pájs. 197 a 213.

Reed, catálogo, peces. = Catálogo de los peces chilenos, por Edwin C. Reed. Anales de la Universidad, tomo 98, pájs. 653-673.

Vásquez. = Voces de mi tierra, por Pedro N. Vasquez Ciudad. Artículo publicado en El Chileno, diario de Santiago, el 30 de Mayo de 1902 (Año XXI, número 5658) Véase § 76.


Suplemento a las abreviaturas

Páj. 115.
burl.—burlesco, término jocoso o festivo.
dep.—departamento.
met. o metaf.—metafóricamente.
refl.—reflejo, reflexivo.

FÉ DE ERRATAS


Pájina línea [7] léase
8 33 que pude consultar
10 22 chilena. Tampoco
12 25 Eso sí,
13 5 En esto es difícil,
13 29 jeneral, se basa en la
15 10 existia la lengua
15 14 fonética termina en cierto modo
19 17 el número de palabras técnicas
19 29 segun que la instalacion
23 10 evidentemente violentaba la lengua
28 25 i estoi seguro que ellos se usan
28 30 largo i será ingrato
30 9 i que no sean
31 2 entre el público
31 12 palabra por medio de muchas citas
31 33 indicar con toda precision
32 5 quiera saber
32 6 que se tome el trabajo
34 ult. especialmente las de los ferrocarriles
37 4 inclinacion a alterar
37 5 chilenos, sólo que en unos
38 15 se presupongan cambios
39 17 no conozcan el jénero
39 19 causas por qué
40 11 qué provecho podria sacar
48 32 Lengua castellana de Zerolo
51 23 Chiloé, ha seguido siendo esencialmente
52 31 no sepa casi nada
51 El número de la pájina está equivocado
53 9 indios en cambio de la mitad
53 25 Se han conservado muchos arcaísmos
53 32 chilotes se hicieron
53 36 aprovecharme de varias
54 17 tiempos de la colonia
55 32 nunca meros diminutivos
59 2 i que a menudo espliquen
63 5 la obra sigue siendo por ahora
69 35 Así se comprende que algunas voces
7O 4 muestras, han de ser
71 30 entresacadas de las obras
74 35 no sólo está el grandioso
75 4 ya citado artículo
75 7 su fondo parte
75 11 de un dia para otro
80 5 correcciones a la Academia
81 8 coleccionarlas
85 17 todo lo ataca
85 18 quichés, aun
86 9 esplicarlos
86 16 las cuales eran casi desconocidas
88 17 que el autor agregue
88 19 aclare con ejemplos
91 últ. La s i z largas, signos fonéticos, están mal impresos.
92 5 es a este respecto
93 24 tendencia a suprimir
94 9 Por eso aparecen
95 8 ortográficas con una que dijera
98 3 en España ni en Chile
99 16 completo dentro del siglo siguiente
101 2 dorso-velar sonora
101 27 el mismo sonido que en castellano
102 22 sirven para dar
102 24 autor. No
117 6 fin de una acepcion.



  1. Fuera de algunos ejemplares entregados a los libreros europeos Don Cárlos W. Hiersemann, en Leipzig. i Don Victoriano Suárez, en Madrid, no he entregado al comercio ningun ejemplar de la primera mitad.
  2. No he tomado mas que los nombres de fundos i lugarejos que se encuentran en el Diccionario jeográfico postal de la República de Chile por Fermin A. Fuentes, prescindiendo de los nombres de rios, cerros, etc. Un estudio completo deberia sobre todo fundarse en denominaciones de todas las rejiones pequeñas, los campos, potreros i rinconadas (lo que en aleman se llama Flurnamen). Pero estos nombres no se han coleccionado todavía en forma sistemática. En un estudio completo deberian entrar los nombres formados con voces indíjenas que no han pasado al diccionario comun. Mi amigo Don Victor M. Chiappa desde años está preparando tal trabajo: ojalá alcance pronto a concluirlo.
  3. Las provincias de Biobío i Malleco están al oriente de la de Arauco. Estas tres i la de Cautin forman la antigua Frontera.
  4. Cuando agrego: cp. Roman, el párrafo correspondiente estaba ya en mi manuscrito i no ha sufrido alteracion despues de ver que el Sr. Roman trae la misma palabra.
  5. Este librito de apénas cien pájinas trata principalmente del oríjen de unos cuantos provincionalismos americanos que se derivan del mejicano quechua i otras lenguas americanas, pero tambien del vascuence, árabe, latin, griego (!), de términos de marina i de arcaismos españoles. La ciencia del autor es mucho mas aparente que efectiva, de modo que para los que no son filólogos, el libro es peligroso. El que lo lea con suficiente criterio podrá encontrar en él algunas noticias interesantes. [R. L.].
  6. Por un articulo del último número de la Revue de Dialectologie Romane, arriba citada, veo que tambien mi amigo el doctor Oscar Nobiling, de San Paulo (Brasil) protesta contra estas i otras etimolojías del doctor Wiener. Véase por la historia de la voz canoa el articulo de Cuervo en Romania XXIX, que no deja lugar a duda sobre el oríjen americano.
  7. Las líneas se han contado con la medida incluyendo los renglones en blanco.