Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos: Capítulo III
86 (54). Se llaman palabras primitivas las que no nacen de otras de nuestra lengua, como hombre, árbol, virtud.
87 (55). Derivadas son las que nacen de otras de nuestra lengua, variando de terminación, como regularmente sucede, o conservando la misma terminación, pero añadiendo siempre alguna nueva idea. Así, el sustantivo arboleda se deriva del sustantivo árbol; el sustantivo hermosura del adjetivo hermoso; el sustantivo enseñanza del verbo enseño; el adjetivo valeroso del sustantivo valor; el adjetivo amarillento del adjetivo amarillo; el adjetivo imaginable del verbo imagino; el adjetivo tardío del adverbio tarde; el verbo imagino del sustantivo imagen; el verbo hermoseo del adjetivo hermoso; el verbo pisoteo del verbo piso; el verbo acerco del adverbio cerca; el adjetivo contrario de la preposición contra; el adverbio lejos del adjetivo plural lejos, lejas; el adverbio mañana del sustantivo mañana, etc.
88 (56). En toda especie de derivaciones deben distinguirse la inflexión, desinencia o terminación, y la raíz, que sirve de apoyo a la terminación; así en naturalidad, vanidad, verbosidad, la terminación es idad, que se sobrepone a las raíces natural, van, verbos, sacadas de los adjetivos natural, vano, verboso. La palabra de que se forma la raíz se denomina primitiva, con respecto a las derivadas que nacen inmediatamente de ella, aunque ella misma se derive de otra.
89 (57). Llámanse palabras simples aquellas en cuya estructura no entran dos o más palabras, cada una de las cuales se pueda usar separadamente en nuestra lengua, como virtud, arboleda.
90 (58). Al contrario, aquellas en que aparecen dos o más palabras que se usan fuera de composición, ya sea que se altere la forma de alguna de las palabras concurrentes, de todas ellas o de ninguna, se llaman compuestas. Así, el sustantivo tornaboda se compone del verbo torna y el sustantivo boda; el sustantivo vaivén del verbo va, la conjunción y y el verbo viene; el adjetivo pelirrubio del sustantivo pelo y el adjetivo rubio (que en el compuesto se escribe con rr para conservar el sonido de r inicial); el adjetivo alicorto del sustantivo ala y el adjetivo corto; el verbo bendigo del adverbio bien y el verbo digo; el verbo sobrepongo de la preposición sobre y el verbo pongo; los adverbios buenamente, malamente, doctamente, torpemente, de los adjetivos buena, mala, docta, torpe y el sustantivo mente, que toma en tales compuestos la significación de manera o forma.
91 (59). Las preposiciones a, ante, con, contra, de, en, entre, para, por, sin, so, sobre, tras, entran en la composición de muchas palabras, verbigracia, amontono, verbo compuesto de la preposición a y el sustantivo montón; anteveo, verbo compuesto de la preposición ante y el verbo veo; sochantre, sustantivo compuesto de la preposición so y el sustantivo chantre; contradigo, verbo compuesto de la preposición contra y el verbo digo, etc.
92 (60). Estas preposiciones se llaman partículas compositivas separables, por cuanto se usan también como palabras independientes (a diferencia de otras de que vamos a hablar); y la palabra a que preceden se llama principal o simple, relativamente a los compuestos que de ella se forman. Así, montón y veo son los elementos principales o simples de los compuestos amontono, anteveo.
93 (61). Además de las palabras cuya composición pertenece a nuestra lengua, hay otras que se miran también como compuestas, aunque no todos sus elementos o tal vez ninguno de ellos se emplee separadamente en castellano; porque fueron formadas en la lengua latina, de donde pasaron a la nuestra.
94 (a). De estos compuestos latinos hay varios en que figura como elemento principal alguna palabra latina que no ha pasado al castellano, combinada con una de nuestras partículas compositivas separables, como vemos en conduzca, deduzca, formados del simple latino duco, que significa guío, y de las preposiciones con, de. Otros en que se combinan con palabras castellanas partículas compositivas inseparables que eran en aquella lengua dicciones independientes, verbigracia el verbo abstengo, compuesto de la preposición latina abs, y de nuestro verbo tengo. Otros, en que la palabra castellana se junta con una partícula que era ya inseparable en latín, como la re en los verbos compuestos retengo, reclamo. Otros, en fin, en que ambos elementos son enteramente latinos, como introduzco, seduzco, compuestos también del simple latino duco, combinado en el primero con el adverbio intro, y en el segundo con la partícula se, tan inseparable en aquella lengua como en la nuestra.
95 (b). Las formas de las partículas compositivas son estas: a, ab, abs, ad, ante, anti, ben, bien circum, circun, cis, citra, co, com, con, contra, de, des, di, dis, e, em, en, entre, equi, es, ex, estra, extra, i, im, in, infra, inte, inter, intro, mal, o, ob, par, para, per, por, pos, post, pre, preter, pro, re, red, retro, sa, satis, se, semi, sin, so, sobre, son, sor, sos, sota, soto, su, sub, subs, super, sus, tra, tran, trans, trasultra, vi, vice, viz, za; como en las palabras amovible, aparecer, abjurar, abstraer, admiro, antepongo, antipapa, bendigo, bienestar, circumpolar, circunvecino, cisalpino, citramontano, coheredero, compongo, contengo, contradigo, depongo, desdigo, dimanar, disponer, emisión, emprendo, ensillo, entreveo, equidistante, esponer o exponer, estravagante o extravagante, ilegítimo, impío, inhumano, infraescrito o infrascrito, inteligible, interpongo, introducir, malqueriente, omisión, obtengo, pardiez, parasol, permito, pordiosear, posponer, postliminio, precaución, preternatural, prometer, resuelvo, redarguyo, retrocedo, sahumar, satisfacer, separar, semicírculo, sinsabor, someto, sobrepongo, sonsaco, sorprendo, sostengo, sotaermitaño, sotoministro, supongo, subdelegado, substraer o sustraer, superfluo, tramontar, transubstanciación, transatlántico, trasponer, ultramontano, virrey, vicepatrono, vizconde, zabullir.
96 (c). Júntanse a veces dos y hasta tres partículas compositivas, como en incompatible, predispongo, desapoderado, desapercibido.
97 (d). Análogas a las partículas compositivas de que hemos hablado son las que significan número; unas latinas, como bi, tri, cuadru (bicorne, lo de dos puntas o cuernos; tricolor, lo de tres colores; cuadrúpedo, lo de cuatro pies); otras griegas, como di, letra, penta, hexa, deca (disílabo, lo de dos sílabas; decálogo, los diez mandamientos).
98 (e). Así como del latín, se han tomado y se toman cada día del griego palabras compuestas, cuyos elementos no existen en nuestra lengua. Lo que debe evitarse en esta materia es el combinar elementos de diversos idiomas, porque semejante composición, cuando no está canonizada por el uso, arguye ignorancia; y si uno de los idiomas contribuyentes es el castellano, da casi siempre al compuesto un aspecto grotesco, que sólo conviene al estilo jocoso, como en las palabras gatomaquia, chismografía.