Compendio de la filosofía: 52
CAPÍTULO V.
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Por lo comun se llama vergonzoso aquel que se avergüenza de una culpa, que los otros ligeramente le disimulan, aunque él no eche de ver que se compadecen de su defecto, y por esto se llene de rubor y turbe. Por esto el pudor anda junto con la simplicidad de ánimo, y es propio de los jóvenes y de las mugeres; pues los viejos no se avergüenzan de cosa ninguna, ó solo se avergüenzan de las acciones muy feas, y que no pueden disimularse. En los jóvenes se compadecen todos sus defectos mas fácilmente; á no ser que fuesen de aquellos muy atroces, en los quales no suele incurrir el vergonzoso: y realmente se compadecen mas quando ellos mismos se avergüenzan; porque avergonzándose muestran arrepentimiento, y en un jóven es mas de alabarse el arrepentimiento, que de reprehenderse la culpa.
Aunque el pudor sea una qualidad muy recomendable, por ser señal de un ánimo caballeroso y bien educado, y por inducir al hombre al arrepentimiento de lo mal hecho, no por esto se ha de contar entre las virtudes; por ser mas presto una perturbacion de ánimo, y una pasion que dimana de la naturaleza, que un hábito; y por esto con razon la puso Aristóteles en el segundo libro de la Retórica entre los afectos. De hecho jamas se dice que el vergonzoso se avergüence fácilmente, por estar acostumbrado y exercitado por largo tiempo en avergonzarse; porque avergonzándose mas los jóvenes que los viejos, parece que la vergüenza es una disposicion de ánimo, que con el exercicio se debilita; lo que no sucede en las virtudes, ni en los otros hábitos.
Así como el pudor es disposicion para la virtud, y por tanto ha sido siempre recomendado (por lo menos deberia serlo, y á la verdad entre los antiguos lo apreciaban mucho) así la desvergüenza, ó digamos el descaro, que consiste en no avergonzarse de parecer malo en presencia de los otros, es una disposicion muy grande para el vicio, y es digna de muy grande vituperio; ni pueden servirle de excusa las costumbres de ahora. Y á la verdad esto desdice tanto mas en los jóvenes y en las mugeres, quanto el pudor es mas propio de la juventud, y del sexo femenino.