Album de un loco: 8

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​Primera parte de Album de un loco de José Zorrilla

Il Delatore[editar]

STROFA 1.
Le orecchie intente, gli sguardi bassi,
tu como un ombra segui i miei passi;
se un lieve accento muovo al compagno,
ratto tie sento sul mio calcagno.
Va' sciagurato! mi metti orrore;
sei delatore!

TRADUCCIÓN
Con vista torva y oído atento,
tras mí, cual sombra, venir te siento;
si a hablar a alguno me paro acaso,
sobre mi huella metes tu paso.
¡Aparta, infame!, yo tengo horror
de un delator.

PARÁFRASI
¿Por qué te apostas frente a mi casa?
¿Por qué tu torva visión mil veces
de mis balcones debajo pasa?
¿Por qué do quiera te me apareces
y por do quiera tras mí te encuentro,
desde que salgo de madrugada
hasta que vuelvo, y en mi morada
en altas horas a dormir entro?
¿Por qué de lejos doquier me sigues,
y tus miradas de mí no quitas,
y cuando avanzo, tú me persigues,
y si me vuelvo, mi encuentro evitas?
¿Por qué en la iglesia y en el paseo,
y en los portales y el coliseo,
junto a mí hallarte siempre me asombra,
y en torno mío girar te veo,
como si fueras mi misma sombra?
¿Por qué, si encuentro cualquier amigo,
cualquier paisano, deudo o pariente,
de mis acciones siempre testigo,
de mí en acecho, te veo en frente,
o para oirme lo que les digo,
te me aproximas calladamente?
¿Qué es lo que buscas tras de mi paso?
¿Quieres un duelo conmigo acaso?
Mas tú en tu porte valor no arguyes;
tu faz es torva, de audacia ajena,
tu andar es zurdo, como de hiena…
no me provocas, puesto que me huyes…
De una vez habla; quien quier que fueres,
llégate y dime lo que trajeres;
si es un secreto, solos estamos;
si un duelo buscas, al campo vamos;
mas… ¿te recatas y huirme quieres?
¡Por vida mía!
Ya sé quién eres
y lo que buscas y quién te envía.
Aborto infame del Santo Oficio,
que con vergüenza de su servicio,
nutre en secreto la policía.
¡Maldito seas! Tú eres espía.

STROFA 2.
Il ciel la luce dovria negarti,
mai col tuo nome nessun chiamarti;
ma con quell'altro che ti dispensa
pane e vergogna sull'empia mensa.
Va' sciagurato! mi metti orrore;
Sei delatore!

TRADUCCIÓN
Luz no debían los cielos darte,
ni por tu nombre nadie llamarte;
sino por ése que te procura
pan y vergüenza… ¡miseria oscura!
¡Huye a esconderte; me das horror,
vil delator!

PARÁFRASI
Para ti solo ser no debía
ni el sol antorcha, ni el aire aliento,
reposo el sueño, la alba alegría,
la tierra apoyo, ni nutrimento;
porque tan sólo tu ser no encierra
de amor un germen, ni un sentimiento;
porque tú solo sobre la tierra,
planta parásita sin alimento
que en ella no echa raíz alguna,
vegetas suelto, sin que se te una,
con lazo suave de simpatía,
ni de cariño, raza ninguna.
¿De qué te sirve la luz del día,
si tú no puedes jamás contento
alzar tus ojos al firmamento
que sólo alumbra tu villanía?
¡Desventurado!, la luz delante
de nuestros ojos pone patente,
iluminando tu faz sombría,
el anatema que tu semblante
grabado lleva sobre tu frente,
de tu alma el mudo y hondo tormento;
de tus perfidias y tu falsía
el implacable remordimiento,
la solitaria melancolía
que te devora tenaz, impía,
en la amargura de tu aislamiento.
Porque si en calle, paseo o fiesta,
tú con tu pueblo mezclarte quieres,
cuando tu pueblo sabe quién eres
su odio y desprecio te manifiesta;
y en torno tuyo rueda formando,
como a una fiera que va rabiando,
como a una planta que el aire infesta,
del odio mudo del pueblo centro,
deja tu torva persona expuesta
de aquel infame círculo dentro.
Y si hay alguno que, traseúnte
siendo, extranjero de ti ignorante,
«¿quién es ese hombre?» tal vez pregunte:
nadie tu nombre propio recuerda,
nadie concibe, nadie te acuerda
que lleves nombre de ningún santo;
y al extranjero mudo y confuso
jamás le dicen el que te puso,
cuando nacistes, el sacerdote,
sino el horrible e infame mote
que te rodea de odio y espanto,
el que te atrajo tu villanía
al inscribirte por Iscariote,
el que te puso la policía,
de tus hermanos por ser azote.
¡Maldito seas, villano espía!

