El general Don Pedro Santana y la anexión de Santo Domingo a España/10

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X[editar]

Pasemos a otra cuestión, aunque nos veamos precisados a ordenar hechos y juicios que el autor presenta en la mayor confusión.

"No ha mucho, -dice en la pág. 36,- la Inglaterra y Francia, mas consecuentes que las demas naciones con su siglo, agregaron al derecho de gentes, este principio que desde la emancipacion de los Estados Unidos y la revolucion francesa venia buscando un lugar donde colocarse. Los pueblos pueden darse el gobierno que les convenga y quieran." [1]

"Esta es la proclamación del sufragio y de la soberanía popular. —Es al pueblo a quien toca ejercer este acto y no a otro.... "

"Que la España no olvide, -añade,- que tiene combustibles inflamables muy cerca del fuego..... etc."

Perfectamente ¿Qué es la aclamación popular? ¿No es la expresión de un pueblo y una expresión de tal naturaleza en que la inmensa mayoría que no es nunca, que no puede ser formularia, llena de entusiasmo del cual participan hasta la mujer y el niño, acoge y proclama un sentimiento, una idea mas o menos grande, mas o menos digna, mas o menos generosa?

"Es cierto, -podemos decir con un escritor que se ha ocupado de esta cuestión,— que aquí no ha habido urnas dónde depositar los sufragios ni otros instrumentos que se consideran esenciales, indispensables para declarar y fijar la opinión de un país. Pero en cambio todos han presenciado esa explosión del sentimiento público en favor de España, ese movimiento irresistible llamado aclamación y que en nuestro concepto es el sufragio universal en una forma mucho mas lata."

Santo Domingo se ha anexado, pues, pacífica y espontáneamente sobrepujando aun los deseos del folletista; por lo tanto España no teme, no puede temer que ráfagas desencadenadas de Oriente o de Occidente, del Norte o del Mediodía, vengan a inflamar esos combustibles que arden solo y calientan la imaginación del autor.

Finalmente, a la pregunta que este se dirige en la página 48 diciendo: "¿La Francia y la Inglaterra habrán prestado su consentimiento o a lo menos serán indiferentes a la venta de la República Dominicana a España?" debemos contestar con los siguientes argumentos: El Emperador Napoleón ha felicitado a S. M. la Reina de España por la anexión de los dominicanos a la Metrópoli: Inglaterra la ha visto sin manifestar inquietud ni desagrado, dando a comprender primero y declarando después explícitamente "que se lisonjea de este nuevo triunfo obtenido, no por la fuerza de las armas, sino por el prestigio y los atractivos de la civilización." [2]


  1. Es así que el pueblo dominicano, dueño de sus destinos, -según la teoría del autor,- ha solicitado y aclamado la anexión a la España, habiéndolo a la vez conseguido, luego aquel ha puesto en práctica los principios invocados por la Francia y la Inglaterra.
  2. Nota diplomática dirigida por Lord John Russell al Gobierno español en 1861, poco después de la anexión.