Primera Gramática de la lengua Castellana: 5.05
La maior dificultad de la gramática, no sola mente castellana, más aún griega et latina, et de otro cualquier lenguaje que se oviesse de reduzir en artificio, está en la conjugación del verbo, et en cómo se podrá traer por todos los modos, tiempos, números et personas. Para instrución de lo cual es menester primera mente que pongamos alguna cosa firme de donde demostremos toda la diversidad que puede acontecer en el verbo. I pareció nos que éste principal mente devía ser el presente del infinitivo, al cual otros llamaron nombre infinito. Lo primero, por que éste tiene maior proporción et conformidad con toda la conjugación; después, por que lo primero que del verbo se ofrece a los que de otra lengua vienen a deprender la nuestra, es el presente del infinitivo; lo tercero, por que, como diximos, deste mesmo tiempo se toma la diversidad de las tres conjugaciones que tiene el castellano.
Para el segundo fundamento de la conjugación pornemos la primera persona del singular del presente del indicativo, la cual podemos llamar primera posición del verbo, assí como la primera posición del nombre es el nominativo. Estos dos fundamentos assí presupuestos, daremos primera mente algunas reglas generales de la formación, las cuales limitaremos después en sus proprios lugares.
La primera regla sea que muchos verbos de los que tienen esta letra e en la penúltima sílaba del presente del infinitivo, la buelven en ie, diphthongo, et algunas vezes en i, en ciertos lugares; como de perder, pierdo.
La segunda regla sea que los verbos de la tercera conjugación que tienen e en la penúltima sílaba del presente del infinitivo et la buelven en i en la primera posición del verbo, cuando en la conjugación se sigue otra i, bolvemos la i primera en e; como de pedir, pido, pedimos.
La tercera regla sea que muchos verbos de los que tienen esta letra o en la penúltima sílaba del presente del infinitivo, la buelven en ue, sueltas et cogidas en una sílaba por diphthongo, et algunas vezes en esta letra u.
La cuarta regla sea que todos los verbos de la primera conjugación que acaban en co o en go la primera posición, cuando conjugando se sigue esta letra e, en lugar de la c ponemos qu, et en lugar de la g, gu; como peco, pequé; ruego, rogué.
La quinta regla sea que todos los verbos de la segunda conjugación que acaban en co et tienen z ante la co, cuando por razón de la conjugación la o final se muda en e o en i, echamos fuera la z; como crezco, creces, crecí.
La sexta regla sea que todos los verbos de la segunda, conjugación que acaban en go, pierden la g en todos los otros lugares, salvo en aquellos tiempos que se forman del presente del indicativo; como vengo, venía, vine.