El príncipe (1854)/Capítulo I
Todos los estados, todas las soberanías que tienen o que han tenido autoridad sobre los hombres, han sido y son, o repúblicas, o principados.
Los principados son, o hereditarios en una familia, cuyos antecesores han sido príncipes desde la antigüedad, o bien son nuevos sin estas condiciones.
Entre los principados nuevos, los unos, o son enteramente nuevos, como lo era el de Francisco Esforcia en Milan [1], o son como miembros reunidos al estado hereditario del príncipe que los adquiere: tal es el reino de Nápoles con respecto al rey de España [2]. Esta clase de estados, o viven bajo el dominio de otro príncipe, o gozan de entera libertad; y para adquirirlos, pueden emplearse armas propias y ajenas, o abandonarse a la fortuna, o hacer alarde del oro, del talento o del valor.
- ↑ Hijo natural de Esforcia (Attendolo): nació en 1401, siguió a su padre en muchas campañas, y con su buena maña hizo suyo el ejército que aquel había formado, a cuyo frente peleó en la Lombardía con el célebre Carmañola. Tomó la Marca de Ancona en 1434 al papa Eujenio IV, y la constituyó en estado independiente; y por último, de protector que era, llegó a ser conquistador del ducado de Milan. Falleció en 1466. (N. del T.)
- ↑ Sabido es que la corona de Nápoles perteneció a España durante los siglos XVI y XVII. (N. del T.)
El Príncipe de Maquiavelo, precedido de la biografia del autor y seguido del anti-Maquiavelo o exámen del Príncipe, por Federico, el Grande, rey de Prusia, con un prefacio de Voltaire, y varias cartas de este hombre ilustre al primer editor de este libro, no publicado hasta ahora en España. Imprenta de D. Jose Trujillo, Hijo. 1854.
Biografía de Maquiavelo * Cartas sobre el Anti-Maquiavelo * Prefacio del Anti-Maquiavelo * Dedicatoria