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vino bautismal rojo y dulce. Todo lo que dijo el gato, sin embargo, era falso. No había tal primo, y no había tal bautizo. Salió el gato de la casa hacia…

tremedalMauricio Bacarisse  En la sala lijosa del burdel repugnante hay un enorme gato que duerme en la tarima, unos muebles muy sucios, un reló sollozante y un…

apareció un hombre con bandolera de chapa y escopeta. -A la pá e Dió. El Gato, guarda de las eras. Huyéndole al sol, desde bien temprano estuvo durmiendo…

su gorrito rojo. Ya lo conoces. Pues el duendecillo estaba en la cocina vigilando el puchero; hablaba, pero nadie lo atendía, excepto el gato negro, el…

don Lope, si acaso te deja divertir por el Parnaso el Holandés pirata, gato de nuestra plata, que infesta las marinas por donde con la armada peregrinas…

y a las aves. La segunda, nocturna también, es del cuerpo de un gato, y de color rojo acanelado, con el vientre de un blanco amarillento. Tímida e inofensiva…

desde el hisopo hasta... Un ademán expresivo completó la frase. Rojo, dócilmente, con ese tonillo enfático que la clase social más inferior adopta para…

trascendental, digno de un naturalista, observando que el gato es un tigre en miniatura. —¿Qué diablo miráis en ese punto?—preguntole el marqués, dándole, con cariño…

los hombres y las pulgas. Como el hombre se parece al perro, al buey, al gato, al asno, al gavilán y a la lora. Un día, los días son asunto personal, un…

acostarme y apelotonarme entre sábanas, al encontrarme frente a frente con mi gato; que más filósofo y cuerdo que yo, ni hace escapatorias ni se ocupa en lo…

pensar que el Gato se llevaba el producto casi entero de lo que en esto de la emigración trabajaba él, y no el Gato, por los pueblos; que el Gato se divertía…

que no ha visto el sol más que una vez?" El contestó: "¡El fondo del mar Rojo al pasar por él los hijos de Israel por orden de Moisés! (¡Con El la plegaria…

de largo, débiles, algo erizados [por lo cual se llama también lengua de gato, como observa Román]; hojas dispuestas por cuatro, aovadas-oblongas, pedúnculos…

encima de nuestras cabezas. Entonces el islandés, con la agilidad de un gato, trepó por la pared, y al cabo de algunos minutos caía entre nosotros el…

corresponda. -¿Tendrá razón Luis Pedro? -meditaba el siciliano camino del Pez Rojo-. ¿Será ésta una contramina, un hilo que pueda enredar nuestra trama? Desde…

este instante, y para siempre! ¡Yo he gritado como un gato! ¡He maullado! ¡Yo he gritado como un gato! —¡Mi calma, amigo! ¡Esto es lo que yo necesito!..…

darme tiempo para ver que el doctor arrojaba al aire como una pelota su gato, un siamés legítimo, verdadera niña de sus ojos. El cuaderno fué á parar…

angustiosa en su pecho que apenas podía respirar, y todo lo veía negro y rojo, como si se hallara bajo las pavorosas bóvedas del Infierno. La inaudita…

a media noche, cuando el enfermo dormía, se colocaba sigilosa, como un gato, en la alcoba y sé ponía a revolver el escritorio y a registrar las ropas…

epizootia alguna; el palay y el maiz que les daban eran de lo mejor; nuestro gato estaba siempre bastante bien alimentado para que vaya a comerse los pichones;…