STROFA 3
Ma quando mangi pan guadagnato
coll'abbiettezza del tuo peccato,
la bieca larva del tradimento
non ti stà presso?, non' hai spavento?
Va' sciagurato! mi metti orrore;
sei delatore!

TRADUCCIÓN
Mas, cuando comes el pan ganado
con la bajeza de tu pecado,
di: ¿tu conciencia no se levanta,
paso a cerrarle por tu garganta?
¡Desventurado, me das horror;
vil delator!

PARÁFRASI
Cuando a tu mesa sórdida pones,
y al labio llevas el pan que ganas,
en tus nocturnas revelaciones,
con tus acechos y delaciones,
chacal hambriento de honras humanas,
¿en tus bocados, dime, no sientes
que en tu pan crujen, entre los dientes,
las anatemas y maldiciones
de las familias por ti indigentes,
de los que gimen por ti en prisiones,
de los que roen en un destierro
pan de limosna y humillaciones,
que les arrojan manos extrañas,
mientras con ira sus corazones
forjan y aguzan tal vez el hierro
que hundir ansían en tus entrañas?
¡Desventurado segundo Judas,
que a los que vencen no más ayudas,
y a los tiranos no más auxilias;
si en calma fría, sacar no dudas
de la miseria de las familias
pan amasado con sangre y llanto
de los proscritos y de las viudas,
si comer puedes en calma fría,
y el pan que comes no te da espanto,
y dormir puedes sin agonía…
¡Maldito seas, villano espía!

STROFA 4
Talora il ladro chiamo infelice,
degna di pianto la meretrice;
da me una ascossa lagrima ottiene
Sie l'omicida stretto in catene;
ma tu… tu solo mi metti orrore;
sei delatore!

TRADUCCIÓN
El ladrón lástima tal vez merece,
la prostituta me compadece,
y hasta me duelo del homicida
que por la ajena pierde su vida;
mas tú, ¡tú sólo me das horror;
vil delator!

PARÁFRASI
Por los ladrones tal vez abogan
la ira y el hambre de la pobreza,
la honda miseria, donde se ahogan
virtud, instintos, prez y nobleza,
el mal ejemplo, la ruin fortuna
que haber les cupo desde la cuna;
y en fin, la incuria con que los reyes
y los gobiernos guardan las leyes.
La prostituta tiene en su abono
del otro sexo las seducciones,
el menosprecio y el abandono
del sexo débil en las naciones
todas; el mismo placer del vicio,
a cuya sima la lanza acaso
alguna infame traición villana,
que hasta la boca del precipicio,
sagaz arrastra paso tras paso
a su inexperta flaqueza humana.
Todos del crimen algo aprovechan,
y al poner todos el vicio a precio,
bien o deleite del mal cosechan;
pero tú, ¡necio!,
¿qué seducciones ves en tu oficio,
que sólo mengua te proporciona?
¿Quién una excusa le da propicio?
¿Quién en tu infame crimen te abona?
Ni aún quien te compra tu villanía
mientras que le eres útil tan sólo;
pues, aprendiendo tu mismo dolo,
mientras le sirves te galardona;
ayer, siendo útil, te sonreía,
hoy no le sirves y te abandona.
Así el tirano te subvenciona,
así te paga la policía.
¡Maldito seas, traidor espía!

STROFA 5
Va' sciagurato; cala il cappello,
ti ravviluppa nel tuo mantello;
e, se un istante sul cor ti pesa
la mia parola, cerca una chiesa,
e piangi, e grida: «Pietá, Signore!
son delatore!»

TRADUCCIÓN
Bajo el sombrero tus ojos tapa,
tu faz emboza bien con la capa;
y si te mueve lo que te digo,
busca una iglesia que te dé abrigo,
y allí di a Cristo: «¡Piedad, Señor!
¡Soy delator!»

