En la parte precedente de nuestro tratado hemos dado con aquellos aspectos del Cielo y de la Tierra que han requerido, en resumen, una discusión matemática preliminar; además de la inclinación de la trayectoria del Sol a través de la Eclíptica, y del fenómeno particular resultante, ambos en la Esfera Recta y en la Esfera Oblicua para cada región habitada.
Pensamos [ahora] que deberíamos discutir la teoría del Sol y de la Luna, como temas que siguen apropiadamente al anterior, e ir a través de los fenómenos que son una consecuencia de sus movimientos. Porque ninguno de los fenómenos asociados con los [otros] cuerpos celestiales pueden ser investigados completamente sin el previo tratamiento de esos [dos]. Además, encontramos que el tema del Movimiento Solar debe tomar lugar primero entre estos [del Sol y de la Luna], dado que sin ello, nuevamente, no se podría brindar una discusión completa de la teoría de la Luna de principio a fin.
↑En este punto comienza el Capítulo 1 en el manuscrito D y en parte de la tradición árabe (en los manuscritos L y P, pero no en los Q y T). Sobre tales variaciones, y la conclusión a sacar, ver la Introducción.