Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos: Capítulo XVIII

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Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos
Capítulo XVIII: De los sustantivos neutros​
 de Andrés Bello

352 (186). Además de los demostrativos esto, eso aquello, ello o lo, tal, tanto, que, cual y cuanto, y de los infinitivos, como cantar, vender, partir, hay otros varios sustantivos neutros significativos los unos de cantidad, como todo, mucho, más, menos, demasiado, bastante, asaz, harto, poco y destinados los otros a expresar ciertos conceptos generales como algo, nada, nonada, uno, otro, al.

353 (a). Como la forma de algunos de estos sustantivos los expone a ser equivocados con los adjetivos de que provienen, y como bajo esta misma forma pasan frecuentemente a las funciones adverbial y conjuntiva, es necesaria alguna atención para distinguir sus varios oficios (§ 53, 2.ª). Su uso propio aparecerá suficientemente en los ejemplos.

354 (b). «Todo nos habla de Dios: en todo resplandece su poder y sabiduría». «No pretendas ser juez, si no tienes fuerza para romper por todo y castigar la maldad». «Dios lo ha criado y lo conserva todo». Es visto que todo, sustantivo, significa toda cosa o todas las cosas; siendo de notar que cuando sirve de complemento acusativo le agregamos lo, que es otro neutro en complemento acusativo.

355 (c). «Mucho se espera de su prudencia». «Unos tienen más y otros menos; pero nadie cree tener demasiado, ni bastante». «Harto os he dicho; pensadlo».

356 (d). Asaz significa bastante porción, bastante número: «Don Quijote se le ofreció con asaz de discretas y comedidas razones» (Cervantes).

357 (187). «Algo ha sucedido que ignoramos». «Nada veo que puede causarnos inquietud». Algo es alguna cosa o algunas cosas; nada, ninguna cosa.

358 (a). Nonada es también lo mismo que ninguna cosa. «Tenía que decir muy poco o nonada» (Santa Teresa).

359 (b). «La suma de todo lo que enseña Machiavello acerca de la simulación del príncipe, se cifra en formar un perfectísimo hipócrita, que diga uno y haga otro» (Rivadeneira): una cosa y otra cosa.

360 (c). Al, apenas usado en el día, es adjetivo en lo al (lo otro, lo demás, lo restante); lo es el único sustantivo con que podemos construirlo, y por consiguiente carece de plural. Es sustantivo neutro en estos ejemplos:

«Ellas (las yeguas de los arrieros yangüeses) que tenían más ganas de pacer que de ál» (Cervantes); esto es, de otra cosa. «Non vos lo digo porque os acuitedes ni mostredes mal talante; que el mío non es de ál, que de serviros» (Cervantes). Clemencín, cuya autoridad en punto a corrección de lenguaje es de las más respetables, no ha tenido escrúpulo de usar esta voz: «La hermosura y atractivos de las andaluzas en ál consisten que en lo blanco de la tez y en lo rubio de los cabellos».

361 (188). Es raro en los más de los sustantivos neutros construirse con artículo; pero lo hacen a menudo los infinitivos, y no sólo con los artículos definido e indefinido, sino con otros adjetivos; y entonces o conservan su carácter, construyéndose como el verbo de que provienen, verbigracia el comer manjares exquisitos, el levantarse temprano, el hablar bien, «aquel acabar su libro con la promesa de aquella inacabable aventura», como dice Cervantes; o se vuelven sustantivos ordinarios, dejando las construcciones verbales: el vivir mío (en vez de el vivir yo), el murmurar de las fuentes (en lugar de el murmurar las fuentes). Varios infinitivos toman plural en este caso, como placeres, dares y tomares, pareceres, cantares, etc.

362 (a). El anunciativo que es otro de los neutros que se construyen a menudo con el artículo, según lo dicho arriba (§ 162, b).

363 (b). Ni son los infinitivos los únicos neutros que deponen el carácter de tales. Así todo, significando el conjunto de todas las partes, es reproducido por él y le o lo: «No vemos más que una mínima parte del gran todo; cuanto alcanzamos a percibir en él, es como un átomo en la universalidad de las cosas creadas». «El todo es mayor que cualquiera de las partes que le o lo componen».

364 (c). Nonada con el artículo indefinido toma el género femenino; una nonada es locución hiperbólica para significar una cosa mínima. Dábasele también plural: «Calle, abuela, y sepa que todas las cosas que me oye son nonadas» (Cervantes).

365 (d). Nada, significando la inexistencia de todo, toma el artículo femenino: «Es difícil concebir la nada». Con el artículo indefinido significa una cosa de ínfimo valor, y es ambiguo; pues aunque se dice corrientemente una nada, no creo que Samaniego se expresase mal en aquellos versos:

«El apetito ciego,
¡A cuántos precipita,
Que por lograr un nada
Un todo sacrifican!».