PARÁFRASI
Si el anatema de mi palabra
en las tinieblas de tu alma entra,
y en ella un débil átomo labra,
que de dormida virtud encuentra,
deja a tu alma que a mi voz se abra;
no desperdicies un buen momento;
presta en tu alma caliente abrigo
al buen impulso de un buen intento;
tu virtud llama, tu fe recobra,
y antes que pase su ardor, por obra
pon mi consejo, que es de un amigo.
Corre a una iglesia, busca un anciano
buen sacerdote, y ante él de hinojos,
de tu conciencia rompe el arcano;
tu vida inicua con él confiesa,
y manifiesto pon a sus ojos
el fardo horrendo que en ella pesa.
Si es que te absuelve, de un monasterio
busca el oculto retiro santo;
ante sus aras póstrate y llora,
raudales vierte de amargo llanto,
y la clemencia de Dios implora;
y sin descanso di noche y día
al Dios piadoso, que oye al que ora,
y a la piadosa Virgen María:
«¡Perdón, Dios mío! ¡Piedad, Señora!
¡Yo he sido espía!

STROFA 6
Là solamente, presso quel trono,
può la tua colpa trovar perdono;
impauriti de' tuoi tranelli,
più sulla terra non hai fratelli.
Va' sciagurato! mi metti orrore;
Sei delatore!

TRADUCCIÓN
Dios solo puede perdón o abono
dar a tus culpas ante su trono;
horror por ellas de los humanos,
ya no hay entre ellos para ti hermanos.
Ve, desdichado, vil delator!
¡Me das horror!

PARÁFRASI
Dios es quien puede juzgarte sólo
en su justicia o en su clemencia;
tanta perfidia, traición y dolo
perdonar sólo su omnipotencia.
Ve; de los hombres perdón no esperes,
porque con ellos nada te enlaza;
contra ellos fuiste; de ellos no eres.
Tú maquinando contra su raza
viviste; ahora ve cómo mueres
lejos de su ira, que te amenaza.
Tú ya no tienes raza, ni nombre,
tú ya no tienes derechos de hombre;
cuando firmaste sobre el registro
de sus esbirros, cuando tu plaza
por esa firma te dió el Ministro,
y fué su sueldo por ti aceptado,
de cuerpo y alma mercado hiciste,
y en la ignominia de tal mercado,
patria, familia y honor vendiste.
De ser cambiaste desde aquel día;
y por tu nuevo bautismo infame,
cuanto hombre honrado te conocía,
arrepentido y avergonzado
de haberte amigo suyo llamado,
desató el lazo que a ti le unía.
Ya no hay por suyo quien te reclame,
nadie que busque tu compañía,
nadie que quiera parte en tu historia;
nadie te dice: «tu mano dame»;
nadie te ruega: «tenme en memoria»,
nadie a tu lado sin miedo pasa,
ni hay quien no pase junto a ti aprisa;
nadie visita tu infame casa,
ni se arrodilla junto a ti en misa;
nadie te llama para testigo,
y tu dinero tomar no quieren,
ni la ramera vil, ni el mendigo;
porque en el hambre morir prefieren
al pan que comes partir contigo,
y a él su mano sin tender, mueren;
porque tu crimen, monstruo perverso,
te abre un desierto de polo a polo,
y aborrecido del universo,
tú de él en medio te encuentras solo.
¡Mas te valiera no haber al día
nacido, monstruo de infamia y dolo!
¡Maldito seas, villano espía!

Mas oye… espera. Yo soy cristiano;
Cristo por todos murió en un día;
ambos tenemos un ser humano
y su fe siempre fué la fe mía.
Borrar tu crimen no está en mi mano;
mas yo no puedo con saña impía
pedir venganza contra mi hermano.
Vuélvete al cielo; ve sin demora
lejos del mundo; da a tu existencia
un santo empleo de penitencia,
y la clemencia de Dios implora;
y si, vencida la Omnipotencia,
en su justicia, merecedora
juzga a tu alma de su clemencia,
oye: en el nombre de Jesucristo,
por quien a juicio tu alma y la mía
serán llamadas, ante Él desisto
de mi venganza, cedo en mi encono.
¡Paz a tu alma! Yo te perdono
el mal que hacerme pudiste un día.
¡Dios te perdone como yo, espía![1]


  1. Publicado anteriormente como apéndice a La flor de los recuerdos (México). En esta edición aparece la fecha y lugar: México, Octubre de 1857